Amanece un día radiante desde primera hora de la mañana y empezamos visitando las termas de Diocleciano, en la puerta nos dicen que están cerradas y que las únicas termas abiertas son las de Caracalla así que nos metemos en el metro y nos vamos en dirección a la Pirámide de Caio Cestio que supongo quiso dejar huella construyéndose como mausoleo una pirámide como siglos atrás hicieron los faraones egipcios.
Desde la pirámide nos vamos a Caracalla.
Esto si fue un ejemplo para el buen gusto, una construcción impresionante para los ciudadanos. Con que lujo y brillantez construyeron estos baños, los actuales Spas y balnearios quedan ridículos, pequeños y simples comparado con lo que esto fué. Mosaicos en todos los suelos y no corrientes sino mosaicos preciosos de los que aún quedan restos, pinturas en techos y paredes. Verdaderamente debió ser algo majestuoso para la época ya que pudo albergar hasta nueve mil personas diarias que aparentemente lo aprovechaban y encontraban el relax, algo que ahora buscamos tánto para combatir el estrés.
Dejamos las termas de Caracalla y nos encaminamos a la Domus Aurea para ver si hacemos reserva y podemos verla alguno de los días que vamos a estar, pero está cerrado hoy sábado, mañana domingo y el lunes, por tanto nos quedamos sin ninguna posibilidad de acceder a él.
Ya por la tarde nos vamos hasta la piazza dei Popolo y entramos por la puerta dei Popolo. Es una plaza enorme con obelisco (el expolio romano a Egipto fue considerable), pero no es una plaza corriente, es …. bueno los adjetivos se acaban rápidamente en Roma, que plaza tan bonita, no te cansas de contemplar la zona de la escalera que sube a Pincio. Damos una vuelta por la plaza y subimos hasta Pincio. Dende aquí la vista de la plaza es más bonita que desde abajo, el conjunto merece ser contemplado durante un buen rato desde el balcón de la subida.
Estamos en los jardines que rodean villa Borghese, pero llevamos todo el día en pié y nos sentamos a tomar un café a disfrutar un poco del jardín. Bajamos de nuevo a la piazza dei Popolo para irnos por la vía del Babuino en dirección a piazza di Spagna. En la escalera no cabe un alma, supongo que el tiempo acompaña, pero la gente está allí sentada. Tomamos vía Condotti para ver las firmas mas importantes de la moda de Italia y creo que no falta ninguno, aunque es tal la cantidad de gente que en ese momento estamos allí que nos vamos atropellando.
Nos acercamos a San Luigi dei Francesi, otra de las iglesias de Roma que tenemos previsto visitar y como no su interior nos deja boquiabiertos. Hay tres cuadros de Caravaggio que hacen referencia a la vida de San Mateo y que uno de ellos lo tuvo que pintar dos veces pues en la primera, al santo que era labrador lo pinto con manos, cara y vestimentas “toscas” y quien lo encargó le hizo repetirlo para que lo anteriormente citado se viera mucho mas fino, mas “divino”. El resto de la iglesia esta llena de pinturas y esculturas.
Salimos a vía del Corso, y llegamos hasta la piazza Colonna donde esta la columna de Marco Aurelio, preciosa columna que narra las batallas del emperador, está situada frente al palacio Chigi donde en la puerta se encontraban un par de carabinieri (varón y hembra) que me dieron ganas de fotografiarles para ver la elegancia de su indumentaria, llevaban una capa que me hubiera puesto de buena gana y hubiera ido muy elegante.
Callejeando llegamos hasta la piazza della Rotonda donde se encuentra otro de los monumento mas emblemáticos de Roma, El Panteón
que a primera vista impresiona por el pórtico. Una vez se accede al interior impresiona por su forma y su grandiosidad, el templo es circular, forrado en mármol con varias capillas y una enorme cúpula, la mayor construida hasta el Renacimiento, con una circunferencia abierta en el centro que los astrónomos de la época y el emperador utilizaban para mayor gloria de éste, haciendo coincidir su presencia con los solsticios ya que el sol entra por la circunferencia de la cúpula hasta la puerta y de esta forma el emperador parecía estar mas cerca de lo divino que de lo humano. El exterior también debió ir forrado de mármol ó piedra pero los expolios…. . Parece que las tejas eran de bronce y que Urbano VIII, de la familia Barbarini, mandó levantarlas para hacer el baldaquino de San Pedro y los romanos de la época comentaban que “lo que no hicieron los bárbaros, lo hicieron los Barbarini”. En el templo yacen los restos de Rafael.
Nos vamos a cenar a vía Cavour y ... de paso… nos acercamos de nuevo al Coliseo que para mi sigue estando por encima de lo humano, para volver a verlo por la noche y … de vuelta al hotel para descansar.