![]() ![]() 25 días por los parques nacionales del Oeste de USA: un Road Trip de 10500 kms ✏️ Blogs de USA
Un largo viaje realizado en julio del 2013, con salida y llegada en Las Vegas, ciudad en la que nos casamos. Recorriendo ocho estados del Oeste de USA para conocer sus Parques Nacionales más emblemáticos, desde el Grand Canyon a Yellowstone, desde Yosemite a Arches.Autor: Murglys Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (47 Votos)
01: Introducción
02: Viernes 5 de Julio: Santiago de Compostela – Madrid (Barajas)
03: Sábado Día 6 de Julio: Madrid (Barajas) – Dallas - Las Vegas
04: Domingo Día 7 de Julio: Las Vegas (I)
05: Lunes Día 8 de Julio: Las Vegas (II)
06: Martes Día 9 de Julio: Las Vegas (III) – Valley of Fire
07: Miércoles Día 10 de Julio: Las Vegas - Death Valley - Mammoth Lakes
08: Jueves Día 11 de Julio: Mammoth Lakes - Yosemite (I)
09: Viernes Día 12 de Julio: Yosemite (II)
10: Sábado Día 13 de Julio: Yosemite - Sequoia National Park - Barstow
11: Domingo Día 14 de Julio: Barstow - Ruta 66 - Grand Canyon South Rim (I)
12: Lunes Día 15 de Julio: Grand Canyon South Rim (II)
13: Martes Día 16 de Julio: G. C. South Rim - Page - Monument Valley - Mexican Hat
14: Miércoles Día 17 de Julio: Mexican Hat - Lake Powell - Kanab
15: Jueves Día 18 de Julio: Kanab - Cedar Breaks - Bryce Canyon
16: Viernes Día 19 de Julio: Bryce Canyon - Capitol Reef - Goblin Valley - Moab
17: Sábado Día 20 de Julio: Moab - Vernal
18: Domingo Día 21 de Julio: Vernal - Flaming Gorge - Grand Teton N. Park - Jackson
19: Lunes Día 22 de Julio: Jackson - Grand Teton Nat. Park - Yellowstone (I)
20: Martes Día 23 de Julio: Yellowstone (II)
21: Miércoles Día 24 de Julio: Yellowstone (III)
22: Jueves Día 25 de Julio: Yellowstone - Bonneville Salt Flat - Springville
23: Viernes Día 26 de Julio: Springville - The Needles - Monticello
24: Sábado Día 27 de Julio: Monticello-Nat. Bridges-Rutas 95-24-Bryce-Zion-Kanab
25: Domingo Día 28 de Julio: Kanab - Grand Canyon North Rim - Hurricane
26: Lunes Día 29 de Julio: Hurricane - Zion National Park (Springdale) - Las Vegas
27: Martes Día 30 de Julio: Las Vegas - New York - Madrid (Barajas)
28: Resumen final y conclusiones
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Etapas 7 a 9, total 28
Itinerario del día: ![]() B: Death Valley (Dante’s View) C: Death Valley (Badwater Basin) D: Mammoth Lakes La alarma del móvil sonó a una hora todavía más intempestiva de lo habitual. Tras las duchas de rigor, recogimos todo y nos preparamos para darle el pistoletazo de salida a nuestro particular road trip de veinte días. Llenamos de hielo y bebidas la nevera del coche, cargamos el equipaje en el maletero, y regresamos un minutito al lobby para dejar zanjado el trámite del check out. Apenas había terminado de amanecer cuando abandonamos el parking del hotel en dirección a Death Valley, nuestro primer destino. El cielo estaba bastante despejado, pero se veían algunas nubes por el oeste, lo cual me mosqueó un poco porque hacia ahí precisamente nos dirigíamos nosotros. Un pequeño puerto nos permitió superar las Spring Mountains y entrar en el extensísimo Sandy Valley, desde donde se podían apreciar a la perfección las llamas del incendio del Mount Charleston, aún sin extinguir, justo en la vertiente contraria a la que veíamos desde la torre del Stratosphere. Al llegar a Pahrump, aprovechamos para repostar. Los precios de la gasolina que allí vimos oscilaban entre los 3’30 y los 3’40 $ por galón. Nos parecieron bastante buenos, pero lo que entonces desconocíamos es que ya no volveríamos a encontrar un combustible más barato que éste en todo el viaje. Entramos al Walmart del pueblo a hacer una compra algo más completa que la de Las Vegas: mucha agua, fruta, zumos, snacks variados, dulces, galletas, pan, queso y fiambres para poder hacernos algún picnic, tarjetas telefónicas para llamar a casa desde los sitios donde no funcionase el Skype, etc. En el parking estuve a punto de tener el primer percance con el coche cuando, en plena maniobra marcha atrás, no vi una barra metálica que parecía que habían colocado allí a mala idea y me quedé a escasos centímetros de rozar todo el lateral con ella. Y como en ocasiones soy un verdadero crack a la hora de disimular, María ni se enteró del susto. Mejor así. Una vez bien aprovisionados, continuamos nuestra ruta hacia el Valle de la Muerte. Cruzamos desde Nevada a California a través del imponente Amargosa Valley, una vastísima depresión árida y desértica cuya extraña belleza pudimos contemplar desde las interminables rectas de la carretera. Al llegar al minúsculo poblado de Death Valley Junction pasamos por delante de la mítica Amargosa Opera House, un antiguo teatro reformado por una bailarina de Broadway llamada Marta Becket, que un buen día, a finales de la década de los 60, vino a parar, un poco por casualidad, a este territorio desértico, y pronto se enamoró de él hasta el punto de decidir quedarse para siempre. Esta mujer representó su espectáculo aquí durante más de 40 años, y la última función tuvo lugar en febrero de 2012, cuando Marta estaba a punto de cumplir los 90. ![]() Y poco después alcanzamos los límites de Death Valley. ![]() El primer punto de interés en nuestro itinerario era Dante’s View, al que se accede a través de una carretera que parte hacia la izquierda y que asciende hasta lo alto de las Black Mountains. En las cuestas del tramo final de la subida, un tanto pronunciadas, fue donde empecé a notar que al motor de nuestro querido Hyundai le faltaba bastante potencia… ![]() A María, que desconocía siquiera que existiese Dante’s View, las vistas del Valle de la Muerte desde esta atalaya, situada casi 1800 metros por encima, le impresionaron fuertemente. Y es que el mirador es magnífico. De hecho, si hubiésemos pillado un día despejado y con el cielo muy claro y cristalino, podríamos haber llegado a divisar los puntos con mayor y menor altura de los Estados Unidos -Alaska y Hawaii al margen-: la lejana cima del Mount Whitney (4421 metros) y Badwater Basin, allá abajo a nuestros pies (86 metros bajo el nivel del mar). Sin embargo, nosotros no tuvimos suerte en este sentido puesto que, a pesar de que el sol todavía brillaba, una importante barrera de nubes empezaba a asomar por encima del Telescope Peak, justo al otro lado de la extensa llanura salina del valle. La temperatura, eso sí, era excepcional. Yo calculo que estaríamos en torno a los 28-30 grados, lo cual, después de haber pasado tres días en el horno de Las Vegas-Valley of Fire, ya nos parecía un lujo asiático. Tema musical: "Pacific (II)" (WILLIAM ACKERMAN) ![]() ![]() Al volver al coche nos fijamos en las montañas que se se veían a lo lejos, hacia el este, y cuál no sería nuestra sorpresa cuando comprobamos que… ¡se divisaba perfectamente el incendio del Mount Charleston! ¡Y eso que estábamos a casi 100 kilómetros de allí en línea recta (130 por carretera)! Tema musical: "Mad man moon" (GENESIS) Una vez de regreso en la carretera general nos dirigimos a Zabriskie Point. Antes de llegar a este lugar pudimos contemplar desde el coche las curiosas formaciones del blanquísimo Twenty-Mule-Team Canyon, cuyo nombre proviene de las caravanas, tiradas por diez parejas de mulas, que a finales del Siglo XIX transportaban el bórax desde las minas de Death Valley a las líneas de ferrocarril más próximas. Tema musical: "The gathering" (CITIZEN CAIN) En pocos minutos llegamos al aparcamiento de Zabriskie Point. La altitud es aquí muy inferior a la de Dante’s View, y por eso cuando abandonamos el vehículo y comenzamos a caminar en dirección al mirador, el bofetón de calor que nos llevamos fue de los que dejan marcados en el carrillo el mapa completo de las líneas de la palma, los cinco dedos con sus correspondientes huellas dactilares y hasta la inscripción del anillo de compromiso… ¡¡Vaya bochornazo!! El sofocón, no obstante, mereció la pena, porque el lugar es único y sus tonalidades cromáticas, sencillamente alucinantes. En las imágenes de vídeo no termina de apreciarse del todo bien, pero ese barniz tan amarillento que adquiere el conjunto del paisaje transmite una cierta sensación de irrealidad. Tema musical: "Eye of the storm" (HAPPY THE MAN) ![]() ![]() Dejamos Zabriskie Point bastante impresionados con lo que habíamos visto, y retomamos nuestra ruta en dirección a lo más profundo del Valle de la Muerte. Aún no habíamos alcanzado los alrededores de Furnace Creek cuando el sol desapareció detrás de las nubes y el día se oscureció. No sé cuál será en Death Valley el promedio anual de jornadas con cielo encapotado y cubierto. Me imagino que más bien ridículo. Pero, para nuestra desgracia, a nosotros nos tocó una de ellas, y eso nos impidió disfrutar del parque al 100%, ya que el colorido del paisaje quedó bastante apagado y, por así decirlo, “tristón”. Terminamos de descender hasta Badwater Basin, el punto más bajo de todo el continente norteamericano y el lugar donde, -casualmente también un 10 de julio, pero de 1913-, se alcanzó la mayor temperatura histórica jamás registrada (56’7 grados centígrados). Nos bajamos del coche algo asustados, para qué engañarnos, pero el manto de nubes había suavizado la sensación térmica y al final la cosa no fue para tanto. Hacía mucho calor, sí, pero se soportaba bastante mejor que en Valley of Fire o Las Vegas. Tema musical: "Vivendo un giorno" (CONSORZIO ACQUA POTABILE) ![]() ![]() Dimos la vuelta y retornamos al norte por la Badwater Road, pero en esta ocasión entramos a la Artist’s Drive, una estrecha carretera de sentido único -sur a norte-, que en algunos tramos puede llegar a recordar a una especie de montaña rusa. Sus numerosas curvas y cambios de rasante entre taludes casi verticales a ambos lados del asfalto dan lugar a que la conducción sea aquí francamente entretenida, porque además las montañas a través de las cuales discurre destacan por su enorme belleza. Tema musical: "The underfall year" (BIG BIG TRAIN) En el aparcamiento del Artist’s Palette nos apeamos un momento del coche para recrearnos con la contemplación de aquella maravilla. Es tal la gama de colores de la montaña que la denominación del lugar resulta obvia e inequívoca. Mires a donde mires, no puedes dejar de sorprenderte: a un lado los tonos son ocres, al otro marrones, más arriba blanquecinos, grises abajo, verdosos a la derecha… Tema musical: "Tigermoth" (STEVE HACKETT) ![]() Y todo ello en un día gris y oscuro. ¡Quién hubiera tenido la oportunidad de disfrutar con el espectacular despliegue de colores del Artist’s Palette y la Artist’s Drive en condiciones óptimas de luz...! Hay imágenes en internet que no dejan lugar a la duda. Para muestra, un pequeño botón: ![]() No nos detuvimos ni en el Devil’s Golf Course ni en el Golden Canyon. Desde la carretera nos dio la impresión de que con una luminosidad tan escasa no merecía la pena desviarnos para llegar hasta ellos. Sin embargo, sí quise desandar el camino hasta Zabriskie Point, un lugar que me había encandilado, para tener la oportunidad de volver a verlo, en esta ocasión sin sol. María me dijo que mi decisión le parecía bien, pero que ella casi que optaba por esperarme en el coche tan ricamente, a veintipocos graditos y comiéndose una bolsa de cacahuetes dulces. Tema musical: "The gates of delirium" (YES) En torno a la una del mediodía, dejamos atrás el oasis de Furnace Creek y continuamos nuestro recorrido hacia las dunas de arena de Stovepipe Wells. Casi en el mismo instante en el que alcanzamos el parking de acceso se abrió un poco el cielo y el sol empezó a asomar, de tal modo que la temperatura se hizo insoportable y tuvimos que regresar apresuradamente al “abrigo” del aire acondicionado Tema musical: "Lequel de nous" (MINIMUM VITAL) ![]() A continuación comenzamos a afrontar las larguísimas rectas del Towne Pass, el puerto de salida de Death Valley en dirección oeste. Y, al igual que había sucedido al llegar a Dante’s View, de nuevo me volvió a quedar claro que el motor de nuestro Huyndai adolecía de una falta de potencia preocupante. A partir de aquí la carretera se convierte en un permanente sube y baja a través de sucesivos valles y sistemas de montañas. La bajada a Panamint Valley es espectacular, y la depresión así denominada resulta francamente curiosa, ya que un macizo de altas cumbres la cierra completamente por el norte y solo tiene salida hacia el sur, como si de un gigantesco cul-de-sac se tratase. Al volver a ascender por el puerto que serpentea a través de las montañas al otro lado del valle, nos detuvimos en alguno de sus miradores a contemplar las excelentes panorámicas de toda la zona. Por desgracia, el sol se ocultó otra vez y la tarde se fue encapotando más y más. Cuando superamos el lago Owens y Lone Pine, las vistas de Sierra Nevada y del colosal Mount Whitney quedaban ya muy difuminadas a causa de la nubosidad que tapaba buena parte de los picos más altos de la cordillera. Repostamos en Big Pine -con precios que en nada se parecían a los de Pahrump- y después de haber dejado Bishop atrás empezaron a caer las primeras gotas, con el consiguiente desánimo por mi parte. Teníamos previsto desviarnos para ver el Convict Lake, pero el mal tiempo nos hizo desistir y continuamos hacia Mammoth Lakes. Una vez en el pueblo, nos dirigimos sin más preámbulos a hacer el check-in en nuestro hotel, el Econolodge Wilwood Inn. El precio me había parecido ajustado en su momento, pero “sobre el terreno” me di cuenta de que este alojamiento no fue una elección del todo acertada. Tuvimos que subir el equipaje hasta el piso de arriba a través de unas incomodísimas escaleras exteriores, estrechas, resbaladizas y con gran pendiente. Además, la habitación era demasiado pequeña y apenas teníamos espacio para abrir las maletas y movernos por ella con cierta holgura. En fin, dejamos las cosas por allí como pudimos, y nos volvimos a montar en el coche para acercarnos a ver los lagos del Mammoth Lakes Basin, a donde se accede por una carretera asfaltada que asciende unos 8 kilómetros en dirección a las montañas. Durante unas dos o tres horas nos dedicamos a recorrer todo aquel paraje, en el que llama la atención, de entrada, la disposición de los lagos a diferentes niveles, llegando incluso a estar conectados a través de cascadas, como sucede en el caso de las Twin Falls, que vierten las aguas del lago Mamie a los Twin Lakes, situados más abajo. Y, por supuesto, también destaca la majestuosidad de las cumbres de los alrededores, algunas de ellas todavía nevadas. Un paisaje de postal. La altitud de la zona oscila entre los 2600 y los 2750 metros sobre el nivel del mar y, en consecuencia, la temperatura era más bien fresquita, ya que habíamos pasado en apenas unas horas desde los cuarenta y muchos grados de Las Vegas a los 15 o 16 que tendríamos aquí. El cielo seguía nublado y por momentos llegaban a caer algunas gotas esporádicas, aunque bien es verdad que los chubascos se iban alternando con pequeños intervalos de sol. ![]() La primera parada que hicimos fue en los Twin Lakes, y para ello tuvimos que pasar entre las parcelas del concurridísimo camping adyacente. Ya en el lago, a la izquierda se observaba la hermosa caída de agua de las Twin Falls, y en la misma orilla en la que nos encontrábamos, al lado de un minúsculo embarcadero, un grupo de personas estaban preparando lo que venía a ser una especie de escenario floral para celebrar una boda. Comprendimos que nuestra presencia podría resultar algo molesta y nos marchamos pronto del lugar. Tema musical: "The seventh house" (IQ) Continuamos por la carretera hasta alcanzar la parte alta del Mammoth Lakes Basin. Giramos a la derecha justo antes del lago Mary y nos dirigimos hacia el Horseshoe Lake. Un poco antes de llegar al parking donde termina ese desvío, un cartel nos previno acerca de lo que allí nos íbamos a encontrar: una serie de terremotos ocurridos a finales de la década de los 80 del siglo pasado fue la causante directa de que se abriesen grietas bajo el lago a través de las cuales se liberó una importante cantidad de dióxido de carbono procedente del subsuelo. Este gas mató a buena parte de los árboles situados en la orilla norte, de aspecto un tanto fantasmagórico, dicho sea de paso, mientras que en la orilla de enfrente, por contra, no hubo ni un solo árbol afectado. Curiosísima estampa. Tema musical: "Cafe creme" (ROUSSEAU) ![]() ![]() Volvimos sobre nuestros pasos y nos detuvimos a la altura del pequeño lago Mamie. Allí mismo comienza la caída de la pintoresca cascada -Twin Falls- que habíamos observado con anterioridad desde los Twin Lakes. Tema musical: "Nightwind" (ASIA MINOR) ![]() ![]() Comenzamos entonces a rodear el lago Mary, a la sazón el de mayor superficie de todo el conjunto, haciendo varias paradas en diferentes puntos panorámicos desde los que pude grabar unas cuantas imágenes con la videocámara. La tranquilidad que se respiraba era absoluta. Tema musical: "Close to the edge" (YES) Y con el lago George pusimos el punto y final a nuestro recorrido por los lagos de la cuenca de Mammoth. Es, de todos ellos, el que está más próximo a las montañas circundantes, y quizá por eso resultó ser nuestro lago preferido. Tema musical: "Chinaman" (ANTHONY PHILLIPS) Estábamos muy interesados en conocer el Devil’s Postpile, un increíble acantilado de columnas basálticas hexagonales formado a partir del enfriamiento de una gran masa de lava volcánica. Durante los meses de verano, las visitas a este monumento natural anteriores a las 7 de la tarde suponen la obligatoriedad de la utilización del servicio de shuttles entre el Village y Reds Meadows, pero a partir de esa hora dejan de funcionar los buses y ya se permite el paso a los vehículos particulares. Por lo tanto, en el momento en el que nuestro reloj señaló las 18:50 abandonamos la zona de los lagos y enfilamos la Minaret Road con destino al Devil’s Postpile. De camino nos detuvimos en el Minaret Vista, el mejor mirador para contemplar los Minarets, un conjunto de afilados picos con forma de dientes de sierra y tan altos como el Teide. Sin embargo, la nubosidad en torno a las cumbres de la cordillera Ritter era abundante y no permitía una adecuada visión de las montañas, así que pronto volvimos al coche y retomamos nuestra ruta. Tema musical: "Ouvertüre" (STERN COMBO MEISSEN) ![]() Después de un largo y pronunciado descenso por la revirada Postpile Road llegamos por fin al parking del Devil’s Postpile. Una vez allí hicimos un trek de quince o veinte minutos siguiendo el curso del bonito Middle Fork of San Joaquin River hasta que, ya cuando la luz del día iba desapareciendo, nos encontramos frente a frente con los impresionantes bloques basálticos del acantilado. Nos encantó el lugar. Tema musical: "Carousel" (HAPPY THE MAN) ![]() ![]() Al regresar caminando al coche, vimos un cervatillo que cruzó el sendero muy cerca de nosotros y que después se quedó un buen rato pastando tranquilamente casi a nuestro lado. Ni que decir tiene que aprovechamos la coyuntura para inmortalizar el momento en vídeo y sacarle alguna foto al hermoso animal. Tema musical: "Fox hill" (CAMEL) ![]() Llegamos al hotel ya de noche. El día había sido largo y nos sentíamos bastante cansados y con ganas de acostarnos cuanto antes. Pero ponerle el punto y final a la jornada no iba a resultar tan sencillo, porque la birria de habitación en la que nos habíamos metido apenas nos permitía el movimiento a un lado o a otro de la misma sin que nos fuésemos chocando con maletas, mochilas, zapatos y demás objetos de todo tipo y condición. Por no hablar de las dichosas esquinas puntiagudas de la cama y de los dolorosos golpes en las piernas que en más de una ocasión nos propinábamos contra ellas. Lo paradójico es que el cuartucho estaba bien equipado, porque tenía nevera, microondas, plancha, cafetera, mesa, vajilla completa, amplio armario, televisión grandota y un buen aparato de aire acondicionado, pero es que ése era precisamente uno de los mayores problemas: demasiados cachivaches para un espacio tan reducido. A pesar de las dificultades, sacamos el ánimo suficiente como para prepararnos unos sándwiches calientes en el microondas y, justo antes de meternos en la cama, conectamos un rato el skype para hablar brevemente con los familiares y amigos más madrugadores -que en España se estaban ya levantando ![]() .
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Etapas 7 a 9, total 28
Itinerario del día: ![]() B: Glacier Point C: Yosemite Valley D: El Portal Los pronósticos del tiempo para esta jornada hablaban de que la nubosidad sería abundante a primera hora de la mañana, pero que a partir de las 10 o las 11 comenzarían a abrirse grandes claros hasta quedar despejado casi por completo en torno al mediodía. Por lo tanto, cuando sonó la alarma del móvil me asomé por la ventana a ver el cielo y, en efecto, el día se presentaba gris y bastante feúcho, así que me hice el remolón por vez primera en todo el viaje y regresé a la cama para seguir durmiendo otro ratito. Al segundo intento nos incorporamos los dos. Intentamos no empeorar aún más el caos reinante en la habitación y, mal que bien, fuimos recogiendo las cosas, arreglándonos y cerrando las maletas. Antes de salir, conectamos el Skype para hablar con los familiares y amigos menos madrugadores ![]() ![]() En fin, jurando en arameo conseguimos bajar los bultos por la escalera infernal sin rompernos ningún hueso en el intento, colocamos el equipaje en el maletero, llenamos de hielo la nevera y entramos luego en la recepción, donde tenían un pequeño espacio habilitado para el desayuno continental incluido en el precio de la estancia. Lo cierto es que no estaba mal, todo hay que decirlo, sobre todo los waffles recién hechos en la maquinita. Un rápido check out, y sin más, nos subimos al coche para iniciar nuestro recorrido del día. De entrada, quisimos volver a Minaret Vista, ya que el día anterior las condiciones no habían sido las mejores para contemplar las montañas. En esta ocasión, sin estar despejado del todo ni mucho menos, sí que la nubosidad era menor y pudimos disfrutar algo más con los puntiagudos Minarets. Tema musical: "Blood on the rooftops" (GENESIS) ![]() Abandonamos los alrededores de Mammoth Lakes -muy recomendables, sin ninguna duda- y nos dirigimos a nuestro siguiente destino: el Mono Lake. No veíamos el momento de llegar a Yosemite, a priori uno de los puntos culminantes del viaje, y por eso la visita a este singular lago endorreico salado, situado a casi 2000 metros de altitud, no fue demasiado extensa. Nos conformamos con dar un breve paseo por el entorno del Visitor Center y observar desde la distancia las curiosas torres de toba calcárea (tufa, en inglés) y, más allá, las dos islas principales - Negit y Paoha-. Tema musical: "Star of Sirius" (STEVE HACKETT) ![]() Abandonamos Mono Lake, y muy cerca de Lee Vining nos desviamos hacia la Tioga Road, una carretera de montaña por la que se accede desde el Este al parque de Yosemite a través del Tioga Pass -a más de 3000 metros sobre el nivel del mar-. Antes de culminar el puerto dejamos a nuestra izquierda los hermosos Ellery Lake y Tioga Lake, y al llegar a las cabinas de los rangers utilizamos por vez primera nuestro pase anual para los parques nacionales. Aceptamos los folletos y mapas que nos ofrecieron y comenzamos un lento y prolongado descenso hacia el valle de Yosemite. Tema musical: "Take a pebble" (EMERSON, LAKE & PALMER) Hay que decir que la totalidad de la Tioga Road es una ruta muy, muy escénica pero, en particular, el valor paisajístico del tramo que transcurre entre la entrada del parque y Olmsted Point es excepcional, e invita a detener el vehículo casi a cada instante para poder disfrutar mejor con toda aquella sucesión de maravillosos lugares. El primer alto en el camino nos permitió asombrarnos al ver la cantidad de personas que ascendían por las empinadas laderas del Lembert Dome, un imponente peñasco rocoso que resulta ciertamente llamativo. Tema musical: "Isle of light" (ROUSSEAU) Un poco más adelante volvimos a bajarnos del coche y pasamos un rato estupendo dando un paseo por las bucólicas praderas de Tuolumne Meadows, que tiñen de verde las orillas del río de igual nombre. Había leído muchos comentarios en el foro proclamando la inmensa belleza de este paraje, y ahora puedo decir que, en efecto, todos esos adjetivos elogiosos estaban más que justificados. Tema musical: "L'isola di niente" (PREMIATA FORNERIA MARCONI) ![]() ![]() No tardamos mucho en alcanzar el Tenaya Lake, otro de los highlights de la Tioga Road. Se habían ya abierto grandes claros en el cielo y el sol lucía cada vez con más fuerza, por eso las bonitas playas del lago empezaban a llenarse de gente. Al otro lado de la carretera, un par de montañeros estaban a punto de culminar el ascenso a la granítica loma contigua y éramos varios los que desde abajo seguíamos atentos la evolución de la cordada. Tema musical: "Vivendo un giorno" (CONSORZIO ACQUA POTABILE) ![]() Al llegar a Olmsted Point nos encontramos con el aparcamiento casi lleno. El gentío era importante, no solo en el mirador principal sino también en las pintorescas colinas rocosas de los alrededores, y es que estábamos ante uno de los mejores puntos para observar la redondeada vertiente “trasera” del Half Dome, es decir, la que no se aprecia desde el valle de Yosemite. Imprescindible dedicarle un buen rato a este magnífico enclave. Tema musical: "Narnia" (STEVE HACKETT) ![]() ![]() Continuamos avanzando, y a medida que la menguante nubosidad seguía desapareciendo poco a poco por el Este, nuestro estado de ánimo se fortalecía más y más. Todo indicaba que íbamos a tener la oportunidad de disfrutar de Yosemite con perfectas condiciones de visibilidad… ¡Como para no estar contentos! ![]() Una vez que abandonamos la Tioga Road y nos incorporamos a la Big Oak Flat Road el descenso se hizo algo más acusado. No tardamos en llegar al primer mirador desde el que ya se podían observar, una al lado de la otra, las dos cimas más representativas del parque: el Capitán a la izquierda, y el ya mencionado Half Dome a la derecha. De todos modos, la imagen era lejana e incompleta, aunque sabíamos que se trataba tan solo de un aperitivo y que pronto estaríamos recreándonos con otras perspectivas mucho mejores del conjunto del valle. ![]() Dos o tres kilómetros después del cruce que lleva a El Portal, -localidad donde teníamos el hotel para las dos siguientes noches-, giramos hacia la Wanona Road y comenzamos a subir hasta alcanzar el parking del Tunnel View… Yo aún no era consciente de ello, pero estaba a punto de vivir uno de los momentos más impactantes e inolvidables de todo el viaje. Y me temo que, llegados a este punto, no me va a quedar más remedio que ponerme un poco moñas para intentar explicar la experiencia del mejor modo posible: Había leído mucho acerca de este lugar, e incluso había visto excelentes fotografías tomadas desde aquí, pero dio lo mismo: en cuanto me asomé al mirador y vi aquella imagen, no pude evitar emocionarme con las sensaciones tan fuertes que comencé a experimentar. Y cuando hablo de emocionarme, no lo hago en sentido figurado, sino literal, porque los ojos se me llenaron de lágrimas en más de una ocasión. Supongo que el síndrome de Stendhal debe de ser algo similar a esto. Al principio, recuerdo haber tenido la impresión de que lo que aparece ante nosotros no es real, sino tan solo un gigantesco lienzo que alguien hubiese colgado delante de nuestros ojos, con diferentes protagonistas naturales perfectamente distribuidos en extraordinaria armonía a lo largo y ancho del propio cuadro: el majestuoso Capitán y su acantilado vertical de casi 1000 metros cerrando la imagen por la izquierda. Al fondo, arriba, justo por debajo de las nubes, la inconfundible y mítica pared norte del Half Dome. A su lado, la cumbre redondeada del Sentinel Dome, presidiendo la escena. Más a la derecha, justo enfrente del Capitán, el imponente conjunto de las Cathedral Rocks (East y West) y la hermosa cascada Bridalveil Fall. Y abajo, el tupidísimo bosque de enormes árboles que, sin embargo, ante las descomunales proporciones de las montañas que circundan el valle, nos parece poco más que una alfombra verde de césped. Y es que ésa, la de pequeñez, es precisamente la segunda sensación que me invadió una vez que mi mente hubo “asumido” que la imagen que estaba viendo era, en efecto, real. Todo es tan colosal, de tal tamaño, que por un instante uno se siente desaparecer entre tanta inmensidad, como si no terminase de estar allí. Hay una expresión muy socorrida en el argot del viajero a la hora de referirse a un determinado paraje que, por unos u otros motivos, le haya podido impresionar: “las fotos -o el vídeo, en su caso- no le hacen justicia”. Pues bien, creo que en esta ocasión la frasecita en cuestión alcanza pleno significado: la grandeza de Yosemite no se aprecia en las imágenes. Hay que verlo con los propios ojos. Tema musical: "Gorlitz" (PULSAR) ![]() Regresamos al coche maravillados y, en mi caso, también un poco aturdido y confuso, he de reconocer. Subimos por la Glacier Point Road con la intención de aprovechar al máximo la maravillosa tarde de sol que se había ya quedado y disfrutar con las vistas del valle desde los miradores de la parte alta de las montañas. Nos detuvimos primeramente en Washburn Point para contemplar el perfil lateral del Half Dome, las cascadas de Nevada Fall y, un poco por debajo, las Vernal Falls. Nos habíamos preparado unos sandwiches antes de salir por la mañana, y aunque la verdad es que no teníamos demasiada hambre, nos los comimos aquí. Tema musical: "Another day like Superman" (ANYONE'S DAUGHTER) ![]() ![]() Continuamos carretera arriba hasta el cercano Glacier Point. Dejamos el coche en el parking, y caminamos un breve trecho hasta el espectacular mirador, que viene a ser como una especie de terraza prácticamente colgada a casi 1000 metros por encima del valle. Las vistas son de infarto, claro está, y uno no se cansa de mirar a uno y otro lado, como un niño pequeño. Se nos pasó el tiempo volando, y a eso de las 5, -un poco a regañadientes, todo hay que decirlo-, decidimos regresar hacia la zona baja de Yosemite, porque todavía nos quedaba mucho por ver allí. Tema musical: "Hawk circle" (WILLIAM ACKERMAN) ![]() ![]() En mitad de la bajada por la Glacier Point Road, notamos que el tráfico se ralentizaba, y pronto descubrimos cuál era la causa del atasco: un coyote se había plantificado en la cuneta y observaba sin inmutarse cómo los coches se iban deteniendo a su lado para hacerle las fotos de rigor. Pachorra animal en estado puro. Tema musical: "Firth of fifth" (GENESIS) ![]() Atravesamos el túnel que da nombre al mirador donde tanto habíamos alucinado unas horas antes, y dedicamos el resto de la tarde a recorrer con calma Yosemite Valley, deteniéndonos en diferentes puntos panorámicos. De entrada, nos acercamos a ver de cerca la cascada Bridalveil Fall que habíamos ya contemplado desde el Tunnel View. Pero claro, lo que antes, en la lejanía, se asemejaba a un salto de agua en miniatura, ahora resultaba ser una imponente catarata de casi 200 metros de altura cayendo a escasa distancia de nosotros, y todo ello a pesar de que en el mes de julio su caudal no alcanza ni mucho menos los valores máximos anuales. A propósito, ¿Cuántas cascadas habrá en el mundo cuyo nombre sea “el velo de la novia”? ![]() Tema musical: "Dans le parc du chateau noir" (IQ) ![]() No dejamos de disfrutar en todo momento con las fantásticas vistas de los inmensos muros que se levantan a uno y otro lado de las praderas por las que transcurre el Río Merced. Algunos de ellos, observados desde determinadas perspectivas, podrían incluso llegar a dar la impresión de ser paredes extraplomadas, con inclinación superior a la vertical. La siguiente fotografía da buena fe de ello: ![]() Y de pronto apareció el Capitán delante de nosotros. Una de las moles graníticas más impresionantes de la tierra, iluminada por el sol de la tarde… no se podía pedir más. Fue un instante mágico, de esos que se quedan grabados a fuego en la memoria, y tanto María como yo lo gozamos íntimamente y con gran intensidad. Apenas se hizo necesario hacer comentario alguno, ya que sólo mirándonos sabíamos que ambos estábamos sintiendo lo mismo. Tema musical: "And you and I" (YES) ![]() Justo a la altura del punto donde finaliza el Four Miles Trail, un conocido sendero que baja serpenteando desde Glacier Point, dejamos el coche y dimos un pequeño paseo por los alrededores. Y fue entonces cuando tuvo lugar el gag humorístico de la jornada. Lo malo es que todo transcurrió tan rápido que no hubo tiempo para dejar constancia fotográfica del disparatado momento: Habíamos empezado a escuchar algo así como unas palmadas y extraños alaridos cuando, de súbito, por nuestra derecha, a unos 15 o 20 metros de donde nos encontrábamos salió un oso negro de mediano tamaño corriendo como alma que lleva el diablo. Atravesó el camino a toda velocidad y se perdió entre la espesura del bosque al otro lado. Y, cuando apenas habíamos tenido tiempo ni para comentar la jugada, del mismo lugar del que procedía el animal surgió un niño de apenas 12 o 13 años, pelirrojo, pecoso, y con una cara de travieso que no podía con ella… ¡aplaudiendo y persiguiendo al oso! Justo detrás del niño iba una señora de generosa anatomía, supuestamente la madre de la criatura, que con grandes voces intentaba reprender al chavalín para que se estuviese quieto y dejase de molestar a la fauna salvaje… o eso interpretamos nosotros en principio, claro. Porque el asunto fue que una vez que cruzaron el camino y se detuvieron al borde del mismo, mirando hacia el lugar por donde había desaparecido el oso…¡¡se pusieron a aplaudir los dos al unísono!! Después de unos segundos un tanto surrealistas, allí dejamos a Chucky y a su mamá, entretenidos con sus palmadas, sin que ni el uno ni la otra sintiesen el más mínimo temor por la situación. Como era de esperar, a María y a mí nos dio la risa floja, y ya de regreso en el coche pasamos un buen rato imitando, entre carcajada y carcajada, el tic en el ojo de Millán Salcedo, el de Martes y Trece, porque lo cierto es que no dábamos crédito a la escena que habíamos acabado de presenciar. Si no fuese porque estábamos en plena naturaleza hubiésemos mirado hacia arriba para ver en dónde se encontraba la cámara oculta. Nos dirigimos a continuación hasta las inmediaciones del precioso Hotel Awahnee, y allí hicimos otra pequeña caminata, aunque en esta ocasión, obviamente, no dio tanto de sí como la anterior. La luz del sol iba apagándose poco a poco y decidimos ir saliendo ya del parque en dirección a El Portal. Sin embargo, al llegar a la altura de El Capitán, no pudimos por más que detenernos otra vez y dar un nuevo paseo hasta aproximarnos a la base de la zona más sombría de la extraordinaria pared. Tema musical: "The pelican life" (TWIN AGE) ![]() Antes de despedirnos del valle hasta el día siguiente, hicimos una última parada en las orillas del Río Merced. Fue otro instante soberbio, ya que las condiciones de luz a esas horas de la tarde eran perfectas para observar el incomparable paisaje y las montañas tenían un colorido espectacular Tema musical: "Hands of the priestess (I)" (STEVE HACKETT) ![]() ![]() Con los últimos rayos de sol de la jornada abandonamos Yosemite Valley y nos fuimos hacia la localidad de El Portal, donde habíamos reservado dos noches en el Hotel Cedar Lodge, situado a apenas 13 kilómetros de la entrada Oeste del parque. Al comienzo del pueblo había una gasolinera self-service en la que no nos resultó del todo sencillo repostar, porque sólo se podía pagar con tarjeta de crédito y las nuestras eran rechazadas una y otra vez por el lector de las bandas magnéticas. Como nadie, salvo nosotros, tenía el más mínimo contratiempo a la hora de utilizar los surtidores, supusimos que el problema vendría dado por el hecho de ser tarjetas emitidas en el extranjero, así que terminamos recurriendo a un amable californiano al que solicitamos que nos “prestase” su credit card americana, abonándole en cash la cantidad correspondiente al repostaje. Pasamos por un supermercado para hacer una pequeña compra y ya casi de noche aparcamos al fin el coche en nuestro hotel. Tengo que decir que el Cedar Lodge fue el alojamiento más caro de todo el viaje, -los precios en la zona de Yosemite son prohibitivos-, pero la verdad es que nos gustó bastante, porque las instalaciones comunes son correctas y a nosotros nos dieron una habitación enorme y muy confortable, con baño amplio y cocina bien equipada. Nada que ver con el cuartucho infame de Mammoth Lakes. Aprovechamos la circunstancia para prepararnos una cena caliente que nos supo a gloria y a continuación salimos a dar un paseo por las inmediaciones. La verdad es que apetecía caminar, porque la temperatura era muy agradable y la noche estaba estrellada y bonita, sin embargo al día siguiente teníamos que darnos otro madrugón y además ya notábamos el cansancio acumulado a lo largo del día, así que no tardamos en recogernos. .
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Etapas 7 a 9, total 28
Itinerario del día: ![]() B: Taft Point - Sentinel Dome C: Wawona D: Yosemite Valley De nuevo retomamos la “sana” costumbre de levantarnos con el sol. Nos duchamos y desayunamos en la habitación. El principal aspecto negativo del hotel era que el wifi no sólo se abonaba aparte sino que además únicamente se podía utilizar en el lobby de la entrada, así que no nos quedó más remedio que sentarnos en uno de los sofás que había al lado de la recepción para dedicarle unos minutos al Skype antes de subir al coche. A las 8 salimos hacia el parque. Lo primero que hicimos fue dirigirnos hacia el Tunnel View otra vez, y de este modo pudimos comprobar que las vistas desde allí a primera hora de la mañana no tienen nada que ver con las vespertinas, debido a que la posición del sol impide una imagen nítida del paisaje. Esta misma sensación la tuvimos, en general, con todo el parque: Yosemite gana mucho por la tarde. Al menos en verano. Tema musical: "White mountain" (GENESIS) Al igual que habíamos hecho el día anterior, una vez que abandonamos Tunnel View seguimos subiendo por la Glacier Point Road. Nos detuvimos brevemente en un pequeño mirador, no señalizado, que se encuentra en la zona de Mono Meadow, para contemplar el Half Dome desde una perspectiva inédita para nosotros. En torno a las 9, dejamos el vehículo en el parking que marca el inicio de los trails al Taft Point y al Sentinel Dome y elegimos el primero para dar comienzo a nuestra particular mañana de senderismo. Anduvimos 1’1 millas por un sendero sencillo hasta llegar al mirador del final. Nos pareció que el camino no ofrecía mayor dificultad, puesto que en su mayor parte transcurría entre árboles y sin desniveles importantes, y sólo en el último tramo había que enfrentarse a un terreno más pedregoso y a un par de cuestas algo pronunciadas. Eso sí, la sensación al llegar al Taft Point fue indescriptible... Y, puestos a describirla, yo diría que espeluznante. Por momentos nos resultaba bastante complicado asomarnos a aquel balcón, colgado sobre el valle a una altura brutal y casi enfrente de una de las paredes laterales de El Capitán. Bien es verdad que hay una pequeña barandilla que alivia un poco la sensación permanente de vértigo, pero aún así, nos costó superar el miedo, sobre todo a mí. En cualquier caso, yo creo que merece la pena intentarlo. Tema musical: "Northern lights" (ASIA MINOR) ![]() ![]() ![]() Nuestro siguiente destino era el Sentinel Dome, una cúpula rocosa redondeada que constituye uno de los puntos más elevados de todo el parque. Para llegar hasta ella teníamos dos alternativas. La más sencilla y corta era la de regresar por el mismo trail de la ida hasta el parking, y luego enlazar allí con el sendero que lleva hasta nuestro objetivo final -también de 1’1 millas-. La segunda implicaba recorrer más distancia -2’8 millas- a través del Rim Trail que va bordeando el acantilado hasta las proximidades del Sentinel Dome. Nos decantamos por ésta última. Y acertamos de pleno. El Rim Trail no resultó ser demasiado complicado, -y de hecho durante buena parte del mismo nos acompañó una simpática familia nórdica con dos niños pequeños-, pero sí que nos encontramos varios desniveles de alguna consideración. Y también había tramos que se acercaban al borde del precipicio quizá algo más de lo aconsejable, así que nos preocupamos de ir con cierto cuidado para no resbalar y llevarnos un susto. De todos modos, las inolvidables vistas compensaron sobradamente el rodeo. Tema musical: "Kim" (STEVE HACKETT) Los últimos 800 metros del trail ya se alejaban del acantilado y consistían básicamente en una pendiente bastante pronunciada hasta la cumbre del Sentinel Dome. Al principio, la subida iba transcurriendo entre árboles y con bastantes sombras, pero el final de la misma, ya sobre la misma cúpula rocosa, provocó que el sol de justicia que caía a plomo sobre nosotros complicase si cabe un poco más la ya de por sí fatigosa ascensión. Ahora bien, una vez que alcanzamos la cima, todas las dificultades anteriores se nos olvidaron casi al instante, porque desde allí arriba se divisaba buena parte del parque de Yosemite y además, al estar en lo alto de una cúspide esférica, la panorámica era de 360 grados. Nos llamaron la atención las ardillas, que no solo jugueteaban incansables entre la gente, sino que parecían quedarse extasiadas cuando se sentaban encima de las rocas a contemplar el paisaje. Tema musical: "Warm breeze" (HAPPY THE MAN) ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Nos costó bajar del Sentinel Dome, porque estábamos disfrutando muchísimo en aquel lugar, pero finalmente descendimos hacia el parking por el trail de 1’1 millas y llegamos al coche algo después de la una. Queríamos ir a comer al hotel Wawona, de cuyas barbacoas al aire libre habíamos leído verdaderas maravillas en el foro. No creíamos que un viernes a mediodía fuesen a hacerlas, pero como el día estaba muy soleado y la temperatura era genial, decidimos intentarlo igualmente. Aparcar el coche en las proximidades del Wawona resultó más complicado de lo previsto. Una vez que lo conseguimos, nos acercamos a la entrada del hotel y… en efecto, tal y como suponíamos, los viernes no había barbacoa. ![]() Al día siguiente teníamos pensado visitar el parque nacional de Sequoia, donde los árboles son más grandes que los de Mariposa Grove, y ése fue el principal motivo que nos llevó finalmente a tomar la decisión de prescindir de este último enclave, a pesar de que estábamos muy cerca de allí. Además, así podríamos aprovechar mejor las horas para volver a disfrutar al máximo en el Valle de Yosemite, que tanto nos había gustado la tarde anterior. Y lo cierto es que esta opción nos apetecía muchísimo, así que allá nos fuimos, sin darle más vueltas al asunto. En esta ocasión, recorrimos el valle hasta el final antes de efectuar nuestra primera parada. Aparcamos cerca del Curry Village y paseamos por los alrededores durante un buen rato. En un lugar tan resguardado como aquel, el calor era muy fuerte, y muchos visitantes acudían a refrescarse a las hermosas orillas del Río Merced. Tema musical: "Know who you are" (SUPERTRAMP) El Half Dome y Glacier Point estaban simplemente espectaculares, vistos desde abajo: Tema musical: "Arnaldo da chatillon crociato" (CONSORZIO ACQUA POTABILE) Teníamos pendiente el trek hasta las Yosemite Falls, y hacia allí nos dirigimos. En la base de las Lower Falls -las pequeñas- había muchísima gente, quizá más que en ningún otro lugar del parque, y nos fuimos pronto. Más tranquilo estaba el mirador de las dos cascadas, Lower y Upper, al que se accede a través de un camino que se interna en el bosque adyacente. No todos los días se tiene la oportunidad de contemplar tan de cerca una de las cataratas más altas del mundo -y la mayor de América del Norte, con 739 metros de caída total-, por eso todo aquel que visite Yosemite no debería dejar de recorrer este sendero, sencillo y no excesivamente largo. Eso sí, se notaba también aquí que el mes de julio no es la mejor época del año para contemplar los saltos de agua de Yosemite “a pleno rendimiento”. Tema musical: "Winter's tale" (ROUSSEAU) ![]() ![]() La zona central del valle también merecía una breve pausa “videográfica”: Tema musical: "Harlequin" (PREMIATA FORNERIA MARCONI) Del mismo modo que el día anterior, una vez que dejamos atrás El Capitán no quisimos marcharnos sin acercarnos de nuevo al Río Merced. Los paseos por sus orillas resultan deliciosos, y gozamos de cada minuto intensamente, como si nos fuésemos a marchar de Yosemite en pocas horas… ![]() Tema musical: "Prelude aux oiseaux tristes" (MINIMUM VITAL) Desafortunadamente, la jornada tocaba ya a su fin, y tanto María como yo teníamos claro que se imponía una tercera visita a Tunnel View, en donde tanto habíamos disfrutado al llegar al parque, ya que ambos pensábamos que no podría haber una mejor manera que ésa para despedirnos de un lugar tan fantástico como Yosemite. Al llegar al mirador eran ya más de las 7 y el sol brillaba a nuestras espaldas, por eso el valle lucía espléndido ante nosotros, como si de una postal se tratase. Tema musical: "Expecting dragons" (BIG BIG TRAIN) ![]() Con el sol ya muy abajo nos subimos de nuevo al coche y nos fuimos de allí con cierta pena. Tomamos la desviación hacia El Portal y antes de llegar a la salida del parque ya estábamos deseando volver… Era la primera vez en el viaje que teníamos esa sensación, aunque desde luego no iba a ser la última. Paramos en el supermercado del pueblo y al llegar al hotel nos entretuvimos un rato en el lobby, conectados a internet. Cenamos en la habitación, como la noche anterior, aprovechándonos de la estupenda cocina, y a las 9 y pico, ya medio muertos de cansancio, nos metimos en la cama. De tamaño XXXL, dicho sea de paso. Mi último pensamiento antes de dormirme fue, como no podía ser de otra manera, para Yosemite. Uno de los lugares más extraordinarios en los que jamás he estado. .
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Etapas 7 a 9, total 28
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