Madrugamos y recogemos a velocidad ultrasónica, ya que queremos llegar pronto a nuestro querido Salzburgo, porque sabemos que es la única forma de conseguir plaza en el camping Nord Sam, que suele estar completo todo el verano.
Cubrimos los 145 km entre Múnich y Salzburgo por autopista sin atascos ni ningún otro contratiempo esta vez. Nos acompaña un día espléndido y un paisaje incomparable. A las 10.30h ya nos estamos registrando y nos asignan una parcela buenísima justo al lado de la que tuvimos la última vez. Este camping de gestión familiar es uno de nuestros favoritos, cuenta con piscina, parcelas individuales y sombreadas, servicios inmaculados y además está muy bien enlazado con el centro. La noche nos cuesta 32€.
Una vez plantado el campamento dedicamos un buen rato a estudiar las opciones de la Salzburgo card hasta dar con la más rentable. Al final nos inclinamos por la de 48h que por 36€ nos incluye todos los museos y sitios de interés y el transporte. La compramos en la recepción sin ningún recargo.
Disfrutamos un rato en la piscina y después de comer vamos al centro.
Estrenamos nuestra flamante SalzburgoCard en la casa Natal de Mozart, en la animada Getreidegasse, convertida en uno de los museos más visitados de la ciudad. Alberga reproducciones de mobiliario, instrumentos y partituras, pero pocos objetos originales. Pintados sobre las paredes encontramos textos en alemán e inglés que nos ilustran sobre la vida del genial compositor y su no menos notable familia.
Una vez terminada la visita, por la hora que es ya no nos quedan demasiadas opciones, ya que entre las 5 y las 6 todos los sitios de interés echan el cierre. Nos decidimos por las catacumbas paleocristianas excavadas en el monte Mönchsberg, tras el convento de los Capuchinos. Pese a lo raro que pueda sonar, es muy bonito el cementerio totalmente integrado en el jardín trasero de la iglesia, las tumbas no tienen lápidas sino flores plantadas encima, formando así un bonito conjunto multicolor. Todo está cuidado con esmero y es un lugar que invita a la paz y a la reflexión.
Nos deleitamos un rato paseando por las calles del centro, que son peatonales en su totalidad, dejándonos sorprender por los bellos edificios y los encantadores rincones que nos vamos encontrando.
Estatuas de Mozart y Sisi en Salzburgo
Comienza a atardecer así que vamos a coger el ascensor que nos lleva hasta el Mönchsberg, el más famoso mirador de Salzburgo, desde el que se tienen incomparables vistas de toda la ciudad y la impresionante mole de la fortaleza.
Finalizamos el día reencontrándonos con un viejo amigo nuestro, el Spar, que nos espera con montones de Stiegl y bombones Mozart en sus estanterías. Ummmm
Cubrimos los 145 km entre Múnich y Salzburgo por autopista sin atascos ni ningún otro contratiempo esta vez. Nos acompaña un día espléndido y un paisaje incomparable. A las 10.30h ya nos estamos registrando y nos asignan una parcela buenísima justo al lado de la que tuvimos la última vez. Este camping de gestión familiar es uno de nuestros favoritos, cuenta con piscina, parcelas individuales y sombreadas, servicios inmaculados y además está muy bien enlazado con el centro. La noche nos cuesta 32€.
Una vez plantado el campamento dedicamos un buen rato a estudiar las opciones de la Salzburgo card hasta dar con la más rentable. Al final nos inclinamos por la de 48h que por 36€ nos incluye todos los museos y sitios de interés y el transporte. La compramos en la recepción sin ningún recargo.
Disfrutamos un rato en la piscina y después de comer vamos al centro.
Estrenamos nuestra flamante SalzburgoCard en la casa Natal de Mozart, en la animada Getreidegasse, convertida en uno de los museos más visitados de la ciudad. Alberga reproducciones de mobiliario, instrumentos y partituras, pero pocos objetos originales. Pintados sobre las paredes encontramos textos en alemán e inglés que nos ilustran sobre la vida del genial compositor y su no menos notable familia.
Una vez terminada la visita, por la hora que es ya no nos quedan demasiadas opciones, ya que entre las 5 y las 6 todos los sitios de interés echan el cierre. Nos decidimos por las catacumbas paleocristianas excavadas en el monte Mönchsberg, tras el convento de los Capuchinos. Pese a lo raro que pueda sonar, es muy bonito el cementerio totalmente integrado en el jardín trasero de la iglesia, las tumbas no tienen lápidas sino flores plantadas encima, formando así un bonito conjunto multicolor. Todo está cuidado con esmero y es un lugar que invita a la paz y a la reflexión.
Nos deleitamos un rato paseando por las calles del centro, que son peatonales en su totalidad, dejándonos sorprender por los bellos edificios y los encantadores rincones que nos vamos encontrando.
Estatuas de Mozart y Sisi en Salzburgo
Comienza a atardecer así que vamos a coger el ascensor que nos lleva hasta el Mönchsberg, el más famoso mirador de Salzburgo, desde el que se tienen incomparables vistas de toda la ciudad y la impresionante mole de la fortaleza.
Finalizamos el día reencontrándonos con un viejo amigo nuestro, el Spar, que nos espera con montones de Stiegl y bombones Mozart en sus estanterías. Ummmm