Hoy también Iraitz ha sido el primero. No sé si por el calor o que, pero esta noche no dormí bien; ya para las 6 veía la claridad del día por las rendijas de las gruesas cortinas. Aunque sea abril, los días ya son largos, y van alargando cada vez más, unos 6 o 7 minutos por día. Aquí también tenemos el inefable aroma a sulfuro en el agua. Pero es llevadero, al rato te has olvidado de él.
Bajamos a desayunar y estamos solos. Y digo solos; no hay nadie, ni siquiera alguien que trabaje aquí. Solos. Todo el buffet del desayuno está encima de la barra. De haber sido un poco más echados “p´alante” podríamos haber desayunado whisky o vodka, pues no hay ningún tipo de cortapisa que evite que accedamos a la barra y hagamos honores al enorme mueble-bar. Nos dan la llave del hotel, no nos piden documentación alguna en recepción, te puedes servir todo el café o el té que quieras…incluso las postales están a mano y jamás echarían en falta alguna. Todo esto se nos antojaría impensable en casa ¡Qué diferencia de cultura!
Hemos desayunado mientras vemos gente esquiando sobre el lago helado. No lo he dicho antes, pero Mývatn proviene de “My” (mosquitos) y “vatn” (lago), por lo tanto sería el “lago de los mosquitos”. Será en verano porque aunque ya estamos en primavera, hay poco insecto (y gracias).
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Dos arriesgados esquiadores sobre el lago helado.
Subimos a la habitación a por las cosas (poca cosa, que con esto de los vuelos baratos ya nos hemos acostumbrado a viajar con equipaje de mano), bajamos y entonces sí, hemos tenido que llamar a los de la casa para que nos cobraran (14900 IKR). Somos legales. La mujer que nos ha atendido nos ha preguntado hacia dónde tenemos intención de ir, pues por lo visto viene tormenta. Le decimos que queremos ir hacia Húsavik, y ha querido mirar en el ordenador. Nos ha preguntado si hemos echado un vistazo al tiempo y le hemos dicho que no, que sólo habíamos mirado el estado de las carreteras. Ha encendido el PC, y nos ha tranquilizado el ver que lo de la tormenta sería mañana. La mujer, de todas formas nos ha dicho que de los siete años que lleva en el pueblo, este ha sido el invierno más duro.
Nos despedimos, subimos al coche y tomamos la 87 camino a Húsavik. Me ha empezado a entrar el acojono cuando la ventisca ha empezado a llenar la carretera de nieve; cada vez más. Huelga decir que apenas había tráfico, pero bueno, hemos hecho los 50 kilómetros bastante rápido y bien. De todas formas, según nos acercábamos a Húsavik ha empezado a llover bien fuerte. Bajo la lluvia, Húsavik parece un pueblo fantasma. Todo cerrado, nadie por la calle y muy escaso tráfico. La iglesia cerrada también, y la bandera, a media asta.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Iglesia de Húsavik
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Puerto de Húsavik
El vikingo sueco Garðar Svavarsson llegó a esta zona hacia el año 860. Garðar tenía tierras en Zelanda y estaba casado con una mujer de las islas Hébridas. Yendo a reclamar la herencia de su suegro, una tormenta le desvió del camino y lo arrastró hasta Islandia. Se dice que él fundó Húsavik, aunque sólo debió pasar aquí un invierno. Hemos dado un pequeño paseo aprovechando que la lluvia nos ha dado un breve respiro y hemos podido ver dónde se contratan las excursiones para ver ballenas (cerrado todo a cal y canto) y la “faloteca” (museo de penes de mamíferos). La “faloteca” también estaba cerrada, pero hacia las 12 hemos visto llegar dos coches, de los que han bajado una pareja, y un hombre que les ha abierto la puerta del museo. ¿Visita privada concertada?
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Faloteca
Coche otra vez y al norte. El cielo está muy oscuro, y aunque no llueve tiene mala pinta. Llegamos a Ásbyrgi, llenamos el depósito e intentamos acceder al cañón. Ásbyrgi forma parte del Parque Jökulsárgljúfur, y se le llama el “Refugio de los Dioses”. Este cañón con forma de herradura tiene casi 3,5 kilómetros de largo y uno de diámetro. Una montaña rocosa de 25 metros de altura llamada Eyjan (isla) divide en dos el cañón. Se cree que este cañón lo formó el río Jökulsá á Fjöllum en la época glacial. Hoy en día, este río discurre a dos kilómetros de aquí. De todas formas, las Sagas tienen su propia explicación al respecto: El cañón lo formó Sleipnir, el caballo de Odin, al apoyar aquí una de sus ocho patas, y por eso tiene forma de herradura. Además, Ásbyrgi es la capital del Huldufólk (pueblo perdido) que habita en los agujeros de los barrancos…y la verdad que he notado alguna presencia extraña observándonos mientras caminábamos por el cañón nevado…
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Cañón Ásbyrgi
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Eyjan
Debido a la nieve acumulada, hemos aparcado el coche donde hemos podido, al lado de otro. No hemos visto a nadie pero sabemos que hay alguien pues hay un par de coches aparcados, pero no hemos visto ni oído a nadie. Caminamos más de una hora sobre la nieve y el hielo, y aunque el viento pegaba bastante, al menos no ha precipitado. El lugar es impresionante, más aún visto desde arriba. Cuando volvamos la próxima vez habrá que buscar un helicóptero.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Imagen aerea tomada de Google
Regresamos al coche y agradecemos el calorcito del mismo. Intentamos ir a Dettifoss, pero la carretera que accede a la cascada desde el norte también está impracticable por la nieve, como la de ayer. La carretera se veía limpia, pero a saber hasta dónde. Para la próxima. Improvisamos y cambiamos de objetivo e intentamos ir hasta la punta norte. En el trayecto hemos encontrado Kópasker. Es curioso, cuando hemos pasado junto a la iglesia, en una parcela había muñecos que parecían de “La Matanza de Texas”…muñecos, porque gente no hemos llegado a ver.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Iglesia de Kópasker
Entramos en el pueblo a ver si encontramos algún súper y nada; pero en cambio he encontrado algo que me ha hecho mucha ilusión. Antes de venir estuve haciendo seguimiento del tiempo y el estado de las carreteras a través de diferentes web-cams, y en una de ellas, situada en Kópasker, junto al puerto, vi durante días un trailer MAN color azul cubierto de nieve y quieto durante días. Pues bien, nos hemos dado de bruces con el susodicho camión y con la web-cam. Es una chorrada, pero qué le vamos a hacer.
Reemprendemos la marcha y seguimos hacia el norte. No ha sido nada agradable; la carretera en su mayor parte estaba sin asfaltar, apenas había tráfico, y todo era niebla, lluvia y frío, y muy poco que ver.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Por ello, a las 15:30 nos detenemos para aliviarnos y pegamos media vuelta. En más de media hora no nos hemos cruzado con vehículo alguno, y para cuando hemos llegado a Húsavik no eran ni media docena en total. Dejamos atrás Húsavik y volvemos a la carretera número 1 o Ring Road. Siguiente objetivo Goðafoss.
Íbamos con tanto ímpetu que nos hemos pasado el cruce y hemos terminado en un lago; Ljosavatn. En este lago Iraitz ha conseguido caminar sobre las aguas por vez primera, y no sólo eso sino que estando sobre ellas ha intentado romper el hielo a pedradas, saltando…en vano. Se veían huellas de motos de nieve por lo que sabíamos que no iba a ocurrir nada, aunque nunca se sabe…En el panel que ilustra el lago vemos que Goðafoss se encuentra a un par de kilómetros hacia el este. Media vuelta pues y en cinco minutos estábamos en la “Cascada de los Dioses”.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Ljosavatn
El parking está completamente nevado, y hay un auto estacionado en él. De todas formas, igual que en Dimmuborgir, según nos hemos bajado del coche, se han dado el piro. La cascada es impresionante, más aún con todo el paisaje nevado.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Cascada de los Dioses
Según recogió el Sabio islandés del siglo XII Ari Þorgilsson en el Íslendingabók o “libro de los islandeses”, en el año 1000 tuvo lugar en el Alþingi una discusión sobre la religión que debía profesar Islandia; si debían continuar con el paganismo de origen noruego o en cambio debían abrazar la religión cristiana. En aquella época los conflictos entre adeptos a una u otra religión eran demasiado habituales y los cristianos propusieron tener un “Lögmaður” o “hablante de leyes” propio. El “Lögmaður” Þorgeir Þorkelsson Ljósvetningagoði tras día y medio de meditación, resolvió que el cristianismo sería la única religión oficial del país, aunque él mismo era sacerdote pagano (goði). Tomó esa decisión para mantener la paz y una única ley para todos. Él mismo se convirtió al cristianismo y a su vuelta del Alþingi arrojó los ídolos paganos a una cascada, la que hoy conocemos como Goðafoss, la “cascada de los Dioses”. Mencionar que aunque se adoptara el cristianismo como religión oficial, el paganismo no fue prohibido, mas se reservó al ámbito privado.
Cinco minutos en la cascada y hacia Akureyri.
Llegamos sobre las 19 horas. Akureyri se encuentra en un fiordo, tiene unos 17000 habitantes y es la capital del norte de Islandia. Al igual que en Reykjavík, la temperatura no es tan baja como podríamos imaginar, gracias a la corriente del Golfo de México que hace que las temperaturas sean bastante suaves y que el mar no se hiele. Llegamos pues, y sin dar demasiadas vueltas, vamos al Akureyri Hotel que hemos visto al lado de la carretera. Preguntamos, nos parece un precio razonable (13500 IKR) y aceptamos. Vamos por las cosas. La habitación tiene buena pinta, incluso tiene salida directa a la calle. Tras acicalarnos un poco, nos vamos a paseo.
A los cinco minutos de paseo, vemos que la gente va cuesta arriba, y oímos sonido de megafonía. Seguimos a la gente (¿Será algo de Semana santa?), y de repente vemos una pista de esquí improvisada en medio de la cuesta y una competición de eslalon. Hay gente, mucha gente; y muchos participantes. El ambiente, alegre y distendido. No entendemos nada de lo que habla el speaker pero debe ser gracioso pues la gente le ríe las gracias. Estamos un rato, y nos vamos. Al lado de la improvisada pista está la catedral, moderna y curiosa; debe ser obra del mismo arquitecto que hizo la de Reykjavík. Lo mejor es que aun siendo modernas ambas, son muy atractivas, tienen unos rasgos que las hacen ser muy bellas. Aunque la torre de la Hallgrímskirkja se encuentre de obras...
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Catedral de Akureyri
Bajamos al centro, paseamos por la peatonal (sin peatones, están todos en el esquí) y vemos los escaparates de las tiendas cerradas. De la peatonal al ayuntamiento, los cines, el puerto y vuelta.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Temperatura, 0º, ni frío ni calor. Hemos visto un italiano y allá que entramos. Pantagruélico banquete que nos hemos pegado; pero es normal, desde la mañana no hemos comido nada de fundamento. Después de cenar pasamos por el 10/11 (un súper) para pillar bebida para la noche (440 IKR dos botellines de refresco), y al hotel. Un poco de lectura, escribir, televisión…a ver mañana qué toca.
Bajamos a desayunar y estamos solos. Y digo solos; no hay nadie, ni siquiera alguien que trabaje aquí. Solos. Todo el buffet del desayuno está encima de la barra. De haber sido un poco más echados “p´alante” podríamos haber desayunado whisky o vodka, pues no hay ningún tipo de cortapisa que evite que accedamos a la barra y hagamos honores al enorme mueble-bar. Nos dan la llave del hotel, no nos piden documentación alguna en recepción, te puedes servir todo el café o el té que quieras…incluso las postales están a mano y jamás echarían en falta alguna. Todo esto se nos antojaría impensable en casa ¡Qué diferencia de cultura!
Hemos desayunado mientras vemos gente esquiando sobre el lago helado. No lo he dicho antes, pero Mývatn proviene de “My” (mosquitos) y “vatn” (lago), por lo tanto sería el “lago de los mosquitos”. Será en verano porque aunque ya estamos en primavera, hay poco insecto (y gracias).
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Dos arriesgados esquiadores sobre el lago helado.
Subimos a la habitación a por las cosas (poca cosa, que con esto de los vuelos baratos ya nos hemos acostumbrado a viajar con equipaje de mano), bajamos y entonces sí, hemos tenido que llamar a los de la casa para que nos cobraran (14900 IKR). Somos legales. La mujer que nos ha atendido nos ha preguntado hacia dónde tenemos intención de ir, pues por lo visto viene tormenta. Le decimos que queremos ir hacia Húsavik, y ha querido mirar en el ordenador. Nos ha preguntado si hemos echado un vistazo al tiempo y le hemos dicho que no, que sólo habíamos mirado el estado de las carreteras. Ha encendido el PC, y nos ha tranquilizado el ver que lo de la tormenta sería mañana. La mujer, de todas formas nos ha dicho que de los siete años que lleva en el pueblo, este ha sido el invierno más duro.
Nos despedimos, subimos al coche y tomamos la 87 camino a Húsavik. Me ha empezado a entrar el acojono cuando la ventisca ha empezado a llenar la carretera de nieve; cada vez más. Huelga decir que apenas había tráfico, pero bueno, hemos hecho los 50 kilómetros bastante rápido y bien. De todas formas, según nos acercábamos a Húsavik ha empezado a llover bien fuerte. Bajo la lluvia, Húsavik parece un pueblo fantasma. Todo cerrado, nadie por la calle y muy escaso tráfico. La iglesia cerrada también, y la bandera, a media asta.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Iglesia de Húsavik
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Puerto de Húsavik
El vikingo sueco Garðar Svavarsson llegó a esta zona hacia el año 860. Garðar tenía tierras en Zelanda y estaba casado con una mujer de las islas Hébridas. Yendo a reclamar la herencia de su suegro, una tormenta le desvió del camino y lo arrastró hasta Islandia. Se dice que él fundó Húsavik, aunque sólo debió pasar aquí un invierno. Hemos dado un pequeño paseo aprovechando que la lluvia nos ha dado un breve respiro y hemos podido ver dónde se contratan las excursiones para ver ballenas (cerrado todo a cal y canto) y la “faloteca” (museo de penes de mamíferos). La “faloteca” también estaba cerrada, pero hacia las 12 hemos visto llegar dos coches, de los que han bajado una pareja, y un hombre que les ha abierto la puerta del museo. ¿Visita privada concertada?
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Faloteca
Coche otra vez y al norte. El cielo está muy oscuro, y aunque no llueve tiene mala pinta. Llegamos a Ásbyrgi, llenamos el depósito e intentamos acceder al cañón. Ásbyrgi forma parte del Parque Jökulsárgljúfur, y se le llama el “Refugio de los Dioses”. Este cañón con forma de herradura tiene casi 3,5 kilómetros de largo y uno de diámetro. Una montaña rocosa de 25 metros de altura llamada Eyjan (isla) divide en dos el cañón. Se cree que este cañón lo formó el río Jökulsá á Fjöllum en la época glacial. Hoy en día, este río discurre a dos kilómetros de aquí. De todas formas, las Sagas tienen su propia explicación al respecto: El cañón lo formó Sleipnir, el caballo de Odin, al apoyar aquí una de sus ocho patas, y por eso tiene forma de herradura. Además, Ásbyrgi es la capital del Huldufólk (pueblo perdido) que habita en los agujeros de los barrancos…y la verdad que he notado alguna presencia extraña observándonos mientras caminábamos por el cañón nevado…
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Cañón Ásbyrgi
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Eyjan
Debido a la nieve acumulada, hemos aparcado el coche donde hemos podido, al lado de otro. No hemos visto a nadie pero sabemos que hay alguien pues hay un par de coches aparcados, pero no hemos visto ni oído a nadie. Caminamos más de una hora sobre la nieve y el hielo, y aunque el viento pegaba bastante, al menos no ha precipitado. El lugar es impresionante, más aún visto desde arriba. Cuando volvamos la próxima vez habrá que buscar un helicóptero.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Imagen aerea tomada de Google
Regresamos al coche y agradecemos el calorcito del mismo. Intentamos ir a Dettifoss, pero la carretera que accede a la cascada desde el norte también está impracticable por la nieve, como la de ayer. La carretera se veía limpia, pero a saber hasta dónde. Para la próxima. Improvisamos y cambiamos de objetivo e intentamos ir hasta la punta norte. En el trayecto hemos encontrado Kópasker. Es curioso, cuando hemos pasado junto a la iglesia, en una parcela había muñecos que parecían de “La Matanza de Texas”…muñecos, porque gente no hemos llegado a ver.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Iglesia de Kópasker
Entramos en el pueblo a ver si encontramos algún súper y nada; pero en cambio he encontrado algo que me ha hecho mucha ilusión. Antes de venir estuve haciendo seguimiento del tiempo y el estado de las carreteras a través de diferentes web-cams, y en una de ellas, situada en Kópasker, junto al puerto, vi durante días un trailer MAN color azul cubierto de nieve y quieto durante días. Pues bien, nos hemos dado de bruces con el susodicho camión y con la web-cam. Es una chorrada, pero qué le vamos a hacer.
Reemprendemos la marcha y seguimos hacia el norte. No ha sido nada agradable; la carretera en su mayor parte estaba sin asfaltar, apenas había tráfico, y todo era niebla, lluvia y frío, y muy poco que ver.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Por ello, a las 15:30 nos detenemos para aliviarnos y pegamos media vuelta. En más de media hora no nos hemos cruzado con vehículo alguno, y para cuando hemos llegado a Húsavik no eran ni media docena en total. Dejamos atrás Húsavik y volvemos a la carretera número 1 o Ring Road. Siguiente objetivo Goðafoss.
Íbamos con tanto ímpetu que nos hemos pasado el cruce y hemos terminado en un lago; Ljosavatn. En este lago Iraitz ha conseguido caminar sobre las aguas por vez primera, y no sólo eso sino que estando sobre ellas ha intentado romper el hielo a pedradas, saltando…en vano. Se veían huellas de motos de nieve por lo que sabíamos que no iba a ocurrir nada, aunque nunca se sabe…En el panel que ilustra el lago vemos que Goðafoss se encuentra a un par de kilómetros hacia el este. Media vuelta pues y en cinco minutos estábamos en la “Cascada de los Dioses”.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Ljosavatn
El parking está completamente nevado, y hay un auto estacionado en él. De todas formas, igual que en Dimmuborgir, según nos hemos bajado del coche, se han dado el piro. La cascada es impresionante, más aún con todo el paisaje nevado.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Cascada de los Dioses
Según recogió el Sabio islandés del siglo XII Ari Þorgilsson en el Íslendingabók o “libro de los islandeses”, en el año 1000 tuvo lugar en el Alþingi una discusión sobre la religión que debía profesar Islandia; si debían continuar con el paganismo de origen noruego o en cambio debían abrazar la religión cristiana. En aquella época los conflictos entre adeptos a una u otra religión eran demasiado habituales y los cristianos propusieron tener un “Lögmaður” o “hablante de leyes” propio. El “Lögmaður” Þorgeir Þorkelsson Ljósvetningagoði tras día y medio de meditación, resolvió que el cristianismo sería la única religión oficial del país, aunque él mismo era sacerdote pagano (goði). Tomó esa decisión para mantener la paz y una única ley para todos. Él mismo se convirtió al cristianismo y a su vuelta del Alþingi arrojó los ídolos paganos a una cascada, la que hoy conocemos como Goðafoss, la “cascada de los Dioses”. Mencionar que aunque se adoptara el cristianismo como religión oficial, el paganismo no fue prohibido, mas se reservó al ámbito privado.
Cinco minutos en la cascada y hacia Akureyri.
Llegamos sobre las 19 horas. Akureyri se encuentra en un fiordo, tiene unos 17000 habitantes y es la capital del norte de Islandia. Al igual que en Reykjavík, la temperatura no es tan baja como podríamos imaginar, gracias a la corriente del Golfo de México que hace que las temperaturas sean bastante suaves y que el mar no se hiele. Llegamos pues, y sin dar demasiadas vueltas, vamos al Akureyri Hotel que hemos visto al lado de la carretera. Preguntamos, nos parece un precio razonable (13500 IKR) y aceptamos. Vamos por las cosas. La habitación tiene buena pinta, incluso tiene salida directa a la calle. Tras acicalarnos un poco, nos vamos a paseo.
A los cinco minutos de paseo, vemos que la gente va cuesta arriba, y oímos sonido de megafonía. Seguimos a la gente (¿Será algo de Semana santa?), y de repente vemos una pista de esquí improvisada en medio de la cuesta y una competición de eslalon. Hay gente, mucha gente; y muchos participantes. El ambiente, alegre y distendido. No entendemos nada de lo que habla el speaker pero debe ser gracioso pues la gente le ríe las gracias. Estamos un rato, y nos vamos. Al lado de la improvisada pista está la catedral, moderna y curiosa; debe ser obra del mismo arquitecto que hizo la de Reykjavík. Lo mejor es que aun siendo modernas ambas, son muy atractivas, tienen unos rasgos que las hacen ser muy bellas. Aunque la torre de la Hallgrímskirkja se encuentre de obras...
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Catedral de Akureyri
Bajamos al centro, paseamos por la peatonal (sin peatones, están todos en el esquí) y vemos los escaparates de las tiendas cerradas. De la peatonal al ayuntamiento, los cines, el puerto y vuelta.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Temperatura, 0º, ni frío ni calor. Hemos visto un italiano y allá que entramos. Pantagruélico banquete que nos hemos pegado; pero es normal, desde la mañana no hemos comido nada de fundamento. Después de cenar pasamos por el 10/11 (un súper) para pillar bebida para la noche (440 IKR dos botellines de refresco), y al hotel. Un poco de lectura, escribir, televisión…a ver mañana qué toca.