![]() ![]() Cuba a golpe de ron ✏️ Blogs de Cuba
14 días en Cuba viviendo con y como cubanos, fuera de todos los circuitos turísticos. Los cubanos llegaron a decirnos que éramos mas cubanos que ellos. Cuba, un sistema perfecto para una sociedad imperfecta.Autor: Trives.gz Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.5 (11 Votos) Índice del Diario: Cuba a golpe de ron
01: 1.- Motivaciones para crear este diario
02: 2.- Consejos básicos antes de viajar a Cuba
03: 3.- Ruta realizada
04: 4.- DÍA 1 – ODISEA VUELO MADRID-SANTIAGO DE CUBA
05: 5.- DÍA 2 – SANTIAGO DE CUBA Y ALREDEDORES
06: 6.- DÍA 3 – PLAYA SANTIAGO DE CUBA + HOLGUÍN
07: 7.- DÍA 4 –HOLGUÍN
08: 8.- DÍA 5 –GUARDALAVACA-PLAYA ESMERALDA
09: 9.- DÍA 6 –SANTA CLARA
10: 10.- DÍA 7 –SANTA CLARA-PLAYA ANCÓN-TRINIDAD
11: 11.- DÍA 8 –TRINIDAD-TOPE DE COLLANTES-CIENFUEGOS
12: 12.- DÍA 9 –CIENFUEGOS
13: 13.- DÍA 10 –CIENFUEGOS-RANCHO LUNA-LA HABANA
14: 14.- DÍA 11 –LA HABANA VIEJA – VEDADO
15: 15.- DÍA 12 –LA HABANA VIEJA
16: 16.- DÍA 13 –PLAYAS DEL ESTE DE LA HABANA
17: 17.- DÍA 14 –ÚLTIMO DÍA EN LA HABANA Y REGRESO
18: 18.- VALORACIONES/PRESUPUESTO DEL VIAJE
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Etapas 13 a 15, total 18
Tras pasarnos el día anterior con el alcohol, el día comenzó misteriosamente con los 3 integrantes del viaje despertándonos al mismo tiempo. Así que nos sentamos en la terraza de la casa y desayunamos por 3 CUC (2,80 €) cada uno. Como siempre los desayunos en las casas son bastante exagerados y siempre sobra, pero tocaba reponer fuerzas. Era jueves, y uno se tenía que ir el sábado por la mañana en avión desde la Habana. Llevábamos 2 días en Cienfuegos con lo que deberíamos partir al siguiente destino. El debate transcurría entre ir a Varadero, alquilar un taxi e ir para La Habana o otra alternativa. Lo único que teníamos claro era que queríamos un día tranquilo. Lo de Varadero nos llamaba la atención, solo que no teníamos ni idea si presentándonos allí con la mochila encontraríamos alojamiento, ni lo caro que sería, y además así una de las personas de la expedición no vería nada de La Habana, así que lo descartamos. Nuestro objetivo era llegar ese día a La Habana. Ahora solo nos faltaba saber que hacer ese día. Uno se acordó de que vio el día anterior un anuncio de buceo. Y dijeron de ir a bucear. A mí me parecía raro que se pudiese bucear el primer día, ya que hay que hacer un curso. Yo había estado en Malta que es donde van los europeos a sacarse la licencia de buceo forma más barata, y creo que era un curso de una semana, y por mucho que sea Cuba, supongo que no será inmediato ponerte el traje de buceo, las bombonas y meterte en el agua sin idea. Pero bueno, eran ya 2 que querían y tenían mayoría absoluta así que me sumé a la propuesta para convertirla en unánime.
Le timbramos a nuestro casero y le dijimos si nos podía gestionar un taxi oficial que nos llevase desde Cienfuegos a un sitio para bucear y luego nos dejase en la Habana. A los 10 minutos nos dijo Iván (nuestro casero) que nos valía 70 CUC (65,42 €) el servicio. Como desde Cienfuegos son sobre 250 kms hasta La Habana a lo que había que sumar el viaje al buceo y pasar con nosotros todo el día, nos pareció un buen precio y aceptamos la oferta. En el tiempo que nos llevo recoger nuestras cosas y hacer las mochilas ya estaba en la puerta el taxista. Llamamos a nuestro contacto en La Habana para decirle que íbamos 3 a dormir allí, estaba en Vedado la casa. Así que nos despedimos de Iván y nos montamos en el taxi. El taxista nos dijo que se hacía en Rancho Luna el buceo y para allí nos fuimos. Llegamos sobre las 11:30 y fuimos a un local enfrente al delfinario. Desde allí se venían saltar los delfines y al acabar la función un montón de gente salir del recinto. Le dijimos a la gente que llevaba el tema del buceo que queríamos bucear y nos dijeron que ese día imposible, que hay que reservar y estar todo el día para aprender y poder sumergirse. Nos ofrecieron hacer snorkel en unos corales mar adentro. Y ya que estábamos aceptamos. Le dijimos más o menos a nuestro taxista a qué hora acabaríamos y se fue con el coche y todas nuestras cosas en el maletero. Dentro de la caseta nos dieron aletas, gafas y tubo de buceo. Y nos dijeron que bajásemos al embarcadero y allí en 15 minutos saldría el barco hacia los corales. Bajamos y desde allí se veía esto: El delfinario al fondo y a la gente que había cogido el curso de buceo allí practicando. *** Imagen borrada de Tinypic *** Donde el puerto estaban sentados bajo un sol de justicia 8 guiris que también venían a hacer snorkel con nosotros. Los 15 minutos hasta que viniera el barco se convertirían finalmente en una hora. Y a pocos metros había una playa con cubanos (se estaban bañando con camiseta), así que le dijimos al responsable de allí que esperábamos dándonos un baño y que cuando viésemos venir el barco ya volveríamos. Y ya saltamos desde el muelle y fuimos nadando hacia la playa y estuvimos allí hablando con los cubanos, ante la incomprensión de los 8 guiris que seguían sentados bajo el sol sin moverse. Cuando vimos que venía el barco volvimos nadando y cogimos nuestras cosas. Nos resultó supercurioso, la explicación fue toda en inglés, hasta que le preguntamos en castellano unas dudas y ya el que llevaba la barca y el ayudante dejaron de lado a los guiris y ya iban hablando con nosotros de todo menos del snorkel. Subimos los 11 al barco y nos llevaron un ratito en la barca y fondearon en un sitio, nos explico las medidas de seguridad de mover los brazos si había problemas y donde estaban los corales. Llego el momento y había que tirarse al mar. Nos dijeron que ellos se quedaban allí y que teníamos sobre una hora o hasta que nos cansáramos para hacer snorkel. Que cuando quisiésemos volviésemos a la barca y sino ya nos vendrían ellos a buscar cuando pasase el tiempo. Le pregunté si había que tirarse como en los documentales así de espaldas y me dijo uno de los 2 que como quisiese. Y ya fui yo de listo a tirarme de espaldas desde el borde del barco y ya me pegué un tortazo serio contra el agua, por lo que los 8 guiris y mis 2 amigos optaron por bajar por la escalerilla. Nunca me había puesto aletas y la verdad que notas mucha diferencia con nadar normal. Y luego lo del tubo es cogerle el truco. Uno de mis amigos no lo dio hecho y a los 5 minutos se volvió al barco y estuvo allí toda la hora esperando y le dijeron que no pasaba nada, que le pasa a más gente y que no tenía que pagar absolutamente nada porque no había disfrutado. Me pareció genial esa reacción. Mi experiencia en el snorkel fue genial, eso sí, cansa muchísimo. Lo de los corales lo esperaba más espectacular, pero son bonitos, lo que más me gustó fueron los peces de colores muy vivos. Igual me cansé tanto por perseguir a los peces. También tragué algo de agua, que había algo de olas entonces entraba algo de agua por el tubo. Cuando llegó la hora fui hasta el barco y subí y ya había más gente encima. A los que estaban más lejos los fuimos a recoger uno a uno, nos llevaron al muelle y nos fuimos a cambiar y devolver las cosas a la caseta. Nuestro chofer ya estaba allí esperando. Nos cambiamos y pagamos los 2 que hicimos bien el snorkel, no me acuerdo cuanto pagamos cada uno. Arrancamos dirección La Habana y la primera parada fue en una tienda comprar agua y compramos una garrafa de 5 litros. Muy útil para luego rellenar botellas más pequeñas durante el viaje. Seguimos nuestro camino con una conversación muy amena y paramos a comer unas pizzas de camino. Tras esa parada nos quedaban aún más de 2 horas a La Habana por la autopista principal de 3 carriles con bastante mal asfaltado. Los otros 2 fueron durmiendo la siesta y yo hablando de nuestras vidas con el conductor. Tras pasar el checkpoint de entrada en La Habana llega el famoso túnel de La Habana (construido en 1958, justo un año antes del triunfo de la Revolución) y tras cruzar el túnel ahí estaba, la famosa Habana, cruzamos casi todo el malecón hasta llegar a Vedado (donde teníamos la casa) y subimos la calle del hotel Habana Libre hasta llegar a nuestra casa. Aparcamos y encontramos la casa. El casero nos dijo que uno dormiría allí y los otros 2 un par de calles más abajo. Así que dejamos las cosas en el primer sitio de una persona y fuimos en coche hasta la otra casa donde nos alojamos los otros 2. Tras alojarnos el casero de la primera casa le dio una charla de media hora sobre consejos básicos para La Habana al que allí se hospedaba. Debían ser las 19:00 y ellos estaban frescos tras dormir en el coche y mientras los otros 2 reconocían el terreno y los alrededores del hotel yo me eché una siesta de un par de horas. Tras venir a despertarme. Salimos a cenar algo en el primer puesto callejero que encontramos, ya nos dimos cuenta de la diferencia de precios con el resto de la isla. Y nos dirigimos a la plaza de la Revolución. La gente nos decía que era bastante lejos, pero tampoco nos indicaban bien como coger transporte público para llegar. Así que nos tocó dar un largo paseo hasta llegar hasta aquí: *** Imagen borrada de Tinypic *** Estábamos solos en la plaza, no había absolutamente nadie y estuvimos dando vueltas por allí hasta que nos aburrimos y decidimos bajar hasta el famoso malecón a ver que había por allí. Habíamos leído lo de los almendrones, pero no sabíamos cómo iba, así que intentamos con total fracaso parar a todos los coches que pasaron. Hasta que apareció un coche que llevaba el cartel de taxi y negociamos que nos llevase al malecón por 5 CUC (4,67 €). No nos gustó nada que tras arrancar quitara el cartel de taxi, con lo que imaginamos que era un taxi ilegal. Llegamos al malecón y había bastante ambiente, pero mucho menos que los siguientes días, era jueves. Decidimos comprar una botella de ron y unos vasos con hielos. Para el ron fuimos a la tienda oficial que hay en la zona conocida como la rampa, así que los precios como en el resto de Cuba. Y luego por 3 vasos de hielo nos pedían 9 CUC (8,41 €). Tras regatear lo dejamos en 3 CUC (2,80 €), algo que veremos en las siguientes etapas que seguiría siendo muy caro. Nos sentamos en el malecón y empezamos a beber, al principio los únicos que nos hacían caso eran los vendedores ambulantes, los que van con las guitarras y los estafadores. Vimos que se había acabado nuestra etapa de gloria por el rural cubano siendo protagonistas y que en la gran ciudad seríamos unos pringados más. De la gente cantando habíamos pasado a la gente poniendo música en móviles mejores que los nuestros. Tras unos tragos empezamos a conversar con una pareja de cubanos muy majos y hablando sobre qué hacer en La Habana, sitios de fiesta, etc. En ese momento apareció un mago y se nos puso a hacer trucos de magia y como nos gustaron le dimos 2 CUC (1,87 €). Justo allí llegaron un grupo de angolanos, unos 6 o 7, y un grupo de niñas que se pusieron a cantar y la verdad que genial la noche, bebiendo en el malecón, de fondo música de un grupo de niñas cantando, mientras hablábamos con la pareja de cubanos y los angolanos. Pasaron las horas tan rápido como si fuesen minutos. Cuando llegó la hora de irse a casa nos acompañaron la pareja de cubanos y les íbamos a dar algo de dinero y no lo aceptaron, dijeron que preferían la amistad al dinero. Nos despedimos de ellos y nos fuimos a dormir a nuestras casas. Etapas 13 a 15, total 18
El día del gran apagón y el gran misterio del apagón. Eran las 7 de la mañana y desperté en un charco de sudor, hacía demasiado calor. El aire acondicionado no funcionaba, intenté encender la luz de la habitación y tampoco funcionaba. A oscuras fui a preguntar a la casera y nos dicen que han cortado la luz un rato para podar unos árboles al lado de unos cables de tensión y que volvería en breve. Así que vuelta para cama un rato más.
A las 10 de la mañana aparece en nuestra casa el tercer componente de la expedición que dormía en una casa a 2 cuadras de la nuestra. Dice que en su calle tampoco hay luz. Pensamos un momento en ir a buscar los famosos árboles, podarlos nosotros y que vuelva la luz para tener aire acondicionado. No vemos viable la idea y salimos de casa para desayunar. Salimos a la calle principal, la 23, la del Hotel Habana Libre y no funcionan los semáforos ni nada que lleve electricidad. Miramos alrededor a ver si vemos los famosos árboles y los trabajadores podando y nada. Vamos al primer sitio a desayunar y nada, como no hay luz no tienen nada, en el segundo igual, en el tercero igual, en el cuarto lo mismo, hasta que de repente encontramos un local que tenía luz y aire acondicionado, es como un oasis, con el calor que hacía entramos y decidimos tomarnos el desayuno con calma. Como ya eran las 11 nos trajeron la carta de comidas y pedimos unos jugos de mango y unas hamburguesas. Lo podéis ver en la siguiente imagen: *** Imagen borrada de Tinypic *** Con el estómago lleno nos dirigimos a la cadeca de la calle 23 de Vedado. Llegamos y como no. No se puede cambiar dinero porque no hay luz. Así que decidimos coger un almendrón hacia La Habana Vieja para ver esa zona y cambiar allí dinero. Así que nos ponemos durante 15 minutos intentando parar a todos los coches para ver si nos para el famoso almendrón y nada de nada. Ninguno para. Tras el fracaso estrepitoso acabamos por coger un taxi desde el Habana Libre hasta el Capitolio. 5 CUC (4,67 €) nos costó tras regatear. Salimos del taxi y bajo un calor sofocante comenzamos a andar alrededor del capitolio, que está en obras, buscando una oficina de información y turismo que vimos anunciada en una señal. No la encontramos ni preguntando. Al final nos acaban mandando a la Calle Obispo. La calle peatonal principal para los turistas de La Habana, que por cierto, estaba en obras para canalizar el cableado, con lo que las famosas fotos de todos los cables colgando han pasado a mejor vida. De la oficina de turismo ni idea. Por lo que decidimos buscar la CADECA, que tenía una cola increíble, pero estamos sin dinero y toca hacer la cola. Tras 45 minutos al sol es nuestro turno. Solo uno de los 3 lleva el pasaporte encima (en el resto del viaje nos cambiaban con el DNI solo, pero esto es la capital). Así que nada, cambia uno, le deja el pasaporte al siguiente, cambia, y le deja el pasaporte al otro y ya tenemos todos cambiado. Podía haber cambiado una persona todo, pero ya estábamos los 3 cada uno en su ventanilla de cambio y se nos ocurrió eso. Al salir dimos un paseo por la calle Obispo. Es La Habana guiri. Todo idílico, la gente que va a los todo incluido, sale a dar un paseo a esa calle, se mete en un bar, música típica cubana en directo, mojitos y qué bonito es todo. Ósea, todo lo contrario a lo que buscábamos, así que decidimos irnos de allí. De camino nos encontramos una casa que ponía Museo del CDR (Comités de Defensa de la Revolución), y entramos, y nos dicen si queremos que nos expliquen el sitio por 1 CUC (0,93 €) por persona. Decimos que sí. Y una señora de unos 60 años nos cuenta durante 2 horas toda la historia y todos los logros de la revolución, cómo funcionan los CDR, y nos responde a todo lo que le preguntamos. La verdad es que estés a favor o en contra es un lujo que te enseñen un museo y que en vez de leer paneles vengan personas contigo que te lo expliquen de esa forma y con las que puedas discutir de todo. Nos contó todos los amigos que tenía en España. Que una chica de Barcelona iba todos los años y la fiesta que hacían cada vez que llegaba, etc. El sistema político cubano, como vota la gente. Respondió a todas nuestras preguntas, incluso a las incómodas, a las que le echó la culpa al bloqueo. La verdad es que lo único malo de esa visita fue el calor que hacía allí. Tras la visita dimos otro paseo por la calle obispo y alrededores y nos decidimos a ir a otra zona de la ciudad. Decidimos ir a la zona de Nuevo Vedado y cogimos por 5 CUC (4,67 €) un taxi hasta el hotel Meliá Cohiba. La verdad es que fuimos hasta allí sin saber lo que íbamos a hacer ni que había en esa zona, y empezamos a andar por ese barrio. Vimos un lugar que ponía “Centro Vasco”, y fuimos hasta allí para tomar algo y preguntar que ver por la zona. Llegamos y de vasco solo tenía el nombre, eran todos cubanos. Nos dijeron que lo habían montado unos vascos hace muchos años pero lo habían comprado unos cubanos hace ya muchísimo. Y tomamos allí unos mojitos con calma y pinchamos algo de pollo frito y estuvimos hablando con los camareros para ver que se podía hacer por esa zona y nos dijeron que fuéramos hasta el Torreón de la Chorrera, pero que tuviésemos cuidado en esa zona que era peligrosa. Y nada tiramos andando hacia allí y a todo el mundo le sorprendía vernos por esas calles, pero peligro ninguno. Debía ser una zona nada turística de la Habana, lo cierto es que esa tarde no vimos a ningún extranjero. Desde una calle vimos el mar cerca y fuimos hacia allí y era exactamente el final del Malecón, justo terminaba allí. El Torreón de la Chorrera es esto que se ve en la foto y tiene un bar con una terraza impresionante que estaba llena de cubanos y música: *** Imagen borrada de Tinypic *** Según llegabas veías los distintos tipos de cubanos, al final del malecón antes de la terraza estaba bailando la gente que no se puede permitir tomar algo. Y en las mesas había familias de cubanos o grupos de amigos con las famosas jarras de 3 litros de dispensada. Así que llegamos los 3, nos sentamos en una mesa y pedimos la jarra que veis en la foto: *** Imagen borrada de Tinypic *** La jarra nos costó 7 CUC (6,54 €). En Santa Clara costaban más o menos igual. Me sorprendió ver la forma de actuar del resto de las mesas. Era como algo cíclico. Estaban sentados tranquilamente hablando y de repente se levantaban a bailar y darlo todo durante 3 canciones (unos 10-15 minutos), casi todas las mesas, y tras esas 3 canciones se volvían a sentar tranquilamente y al estado inicial hasta unos 20 minutos después que repetían la operación. Tras acabar la cerveza, dimos una vuelta al torreón y vimos como una isla curiosa allí cerca y fuimos hasta allí a ver que era: *** Imagen borrada de Tinypic *** La verdad es que aún no tenemos ni idea de lo que es, pero intentamos acceder por varios sitios y misión imposible hasta que nos apareció una persona diciendo que estábamos buscando y le dijimos que acceder allí y nos dijo, venir conmigo. Nos llevó a un sitio que había como un restaurante y 2 personas de seguridad, le dimos 1 CUC (0,93 €) cada uno, nos abrieron una valla y pudimos acceder al sitio. La verdad es que es muy curioso y precioso. Pasaríamos unos 20 minutos dentro. Sobre todo en el sitio este que se ve en la foto que tenía como cuevas y miradores: *** Imagen borrada de Tinypic *** Al acabar decidimos irnos hasta las casas, pero son demasiado grandes las distancias en La Habana y tras media hora andando desistimos y cogimos un taxi hasta la casa. Al llegar por fin había vuelto la luz y teníamos aire acondicionado de nuevo. Nos dijo la casera que la luz volvió a las 4 de la tarde. Nos duchamos y un rato de descanso bajo el aire acondicionado. Uno de la expedición tenía el vuelo de regreso el día siguiente por la mañana, así que era su última noche y decidimos hacer una cena de despedida. Lo que debería ser supersencillo se complicó debido al apagón. Tras casi 10 horas sin luz, en la mayoría de los sitios no tenían comida, debido a que se había estropeado por el apagón y el calor. Así que tuvimos que ir a un paladar para cenar. Era de la Asociación de Empresarios Españoles, o por lo menos eso ponía en la puerta. Entramos y un sitio precioso, un estanque con peces, buena decoración, pero es como si estuvieras en un restaurante europeo. Aquí los platos valían sobre 8 CUC (7,48 €). Por ejemplo yo pedí costilla de cerdo y estaba genial y la presentación nada tiene que envidiar a los sitios pijos de aquí: *** Imagen borrada de Tinypic *** Tras la cena la idea era beber algo en el malecón e ir a locales, ya que el día anterior solo estuvimos en el malecón. Así que compramos una botella de ron, un par de latas de cola para mezclar y unos vasos con hielo. Al ser viernes había mucha más gente que el día anterior y nos costó más encontrar sitio. Pero ya ubicados y después de la experiencia del día anterior dábamos espantando con cierta facilidad a todo aquel que nos quería vender algo o pedir dinero, como si fuésemos cubanos ya pasaban de nosotros. El tema de discusión de ese día era el apagón. Jajajajajajaja. Cada cubano que por allí estaba tenía su teoría. Había toda clase de teorías, así que nos inventamos una teoría nosotros también para entrar en las discusiones. Y trago tras trago la gente que discutía sobre el tema éramos más y obviamente la gente ya empezó a decir auténticas barbaridades y al final se hablaba de absolutamente todo menos del apagón. Cuando acabamos la botella de ron decidimos ir a los locales. A todos los que le preguntábamos, al vernos pinta de guiris, nos mandaban a las discotecas donde predominan extranjeros, pero allí no queríamos ir, así que fichamos a un chaval cubano para que nos guiase por la auténtica fiesta cubana, le pagábamos la entrada a los sitios y la bebida y nosotros pues teníamos guía y nos ahorrábamos dinero. Arrancamos desde el malecón y entramos al primero de los locales. Éramos los 3 únicos extranjeros del local y parecía que fuésemos estrellas de Hollywood, todo el mundo venía hacia nosotros y nuestro guía pues tenía que hacer de guardaespaldas y separarnos a la gente. Jajajajaja. La verdad es que los sitios que fuimos, salvo el calor que parecían auténticas saunas, estaban genial y vimos la auténtica fiesta de La Habana. Una curiosidad. En uno de los sitios fui yo a pedir una botella de ron y me pedían 20 CUC (18,69 €). Y fue nuestro guía con el mismo camarero y le pedía 7 CUC (6,54 €). Por eso siempre digo que si encuentras a alguien de confianza siempre va bien ir con un cubano para ahorrarte dinero. Y a partir de ahí ya nos perdimos, y cada uno a su bola y cada uno fue llegando a horas distintas a la casa para acabar el día. Lo que sí que notamos este día fue ya el peso del viaje y de tanto alcohol y fiesta y estábamos cansadísimos y los ritmos de los primeros días de madrugar ya no los podíamos soportar. El día siguiente se iba uno de los tres, y quedábamos los otros dos y la primera idea era irnos a Viñales. Etapas 13 a 15, total 18
Amanece un nuevo día en La Habana y uno de los integrantes del grupo tenía que coger su vuelo esa misma mañana de regreso. Por lo que nos tocó despedirnos y el se cogió un taxi hasta el aeropuerto. Quedábamos 2 personas y aún nos quedaban un par de días en la isla y teníamos que decidir que íbamos a hacer. Nuestra primera idea era ir esos 2 días a la zona de Viñales. Pero el carecer de coche de alquiler y el cansancio nos echaron atrás. Así que decidimos tomarnos los días que nos quedaron con calma en La Habana y le dijimos a la casera que nos quedaríamos 2 noches más en su casa. Esa mañana de sábado la dedicamos a descansar en la casa, ver la tele cubana por curiosidad a ver que echaban y a leer revistas que había por allí.
Con las pilas cargadas salimos a la calle en busca de montar en nuestro primer almendrón ya que en los 2 días anteriores habían sido fracaso nuestros intentos. Nos dirigimos a la calle 23 (la que va del Hotel Habana Libre al Malecón) y allí en un lateral haciendo gestos a los coches hasta que por fin nos paró un almendrón. Obviamente intento de estafa de querer cobrarnos 3 CUC (2,80 €) por persona y todo el viaje hacia la Habana Vieja diciéndonos que podía hacernos de taxi y llevarnos donde quisiera pero ya le dijimos que no, que le daríamos los 10 MN (0,39 €) por persona que vale ese servicio. Así que ya nos comenzó a tratar como personas y no como negocio y las 5 personas que íbamos en el coche fuimos hablando sobre la liga española de fútbol. No sobre el Barça y Madrid, sino sobre el resto de equipos. Llegamos a La Habana Vieja y nos bajamos en la zona más cerca del mar. Queríamos recorrer toda La Habana Vieja desde el Castillo de San Salvador de la Punta. Antes de empezar el recorrido buscamos un sitio para comer y la verdad es que muy bien. Una parrillada de varias carnes con arroz a 6 CUC (5,61 €). Con el estómago lleno comenzamos el recorrido. Llegamos al final del Malecón. Y allí estaba todo el mundo pescando como podéis observar en la siguiente foto: *** Imagen borrada de Tinypic *** Preguntamos que había que hacer para pescar y nos dijeron que habláramos con alguno de los pescadores y negociáramos con el algo de dinero por dejarnos la caña un rato, pero como no tenemos ni idea de pesca pues al final ni lo intentamos. Y ya comenzamos a andar hacia el centro de La Habana Vieja. Por curiosidad íbamos entrando en todos los negocios que había, sobre todo de souvernirs para ver qué cosas había y que precios tenían. Para los futboleros nos llamó mucho la atención un bar que se llama Bar Bilbao, que tiene una ikurriña fuera en la puerta y dentro toda la decoración son camisetas y banderas de equipos de fútbol y varias del Athletic firmadas por sus jugadores. Allí nos tomamos unos mojitos y muy majos los dueños. Después en vez de ir por la calle obispo, la calle de los guiris, donde está La Habana típica de turistas y música en directo, íbamos por calles paralelas a la obispo a 3 o 4 cuadras y ya lo que ves es totalmente diferente. Allí nos estuvo varia gente contando cuando estuvo en la guerra de Angola y mil batallas y dándonos de beber ron que conseguían la botella en el mercado negro a 20 MN (0,78 €). Aparte en esas calles te paraba un montón de gente por la calle. Luego encontramos un local que nos gustó mucho y que los cócteles estaban muy ricos, El Patchanka. Dejo una foto del local y se ven los precios en CUC: *** Imagen borrada de Tinypic *** Después de tomar algo en este sitio entramos en una tienda de Souvenirs y el dueño nos dijo que si estábamos en un hotel subiésemos y le bajásemos los geles, jabones, papel higiénico, etc, y nos regalaba varios souvenirs. Le dijimos que estábamos en una casa y que no podíamos hacer eso, pero que el día siguiente volvíamos por allí y le llevábamos todas las cosas que tuviéramos de ese estilo. El nos dijo que era para enviárselos a la gente de Santiago de Cuba, que su mujer es de allí y es la zona más pobre del país. Nos fuimos diciéndole que volveríamos el día siguiente. Íbamos andando sin rumbo fijo y un portero de un bar nos convenció para que entrásemos a tomar unos mojitos a 3 CUC (2,80 €) cada uno. Y nos pareció un precio razonable y entramos. Los tomamos con calma y todo genial, estuve hablando con el responsable del bar a ver si nos podía hacer un curso para hacer mojitos y la verdad pintaba bastante bien, pero nos trajeron la cuenta de los mojitos y en vez de a 3 CUC nos los querían cobrar a 5 CUC, así que le obligamos a repetirnos la cuenta y cancelamos la idea del curso de mojitos. Siempre mucho ojo que te intentan estafar en todos lados. Al salir fuimos a dar un paseo por la zona que nos quedaba, la de la catedral y ver desde la orilla de enfrente el Cañonazo que hacen todos los días, pero desde donde estábamos solo se oía el ruido. Antes de irnos decidimos entrar a uno de estos sitios típicos de guiris pero apartado del centro. Y el asunto era que estábamos solos, así que perdió toda la gracia, tenían un grupo de 5 personas y cantaron 3 o 4 canciones típicas, pero no triunfaron, que la gente guiri que entró no se quedó en el sitio. Así que nos intentaron vender sus CDs y que les diéramos dinero, pero como ya llevábamos muchos días en la isla nos fue muy fácil rechazar todo. Pagamos los mojitos a 3 CUC, como negociamos antes de entrar. Al cantante del grupo le dijimos que no teníamos ni un puto duro y a la que nos vendía CDs, que en España ya no existía el CD, que si nos vendían un Pen Drive con su música sí, pero que ya no disponíamos de aparato para reproducir CDs. Así que no nos molestaron mucho. Cogimos enfrente al capitolio el almendrón de vuelta a Vedado los 2 por 20 MN (0,78 €), lo normal, que son 10 MN (0,39 €) por persona. Ya nos estábamos acostumbrando a este tipo de servicio. Fuimos por la casa y no nos apetecía ni salir, pero era sábado y tuvimos que hacer el esfuerzo. Así que cenamos unas pizzas en un puesto callejero y nos fuimos a comprar una botella de ron al sitio de siempre, pero pufffff, al ser sábado estaba saturadísimo y se les había acabado casi todo, aparte de unas colas tremendas para pedir cada cosa. Así que en vez de nuestra botella típica de Habana Club a 3,85 CUC (3,60 €) nos tuvimos que comprar una de 7 CUC (6,54 €). Compramos en otro sitio unas latas de refresco de cola. Para los vasos con hielos nos pedían 6 CUC (5,61 €) por 2, por mucho que regateamos no bajaba el precio de 2 CUC (1,87 €). Así que pasamos al plan B. Fuimos a donde había unos niños de 14 o 15 años y les preguntamos si nos podían ir a buscar un par de vasos con hielo, y nos contestó una niña de buenas maneras que fuéramos nosotros que nos valían 6 MN (0,23 €). Yo le dije que es que si íbamos nosotros al ser extranjeros nos cobran mucho más, si podía hacernos el favor de ir ella, dijo que si, y le di 20 MN (0,78 €) y fue, nos compró los 2 vasos y nos trajo los 2 vasos y los 14 MN (0,55 €) de las vueltas. Y le di los 14 MN de regalo y le di las gracias y le quedó una cara de felicidad tremenda. Al ser sábado estaba a reventar el Malecón y no había sitio para sentarse. Podéis verlo en la siguiente imagen: *** Imagen borrada de Tinypic *** Como en la mediana del malecón estaban montando unas gradas para ver el carnaval que sería el mes siguiente nos sentamos allí que ya había más gente sentada. Y a los 10 minutos vino la policía a desalojar las gradas. Yo pensé que ya iba a haber lío y aluciné. Uno por uno diciéndole a todo el mundo si podíamos abandonar esa zona que no estaba permitido estar allí. Así que nos levantamos y nos fuimos. Me estuve fijando en el resto de la gente, a ver si a nosotros al ser extranjeros nos trataban de forma distinta y la verdad es que no, no trataron a nadie mal. Cruzamos la carretera y nos acoplamos allí donde pudimos, y aparecieron 2 policías y este fue el incidente más grave que tuvimos en todo el viaje. Nos dijeron que no podíamos estar con la botella de cristal allí, cuando había un montón de cubanos con botellas. Nos dijo la policía que la tapásemos y le pedimos a uno de un puesto callejero una bolsa explicándole la situación, nos dio la bolsa, metimos la botella dentro y se fue la policía. Ese día había tan cantidad de gente que llegaba a resultar agobiante, así que nos bebimos la botella mientras hablábamos con la gente que está al lado y decidimos irnos a casa y levantarnos el día siguiente pronto y aprovechar el día. Así que nos fuimos andando hasta la casa entre una marea de gente. Tenían por el camino montado como un festival tecno con DJs donde habría unas 1.000 personas. Aún paramos allí un rato y nos fuimos a dormir. Etapas 13 a 15, total 18
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