Un bonito amanecer nos dio la bienvenida, ni rastro de nubes… creo que ya podíamos olvidarnos un poco de ellas durante unos días.
La zona no era tan bonita como aparentaba, el mar lo teníamos delante sí, pero un pedregal inmenso nos impedía llegar hasta ella… así que nos fuimos a dar una vuelta, pero nos dimos cuenta de que no estábamos tan cerca de Muri como pensábamos (las mejores playas en teoría están allí).
Finalmente nos las apañamos para ir con la ayuda de Sam, el dueño del hospedaje. Teníamos hasta las 16h para explorar Rarotonga, y decidir dónde nos hospedaríamos en las 2 últimas noches tras volver de Aitutaki, así que tras conocer la playa de Muri
La cual tampoco nos dijo mucho, volvimos andando un trayecto de unas 2-3h donde adquirimos valiosa información
Y donde nos encontramos por casualidad con la dueña, Caryn, de otros bungalows llamados Sunrise Beach en los que nos ofreció un descuento especial (confirmado que así era en Booking) con motivo de que los bungalows iban a estar vacíos, y así todos ganábamos. Problema solventado!
A las 16h nos subimos a la avioneta de 32 plazas que nos llevaría a ese supuesto paraíso llamado Aitutaki
Hasta dentro de unos días Rarotonga! (atención al piquito ese que se ve en el centro derecha de la foto, lo veremos en el último día bastante más de cerca)
Hola Aitutaki!
Llegamos ya anocheciendo, así que directos al Ranginuis Retreat en la zona de Ootu Beach, y mañana será otro día…
La zona no era tan bonita como aparentaba, el mar lo teníamos delante sí, pero un pedregal inmenso nos impedía llegar hasta ella… así que nos fuimos a dar una vuelta, pero nos dimos cuenta de que no estábamos tan cerca de Muri como pensábamos (las mejores playas en teoría están allí).
Finalmente nos las apañamos para ir con la ayuda de Sam, el dueño del hospedaje. Teníamos hasta las 16h para explorar Rarotonga, y decidir dónde nos hospedaríamos en las 2 últimas noches tras volver de Aitutaki, así que tras conocer la playa de Muri
La cual tampoco nos dijo mucho, volvimos andando un trayecto de unas 2-3h donde adquirimos valiosa información
Y donde nos encontramos por casualidad con la dueña, Caryn, de otros bungalows llamados Sunrise Beach en los que nos ofreció un descuento especial (confirmado que así era en Booking) con motivo de que los bungalows iban a estar vacíos, y así todos ganábamos. Problema solventado!
A las 16h nos subimos a la avioneta de 32 plazas que nos llevaría a ese supuesto paraíso llamado Aitutaki
Hasta dentro de unos días Rarotonga! (atención al piquito ese que se ve en el centro derecha de la foto, lo veremos en el último día bastante más de cerca)
Hola Aitutaki!
Llegamos ya anocheciendo, así que directos al Ranginuis Retreat en la zona de Ootu Beach, y mañana será otro día…