Japón a nuestro aire ✏️ Blogs de Japon

A las 9:45 ha salido el vuelo de Finnair con destino Helsinky que ha durado 3 horas y media. En Finlandia es una hora mas que en España, por lo tanto hemos llegado a las 13:15 y hasta las 17:15 no salía el vuelo con destino a Tokyo. Mientras esperábamos el vuelo hemos estado viendo un partido de baloncesto de las olimpiadas que jugaban España-China. Por los pelos hemos ganado!!!.
El vuelo ha salido a su hora. Era un avión no muy grande pero muy moderno, con pantallas individuales para ver películas, jugar a videojuegos, escuchar música, etc. En cada asiento había una botella de agua y un set de viaje con cepillo de dientes, antifaz, pasta de dientes, etc. Total, con todas estas comodidades hemos dormido un poco, hemos cenado, hemos visto 2 películas, otro ratito a dormir y en seguida nos han dado el desayuno y hemos llegado al aeropuerto de Narita. Un viaje de 9 horas y 15 minutos desde Helsinky. Allí empezaba nuestra aventura por el país nipón, pero eso pertenece al siguiente día de viaje, ya que hemos llegado a Tokyo a las 9 de la mañana del día 13 de agosto.

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Al llegar al aeropuerto hemos recogido las maletas y hemos ido en busca del centro donde se canjea el JR Pass, lo hemos activado en ese momento y de paso hemos reservado ya los asientos para el Narita Express que nos llevará del aeropuerto a la estación de Tokyo. También hemos aprovechado para reservar los asientos de los próximos viajes a Nikko, Hakone y la ida a Kyoto. En menos de una hora estábamos en la estación de Tokyo. Ha sido emocionante pasear por allí, tan enorme y con tantísima gente por todos los lados. Como íbamos cargados con las maletas no hemos querido probar si la hora punta del metro de Japón es en realidad como sale por la tele con los empujadores y todo, así que hemos optado por coger un taxi que nos dejara en la puerta del hotel. Los taxis de Japón son muy peculiares, te abren y cierran la puerta de manera automática, todos los asientos van forrados con una tela protectora blanca y los taxistas llevan guantes blancos. Le hemos dado un mapa con el hotel señalizado pero ni con el mapa ni con el GPS que llevan todos los taxis, al pobre hombre le ha costado bastante encontrar el hotel. Si no fuera porque sabemos que los japoneses son incapaces de timarte, pensaríamos que nos estaba tomando el pelo! Al final no ha sido tan caro, al cambio unos 12 euros.
El hotel es el Edoya, recomendado en el foro, es de estilo japones, con la cama en el suelo, la pica para lavarse las manos en un sitio, el inodoro en otro cuartito y la ducha en otro. Todo está separado. Allí nos hemos instalado en la que será nuestra casa por una semana, hemos descansado media horita y nos hemos ido a conocer la ciudad.
Siguiendo la ruta que me había planificado, hemos cogido el tren en Ochanomizu y hemos hecho transbordo al metro (vaya follón al principio para pagar!!!!). Hemos ido a Asakusa a ver el templo Sensoji. Había muchísima gente recorriendo la calle Nakemise con todas sus tiendecitas, bastante curiosas de ver.
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Hecha la visita hemos ido al puente Azumabashi a coger el barco hasta Odaiba. El crucero por el río Sumida es muy interesante de hacer por las vistas que tienes de todo el Sky Line de la bahía de Tokyo, pero nosotros estábamos tan cansados de no haber dormido que nos pasamos el trayecto pegando cabezaditas. En Odaiba queríamos subir al observatorio de la Fuji TV pero resulta que acababan de cerrar así que hemos dado una vuelta por allí, viendo los centros comerciales, hemos hecho fotos de la réplica de la estatua de la libertad, etc. Al anochecer hemos cenado en uno de los restaurantes del edificio Decks con unas vistas alucinantes de toda la bahía de Tokyo, con todas las luces de los rascacielos era verdaderamente impresionante. Me estaba empezando a enamorar de Japón!!!! Y eso que era el 1er día!!!.

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Después de cenar hemos vuelto al hotel ya sin tanta dificultad para coger el tren, agotadísimos, muertos de sueño, pero felices de todo lo que habíamos visto y lo bien que nos hemos ido moviendo por la ciudad. Se nos ha quitado el pequeño miedo que teníamos a cómo nos íbamos a desenvolver por Japón, sin conocer el idioma y sabiendo que el inglés lo habla poca gente.

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Nos hemos levantado a las 6:30, una duchita y a desayunar a las 7:15. El desayuno del hotel self service estilo japonés, pero tiene también pan para hacer tostadas, queso, salchichas, bollitos dulces, mantequilla y mermelada. Así que no nos ha hecho falta comer de buena mañana arroz, salmón, ensaladas, sushi, etc, que tenía buena pinta pero más bien para la hora de comer y no para desayunar a las 7:15 de la mañana.
Ya desayunados hemos comenzado nuestra ruta por la Lonja Tsukiji. Enorme, parece una ciudad repleta de paraditas de pescado de todas clases y tamaños, con cochecitos para transportar el pescado moviéndose por todas partes y un policía organizando el tráfico de cochecitos.

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Al salir, colas de gente esperando para poder desayunar el sushi mas fresco de todo el mundo. Nosotros pasando de hacer esas colas para comer pescado crudo a las 9 de la mañana. La verdad es que a pesar de que hemos llegado muy tarde y nos hemos perdido la subasta del atún que era a las 6 de la mañana, y muchos pescados ya estaban vendidos, ha merecido la pena la visita aunque recomendable madrugar y verlo todo en plena ebullición.
De allí hemos continuado nuestra ruta a Ginza a ver el edificio Sanai, las tiendas de marcas de moda internacionales, el edificio de la Sony, etc.

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Hemos seguido por el Palacio Imperial, el famoso puente Nijubashi y los jardines del este del palacio. Muy bonito pero nos moríamos de calor, bebiendo agua a cada rato porque era verdaderamente asfixiante sobretodo por la humedad que había.

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De allí, hechos polvo por el cansancio y el calor hemos ido a la estación de Tokyo y vuelta al hotel, a comer (ya que son las 3 de la tarde) a una hamburguesería cerca del hotel y a descansar un rato, haciendo honor a nuestras raíces echándonos una maravillosa siesta con el fresquito del aire acondicionado del hotel esperando que pasaran las horas de más calor para reponer fuerzas e ir a Akihabara a ver las tiendas de electrónica que tanto emocionan a mi marido!!!.
El barrio de Akihabara es espectacular de noche, cuando está todo iluminado, edificios enteros repletos de aparatos de electrónica, ordenadores, MP4, juegos de ordenador...en fin, todo lo que quieras. Para hartarte de gastar. La mezcla de tiendas, todas iluminadas, cada una con su música típica del manga, el mogollón de gente por las calles, los locales de pachincko (una especie de máquinas recreativas a las que los japoneses están completamente enganchados), todos estos factores unidos hacen de Akihabara un lugar indispensable para visitar. Y lo mejor es que lo tenemos a 15 minutos caminando del hotel.
Después de pasar la tarde viendo electrónica hemos cogido el metro para ir a Roppongi a visitar Roppongi Hills y en especial el mirador Tokyo City.
Roppongi es un barrio para ir de noche, hay mucha fiesta pero sobretodo de extranjeros, los japoneses evitan ir de discotecas por esa zona. Nosotros hemos pasado de discotecas y hemos ido directos a la Torre Mori, al piso 52 para ver el observatorio. Las vistas desde allí arriba son impresionantes. Se ve todo Tokyo, millones de luces iluminando los miles de rascacielos, un espectáculo solo igualable al del Empire State de New York.

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La lástima es que pagando 500 yenes más hay otro mirador un piso más arriba pero sin cristales, totalmente descubierto que tiene que ser una pasada, pero estaba cerrado por causas climatológicas. Así que hemos tenido que conformarnos con el otro, aunque las fotos con el cristal no salen del todo bien, se reflejaban todas las luces, pero qué se le va a hacer!!! no va a ser todo perfecto...
De vuelta al hotel hemos pasado por un 7eleven a comprar el desayuno para mañana ya que salimos antes de que lo preparen en el hotel, y de paso hemos comprado una tarjeta de llamadas internacionales porque todavía no hemos podido llamar a casa.
Hemos llegado al hotel a las 12 de la noche. Tardísimo teniendo en cuenta que al día siguiente tenemos que levantarnos a las 5 para ir a Nikko.

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