![]() ![]() INCREIBLE INDIA DE NORTE A SUR ✏️ Blogs de India
23 dias recorriendo la India desde Delhi hasta Kerala, trenes nocturnos por el Norte desde Varanasi hasta Rajastan, Bombay y Aurangabad. Una vision general de la Increible India.Autor: Tarzan28 Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (1 Votos) Índice del Diario: INCREIBLE INDIA DE NORTE A SUR
Total comentarios: 5 Visualizar todos los comentarios
Etapas 4 a 6, total 7
Llegamos sobre las 7 de la mañana a la estación término de Khajuraho, aún me encontraba bastante mal y no estaba, ni mucho menos preparado para emprender la visita a la ciudad. Fuera contratamos un tuk-tuk por 200 INR, sin regateo ni leches, que nos dejó en la calle principal justo a la entrada del conjunto de templos del "grupo oeste". Le pedí a mis padres si podiamos coger una hotel por unas horas para seguir durmiendo; llevaba casi día y medio sin comer y el cuerpo todavía me pedía reposo. Entramos en varios hoteles del terror antes de quedarnos en uno que tampoco les hacía mucha sombra, por 300 INR 8 horas, 4 de las cuales pasé durmiendo. Tal cual entré en aquella habitación destartalada y vacia me tiré en la cama y seguí durmiendo profundamente hasta pasadas las 12 del medio dia, tiempo que mis padres emplearon y dar una vuelta por la ciudad vieja de Khajuraho. Cuando volvieron a la habitación acababa de despertarme y estaba dandome una ducha que casi ponía punto y final a las consecuencias del jodido blue lassi de Varanasi. Otra vez con fuerzas y con un hambre para devorar una vaca, nos disponíamos a salir para visitar los templos de Kamasutra cuando...monzón como nunca había visto. En menos de 15 minutos se inundó la calle-ciudad, millones de litros caian por segundo llegando casi a cubrir las ruedas de los coches, mientras los motoristas levantaban las piernas por encima del torrente. Atroz. ¿Que mas podía pasar?. Nos apostamos en terraza de la habitación a disfrutar del espectáculo monzónico. Casi media hora estuvo lloviendo sin parar, hasta que se fue calmando, pero las calles eran intransitables. Como no disponíamos de mucho tiempo, salimos a pesar de todo hacia los templos principales. A tan solo 5 minutos del hotel, se encontraba el conjunto mas impresionante de Khajuraho. Pagamos la entrada (250 INR) y nos metimos de cabeza. Estos enormes santuarios hinduistas, son famosos por su profunda ornamentación tallada en piedra, muestran la vida de hace un milenio: dioses, guerras, muerte, seres mitologicos, animales y contínuas orgías sexuales. Además las sensuales posturas de las mujeres, insinuan sensación de baile que preceden a contínuas poses eróticas. En todo el recinto, había unos 5 templos de incomparable belleza, separados por jardines pulcramente ciudados. Me reconfortó bastante encontrarme con toda esta maravilla después de todo lo que había pasado desde la llegada a Delhi. Recorrimos todos y cada unos de los templos, por dentro y por fuera donder los tallajes se sucedian por todas partes.
![]() ![]() ![]() ![]() Los templos de Khajuraho fueron levantados por la dinastía Chandela allá por el siglo X d.C., para poco después trasladar la capital a la actual Mahoba, con lo cual pasaron desapercibidos para los invasores musulmanes y poco a poco se fueron ocultando entre la maleza y conservándose hasta que fueron descubiertos en el siglo XIX por los colonizadores ingleses...como casi todos los recintos arqueológicos de la India. Tras patearlos enteros, comenzó a llover y con la lluvia un hambre imparabable comenzaba a rugir por los días de ayuno. Salimos del recinto y nos dirigimos a la plaza que está justo en frente, donde reparamos en un restaurante que ofrecía european-indian-italian food...de cabezaaaaaaaa. El sitio estaba lleno de turistas, tomamos asiento, pedimos pizzas y arroz con pollo y devoramos como si no hubiera un mañana. En la sobremesa tuve la sensación de estar casi al 100% recuperado y justo cuando empezaba a disfrutar de ese pensamiento la llamada al váter me arrancó de la mesa. Tranquilidad, no eran mas que efectos residuales, volví a sentarme a la mesa y me fumé un cigarro que me supo a gloria. Como eran casi cerca de las 16 de la tarde, decidimos volver al hotel a recoger las cosas y volver a la estación para subir el tren con destino a Orchha que salía a las 18.20. Dicho y hecho. Regateamos un tuk-tuk por 100 INR y nos plantamos en la estación de Khajuraho, deambulamos por los andenes contemplando la fascinante vida que rebosan en las estaciones de tren de la India, vendedores de las cosas mas inverosímiles, vacas, familias enteras durmiendo al pie de las vías esperando el tren, perros, mendigos...A las 18.20 en punto subimos al tren con destino a Agra, nos dirigimos a la clase sleeper y nos sentamos a contemplar el espectacular paisaje del estado de Madhya Pradesh a través de un enrejado sin cristal que constituía la ventana. En este tren conocimos a Shiko, una chica china de 23 años que viajaba con sus amigos en second sitting porque no había mas billetes, y como se negaba a ir hacinada se habia colado en sleeper a pesar de que el revisor la perseguía continuamente. Empezamos a hablar de nuestro viaje por la India. Era muy simpática y se reia constantemente, fuimos hablando todo el viaje hasta Jhansi a pesar de que cada poco llegaba el revisor indignado para intentar echarla...pero no habia manera. Ella le replicaba sin amedentrarse. "Comportamiento de tigre, nunca de oveja" decía ella, recordando los consejos de su abuela. Le dije que no me importaba compartir litera con ella y así no la podrían echar. Aun hoy mantengo el contacto con Shiko, hablamos cada poco vía facebook a pesar de estar prohibido en China. Nos despedimos en la estación de Jhansi, cerca de las 23 de la noche, tras intercambiar teléfono, face y hotmail. En la misma estación contratamos un tuk-tuk por 250 INR que nos llevaría a Orchha, un pequeño pueblo a 23 km de la estación de tren. El viaje fue de todo menos tranquilo, el conductor recorrió los 23 km a mas de 90 por hora, en ese carromato que tiene poca o ninguna sujeción en las curvas, además ni siquiera aminoraba cuando se cruzaban rebaños de vacas en el arcén y se pasaba al carril contrario obligando a los demás coches a echarse a un lado. Nos dejó a la puerta del hotel The Orchha Resort, un autentico remanso de paz y tranquilidad con todas las comodidades, piscina incluida por 7 euros la noche con desayuno incluido. Botones, zumo de bienvenida, aire acondicionado, plasma, agua caliente...no imaginaba nada mejor para recuperarme del todo y poner un poco de relax a nuestros primeros días. Nos duchamos y nos metimos en la cama cerca de la una de la mañana...al día siguiente pensaba devorar una vaca en lugar de desayunar. Nos despertamos cerca de las 10.30, despues de 9 horas y media de descanso absoluto. Nos vestimos y fuimos al increible desayuno buffet...siento decirlo pero en mis viajes creo totalmente necesario pegarse estos pequeños lujos (7 euros al día ojo eh?) para recuperar fuerza y ver el país desde el punto de vista del bienestar. Desayunamos cereales, tostadas, tortillas al gusto recién hechas, café, té... y decidimos parar porque si no aún seguiriamos allí comiendo a dos carrillos y con dos manos. Tras ello volvimos a la habitación y fuimos echar un vistazo a las instalaciones del hotel. Tenía unos jardines inmensos y muy bien cuidados, con una enorme piscina en medio de las habitaciones. Y por encima de todo ello, sobresalian los enormes cenotafios justo al pie del hotel en medio de la jungla. Increible. El hotel estaba situado al borde la ribera rocosa del rio Betwa, y a su vera se alzaban los inmensos y serenos chhatris, propiedad de los antiguos gobernadores de Orchha. Paseamos entre ellos, mientras los lugareños se bañaban en el rio y hacian ofrendas...desde luego aqui el agua era mucho mas limpia que el Ganges a pesar de ser su afluente, aunque aún distaba bastante de ser cristalina, pero de no estar nublado me hubiese pegado un baño de buena gana. ![]() CHHATRIS JUNTO AL RIO BETWA ![]() Al poco salimos caminando en dirección al conjunto monumental de Orchha, por lo cual es famoso este pueblo, entre otras cosas. Pasamos por la entrada de la Reserva Natural, que recorreriamos el día siguiente si el tiempo lo permitía. A casi un km de distancia se encontraban los templos y palacios de los antiguos rajás Bundela, un conjunto tan monumental e impresionante que hacia sombra casi hasta el mismísimo Taj Majal. Y practicamente desconocido. Cruzamos el puente de granito que da acceso a ellos, pagamos la entrada custodiada por algún santón hindú y nos adentramos al enorme Jehangir Mahal. Este palacio, representación de la arquitectura islámica medieval es algo acojonante, repleto de estancias al aire libre, pasarelas, torreones, diferentes niveles con vistas tanto al interior como al exterior y rodeados por la jungla y otros templos centenarios diseminados por una vasta llanura a rebosar de vegetación. Recorrimos el palacio entero, sacando fotos desde sus atalayas, con el espectacular templo Chaturbhuj, en lo alto de la ciudad de Orchha, entramos en los establos, en el cercano Raj Mahal y en los templos hinduistas que reciben cada año a cientos de peregrinos. Total que recomeindo encarecidamente la visita a este pueblo remoto y aún hoy desconocido para muchos. Para ver el diario completo, información adicional y la galería de fotos de la India visita mi blog INDIA DE NORTE A SUR Etapas 4 a 6, total 7
Lo mejor de Agra en 24 horas: Taj Mahal, Fuerte Rojo y Fatehpur Sikri
Llegamos a Agra sobre las 22 pm directamente desde Jhansi. El tren solo tenía clase sitting con comida incluida, mantas y asientos reclinables. Habíamos pasado dos días geniales en Orchha sumidos en la tranquilidad total, paseando entre cenotafios y reservas naturales. Volvíamos a la locura. El hostel que tenía contratado ofrecía servicio gratuito de recogida en la estación, pero llegábamos con una hora de retraso y las expectativas de que nos estuviesen esperando eran más bien pocas. Sin embargo, allí estaba. Esperando en el aparcamiento de la estación con un cartel en el suelo sobre el que leía mi nombre. Dicen que los trenes suelen retrasarse habitualmente y con las vacas paseando por las vías no me extraña que aún no sea una norma. Agra es vibrante, caótica y destartalada. Las calles son un laberinto de bazares y agencias de viaje con miles de personas echadas a la calle caminando bajo un manto de cables que impiden ver el cielo. Habíamos reservado una noche cerca del Taj Mahal, en la misma calle que te lleva a la entrada del mausoleo. Tras 10 minutos en coche esquivando seres vivos, llegamos al hostel Raj Bed & Breakfast (1200 INR para 3 personas con desayuno y wifi). Cuando bajé del coche pude comprobar que el hotel no está cerca, está al lado del Taj Mahal. No se puede ver por la muralla que lo rodea, pero ahí estaban sus muros, a tan solo 200 metros. Antes de cenar, fuimos a reservar el coche con conductor que nos llevase a Jaipur, en trayecto de 5 horas con paradas programadas en Fatehpur Sikri y Chand Baori. La salida estaba prevista a primera hora de la tarde, justo después de la visita al Taj Mahal, las inmediaciones del mausoleo desde el Río Yamuna y el Fuerte de Agra. Tras consultar en varias agencias y un árduo regateo lo conseguimos por 3500 INR para tres personas con dos paradas principales. Hay unos 250 km que separan Agra de Jaipur, pero en la India he comprobado que para recorrer 50 km se tarda una hora. Así que echad cuentas. A la mañana siguiente nos levantamos a las 4.30 para ver el amanecer en Taj Mahal, así que pospusimos el desayuno del hotel para después. Seguimos la calle del hotel hasta los muros del mausoleo y lo bordeamos hasta la Entrada Occidental (western gate). El acceso puede hacerse a través de tres puertas. Tanto la entrada occidental como oriental abren desde el amanecer hasta la caída del sol. Mientras que la entrada sur, justo en la calle de nuestro hotel, abre a las 8 a.m., imposible si quieres ver el amanecer. Los alrededores están plagados de bazares, tiendas de artesanía y hoteles económicos justo hasta la misma entrada al recinto. Pagamos 750 INR por persona lo cual no me parece caro para ser una de las 7 Maravillas del Mundo. Y al igual que ocurre en Petra o Chichén Itzá los locales pagan un euro de entrada. Allí estaba, justo con la primera luz del día, impolutamente blanco. Tras pasar el darwaza que da pie a los jardines y fuentes nos encontramos de frente con el Taj Mahal. Tenía sueño, hambre y amenazaba tormenta. Daba igual. Por fin estábamos ante el mausoleo de Muntaz Mahal, la esposa del emperador mogol por la que se erigió esta tumba de mármol cuando murió al dar a luz a su decimocuarto hijo. Es la máxima representación de arquitectura mogola. Una obra simétrica de mármol blanco donde se fragua la influencia persa, islámica, india y turca. El emperador Shah Jahan ordenó construir el mausoleo al poco de morir su esposa como ofrenda póstuma. Cuando esta finalizó en 1656 cayó enfermo y sus hijos se autoproclamaron emperadores de diferentes territorios del imperio. Aurangzeb, el tercero de ellos, perdonó la vida de su padre y le permitió vivir bajo arresto domiciliario en el Fuerte de Agra. Cuenta la leyenda que Shah Jahan pasó los últimos días de su vida mirando la tumba de su esposa desde la ventana del fuerte. Cuando murió, su hijo le sepultó en el mausoleo junto a su esposa rompiendo así la simetría por la que es conocida el Taj Mahal. También se dice que tras terminar la construcción, se ordenó cortar las manos de los 20000 obreros para que el mundo nunca viese una obra igual. Pero sinceramente, creo que esto forma parte de la leyenda popular y nunca se llevó a cabo. Caminamos por los jardines que te llevan ante el templo y recorrimos el complejo hasta el interior del mausoleo donde efectivamente están las tumbas del emperador y su esposa. El norte del complejo está delimitado por el río Yamuna desde donde hay espectaculares vistas sobre el Taj Mahal. Justo en ese momento comenzó a diluviar, así que nos resguardamos dentro del mausoleo hasta que amainó. Volvimos a recorrer los jardines y nos sentamos en los bancos a observar el templo. Tras cuatro horas de visita volvimos al hotel a desayunar y poner rumbo al Fuerte de Agra. El taxi al Fuerte Rojo nos costó unos 100 INR desde las calles aledañas al hotel y 550 INR la entrada. El fuerte está construido en arenisca roja a orillas del Río Yamuna y unos 2,5 km del Taj Mahal. Entramos el impresionante conjunto de palacios por la puerta Amar Singh y recorrimos todos las construcciones señoriales durante dos horas con vistas espectaculares sobre el Taj Mahal a orillas del Yamuna. A mediodía volvimos al hotel donde nos estaba esperando el coche que nos llevaría a Jaipur. Ahora desde la distancia, me alegro de no haber pasado más tiempo en Agra. Si bien tiene cosas que ofrecer, nuestro paso por la ciudad fue exclusivamente para ver el Taj Mahal y el Fuerte Rojo. Por lo resultó mas acertado pasar el tiempo extra en la capital del Rajastán que si puede considerarse una ciudad mas bonita en cuanto a arquitectura, monumentos, fuertes y puntos de interés. Salimos de Agra en dirección Fatehpur Sikri, construida a unos 35 km y conocida como la Ciudad Fantasma. Es un ejemplo muy representativo de ciudad amurallada mogol que sirvió de capital del imperio durante 14 años, antes de ser abandonada para siempre. La razón se sospecha que fue la carencia de agua en la zona y tras su abandono fue saqueada y despojada de sus tesoros. Destacan sus grandes puertas que dan acceso al patio de la mezquita Jami Masjid, una de las mayores del país. El único problema fue el agobio incesante de los vendedores y niños que nos perseguían por todas partes. Tanto fue así que mi padre ni siquiera llegó a entrar, nos dijo literalmente "os espero fuera yo esto no lo aguanto". Así que la visita fue ciertamente corta. Visitamos el patio de la mezquita, los pabellones y audiencias privadas del emperador y la tumba del santo Sheikh Salim Chishti en cuyo honor se levantó la ciudad. Tras la visita pusimos rumbo a Jaipur, con una parada prevista en Chand Baori situado en la localidad de Abhaneri, a 95 km de Jaipur. Por lo que el trayecto que nos quedaba era largo hasta llegar. Alrededor de las 17 tomamos el desvío que nos llevaba a Chand Baori. La entrada es gratuita y cierra cuando se pone el sol. Los baoris son pozos de agua en forma de pirámide invertida con terrazas escalonadas. Tenían la función de almacenar agua en épocas de sequía en esta zona árida de la India. Al igual que este, solían tener templos y habitaciones a un lado del pozo para llevar a cabo celebraciones y rituales. Chand Baori fue uno de los primeros baoris del Rajastán. Tiene una anchura de 20 metros y 10 niveles de profundidad. Si tenéis ocasión, no os perdáis estos increíbles pozos de almacenamiento. Son muy comunes en el Rajastan con objeto de abastecer de agua a la población y llevar a cabo ceremonias religiosas. Tras la visita, pusimos rumbo final a Jaipur donde haríamos base los siguientes tres días para conocer las inmediaciones de la ciudad y entrar en contacto con las maravillas del exótico Rajastán. Puedes encontrar el diario completo por la India en mi blog 25 días por la India de Norte a Sur Etapas 4 a 6, total 7
Lo mejor de Jaipur y alrededores
Llegamos a Jaipur poco antes de ponerse el sol. Los últimos rayos provocaban que la ciudad rosa fuese aún más rosa y le conferían un belleza como no había visto antes en ninguna ciudad india. El conductor que nos traía desde Agra durante 7 largas horas, nos llevó al hotel que teníamos reservado. El Sikar Haveli-Heritage Hotel (7 euros/noche con a/c) es un antiguo palacio reconvertido en hotel, donde las habitaciones son casi estancias reales en las que pasaríamos 2 noches y dos días. Dejamos las maletas y salimos a caminar por la ciudad. Jaipur es la capital del Rajastán y se la conoce como la "ciudad rosa" por el color de sus fachadas. La razón es que a principios del siglo XX el Príncipe de Gales visitó la ciudad cuando la India aún era colonia inglesa. Para darle una correcta bienvenida todos los edificios fueron pintados de rosa y desde entonces se mantiene esta tradición como símbolo de hospitalidad. Nuestro único objetivo en lo que quedaba de día era pasear por vieja ciudad dentro de la muralla. Bazares de comida y ropa se alternaban en las calles cubiertas al margen del tráfico caótico. Pasamos varias puertas de acceso a la ciudad rosa, grandes avenidas y complejos señoriales en nuestra ruta por Jaipur hasta que decidimos parar a cenar en McDonals. Si, no encontramos otra cosa y lo que encontramos se caía a pedazos. Al día siguiente, nos levantamos temprano y regateamos un tuk-tuk que no llevó al Fuerte Amber por 400 INR y nos traería de vuelta. En la subida nos encontramos con aquellos pobre elefantes que portaban en sus lomos a esos turistas que prefieren morir antes de subir una cuesta. Pero todo esto ya hablaré largo y tendido en otro post. El Fuerte Amber es un palacio fortaleza situado junto al lago Maotha a 11 km de Jaipur. Está construido sobre una estructura anterior y rodeado de una muralla defensiva que abarca un extenso terreno circundante haciendo parecer la muralla china. La gran puerta Suraj Pol da acceso al recinto interior donde se encuentran las audiencias públicas construidas en arenisca rosa. Como lugares a visitar destacaría la Puerta Ganesh Pol, que da acceso a las audiencias privadas del marajá decoradas con mosaicos y frescos muy bien conservados. La audiencia real, decorada en mármol blanco propiedad de la majaraní o el Templo del Placer, una lujosa estancia con puertas de marfil y madera de sándalo a sobre las cuales caían cascadas de agua. Dentro del complejo, pero situado sobre la colina se encuentra el antiguo Jaigarh Fort, una fortaleza previa construida en arenisca roja y mármol blanco con excelentes vistas al lago, las murallas y Jaipur. Pasamos 5 largas horas recorriendo sus estancias, túneles pasadizos y templos. El Fuerte Amber es una reminiscencia del poder que desplegaba el exótico Rajastán. Como guinda subimos caminando al Fuerte Jaigarh a través de una carretera adoquinada que te lleva a la base de la muralla de acceso y a sus instalaciones. Pasadas las tres de la tarde bajamos a comer antes de volver a Jaipur. En la carretera que une Amber con la ciudad de Jaipur paramos a ver el Palacio de Agua. El palacio Jal Mahal que solo en temporada de monzones flota sobre el pantano ofreciendo una de las imágenes más impactantes del Rajastán. Ya en Jaipur pasamos la tarde callejeando por el casco el antiguo y sus calles destartaladas donde se palpa la pobreza de la gente que vende su mercancía a orillas de la carretera. Aquí nos encontramos con varios vendedores ambulantes de marionetas, muy típicas de la zona del Rajastán. Te asaltan haciendo bailar los muñecos con unos hilos mientras cantan canciones en español. Cenamos comida india en una roof top de la calle Mirza Ismail Road, una de las principales arterias de la ciudad. Al acabar volvimos caminando tranquilamente hasta nuestro haveli. A la mañana siguiente el plan era visitar el Palacio de los Vientos conocido como Hawa Mahal y forma parte del Palacio de la ciudad. Su nombre se debe al viento que circula por su interior incluso en época de calor para mantenerse fresco. Tiene forma de cola de pavo real y estaba destinado a las mujeres del harén con unas ventanas aparentemente opacas a través de las cuales las concubinas podían ver el exterior sin ser vistas. Callejeamos por los intramuros de la ciudad rosa, mezclándonos con su gente entre sus bazares, sus puestos de comida ambulantes y sus gremios organizados por las calles históricas. El Rajastán es una región especial, antaño tierra de marajás, fuertes, templos y palacios es quizás la parte de la India mas auténtica y exótica para los que visitamos el país. Esa misma tarde, dejamos nuestro haveli y contratamos un taxi por 200 INR que nos llevó al aeropuerto de Jaipur. Allí cogimos el vuelo de las 17.30 con la compañía IndiGo (35 euros) con destino a Bombay, poniendo así fin a nuestra ruta por el increíble Norte de la India. Encontrás mi diario completo por la India y las fotos del viaje en mi blog 25 días por la India de Norte a Sur Etapas 4 a 6, total 7
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 5 (1 Votos)
![]() Total comentarios: 5 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO
Diarios relacionados ![]() ![]() ![]() ![]() ![]()
![]() |