¿Amar y odiar a la vez es posible? This is India ✏️ Blogs de India

3 de Noviembre del 2015

Cogemos la carretera y vamos dirección Udaipur, aunque antes de llegar, tenemos una parada, que recomendamos a todo el mundo: los templos jainistas de Ranakpur, abren a las 12 del mediodía y la entrada cuesta 200Rs más una cámara 100Rs, los templos son los más grandes e importantes del país, el conjunto es realmente espectacular y diferente a los anteriores que hemos visto, son de un blanco puro y limpio, el sitio es tan bonito y mágico que lo único que puedes hacer es sonreír y disfrutarlo. El templo principal está formado por 1444 columnas, cada una de ellas diferentes, talladas al detalle con figuras.
En uno de los templos adyacentes conocemos a un grupo de estudiantes indios que están visitando el lugar.

Continuamos nuestra ruta hacia Udaipur, al llegar Hukam nos lleva a visitar unos jardines preciosos, está lleno de gente local y de niños con trajes como militares que se paran todos a hacerse fotos con nosotros, después nos instalamos en el hotel Udaigarh, un hotel con ese encanto especial que te dice que vas a estar muy a gusto, en el que grabaron la película “Hotel Marigold”, tiene vistas al lago Pichola, al que vamos rápidamente a dar un paseo en barca por 600Rs los dos, tiene otra opción que es un barquito más grande en el que vas con más gente y cuesta un poco menos, pero nosotros nos decantamos por el “romantic boat” para ver la puesta de sol. Udaipur es uno de los lugares más románticos que hemos estado nunca, una pequeña Venecia India.

Para refrescarnos vamos a tomar un lassi en el Grasswood cafe, con una atención perfecta y un lassi riquísimo, así que si estáis por la zona, no dudéis en entrar, el lugar es muy cosmopolita con una decoración europea bien cuidada.

Al reponer fuerzas vamos a hacer unas compras antes de entrar a ver las danzas en la Bagore Ki-Haweli, compramos llaveros para toda la familia y amigos, elefantitos que traen buena suerte y felicidad para TODOS! Tras explicarnos la vida y regatear durante 30 minutos como mínimo ya tenemos nuestros bonitos llaveros como souvenir y nos vamos a ver las danzas, la entrada cuesta 100Rs por persona y la actuación es cada día a las 19:00h, pero hay que ir media horita antes porque se crea bastante cola para entrar. Al principio lo encontramos un poco “cutre” pero después el espectáculo fue mejorando y el baile de las marionetas y es muy divertido, lo hacen muy ameno y nos reímos mucho.

Al salir hacemos unas fotos al lago y nos encontramos un hombre indio que nos pregunta de donde somos y nuestros nombres y él nos dice que es de Udaipur y que se llama Paco jajajajajaja no nos podíamos reír mas con el señor! Aiiis… ¡El humor indio!
Nos vamos a cenar en la terraza del hotel con vistas al lago, David se pide macarrones y yo mi plato preferido indio, Palak Panner (espinacas con queso) acompañadas de cheese naan.

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4 de Noviembre del 2015

¡Buenos días desde la ciudad más romántica del Rajasthan!
Para desayunar nos traen papaya (Qué rica!) unos plátanos y los crepes de chocolate que hemos pedido, David lo acompaña con un café con leche y para variar un poco yo me pido un chai.

Salimos con ganas de visitar Udaipur, primero vamos a ver el templo hindú de Jagdish, nos encontramos con un grupo de turistas catalanes y nos hace gracia. La entrada al templo es gratuita, pero hay que dejar los zapatos donde te lo indica el señor de la entrada y después nos cobra la propina correspondiente. Hacemos unas compras y vamos a visitar el City Palace, el complejo es grandioso y el museo muy bonito, lo recomendamos porque los salones son increíbles. David se empieza a encontrar mal y creemos que el café con leche no le ha sentado bien, descartamos el crepe de chocolate, porque yo me encuentro genial, aunque hace mucha calor.

Por lo que hemos leído en las guías, Udaipur es el lugar ideal para darse un masaje de ayurveda y la verdad es que está lleno de masajistas, entramos a preguntar precio en un sitio y nos saca la libreta de la gente que ha estado en su local, vemos a muchos españoles incluso a Nacho Vidal, el hombre de la tienda nos comenta que Nacho le dijo que era famoso en España y nosotros le explicamos en que trabajaba jajajajajaja le dio hasta vergüenza jajajaja total, que el sitio no nos acaba de convencer y cuando ya nos íbamos, el chico se fija en la camiseta de David (que se compró en Jaisalmer) y se la quiere comprar…
Estos indios son la bomba  Le hace fotos a David y tras sentirse famoso por unos minutos, nos vamos, entramos en el más recomendado y el precio y el sitio nos parecen bien, justo tienen hora libre así que no lo dudamos y nos damos el masaje ya, una experiencia para mi maravillosa, me ha encantado el masaje, casi me duermo y todo, a David no le ha gustado tanto pero porqué en general a él no le gustan los masajes y encima no se encuentra muy bien. Nos dicen que no podemos ducharnos hasta que pasen dos horas para que hago efecto el aceite, voy con el pelo aceitoso y apestamos un poco, el olor es muy fuerte, para hacer tiempo entramos en una tiendecita de una pareja de artistazos, el señor pinta cuadros y la señora me hace un tatuaje de henna al más mínimo detalle.

Es la hora de comer y vamos al restaurante Ambrai, en el hotel Amet Haveli, nos lo ha recomendado Helena y Akram, el sitio es mágico, un jardín con vistas al palacio Jag Mandir, David se pide unos macarrones gratinados y una cocacola y yo mmm…es una mezcla rara pero se me antoja cheese naan y un lassi de mango, todo nos cuesta 10€.

Al salir nos encontramos a Hukam, se nos ha hecho tarde para ducharnos ya que hemos quedado con Víctor de la ONG Kolam para hacerles una visita, así que dando un paseo y después de un casi atropello a David (un coche le ha dado un golpe en el codo, lo que es raro es que no nos haya pasado antes) veo a un chico blanquito, con el pelo largo que camina tranquilamente escuchando su música y no parece un turista más como nosotros, me fijo y lo reconozco por fotos, es Víctor! Lo paramos y nos vamos con él de camino a la casa de acogida.

En el próximo post os explico cositas sobre Kolam.

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4 de Noviembre del 2015

Llegamos a la calle, se nos acercan unos niños, nos saludan Victor no explica un poco la vida de estos niños, os lo cuento más tarde, están las niñas en el balcón, contentas, esperando a sus visitantes, nos saludan y se ríen. Al entrar están merendando, os imagináis que toman ¿verdad? Masala Chai, evidentemente, beben chai desde que nacen prácticamente.

Por cierto, por primera vez hemos subido en un ascensor indio y es como un montacargas jajaja

Yo estoy muy emocionada por conocer estas niñitas que me tienen enamorada sin conocerlas todavía, solamente por fotos y por lo que nos han contado Víctor y Raquel por e-mail. Y es que esta pareja de catalanes estuvieron viajando por la India y sintieron la necesidad de hacer alguna cosa para ayudar a los niños que hay por la calle, con las condiciones pésimas en las que viven, así que volvieron a su casa, lo vendieron todo y se vinieron a Udaipur. Tras arreglar papeleos y demás burocracias, que si en nuestro país es lento os podéis hacer una idea de cómo funciona en la India, fueron a visitar una de las zonas rurales que se encuentra a 40 km de Udaipur, una zona donde la tasa de mortalidad infantil es muy alta por su calidad de vida, no tienen electricidad ni agua directa, para conseguir agua tienen que caminar muchos km. Víctor y Raquel hablaron con las familias de la aldea, les ofrecieron sanidad, un hogar, escolarización y mucho cariño, que es lo que más necesitan estas niñas y a los familiares les pareció bien que se llevaran a las niñas, yo quiero pensar que es por un futuro mejor para ellas y no porque les sale muy caro tener una hija y no un hijo (que pena que en el S.XXI existan todavía estas desigualdades, esto me indigna muchísimo de la India). Una de las cosas que más me ha impactado de lo que nos ha explicado Víctor es que cuando las niñas tienen vacaciones en la escuela pueden ir a sus casas o vienen sus familiares a verlas, pero cuando es la hora de volver con ellos las niñas no lloran porque echen de menos a sus padres, eso dice mucho de cómo las tratan y donde son felices realmente.

Les damos cuatro juguetes que tenemos para ellas y unas libretas que les hice en el trabajo, esto último es lo que más les ha gustado y han estado dibujando con ellas todo el rato.

Las niñas están muy vergonzosas, solo nos miran, se ríen y no dicen nada, pero vemos su felicidad tras esas miradas profundas, si ya estaba enamorada de ellas os podéis imaginar cómo me siento ahora.

Se está haciendo tarde y queremos visitar también a Kamla y Gopi, los niños que se nos han acercado antes de entrar a la casa. Son unos niños con un padre al que le gusta beber más de la cuenta, no sé de dónde saca el dinero para ello, porque viven en una chabola sin agua corriente y con una bombilla. La madre está desaparecida, a veces dicen que no saben dónde está y otras que ha muerto, el padre huele a alcohol desde lejos, es horrible. Están también los abuelos de los niños, que están de visita. Con ellos vive la prima de los niños que tiene unos 20 años y trabaja. Son 3 hermanos, la mayor (unos 12 años) trabaja en una casa, aunque dicen que después de las vacaciones de Diwali dejara el trabajo e irá a la escuela, a ver si es verdad, Kamla y Gopi son los más pequeños y van a la escuela gracias a los que los han apadrinado a través de Kolam.

Son unos niños encantadores, con unas ganas de jugar insaciables, nos hacemos mil fotos con ellos, a ellos solos, a los abuelos, al padre, a la prima que baila “La gasolina” en modo repeat constantemente, se lo pasa genial bailando y quiere que baile con ella, les encanta que les hagamos fotos y verse en la cámara, jugamos tanto rato que perdemos la noción del tiempo, se ha hecho de noche y empiezan a verse fuegos artificiales, se acerca Diwali y los niños se emocionan con los fuegos y gritan “¡¡¡Diwali, Diwali!!!”

Nos despedimos con un sentimiento de tristeza y alegría tan típico de la india, ese sentimiento contradictorio que te persigue. Tristeza por dejar atrás esta tarde y alegría por ver lo felices que son con tan poco.

Y con la banda sonora de “La gasolina” nos vamos al hotel a ducharnos, que seguimos con el aceite del masaje y el olor fuerte del ayurveda, pero al llegar al hotel ya no hay agua caliente jajaja pues nada, mañana ya nos ducharemos, más efecto hará el aceite.

Estamos tan cansados que ni cenamos y David sigue con el mal estar.


No dejéis de visitar la web de Kolam y animaros a colaborar con ellos de manera periódica, con una aportación mensual o con la plataforma Teaming por 1€ al mes.

www.kolamindia.org/

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