No hemos tenido ningún problema con el tráfico y hemos llegado en un momento al aeropuerto. Hemos hecho el check-in online por primera vez, por lo que hemos ido directamente al control de embarque. No ha habido problemas con el equipaje (de mano), bueno sí, por lo visto se les han hecho extrañas las pilas a los de seguridad. Hemos subido por la puerta trasera del avión, y nos hemos apalancado en la fila 26, a la izquierda. Salimos a la hora,
Estábamos medio dormidos cuando ha pasado el azafato vendiendo los billetes del Stansted Express; hemos conseguido que de media vuelta y le hemos pillado dos billetes. 25€ por cada billete de ida y vuelta. Más tarde comprobamos que en la máquina de billetes del aeropuerto costaba 28,80 libras. Hemos hecho buen negocio.
Hemos entablado conversación con el chico que compartía fila con nosotros. Nos decía que iba a visitar a un amigo. Hablamos de esto y de aquello y la hora y media se nos fue volando (nunca mejor dicho). Hicimos cola juntos en el UK Border, y después acompañamos a Patxi (así se llamaba el chaval) a recoger su maleta, a echar un pitillo y ya de paso, al centro.
Tomamos el Stansted Express a las 17h, y en 46 minutos estábamos en Liverpool St. bien servidos de cacahuetes y trufas. Hemos comprobado las combinaciones de metro de Liverpool Station y hemos convenido en que Victoria Line es la que mejor nos viene; también a Patxi. Patxi sólo tiene la dirección del trabajo y el nombre del restaurante de su amigo. Algo es algo. Ha preguntado en la ventanilla de la estación y le han dicho que la estación que mejor le viene es South Kensington. Compramos los billetes en la máquina (día completo 6,45 libras) y en marcha. Al final, vista la hora que se ha hecho, hemos pasado primero por nuestro hotel, y después acompañamos a Patxi a buscar a su amigo. Es su primera vez, y no se desenvuelve muy bien ni en la ciudad ni en el metro.
Pasamos por el Arriva Hotel, y el hindú de recepción nos pregunta si somos dos o tres. Dos, Patxi es un amigo. Subimos a la habitación, pasadita por el baño, dejamos las mochilas y en cinco minutos ya estábamos abajo. Para entonces Patxi se había hecho amigo de los dos hindúes de recepción. Qué tío.
Volvemos a King´s Cross a tomar el metro, nos bajamos en South Kensington y hemos encontrado el restaurante bastante rápido.
Dan tapas y, en general, platos españoles, aunque tiene una decoración bastante sobria, nada de toros y sevillanas. Ahí estaba Josu.
Hemos pedido una jarra grande de cerveza con unas papas. Patxi le ha dado a Josu la botella de patxaran que le ha dado su padre para “el jefe”. La cerveza y las papas por la cara, por cierto.
El trío convertido en cuarteto, nos hemos ido a Picadilly, pues estos dos tienen que encontrar donde dormir para esta noche, ya que la casa de Josu está ocupada por los familiares de su compañero de piso. Les hemos acompañado. Han preguntado en el Backpackers, y “no vacancy”. Soho y Chinatown tampoco. Hemos tomado una cerveza en un pub majo, viendo pasar chavalas impresionantes a través del cristal…vuelta a Picadilly y allí ya nos hemos despedido de nuestros “compañeros de tarde”.
Bajamos por Leicester Square, Trafalgar y Downing Street, hemos visto el Parlamento y el Big Ben, y llegamos a Buckingham Palace. Noche cerrada; encanto perdido. No se ve casi gente por la zona, y hay poco tráfico. Se ven banderas de México en las farolas junto a la Union Jack.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Para cuando nos hemos dado cuenta, teníamos que irnos, pues a partir de las 12 se reduce el servicio de metro, y el bono pierde su valor. Por lo tanto, caminamos hasta la estación de Green Park y en un santiamén, King´s Cross.
Miramos en KFC, McDonalds y similares con la intención de menear el bigote, y al final compramos un par de kebabs, fritas y Fanta en un “take away” de esos y al Hotel. 11,60 libras. Cena íntima en la habitación…¡como picaban los condenados kebabs! Me he puesto a escribir después de cenar y me estoy sobando. Nos convendría estar en el aeropuerto dos horas antes de la salida del vuelo. Por lo tanto, gabon (buenas noches).
Estábamos medio dormidos cuando ha pasado el azafato vendiendo los billetes del Stansted Express; hemos conseguido que de media vuelta y le hemos pillado dos billetes. 25€ por cada billete de ida y vuelta. Más tarde comprobamos que en la máquina de billetes del aeropuerto costaba 28,80 libras. Hemos hecho buen negocio.
Hemos entablado conversación con el chico que compartía fila con nosotros. Nos decía que iba a visitar a un amigo. Hablamos de esto y de aquello y la hora y media se nos fue volando (nunca mejor dicho). Hicimos cola juntos en el UK Border, y después acompañamos a Patxi (así se llamaba el chaval) a recoger su maleta, a echar un pitillo y ya de paso, al centro.
Tomamos el Stansted Express a las 17h, y en 46 minutos estábamos en Liverpool St. bien servidos de cacahuetes y trufas. Hemos comprobado las combinaciones de metro de Liverpool Station y hemos convenido en que Victoria Line es la que mejor nos viene; también a Patxi. Patxi sólo tiene la dirección del trabajo y el nombre del restaurante de su amigo. Algo es algo. Ha preguntado en la ventanilla de la estación y le han dicho que la estación que mejor le viene es South Kensington. Compramos los billetes en la máquina (día completo 6,45 libras) y en marcha. Al final, vista la hora que se ha hecho, hemos pasado primero por nuestro hotel, y después acompañamos a Patxi a buscar a su amigo. Es su primera vez, y no se desenvuelve muy bien ni en la ciudad ni en el metro.
Pasamos por el Arriva Hotel, y el hindú de recepción nos pregunta si somos dos o tres. Dos, Patxi es un amigo. Subimos a la habitación, pasadita por el baño, dejamos las mochilas y en cinco minutos ya estábamos abajo. Para entonces Patxi se había hecho amigo de los dos hindúes de recepción. Qué tío.
Volvemos a King´s Cross a tomar el metro, nos bajamos en South Kensington y hemos encontrado el restaurante bastante rápido.
Dan tapas y, en general, platos españoles, aunque tiene una decoración bastante sobria, nada de toros y sevillanas. Ahí estaba Josu.
Hemos pedido una jarra grande de cerveza con unas papas. Patxi le ha dado a Josu la botella de patxaran que le ha dado su padre para “el jefe”. La cerveza y las papas por la cara, por cierto.
El trío convertido en cuarteto, nos hemos ido a Picadilly, pues estos dos tienen que encontrar donde dormir para esta noche, ya que la casa de Josu está ocupada por los familiares de su compañero de piso. Les hemos acompañado. Han preguntado en el Backpackers, y “no vacancy”. Soho y Chinatown tampoco. Hemos tomado una cerveza en un pub majo, viendo pasar chavalas impresionantes a través del cristal…vuelta a Picadilly y allí ya nos hemos despedido de nuestros “compañeros de tarde”.
Bajamos por Leicester Square, Trafalgar y Downing Street, hemos visto el Parlamento y el Big Ben, y llegamos a Buckingham Palace. Noche cerrada; encanto perdido. No se ve casi gente por la zona, y hay poco tráfico. Se ven banderas de México en las farolas junto a la Union Jack.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Para cuando nos hemos dado cuenta, teníamos que irnos, pues a partir de las 12 se reduce el servicio de metro, y el bono pierde su valor. Por lo tanto, caminamos hasta la estación de Green Park y en un santiamén, King´s Cross.
Miramos en KFC, McDonalds y similares con la intención de menear el bigote, y al final compramos un par de kebabs, fritas y Fanta en un “take away” de esos y al Hotel. 11,60 libras. Cena íntima en la habitación…¡como picaban los condenados kebabs! Me he puesto a escribir después de cenar y me estoy sobando. Nos convendría estar en el aeropuerto dos horas antes de la salida del vuelo. Por lo tanto, gabon (buenas noches).