Para el día de hoy teníamos planeado una experiencia espectacular, de esas que no se olvidan (como todo el viaje en sí) y además que no se pueden vivir todos los días: ir a visitar a los elefantes!
En principio, cuando estaba organizándolo todo había leído por todos los foros que el mejor sitio era un santuario llamado Elephant Nature Park, algo diferente, no te subes encima de ellos y los cuidas un poco durante todo el día. Pero el problema fué que al llegar allí nos dimos cuenta de que las entradas estaban agotadas durante dos semanas! Y ya nos comentaron más viajeros que este sitio es tan popular que hay que reservar con bastante antelación, sino te quedas sin ellas. Pero a la llegada de nuestro hostal, cuando le contamos a Pim los planes que teníámos, él nos recomendó otro sitio diferente que teníá muy buena pinta: Happy Elephant Home. Es un sitio pequeñito, que sólo tenía 3 elefantes grandes y un elefante bebé de 10 meses. La excursión nos costó ฿2400 por persona, pero mereció mucho la pena! Sobre las 8 de la mañana pasaron a recogernos a nuestro hostal, ibamos un grupo de unas 16 personas, que según nos contaron es el número máximo que suelen llevar. Las recomendaciones eran básicas: llevar ropa cómoda y bikini/bañador para cuando nos bañásemos con ellos. Allí nos daban la comida y la bebida.
Al llegar allí nos presentaron a la cuidadora: Omo, y nos enseñaron la ropa que nos prestarían para pasar el día (algo que nos sorprendió), nos escribieron nuestro nombre en tailandés en el brazo para que ellos pudieran dirigirse a nosotros y seguidamente nos dieron una charla de lo que haríamos durante el día.
Cortamos calabazas para los elefantes y luego fuimos a darle de comer para tener la primera toma de contacto con ellos, después los llevamos a que bebiesen agua. Hicimos un descanso y alzmorzamos. Estaba genial porque aquí conocimos a viajeros de todas las partes del mundo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Luego fuimos en coche a cortar cañas de azúcar que para los elefantes es como si fuera un caramelo, y los llevamos andando dando un paseo hasta donde posteriormente nos bañaríamos con ellos. Éste fué el mejor momento del día para mí: al agua pato con ellos!! Y es que disfrutaban como niños.
Nos llamó mucho la atención que recién salidos del agua con lo limpitos que estaban lo primero que hicieron fué irse a la sombra a echarse arena por encima para secarse!! Nos contaron que eso evitaba también la aparición de insectos alrededor de ellos.
Una vez que ya estaban listos era hora de despedirnos de ellos... Ohhhh... Fué algo tan bonito! Eso sí, impresiona muchísimo cuando te ves tan cerca de ellos.
A la vuelta hicimos una merienda con galletitas rellenas de caramelo bueniiisimas! Y un cafelito acompañándolas
Y ya era hora de subirse a la furgoneta y de vuelta a nuestro hostal, más felices que unas perdices!
Después de una buena ducha fuimos a cenar a Fat Elvis. Tenían mojitos a ฿40!! Y además las hamburguesas estaban riquísimas! De vez en cuando nos apetecía cambiar de estilo de comida, y éste fué uno de esos días
Con el estómago lleno y para rematar el día nos fuimos a darnos un masaje de aromaterapia. Éste fué el que menos nos gustó de todos los que probamos y la verdad es que no me acuerdo del nombre! El precio era de ฿350 y escogí el olor a jazmín. Lo mejor fué antes del masaje cuando un hombre thai nos lavó los pies! Eso sí que nos encantó, mucho más que el masaje en sí jajaja. Pero el problema fué que claro, como eramos 5 no tenían a gente suficiente y allí lo que hacen es llamar corriendo por teléfono a más trabajadores para que vengan rápido, y se veía que no eran tan buenos ni tan profesionales. De hecho, la que a mi me tocó intentaba hacerme crujir los huesos y no consiguió crujir ninguno!!
Al menos nos fuimos al hostal oliendo a jazmín!