Nuestra primera vez en el Sudeste Asiático. Tailandia en Junio de 2018 ✏️ Blogs de Tailandia

Hoy toca ruta de templos por Chiang Mai y empezamos el día con el super desayuno de nuestro hotel.


La primera parada es el Doi Suthep, uno de los centros budistas de peregrinación más importantes de Tailandia, y para ello vamos parando a las furgonetas que vemos y preguntando, todos nos piden 600 baths y no hay forma de bajar de 500 baths, hasta que damos con uno que nos ofrece llevarnos por 100 baths hasta el Zoo y allí que nos busquemos la vida, a mi se sonaba algo de que de ahí salían bastantes así que aceptamos.

Cuando llegamos, ya hay allí una parada con precios establecidos, 80 baths por persona ida y vuelta, sólo estamos 6 y al cabo de un rato parece que no viene nadie así que nos dice que por 100 baths por persona nos lleva, todos decimos que sí, así que empezamos el camino, es una subida con un montón de curvas para nosotros fue un gustazo porque parece que se siente una pizca de brisa fresquita, que es un oasis teniendo en cuenta las temperaturas que estamos teniendo en el viaje.
Esta es la parada del Zoo


La entrada al Doi Suthep cuesta 30 baths por persona, y se construyó aquí porque al parecer, un elefante blanco, que llevaba una reliquia de Buda, caminó hasta ese punto y ahí falleció, se interpretó como una señal divina y se construyó el templo, y por este motivo hay una escultura de un elefante blanco que da la bienvenida al templo.


Encontraréis la famosa escalera con la barandilla de dragón, y desgraciadamente también un puñado de niñas muy pequeñas vendiendo pulseras, también aprovecho este momento para decir que no deis dinero ni compreis nada a los niños cuando vayáis de viaje, al final sólo sirve para que los padres vean que los niños sacan más dinero que los adultos, y no los lleven a la escuela, que es donde deben estar. Por mucha pena que os den, al final no ayuda nada seguir colaborando con ese bucle.



Después de subir la escalinata, pagamos la entrada y vamos viendo las diferentes estancias, la verdad es que es un templo super bonito, con rincones como estos.



También podréis ver unas vistas impresionantes de Chiang Mai, y disfrutar de una temperatura extremadamente agradable.


Habíamos quedado en volver a la furgoneta más o menos en unas dos horas, y como nos sobra algo de tiempo damos una vueltecilla por los puestos cercanos, y nos tomamos un coco mientras curioseamos, aquí hay bastantes puestos de insectos fritos y la verdad es que sólo el olor nos repugna, yo pensaba probarlo por la gracia, pero al final se me cerró el estómago completamente.


Volvemos al punto de partida y el chico se ofrece a llevarnos hasta nuestro siguiente destino por 80 baths, así que al final nos salió el negocio redondo, de 600 que nos pedían hasta 380 que finalmente nos costó el tema. Si sólo sois dos os recomiendo este sistema.

Nos quedamos cerquita del hotel ya que el día anterior habíamos visto unos puestecillos de comida, una fusión entre puesto y restaurante más bien, que olían de vicio y en los que había gente local comiendo. Había 3 y al final nos sentamos en el que más gente había, la verdad es que el aspecto en algunas cosas deja bastante que desear pero el olor era delicioso. Cual es nuestra sorpresa cuando miro Tripadvisor y veo que tiene 5/5 estrellas, si en ese momento me hubiesen dicho que me iba a comer la comida más rica de Tailandia tal vez no lo hubiese creído jeje. Pedimos dos platos de los muchísimos que hay, y la verdad es que no sabría decir cuáles eran para nada. Antes de la comida, nos ponen un platito con unas frutitas que parecen mini patatas, y con algo de desconfianza las probamos, y madre mía, ¡qué ricas! La chica nos dijo que se llamaban Longkong, aunque los he visto también como Longan, tienen un sabor parecido a la uva y son muy dulces.


Cuando probamos los platos alucinamos con el sabor, los dos estaban buenísimos, eran sencillos pero con un sabor increíble, y por eso y dos refrescos pagamos 145 baths nada más, o sea, unos 4 euros… Por cierto, el restaurante se llama Grazie, esta es la página de tripadvisor, por si os queda a mano.


Después de la comida, el plan es hacer una ruta por la zona centro de Chiang Mai, e ir viendo los templos que nos encontremos en el camino, y luego ir al Saturday Market.

La primera parada la teníamos prevista en el Chedi Luang, de pago y cuesta 40 baths por persona, este templo es bastante grande con zonas diferentes, aunque lo más famoso es la pagoda.



Luego nos dirigimos al Wat Phra Singh, este templo es uno de los más famosos, pero, la verdad es que llevamos demasiados templos, ya que hemos ido parando por el camino en los que nos gustaban, hace mucho calor y ya nos estamos saturando un poco, así que sólo lo vemos por fuera y en vez de dirigirnos al Wat Sri Suphan, el templo plateado tan famoso, cambiamos de plan y vamos a tomar algo.



Por el camino nos vamos encontrando con zonas muy chulas, es lo que más estamos disfrutando de Chiang Mai junto con los mercados, simplemente perderse en sus calles.



Tenía una cafetería anotada de camino, Clay Studio Coffe, así que hacemos la parada de turno. La verdad es que el exterior de la cafetería es impresionante, nos tomamos un té helado y café con hielo por 140 baths, casi lo mismo que la comida jeje, pero la verdad es que el entorno merece la pena, y aun con el calor, ya que la parte molona es la terraza exterior, el descanso nos viene genial.



Nos vamos hacia el Saturday Market, con unas nubes tremendamente amenazantes. Este mercado es bastante grande, aunque se dice que no tanto como el del domingo, que nosotros no pudimos ver, y tiene bastantes partes diferenciadas, zonas de comida, de puestos, algunas más modernas, otras tradicionales… Para comprar nos gustó mucho más que el nocturno de todos los días, aunque también es verdad que hay mucha más gente.


Compramos unas cuantas cosillas, pero cuando llevábamos un rato empezó a caer el diluvio universal, ya pensamos que tenemos que rendirnos e irnos al hotel pero a la media hora más o menos paró, y pudimos seguir disfrutando del mercado.



Empezamos a valorar la idea de coger un tuk tuk y volver a cenar al Grazie, y enseguida nos convencemos, aunque por lo que pasó después casi mejor quedarse con el primer recuerdo jeje.
Cogemos el primer tuk tuk del viaje, y la verdad es que los conductores están chiflados, con luces fosforitas y a toda pastilla, enseguida nos deja en nuestro destino.

En Grazie decidimos probar el Khao Soy, el plato por excelencia de Chiang Mai, aunque es muy picante, a mi novio le gusta el picante y pedimos otro plato al azar que parece inofensivo, para que yo pueda cambiar un poco. El Khao Soy esta bueno, pero a mi se me hace muy picante, pero cuando voy a probar el otro…. Madre mía, ¡¡me ardía la boca!! Pasaba de muy picante a tremendamente picante, a mi novio tampoco le convence porque además lleva una hierba que da sabor a anís y a él no le gusta nada… Fueron tan amables con nosotros que nos da cosa cambiar los platos o pedir otros y dejarlo casi todo allí, así que hacemos lo que podemos, el Khao Soy si lo comemos casi todo pero nos vamos un poco decepcionados comparado con el mediodía, ya que esperábamos otro plato sorpresa impresionante. Aun así seguimos recomendando este sitio al 100%, pero no hagáis como nosotros y pidáis a lo loco, aunque también es verdad que por la mañana nos salió bien así que bueno, tampoco tenemos queja.


Volvemos al hotel con un poquito de pena de irnos de Chiang Mai, nos ha gustado mucho el rollo que tiene, los mercadillos, templos, perderse por las callejuelas… Pero el viaje sigue y mañana volamos muy temprano a Krabi, y yo ya estoy ansiosa por llegar al paraíso.

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Hoy nos toca un madrugón fino, el vuelo sale a las 6:30, y no me molestaría si no fuese porque nos perdemos el último desayuno en el Chedi, pero querer estar en la playa temprano tiene un precio.
Tiramos de grab para ir a aeropuerto, nos cuesta 175 baths, y mientras esperamos en la terminal aprovechamos para desayunar.

Hoy volamos con Air Asia y antes de subir nos pesan la mochila, la mía se pasa un kilo de lo permitido pero la chica me dice que no hay problema, aquí creo que influye mucho la persona que os toque,nosotros tuvimos suerte.

El vuelo es corto, así que enseguida llegamos al aeropuerto de Krabi para buscar un transporte hasta nuestro siguiente destino, Railay Beach. Llevamos la idea de que el precio son unos 150 baths, y efectivamente, la primera empresa que nos “capta”, nos ofrece una van hasta el puerto de Ao Nam Mao por ese importe, ya que de allí salen los barcos a Railay East, si vais a Railey West os llevarán a Ao Nang, de todas formas, no os preocupéis que en Tailandia está todo muy bien montado. Vamos en una van con otra gente y somos los únicos que vamos a Railay, cuando nos dejan en el puerto también somos los únicos junto con los barqueros, que son por cierto, la única gente entre seca y desagradable que nos encontramos en Tailandia. Nos cobran 100 baths por persona y tenemos que esperar a que llegue más gente.

Cuando empezamos a acercarnos a Railay yo ya estoy muy emocionada, empezamos a vislumbrar los paisajes de roca cárstica que tantísimas veces había visto en fotos imaginándome estar allí…



Cuando llegamos nos dirigimos a nuestro hotel, no nos pueden dar la habitación hasta pasada una media hora así que decidimos ir un ratito a la piscina mientras esperamos.

Después de alucinar con la habitación, decidimos ir a Railay West antes de comer, y dejarnos en plato fuerte de Phra Nang para por la tarde.

Aunque os alojeis en Railay East, no os preocupéis por se llega en menos de 10 minutos, los hoteles que están en Railay West cuestan el doble y para mi no merece la pena, la verdad, además, aunque es una playa bonita, nosotros nos quedamos con Phra Nang, y ésta queda más cerca del lado este.

Como os digo, Railay West es una playa bonita, grande y tiene bastantes chiringuitos, y un par de hoteles, yo estoy deseando darme mi primer baño en el mar de Andamán así que es lo primero que hago, el agua está increíble de temperatura, y muy limpia, aunque es verdad que al ser época de lluvias, aunque haga buen tiempo, no está tan transparente como en otras épocas del año, eso nos explicaron unos días después.



De camino a Railay East, los monos son los reyes.



Después de un ratito de playa nos volvemos al lado Este a comer, y probamos en un sitio al lado del hotel, el Welcome Back, bastante barato y bien.
Aprovecho para comentar que aunque el resto del viaje habíamos tomado algunas precauciones con el agua de grifo, si tomamos zumos y batidos, pero aquí en Railay, si hay bastantes problemas con el agua, así que la premisa era, todo embotellado y nada de verduras crudas… Esto no acabó siendo del todo así y pagamos las consecuencias, pero eso es una historia que tocará en la siguiente etapa.

Por dos platos, uno de pollo y uno de arroz y dos cocacolas pagamos 310 baths, unos 8 euros al cambio, que es lo que vendremos pagando aproximadamente por todas las comidas en Railay.

Después de comer, nos vamos a pasar la tarde a Phra Nang Beach, en el camino hasta la playa hay una especie de cuevas que son una pasada.


Llegamos a la playa y la verdad es que nos encantó, había bastante gente en la entrada, pero nada exagerado. Después de echamos una foto a la curiosa cueva llena de esculturas fálicas, como ofrenda para la fertilidad.



Nos buscamos un rinconcito a mitad de playa donde apenas hay gente, y entre baños y mini siestas vamos pasando la tarde.



Aprovechamos también para coger una cerveza del barco que suele estar con comida y bebida, a 100 baths la lata grande de Chang. Este fue el día de playa más bonito que tuvimos, el cielo estaba azul y a partir de las 17 no éramos ni 10 personas en toda la playa.



En Railay hay un montón de monos, que hay que tener cierto cuidado ya que a veces te pueden coger la mochila si llevas comida o algo, pero aquí había un árbol con un tipo de monito diferente, super peludo y muy gracioso, fue la diversión de la tarde para muchos de los que estábamos allí.


Esperábamos ver el primer atardecer espectacular del viaje, pero cuando quedaba poco para oscurecer se nubló bastante, algo que sería bastante habitual el resto de los días, posiblemente por ser época de lluvias. Así que nos volvimos al hotel sin fotón, pero después de un día estupendo de relax.

Decidimos cenar en uno de los restaurantes de Railay East, The Heart, la comida no fue nada de otro mundo, pero de postre pedimos plátano frito y estaba espectacular, el mejor que comí nunca, además había por allí fuera un gatito bebé con el que me pasé un buen rato jugando fuera, hay muchos gatos en Railay, todo sea dicho, pero este me lo hubiera llevado en la mochila de lo mono que era.



Pagamos 360 baths por la cena, Railay está resultando más barata de lo esperado, todo sea dicho, y nos vamos al hotel que nos caemos de sueño.

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Amanece un día nuevo en Tailandia y la verdad es que nosotros aprovechamos estar en la playa para remolonear un poquito, con esa cama enorme a ver quién se resiste… Bajamos a desayunar, y la verdad es que el desayuno no está nada mal, aunque nada comparado con nuestro querido Chedi Home jeje.

Decidimos ir a pasar la mañana a Phra Nang porque nos gustó mucho, en cuanto cogemos el camino hacia allí ya vemos un montón de afluencia de gente que ayer no hemos visto, y la playa está mucho más llena, además que hay menos espacio ya que está la marea alta, aun así andando hacia casi el final se pueden encontrar zonas más tranquilas, porque casi toda la gente de los barcos se queda al principio de todo.

La afluencia en el camino a Phra Nang


Aprovechamos para sacar las fotos hacia arriba jeje



Pasamos una mañana de relax disfrutando de la playa.

Barajamos las opciones que tenemos para comer, y decidimos ir a alguno de los sitios de la zona de Railay West, así que a mediodía cogemos los bártulos y nos dirigimos hacia allí. Vemos un lugar con muy buena nota en tripadvisor, Yummy Place, y nos pedimos unas gambas de entrante, una tortilla tailandesa y un arroz de coco, muy rico todo.



Estamos solos en el sitio, que es bastante hippy, tenemos música de los 80 todo el rato, además hay juegos de mesa, así que hace tantísimo calor y nosotros estamos tan agusto allí que jugamos un par de partidas a Yenga de sobremesa. Pagamos 340 baths y lo recomendamos mucho.

Algo que nos llamó la atención de esta zona, es que el día que llegamos estaban colocando adoquines en el camino, y hoy habían acabado casi todo el camino, la verdad es que me da la sensación de que Railay, aunque estaba bastante anclada en una zona de turismo minoritario, al menos para pernoctar, tiene pinta de cambiar bastante en los próximos años, seguro que la gente que haya ido hace 5 o 10 años ya se lo parece ahora, pero lo cierto es que hay muchisima diferencia con Ao Nang por ejemplo.

De camino al hotel, decidimos hacer un pequeño desvío y visitar Diamond Cave, una cueva bastante chula al parecer, nos quedamos sin saberlo porque hemos cogido el efectivo bastante justo, y no nos llega para pagar las dos entradas jaja. Pero bueno, tampoco pasa nada.

Nos vamos hacia el hotel y la verdad es que calor es tremendo, o más bien la humedad, y decidimos pasar la tarde en la piscina del hotel, que es chulísima. La única pena es que hay un par de familias con niños que han tenido la misma idea, aun así, estamos disfrutando de unos días tranquilos, cosa que nunca habíamos hecho en un viaje, y teniendo un hotel como ese sería delito no aprovecharlo jaja.

Después de la piscina, decidimos ir a cambiarnos y vamos a ver el atardecer a Phra Nang aprovechando que el día no está tan nublado, aun así unas nubes tapan el lugar exacto por donde se pone el sol, pero no nos importa porque la playa esta preciosa igual.



Si hacéis esto, para volver no hay luz en el camino, así que llevad móvil o linterna, nosotros por ejemplo en la habitación del hotel teníamos una.

Para cenar nos recorremos todos los bares de Railay East, y mi novio no tiene nada de hambre, así que decidimos ir a tomar unas cervezas al bar de mediodía, ya que la música nos había encantado.
La zona de restaurantes de Railay West resulta bastante diferente por la noche, está todo abierto, sitios que ni siquiera nos habíamos fijado que existían, e incluso vemos algun sitio donde la gente está fumado marihuana en círculos jeje.

La música del Yummy Place, desgraciadamente no es como la de mediodía, aún así pasamos un buen rato, antes de lo que será una de las decisiones peor tomadas del viaje…

Nos sentamos a cenar en un lugar con bastantes buenas opiniones, aunque cometemos el error de pedir comida más occidental, yo un plato de pasta que le llegaba bastante, y mi novio una hamburguesa… Yo le advierto que es mejor que le quite la lechuga, al menos, pero le deja el tomate, y de todas maneras el sabor de la hamburguesa no le convence nada.



Así que resulta ser una cena bastante decepcionante, pagamos 340 baths y nos vamos al hotel convencidos de que ahí acaba todo, aunque si es verdad que mi novio ya me dice que se nota el estómago algo pesado…

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