![]() ![]() Comunidad de Madrid: pueblos, rutas y lugares, incluyendo senderismo ✏️ Blogs de España
Recorrido por lugares bonitos de la Comunidad de Madrid, con especial atención a la naturaleza y las rutas de senderismo.Autor: Artemisa23 Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (5 Votos) Índice del Diario: Comunidad de Madrid: pueblos, rutas y lugares, incluyendo senderismo
01: Alcalá de Henares, ciudad universitaria Patrimonio de la Humanidad.
02: La Chorrera de Litueros, Somosierra (Madrid). Nacimiento del río Duratón.
03: La Chorrera de San Mamés (Madrid). Parque Nacional Sierra de Guadarrama.
04: Cascada del Hornillo, Sta. Mª de la Alameda (Madrid). Monasterio del Escorial.
05: Caminando por Puebla de la Sierra. Sierra del Rincón (Madrid).
06: Cascadas del Purgatorio. Rascafría. Sierra de Guadarrama (Madrid).
07: Vía Verde del Embalse de Picadas. Pelayos de la Presa-Aldea del Fresno (Madrid).
08: Ruta de los Castaños y del Embalse de los Morales, Rozas de Puerto Real (Madrid)
09: Senda del Yelmo en el Pantano de San Juan (Madrid).
10: Senda Ecológica de los Molinos y Río Perales, Navalagamella (Madrid).
11: Senda de Valmores y Nuevo Baztán. Olmeda de las Fuentes (Madrid).
12: Sendas por la Hiruela, Sierra del Rincón (Madrid).
13: Ruta Navalafuente, Cascada del Cancho, Valdemanco, Navalafuente (Madrid).
14: Senda Arroyo Sestil Maillo y Chorrera Mojonavalle. Abedular Canencia (Madrid).
15: En busca de la Charca Verde. La Pedriza, Sierra de Guadarrama (Madrid).
16: Cascada del Hervidero y Azud del Mesto, San Agustín de Guadalix (Madrid).
17: Circular Pico de Abantos desde Embalse del Romeral, S.Lorenzo Escorial (Madrid).
18: Valle Fuenfría: Miradores de los Poetas, Ducha de los Alemanes y Senda Victory.
19: Valle de la Angostura, Rascafría (Madrid). Un bosque de cuento.
20: Pontón de la Oliva a Presa de la Parra, Patones (Madrid). A orillas del Lozoya.
21: Los Chorros del Manzanares en La Pedriza, Sierra de Guadarrama (Madrid).
22: Subida al Cerro Larda desde Puebla de la Sierra, Sierra del Rincón (Madrid).
23: Ruta Circular por el Sabinar de Lozoya. Puente del Congosto, Lozoya (Madrid).
24: Ruta circular al Elefantito de la Pedriza, Manzanares el Real (Madrid).
25: Senda del Soto de Bayona y los Cortados de Titulcia (Madrid).
26: Lagunas de Peñalara: Laguna Grande y de los Pájaros. P.N.Sierra de Guadarrama.
27: Manzanares el Real (Madrid): Castillo, embalse y Pedriza.
28: Buitrago del Lozoya (Madrid). Y ruta senderista al Palacio del Bosque.
29: Patones de Arriba (Madrid). Ruta senderista al Cancho de la Cabeza.
30: Rascafría (Madrid). Senda de la Presa del Artiñuelo.
31: Mirador de la Naranjera desde Peguerinos: la mejor vista de Cuelgamuros.
32: Senda de las Formas de la Pedriza. Caminando entre figuras de piedra.
33: Machotas Alta (Pico del Fraile) y Baja desde Silla de Felipe II (El Escorial).
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Etapas 31 a 33, total 33
![]() Mirador de la Naranjera desde Peguerinos: la mejor vista de Cuelgamuros.Las mejores vistas de Cuelgamuros y de la Cruz del Valle de los Caídos se obtiene desde el Mirador de la Naranjera, al que se llega en un corto y sencillo paseo desde la Fuente de las Negras, en Peguerinos. La perspectiva resulta impresionante. Desde que lo vimos en un programa de televisión, teníamos ganas de ir al Mirador de la Naranjera, que ofrece unas vistas espléndidas sobre gran parte de la sierra madrileña, Cuelgamuros y, en especial, de la parte trasera de la Cruz del Valle de los Caídos. Sin embargo, tuvimos que esperar a que se abrieran los cierres perimetrales autonómicos por la pandemia, ya que el punto más fácil de acceso se encuentra en el sitio conocido como Fuente de las Negras, cerca de Peguerinos (Ávila), en una zona con enrevesados límites donde tan pronto estás en Madrid como en Segovia o en Ávila.
Ubicación del mirador en el mapa de la Comunidad de Madrid.
![]() Se trata de una ruta curiosa, prácticamente un paseo, ya que caminando es muy cortita, pero para llegar al punto de inicio requiere hacer en coche unos buenos kilómetros, sobre todo si se va desde Madrid capital. He leído que existe alguna variante que alarga la caminata, pero no nos convencía demasiado, así que en esta ocasión decidimos apuntarnos a lo fácil.
Itinerario sugerido por Google Maps desde Madrid.
![]() Para llegar desde Madrid a Peguerinos existen varias opciones, dependiendo desde donde salga cada cual. En nuestro caso, fuimos por la M-505 y luego por la M-535, que pasado Santa María de la Alameda se convierte en la AV-P-310; tras un tramo, hay que tomar la AV-P-308, que nos llevó hasta Peguerinos. Desde allí, seguimos en dirección al camping de Valle Enmedio y luego hacia la derecha. Arriba os he puesto una captura del itinerario en Google Maps desde Madrid, y debajo de este párrafo otra desde Peguerinos a la Fuente de las Negras, pues creo que serán más útiles que mis explicaciones. En total fueron unos 84 kilómetros y más de hora y media en el coche. Se hizo largo, sí. ![]() Dejamos el coche junto a la Fuente de las Negras. Enseguida vimos una barrera que impide pasar coches y un indicador, donde pone “Fuente de los Negros” y no “Fuente de las Negras”. En fin, sea lo que sea, no quiero sembrar polémicas…
![]() ![]() ![]() ![]() El sendero, amplio y facilón, nos llevó por un bosque de pinos, entre cuyas copas llegábamos a divisar alguna de las aglomeraciones de piedras que son tan típicas en la Sierra de Guadarrama, en especial en La Pedriza.
![]() ![]() ![]() ![]() Pasamos una pradera y llegamos a la única parte algo menos sencilla del recorrido, una cuestecita pedregosa, al final de la cual divisamos el antiguo refugio de la Naranjera, que actualmente presenta un aspecto lamentable, con el tejado practicamente derruido. ![]() ![]() ![]() Unos pasos después, frente a nosotros, apareció una gran mole rocosa, asomándose al vacío. Según nuestro track, allí se encontraba el mirador. Y es que nadie espere uno de esos típicos conglomerados con barandillas suspendido en el aire desde el que mirar cómodamente, sino que se trata de un balcón natural al que hay que acceder saltando de piedra en piedra y encaramándose a alguna que otra roca para captar las mejores perspectivas. En fin, no vamos a exagerar, que tampoco tiene demasiada complicación, pero hay que llevar cuidado, sobre todo si van niños pequeños.
![]() Vistas desde el principio de las rocas. ![]() Para ver las vistas, hay que subirse ahí. ![]() ![]() Las vistas son realmente espectaculares, ya que se divisa casi toda la sierra madrileña y en primer plano el Valle de los Caídos, el Embalse de la Jarosa, los pueblos, la Pedriza… Incluso se adivina Madrid y sus torres al fondo. Fue una lástima no haber llevado unos prismáticos.
![]() ![]() Luego, dimos una vuelta en el entorno de la gran roca, por si localizábamos otras perspectivas. No las encontramos mejores. Además, me caí en el sitio más tonto, una habilidad particular y propia por la que suelo darme un trastazo cuando ya hemos visto lo más destacado de las rutas y en un lugar sin ningún problema. Menos mal. Debe ser que pierdo concentración… El caso es que me torcí el tobillo y tuve que regresar casi a pata coja al coche.
![]() Por fortuna, el recorrido era corto y no muy incómodo. A eso se debe la hora y cuarto de duración de la caminata, según los datos de mi copia de wikiloc, que pongo a continuación.
![]() ![]() - Longitud: 2,74 kilómetros (ida y vuelta) - Duración: 1 hora 15 minutos (por mi pie, se hace en menos de una hora) - Tipo de ruta: lineal, ida y vuelta por el mismo camino - Desnivel: 59 metros. - Grado de dificultad: fácil, si bien se debe tener en cuenta que el mirador es un promontorio rocoso donde hay que trepar un poquito, sorteando rocas. ![]() Como a la Fuente de las Negras habíamos llegado bien siguiendo las instrucciones de Google Maps, quisimos volver por otro camino que nos sugería, dirigiéndonos hacia El Escorial, algo que parecía factible según los itinerarios del móvil. Bueno, pues no. Lo intentamos por varias pistas y terminamos desquiciados, ninguna tenía salida posible para vehículos o estaban prohibidas. Así que, ojo, si se va en coche hay que regresar por donde se ha venido, es decir, por Peguerinos. Fotos tomadas desde el coche, en la carretera hacia Peguerinos.
![]() ![]() Ya se nos había hecho tarde, así que nos quedamos a almorzar en Peguerinos. Tomamos el menú del día en un restaurante con una terraza muy maja, junto a la Iglesia de la Concepción. Comimos bien, barato y nos atendieron estupendamente. Era día laborable y se notaba en positivo. Y allí acabó la excursión porque con mi pie hinchado como un bote, no pudimos dar ni siquiera un paseo por el pueblo ni asomarnos al mirador del Embalse de la Aceña, desde el que se contemplan unas bonitas vistas según vimos desde el coche, a la ida. Otra vez será. En fin, menos mal que el percance no me sucedió en la subida.
![]() En resumen, un mirador con unas panorámicas imperdibles de la sierra. Ya conocíamos otros miradores sobre Cuelgamuros, sobre todo los que tienen acceso por Abantos, pero en esa ruta las mejores vistas corresponden al Monasterio del Escorial, mientras que la perspectiva de la Cruz del Valle de los Caídos es lateral y no tan cercana como la del mirador de la Naranjera. Lo recomiendo. Quizás no compense el viaje de ida y vuelta en el coche para algo tan corto, pero se puede aprovechar un día que se viaje por las inmediaciones o que se esté de picnic para ir a echar un vistazo. Merece la pena siempre que el día sea claro, eso sí. ![]() Etapas 31 a 33, total 33
![]() Senda de las Formas de la Pedriza. Caminando entre figuras de piedra.Una nueva ruta de senderismo en La Pedriza, tan bonita como de costumbre. En este caso, un itinerario circular que, desde Canto Cochinos, llega hasta El Tolmo, contemplando curiosas formas graníticas, algunas parecidas a animales, como El Pájaro.
UBICACIÓN DE LA RUTA.
Esta es una de las rutas de senderismo incluidas en la colección que presenta la Comunidad de Madrid para dar a conocer la riqueza natural de nuestra región. Se puede obtener información y descargar mapas y tracks en la siguiente página web: sendasdemadrid.es/ Hemos hecho varias, algunas de las cuales figuran en otras etapas de este mismo diario. Me parece muy recomendable esta página web para tomar ideas de rutas de senderismo en Madrid.
Situación de la ruta en los mapas peninsular y de Madrid.
![]() ![]() La Pedriza fue uno de nuestros lugares favoritos para hacer caminatas en los primeros meses del año, durante los confinamientos por la pandemia. A primeros de mayo nos decidimos por esta, que realiza un recorrido circular de ida y vuelta por ambas orillas del arroyo de la Ventana, vislumbrando enormes pedruscos, algunos de los cuales se les ha puesto nombre debido sus formas curiosas.
![]() De la página web mencionada, descargamos el resumen con los datos esenciales de la ruta, un plano en el que se señala el lugar donde se encuentra cada “figura”, una ficha técnica con la descripción del recorrido y una hoja muy útil con explicaciones geológicas de lo que se va contemplando, que he utilizado, a menudo con entrecomillados para respetar el texto completo, en el curso de mi relato. Por cierto, en la primera ficha aparece una foto del elefantito, que no se ve en esta caminata, sino en una diferente.
Parte del material descargado de la página web de Sendas de la Comunidad de Madrid.
![]() ![]() Como ya tengo subidas varias rutas de La Pedriza, me voy a saltar todos los preliminares para ir directamente al grano. En esta ocasión, el punto de inicio se encuentra en el aparcamiento de Canto Cochinos, adonde no tuvimos ningún problema para llegar con el coche al tratarse de un día laborable. En fines de semana y durante el verano, el acceso está regulado y, dependiendo del momento, habrá que utilizar los aparcamientos disuasorios habilitados. El horario de apertura y cierre de las barreras se puede consultar aquí: www.parquenacionalsierraguadarrama.es/ ...ra-barrera
Itinerario desde Madrid en Google Maps y situación del parking de Canto Cochinos.
![]() ![]() DATOS DE LA RUTA Ficha y plano descargados de la web de la Comunidad de Madrid.
![]() ![]() - Longitud: 8,3 kilómetros - Duración: 4 horas - Desnivel: cota mínima, 1.006 metros; cota máxima: 1.244 metros - Grado de dificultad: media, si bien en el mapa marca un tramo de dificultad alta - Tipo de ruta: circular, señalizada con círculos de color azul. - Existe una ruta corta recomendada para realizar con niños, de 1,5 kilómetros de longitud y 30 minutos de duración. ![]() Según la ficha técnica, además de vislumbrar relieves como el Cancho de los Muertos, El Yelmo y los crestones de Las Torres, el recorrido de esta senda permite reconocer formas mayores del relieve como berrocales, domos y crestas, pasando junto a elementos geológicos menores originados por la erosión, que ha esculpido las rocas con caprichosas formas, entre las que pueden identificar animales (foca, tortuga, cerdito, pájaro…) e hitos (tolmo, rocas caballeras…).
![]() NUESTRA RUTA. En mi copia de wikiloc aparecían los siguientes datos al finalizar la caminata. Igualmente pongo una captura del perfil de la ruta.
![]() ![]() - Longitud: 8,18 kilómetros - Duración: 4 horas y 44 minutos (incluyendo paradas para fotos y bocadillo) - Desnivel: 379 metros; cota mínima, 1.001 metros y cota máxima, 1.249 metros. - Tipo de ruta: circular - Grado de dificultad: media (en mi opinión). ![]() El día amaneció un poco nublado, pero las previsiones meteorológicas eran buenas a partir del mediodía, con sol y una temperatura en torno a los 18 grados, así que decidimos seguir adelante con el plan. No nos gusta caminar por La Pedriza si llueve y menos aún con niebla, pues aparte de ser peligroso, no veríamos nada y al campo y la montaña nos apetece salir para disfrutar, relajarnos y ver cosas bonitas. Como siempre, llevé descargado el track de la ruta en el móvil y los mapas para utilizarlos offline, indispensables por si no hay cobertura de internet. En la Pedriza es necesario saber o poder orientarse bien porque la señalización deja mucho que desear, al menos en mi opinión. En este caso concreto, las anunciadas marcas azules no abundan precisamente.
![]() ![]() ![]() Aunque por lo que he leído no suele ser lo habitual, hicimos la ruta en el sentido de giro de las agujas del reloj, ya que por el margen contrario del arroyo parecía estar la parte más complicada, de dificultad alta según el folleto, y preferí llegar por el lado supuestamente más sencillo por si había que hacer alguna trepada difícil que nos obligara (por mi culpa, claro está) a regresar por el mismo sitio. Así, comenzamos a caminar hacia la izquierda y no tardamos en cruzar el río Manzanares por un puente de madera, que se encuentra junto a un punto de información, donde hay un panel explicativo y unos cuantos indicadores en los que no aparece esta ruta.
![]() ![]() ![]() Seguimos el track por un sendero pedregoso siempre en ascenso, desde el que pronto pudimos contemplar las aguas del arroyo de la Ventana. Entre los árboles, lográbamos distinguir algunas panorámicas del lado opuesto, entre ellas Peña Sirio.
![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Continuamos por lo que se denomina la autopista, una zona en medio del bosque con piedras enormes. De momento, no encontrábamos ninguna dificultad particularmente reseñable, si bien debíamos ir con cuidado para no despistarnos y perder la orientación, como me pasó en un punto concreto, cuando perdí de vista a mi marido, que sí fue por el camino correcto, y me metí en un pequeño lío, del que tuve que salir reptando bajo una pared, entre rocas. No me explico cómo “logré” ir a parar allí
![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Poco después, nos cruzamos con el bloque denominado “aleta de tiburón”. Echando mano del folleto, vimos que destacan sus nerviaciones, producidas por pequeños filones de una roca con grano más fino que el granito. Además, hay que fijarse en la oxidación de los minerales oscuros, mica negra o biotita. Y también, con vergüenza ajena, en los grafitis hechos por personajes insensibles que no respetan la naturaleza
![]() ![]() ![]() ![]() A continuación, tendríamos que haber visto la Cueva de la Mora, pero se nos debió pasar por alto o si la vimos, no nos percatamos. Cruzamos el arroyo y nos encontramos en el Prado Peluca, donde se produce el fenómeno conocido como arenización del granito. Sin embargo, fueron las panorámicas las que atrajeron nuestra atención allí.
![]() ![]() ![]() ![]() A continuación, tomamos un sendero muy pedregoso que nos llevaría hasta El Tolmo en un tramo de ida y vuelta. Según ascendíamos, podíamos distinguir cada vez con más nitidez el “abovedamiento campaniforme” de la figura llamada “El Pájaro”. Y en este caso sí que encontramos el parecido, ya lo creo. De los más acertados, creo yo.
![]() ![]() ![]() ![]() Por lo demás, el panorama en todas direcciones, todavía oscuro por la ausencia del sol, resultaba cada vez más imponente, sobre todo en un punto muy especial en el que se juntan El Pájaro y El Tolmo.
![]() En unos minutos alcanzamos el impresionante bloque de El Tolmo y “la visual de la laja (roca lisa y plana) del bloque separado de El Hueso”. Lo cierto es que tanto el enorme pedrusco como el lugar resultan impresionantes. Estuvimos un buen rato por allí, contemplando el entorno y haciendo fotos.
![]() ![]() ![]() ![]() Ya de regreso a Prado Peluca, pasamos junto a la fuente de Pedro Acuña y subimos hasta el Refugio Giner de los Ríos. Aunque no es necesario, fuimos hasta allí para contemplar mejor las vistas de todo el entorno, incluidos los crestones de Las Torres. Los crestones son granitos con diaclasado vertical que originan torreones de rocas.
![]() ![]() Después del pequeño tramo de ida y vuelta de El Tolmo, habíamos recuperado la ruta circular, que deberíamos seguir por el margen contrario del arroyo al que habíamos traído anteriormente y los panoramas seguían sorprendiéndonos.
![]() ![]() ![]() A partir de aquí (y hasta pasado El Cerdito) es donde el plano señala el tramo de dificultad alta de la ruta. En fin, a toro pasado, la verdad es que no me pareció para tanto, si bien más que trepadas y avatares por el estilo, quizás la mayor complicación consiste en que el sendero correcto a menudo se pierde entre la vegetación y hay que apañárselas para encontrarlo entre varias opciones, algo muy habitual en la Pedriza. No creo que un senderista habitual tenga problemas aquí con buen tiempo, pero no lo recomiendo a personas con poca experiencia en montaña.
![]() ![]() ![]() En cualquier caso, entrábamos en la parte más interesante de la ruta, pues aparte de las rocas y sus formas, nos topamos con el arroyo de la Ventana, que llevaba mucha agua, y sus cascaditas, algunas realmente preciosas. ¡Qué rincones tan bonitos fuimos vislumbrando solo con acercarnos al agua o atisbándola desde lo alto del sendero, entre rocas!
![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() El tiempo mejoraba por momentos y empezó a lucir el sol, embelleciendo el espectacular panorama. Me encanta La Pedriza, lo confieso. Cada vez que voy descubro algo nuevo y diferente a lo anterior. Quizás influye que es un lugar donde dejo correr la imaginación, algo, por lo demás, también me ocurre en algunos bosques.
![]() ![]() Según el folleto, estábamos en una zona de “paraestratificaciones en un afloramiento rocoso”, donde “las diaclasas paralelas degradadas dan al granito un aspecto semejante a la estratificación de rocas sedimentarias”. ¡Ufff…!
![]() ![]() En el llamado “Rocódromo” pudimos contemplar “agrietamientos pseudopoligonales”, lo que significa “apariencias rugosas en paredes verticales”. Caminando sobre las rocas, distinguimos a nuestros pies el agua del arroyo, que se precipitaba en pequeñas pero encantadoras cascadas, alguna de las cuales no pudimos resistirnos a contemplar de cerca, así que abandonamos el sendero y bajamos a la orilla.
![]() ![]() ![]() Estas formas tan peculiares se deben a que el granito es una roca ígnea plutónica, que procede de un magma enfriado muy lentamente en el interior de la corteza terrestre, unos 300 millones de años en el caso de La Pedriza, a lo largo de los cuales se ha producido una intensa erosión conforme ascendían a la superficie terrestre, especialmente por la penetración del agua y a la alteración de los agentes atmosféricos o meteorización.
![]() ![]() El caso es que el panorama cada vez se hacía más impactante gracias a la luz del sol. Poco después divisamos “El Cerdito”, donde se nos pide que observemos los bloques desprendidos del aquel paisaje de berrocal. Dependiendo desde donde se contemple, se parece o menos, pero me gustó un montón, tanto la figura en sí como el panorama que quedaba detrás. In situ es muchísimo más bonito, claro está.
![]() ![]() ![]() ![]() Avanzamos bajo Peña Sirio y sus acanaladuras, que son formas de meteorización y erosión por escorrentía en paredes graníticas. El folleto también invita a fijarse en el pilancón y los desprendimientos bajo la peña, señalando que un “pilancón es una oquedad sobre una superficie rocosa horizontal” y “se origina a partir de una irregularidad en la roca donde queda retenida el agua, favoreciendo una meteorización más eficaz”. Esta parte resultó muy entretenida y, además, cómoda porque el sendero está bien marcado sobre la hierba.
![]() ![]() ![]() En lo alto, empezamos a ver los lanchares de “La Tortuga”. Según el folleto, “los lanchares son superficies curvas que corresponden a las lajas originadas por el diaclasado (fractura sin desplazamiento) de descompresión”. ¡Madre mía! Qué complicada suena la geología… En fin, yo seguía a lo mío, haciendo fotos a todo lo que me llamaba la atención, que era mucho y variado, incluyendo las fantásticas vistas al otro lado del río.
![]() ![]() ![]() Nos aproximábamos al final de un recorrido del que estábamos disfrutando mucho. Y, de nuevo, nos hallábamos al borde del agua, allí ya con más caudal, pues en un punto anterior el arroyo de la Ventana se había unido al cauce del Manzanares.
![]() ![]() ![]() Poco antes de cruzar el río por un puente de madera, localizamos el bloque granítico de “La Foca”, al fondo, a la derecha de la foto, aunque a mí me pareció identificar también algo parecido a una morsa en la parte izquierda. Bueno, no sé...
![]() ![]() Cambiamos de dirección, caminando ahora hacia el norte, con lo cual el agua quedaba a nuestra derecha, si bien siguiendo las instrucciones del folleto logramos reconocer al otro lado del río una piedra caballera, que es “un bolo granítico aislado apoyado sobre otras rocas a modo de pedestal”.
![]() El sol ya brillaba en lo alto y, excepto por alguna nube aislada, el cielo ofrecía una corona intensamente azul al paisaje gris de granito, matizado por los diferentes verdes de la vegetación y la hierba. En estas condiciones, daba gusto distinguir a lo lejos pero claramente el domo del Yelmo. Desde allí, la panorámica de la Sierra de Guadarrama con Cuerda Larga y la Pedriza anterior y posterior lucía realmente espléndida.
![]() ![]() ![]() Al fin, ya sin ninguna complicación, a través de la senda corta, alcanzamos el aparcamiento de Canto Cochino, donde terminó una nueva caminata por La Pedriza que, como de costumbre, nos encantó.
![]() ![]() Por cierto que, al contrario de lo que suelo hacer, he puesto más fotos tomadas con el teléfono que con la cámara, quizás porque, pese a la pérdida de calidad, el gran angular del móvil ese día le sentó muy bien al imponente paisaje primaveral. O, al menos, eso me parece
![]() ![]() ![]() Etapas 31 a 33, total 33
![]() Machotas Alta (Pico del Fraile) y Baja desde Silla de Felipe II (El Escorial).Ruta de senderismo para acceder a las Machotas Alta (Pico del Fraile) y Baja desde la Silla de Felipe II en El Escorial con unas vistas fantásticas del Monasterio y la vertiente madrileña de la Sierra de Guadarrama. Esta ruta la tuvimos en mente durante mucho tiempo, pero nunca terminaba de caer por unas causas u otras, pese a ser muy asequible y tenerla bastante cerca de casa. Al fin, aprovechando el tiempo primaveral de mediados de este mes de febrero, decidimos iniciar nuestra particular temporada senderita afrontando esa asignatura pendiente.
Machotas Alta y Baja, a la izquierda, vistas desde lo alto del Monte Abantos (1.763 metros), donde habíamos subido tras una ruta de senderismo anterior, cuyo relato figura en otra etapa de este diario.
![]() Las Machotas (Alta y Baja) son dos elevaciones montañosas de la parte madrileña de la Sierra de Guadarrama, que por diversos fraccionamientos quedaron separadas del eje principal de las montañas, quedando convertidas en dos montes-islas, cuya mayor altitud alcanza los 1466 metros. Se encuentran en los términos municipales de Zarzalejo, El Escorial y San Lorenzo del Escorial. Es posible coronar ambas cimas en una ruta de senderismo, cuyo inicio parte de Zarzalejo o también desde el sitio conocido como la Silla de Felipe II, una peña con asientos labrados, cerca de San Lorenzo del Escorial, que se asoma al Monasterio, desde donde, según se asegura, el rey supervisaba los trabajos de su colosal obra arquitectónica. Este lugar dista unos 50 kilómetros del centro de Madrid y con tráfico normal se tarda en llegar algo menos de una hora. Decidimos empezar allí.
Itinerario para llegar a la Silla de Felipe II desde Madrid según Google Maps.
![]() En la página de turismo de la Comunidad de Madrid comprobé que la longitud de la ruta es de 8,6 kilómetros y su duración aproximada de unas cuatro horas. Asimismo, está disponible la descarga de mapas GPX y KMZ, aunque nosotros optamos por seguir una ruta de wikiloc (hay varias opciones). Si al hacer senderismo es importante llevar GPS y un track, en las caminatas que recorren la Sierra de Guadarrama, sobre todo las del entorno de la Pedriza, resulta imprescindible, pues la señalización de las rutas en la Comunidad de Madrid lamento decir que no siempre está ni se la espera
![]() ![]() Normalmente, no subo a wikiloc las rutas que hacemos, pues con frecuencia nos equivocamos de camino, tenemos que retroceder o damos alguna que otra vuelta de más, con lo cual no me parece correcto añadir itinerarios peores que los que están disponibles, pudiendo incluso confundir a la gente. Sin embargo, suelo conservar una copia privada de nuestros itinerarios para poder consultarlas posteriormente. Y ese día arrojó los siguientes datos y perfil.
Distancia: 9,99 kilómetros Duración: 5 horas 59 minutos (con muchas paradas, fotos, bocata…) Altitud mínima: 1.002 metros Altitud máxima: 1.414 metros Grado de dificultad: no tiene especiales dificultades técnicas y se le suele calificar como fácil, aunque, en mi opinión, sería moderado por los motivos que explicaré después. ![]() ![]() La mañana se presentaba estupenda, despejada y con una temperatura en torno a los dieciséis grados, que nos hizo incluso pasar calor durante los tramos más empinados. Al ser un día laborable, aparcamos sin problemas en el pequeño parking de la Silla de Felipe II, cuyo mirador hemos visitado muchas veces y que, como suele pasar, estaba muy concurrido con un grupo de escolares de excursión, tomándose un bocata. No resistimos la tentación de echar otro vistazo para hacer la correspondiente foto, si bien tuve que hacer malabares para evitar la multitud de jóvenes cabezas que nos rodeaban.
Panorámica de San Lorenzo de El Escorial desde la Silla de Felipe II.
![]() ![]() A continuación, comenzamos la ruta, buscando la marca roja y blanca de un sendero GR que no sé cuál es. Proseguimos subiendo unas escaleras de piedra que nos llevaron a la Casa del Sordo, para internarnos después en el bosque de la Herrería, de robles y castaños, desnudos de hojas al ser invierno y que aportaban un tono grisáceo al entorno; aunque algunos almendros ponían ya con sus flores una nota de color.
![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Llegamos a una barrera sobre una pista asfaltada que actualmente solo pueden utilizar los guardabosques y demás personal y vehículos autorizados. Tomamos un sendero hasta llegar a una cancela giratoria que cruzamos. Siguiendo aún la marca roja y blanca del GR, ascendimos en paralelo al muro de una finca que tuvimos que atravesar más tarde, a la izquierda. Aquí hay que ir atentos porque es fácil continuar de frente y equivocarse.
![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Al cabo de un par de kilómetros, alcanzamos el collado de Entrecabezas, que separa la Machota Alta de la Machota Baja y, además, comunica con el sendero que enlaza la Silla de Felipe II con Zarzalejo. En este punto, hay que decidir a qué Machota queremos ir, pues hacia la derecha, se sube a la Alta y hacia la izquierda, se va a la Baja. En nuestro caso, preferimos hacer la Machota Alta primero, con lo cual traspasamos un rústico cerramiento metálico, modelo somier, que hay que separar y volver a colocar para que no salga el ganado.
![]() ![]() A partir de este punto, el ascenso se complica algo, ya que empiezan a aflorar las piedras y hay que ayudarse con las manos para salvar alguna que otra roca bastante alta. Nada complicado en realidad, salvo que haya llovido, pues el suelo puede estar resbaladizo. De hecho, nos encontramos barro en algún punto.
![]() ![]() ![]() La parte intermedia es la peor, pues al final la pendiente suaviza bastante y simplemente hay que dejarse llevar por un sendero bien marcado entre la pradera hasta el Pico del Fraile, de 1.466 metros de altitud, que se identifica perfectamente por su roca triangular en lo más alto que se asemeja a la capucha de un monje. Habitualmente, es el otro nombre que se le da a la Machota Alta, aunque hay quien sitúa esta última en un lugar cercano, a unos trescientos metros.
![]() ![]() ![]() Desde aquí, la vista de San Lorenzo del Escorial, el Monasterio y la vertiente madrileña de la Sierra de Guadarrama es fantástica, especialmente en un día claro como era el caso. También se distinguía perfectamente el Embalse de Valmayor (el segundo por su capacidad de la Comunidad después del del Atazar y casi lleno en la actualidad, afortunadamente) y, al fondo del todo, el perfil de los edificios más altos de Madrid, con las cinco torres a la cabeza. En vivo se apreciaban mucho mejor que en la foto.
![]() ![]() ![]() Estuvimos un buen rato contemplando el panorama hacia la otra vertiente, con vistas a la carretera que conduce al Puerto de la Cruz Verde y los montes aledaños que se mostraban a contraluz.
![]() ![]() ![]() Allí, con unos panoramas soberbios, tomamos nuestro bocata, rodeados de un buen surtido de enormes rocas, cuyas peculiares formas te obligan a dejar volar la imaginación. Incluso, hay una roca con nombre propio, a la que se conoce como "el puzzle". La razón es evidente.
![]() ![]() ![]() ![]() Más tarde, con la constante referencia visual la Machota Baja, nuestro siguiente destino, descendimos por un sendero paralelo al que habíamos seguido para subir, hasta llegar a otro cerramiento muy próximo y similar a la puerta que atravesamos anteriormente, en el collado de Entrecabezas.
![]() ![]() ![]() Allí, giramos a la izquierda, tomando un sendero que no tardó en picar hacia arriba y hacerse más estrecho. Cuando aparecieron las piedras, el camino se volvió bastante incómodo, especialmente un tramo intermedio muy cuesto, de roca rota. A nuestra espalda, divisábamos el risco del Fraile con su peculiar pico.
![]() ![]() Las vistas seguían siendo espléndidas, mostrándonos la panorámica ya conocida desde un ángulo algo diferente. Entonces, localizamos a lo lejos el punto geodésico de la Machota Baja, si bien antes de afrontar el último tramo tuvimos que salvar una ladera rocosa. En fin, que está Machota es más baja, pero me pareció más “matona”, más del tipo “pedriza”, para entendernos, al menos lo harán los habituales de la zona.
![]() ![]() ![]() ![]() ![]() La Machota Baja, de 1.410 metros de altitud, está formada por un conjunto de grandes rocas, en cuya base se extiende una especie de pequeña explanada que sirve de fantástico balcón hacia el Embalse de Valmayor y la Pedriza, con Madrid, al fondo... Una auténtica gozada.
![]() ![]() Lo que no hicimos fue trepar los seis o siete metros que nos faltaban hasta el punto geodésico, situado en la amalgama de rocas. La verdad, a esas alturas, con el calor que sentíamos y con las piernas algo cansadas, no nos apetecía ponernos a “escalar”.
![]() ![]() Ya solo nos faltaba bajar nuevamente al collado de Entrecabezas y, luego, volver por el mismo camino que habíamos traído, aunque, al final, siguiendo el track, nos desviamos para tomar la pista asfaltada, que nos condujo al Mirador del Entorno del Monasterio, que no nos ofreció, ni mucho menos, mejores vistas que las que habíamos contemplado, por eso no voy a poner ninguna foto de allí. No obstante, el panel informativo, aunque estaba roto y vandalizado, nos ayudó a fijar cada pico con su nombre respectivo: Abantos, Siete Picos, Navacerrada, Peñalara, la Bola del Mundo la Maliciosa, Cuerda Larga, La Pedriza… ¡Cuánto me gusta la Sierra de Guadarrama!
![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Desde la pista asfaltada conseguimos una de las panorámicas más impresionantes del Monasterio del Escorial por su proximidad, y, apenas cien metros después, llegamos al aparcamiento de la Silla de Felipe II, concluyendo la excursión.
![]() En definitiva, una ruta muy interesante, con unas panorámicas impresionantes. No es muy larga ni especialmente complicada para senderistas habituales, si bien, en mi opinión, habría que matizar la calificación que se le suele dar a esta ruta como “fácil”, ya que puede confundir a algunas personas. Y es que no se trata de un paseo para todo el mundo, pues el desnivel alcanza los 570 metros, los senderos tienen piedras y en ocasiones hay que ayudarse con las manos para pasar tramos con rocas altas. Además, con lluvia el terreno puede ponerse muy resbaladizo. En verano, habrá que llevar cuidado con el sol y el calor; y, en invierno, con el hielo, la nieve y la niebla. Por lo demás, totalmente recomendable.
![]() Etapas 31 a 33, total 33
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