Descubriendo Myanmar ✏️ Blogs de Myanmar

Día dedicado al desplazamiento desde el lago Inle a Yangón. Como era el Water festival todavía, los autobuses estaban suspendidos estos días, el tren tardaba 24 horas y el avión estaba carísimo así que como ya rondaba por mi cabeza la idea de hacer autostop me vino de perlas para lanzarme a la aventura.

Recorrí los 580 km que separan un lugar del otro en unas 11-12 horas. Para ello me dirigí a carretera principal con mi cartelito y en unos 2 minutos me paró un coche. No hubo buena comunicación y al de un rato el señor me dijo que luego por esa carretera no podía continuar a Yangón así que paró a una moto que iba en sentido contrario y le pidio que me llevara de vuelta al pueblo y así lo hizo el joven. Después de este pequeño inicio fallido lo volví a intentar y esta vez en unos 15-20 minutos porque apenas pasabas coches por esa carretera me paró una especie de tuk tuk grande que me llevó hasta la carretera principal que luego bajaba para Yangón. En este trayecto como seguía el water festival cada vez que nos cruzábamos con un grupo de gente acababa mojado hasta arriba, pero con el calor que hacía no me preocupaba mucho, lo único las mochilas. Una vez en la carretera principal en unos 10 minutos me paró una pick up que iba directo hasta Yangón. La única “pega” que iba completo, si quería tenía que hacer el trayecto atrás. Por supuesto monté y puse rumbo a Yangón con las 2 parejas que iban. Durante el camino a pesar de que no podíamos ir hablando me trataron genial, dándome botellas de agua cada poco y cuando paramos a comer me invitaron a sentarme con ellos y a la comida, todo un detalle. Hice el gesto de pagar todo antes de nada yo pero no me dejaron. A eso de las 7-8 de la tarde llegamos a Yangón, fue un largo viaje pero mereció la pena la experiencia.

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Este día no recuerdo porque no tengo fotos de la cámara así que están hechas con el móvil, la calidad se nota...

Empecé las visitas en Yangón por Chauk Htat Gyi Pagoda, que en su interior tiene un enorme buda reclinado.


Cerca de allí, a unos 5 minutos andando se encuentra Ngahtatgyi Paya, con otro gran buda esta vez sentado.


Una vez visto ambos lugares me dirigí hacia el lago Kandawgyui dando un paseo. Allí lo más representativo es una bonito palacio y las vistas a lo lejos de la famosa Shwedagon Pagoda.


Después de bordear todo el lago aproveché para comer por la zona y una vez acabado me acerqué hasta Shwedagon Pagoda (el sitio religioso más importante de Myanmar) que quería verla tanto de día o de noche. La entrada cuesta 8.000 Kyats pero merece la pena, de hecho para mi si no estuviera esta pagoda en Yangón no merecería la pena la visita a la ciudad. En el recinto a miles de cosas para ver y es enorme. A la noche cuando se ilumina es muy especial.



Volví para la zona de mi hotel y cené esa noche por Chinatown, no recuerdo el lugar exacto.

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En mi segundo día en Yangón y tras haber disfrutado la noche anterior de la pagoda más famosa de Myanmar, empecé el día por la segunda más conocida, Sule Pagoda, que visto lo del día anterior me decepcionó mucho. La entrada me costó 3.000 Kyats y estuve como 15 minutos visitándola, muy poco.


Después y justo al lado estuve dando una vuelta por Maha Bandoola Gardens, donde se encuentra el monumento a la independecia, el tribunal supremo y el ayuntamiento de Yangón, aunque este último no pude verlo bien porque tenían puesto un escenario por el water festival.



De ahí y dando un paseo seguí descubriendo la ciudad y llegué a St. Mary Cathedral, preciosa tanto por fuera como por dentro.


Más al sur está la Botataung pagoda, que en ese momento estaba en obras y decidí no entrar porque tampoco me llamó mucho la atención y costaba 6.000 Kyats la entrada.

Comí por la zona del hotel y a eso de las 5.30 compartí taxi con 2 alemanas hasta la parada de autobuses para dirigirme a mi siguiente destino, Hpa-An.

Yangón fue lo que menos me gustó de Myanmar, tráfico caótica, miles de personas en todos los lados... y se nota que la gente está ya más acostumbrada a los turistas. Pero aún así recomiendo su visita, solo por Shwedagon Pagoda ya vale la pena.

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