Este viaje se realizó del 13-23 de agosto de 2019.
Visitamos únicamente el sur de Islandia, porque viajábamos con una nena de 2 años que no toleraba estar mucho tiempo en el coche y por tanto, las etapas están confeccionadas en periodos de coche de no más de una hora y media.
En esta introducción, me gustaría hacer mención a la ropa necesaria para el viaje.
Islandia tiene un tiempo muy ventoso, y por tanto es imprescindible que llevéis una chaqueta que además de ser abrigada tenga cortavientos.
El resto de equipaje, camisetas térmicas, forros polares, pantalones de montaña que tengan cortavientos, y botas/zapatos de trekking.
También albornoces y chanclas por si vais a baños termales.
Mi consejo es que hagáis la técnica de la cebolla, vayáis siempre muy abrigados, y en caso de que salga el sol o pare el viento, retirar capas de abajo y mantener el cortavientos.
En nuestro caso, nos compramos ropa nueva, de hecho casi renovamos el armario.
Pero la verdad es que es ropa muy cómoda y desde que la compramos hemos tenido más ocasiones en las que usar las prendas.
Respecto al alquiler de coches, recomendaros que no cojáis uno pequeño.
Nosotros cogimos el más pequeño ya que nuestra idea no era entrar por pistas forestales.
No obstante, nos encontramos algunas carreteras de acceso a glaciares y cataratas no asfaltadas.
Por eso, aunque tengáis que pagar más, recomiendo que cojáis un vehículo todo-camino.
Nuestra aventura islandesa se inició en tren de cercanías desde nuestro pueblo Cullera hasta Valencia Nord unos 35 minutos.
Una vez allí cambiamos de estación hasta Joaquín Sorolla mediante el autobús que une ambas estaciones.
En esta estación cogimos el AVE en dirección a Madrid que salía a las 17:10h.
Puntuales tras hora y media de trayecto llegamos a Atocha.
Allí hicimos cogimos un tren de cercanías hacía el aeropuerto de Barajas.
Tras 30 minutos aproximadamente llegamos a la terminal 4 del aeropuerto.
Nuestro vuelo con Iberia Express salía a las 22:30h.
Así que nos dirigimos directamente al mostrador de facturación para facturar la maleta grande.
Tras pasar el control de seguridad cenamos en uno de los restaurantes del aeropuerto y nos dirigimos a la puerta de embarque.
El vuelo salió con un poco de retraso.
Pero finalmente, tras unas 4 horas de vuelo, aterrizamos en el aeropuerto de Keflavik.
Tras recoger las maletas, el carrito de la nena y comprobar el cambio de temperatura (veníamos de 35 grados) nos dirigimos a buscar la empresa de alquiler de coches.
Era la 1:30h de la madrugada (hora Islandesa) para nosotros eran las 3:30h.
A la salida del aeropuerto hay un autobús que te deja en la puerta de las empresas de alquiler de coches.
Este bus hace unas 3 o 4 paradas.
En cada parada está indicado el nombre de las empresas de alquiler que tienen la oficina allí.
Nuestra empresa de alquiler era “Ice rental cars”.
En este caso no os la recomiendo.
No encontraban nuestra reserva pre-pagada y nos atendieron fatal.
Lo hicimos todo, les mostramos los recibos, el código de reserva, entramos en la aplicación del banco, etc.
Finalmente, tras casi una hora discutiendo nos cobraron otra reserva.
Eran las 2:30h de la madrugada (4:30h para nosotros) no queríamos discutir más.
Quedamos que pasaríamos al día siguiente para hablar con su superior.
Muy disgustados y cansados nos dirigimos al apartamento que teníamos reservado en Keflavik a unos 7 minutos en coche desde el aeropuerto.
La habitación era un anexo externo a la casa principal con dos camitas y baño privado.
Solo pasamos allí esa noche y nunca vimos a la dueña.
Nos proporcionó por email un código que abría un buzón donde estaban las llaves.
Agotados del trajín del viaje, nos quedamos dormidos esperando emprender nuestra aventura con fuerzas renovadas.
Tras descansar unas pocas horas en Keflavik.
Nos disponíamos a ir a la oficina de alquiler de coches para solucionar el problema de la noche anterior.
No hizo falta. Poco después de despertarnos, nos llamaron para decirnos que todo estaba solucionado y que procedían a la anulación del segundo pago puesto que habían encontrado la reserva original.
Con ánimos renovados y tras desayunar en la habitación, pusimos rumbo a Reykjavik a unos 45 minutos en coche desde Keflavik.
Reykjavik significa en islandés “bahía humeante” y es la capital de Islandia.
A la llegada, lo que más nos llamó la atención fue el viento tan congelado que soplaba. Nosotros no estamos acostumbrados a temperaturas tan extremas.
En realidad hacía 9º grados y hacía sol pero el viento era muy frío.
Iniciamos el recorrido en la calle Laugavegur, donde teníamos el apartamento.
Esta calle es muy bonita y con muchas tiendas originales.
Al final de la calle, giramos para ver el edificio Harpa que es un moderno palacio de conciertos y congresos.
Desde ahí, nos dirigimos hasta el museo de ballenas “Whales of Iceland”.
Esta exposición es un pequeño museo ideal para ir con niños.
Se pueden ver réplicas de ballenas a tamaño real.
También hay una sala de cine con documentales de ballenas (en inglés) y una zona de juegos. La entrada es un poco cara, pero la nena pasó un buen rato descubriendo y tocando las ballenas.
A la salida, era hora de comer y entramos en un restaurante que hacía esquina en la calle Tryggvagata. Se llamaba “Vulcano house” y vendían objetos volcánicos de lo más curiosos.
En este restaurante comimos diferentes tipos de bacalao frito, y estuvimos un buen rato descansando.
Después de comer, seguimos el recorrido hasta el Radhus (ayuntamiento), la catedral y el parlamento islandés.
Cerca de estos monumentos esta el embarcadero de ópekkti donde estuvimos un rato mirando los patitos y los cisnes.
Desde aquí, fuimos callejeando hasta llegar a la iglesia de Hallgrimskirkja, símbolo de Reykjavik. Esta iglesia está inspirada en las columnas de basalto abundantes en el país.
Su interior es muy simple y apenas está decorada.
Después de hacernos miles de selfies en la iglesia, fuimos al apartamento para hacer el check- in.
Al igual que el día anterior, no había nadie.
Nos proporcionaron un código por email que abría una caja donde estaban las llaves del apartamento.
Para alojarnos en Reykjavik elegimos una habitación doble con baño compartido muy céntrica que ofrecía aparcamiento gratuito.
Debo indicarles que en Islandia hay muy pocos hoteles y muy pocas opciones de alojamiento con baño privado.
Así que al valorar las opciones de alojamiento a precios asequibles, no tuvimos más remedio que decantamos por elegir habitaciones en apartamentos o casas con baño compartido.
Accedimos a nuestra habitación y tras dejar las maletas, volvimos a la calle para visitar la escultura del Sun Voyager.
Esta escultura creada por Jón Gunnar evoca territorios por descubrir, el progreso y la libertad. Lo que más nos gustó fue que desde allí se veía toda la bahía de Reykjavik.
A la vuelta, fuimos a hacer la compra al supermercado “Bonus”, que estaba al lado del apartamento.
Recomiendo a todos los que viajéis a Islandia, que cuando veáis un supermercado hagáis una compra de agua, leche, verdura, fruta y víveres enlatados puesto que cuando empecéis a hacer ruta en coche habrá días en los que no encontréis un supermercado decente cerca donde adquirir productos frescos.
Igualmente, recomiendo que llevéis una mochila o bolsito nevera con placas de hielo para el transporte de algún producto fresco como leche o yogures.
Por último, fuimos a comprar cena para llevar a un restaurante que había cerca del apartamento.
En la calle Laugavegur hay múltiples opciones para tomar algo o cenar a precios muy asequibles.
Tras llenar el estómago y muy cansados, concluimos la etapa.
Este viaje lo recordarás con mucho cariño seguro. Para mí, tal vez sin ser el más espectacular que he hecho, es de los que más recuerdo. Islandia es preciosa.
Yo el año pasado hice la ring road en 10 días y me dio la sensación de ir corriendo a todos los sitios.
Ya lo puse en otro post cuando volví, para mi mejor dedicar esos días a hacer el sur por ejemplo y verlo bien que no verlo todo con prisas.
Yo este año vuelvo 9 días y voy exclusivamente para hacer solo Highlands
Puedes hacer la ring road en 9 días si te lo planificas bien, viendo casi todo lo que hay que ver, pero es evidente que de forma rápida y sin disfrutar de los lugares. Tú decides, lo más importante está en el sur y el Oeste de la isla, puedes dedicarle los 9 días a esas zonas y disfrutarlas sin tocar el norte ni el oeste.
Un saludo.
Yo también voy 9 días con una camper (la primera semana de octubre) y tengo bastante claro que no haremos la Ring road porque preferimos ir sin prisas y disfrutar. Mi pareja no conduce y hacer tantos kms solo se me va a hacer muy pesado.
Básicamente tengo dos preguntas:
1) ¿Hasta dónde del sur llegar antes de dar media vuelta?
Nuestra idea inicial es ir hasta Stokknes. Más allá creo que nos alejamos demasiados kms para luego volver y no veo ningún otro punto destacado cercano. ¿Me equivoco?
Calculo que en unos 6 días podemos ver más o menos bien todo lo... Leer más ...
Salodari Moderador de Diarios Abr 03, 2009 Mensajes: 10830
Me parece bien planteado, yo haría primero Snaefelsnes y luego la costa sur, mínimo hasta las lagunas glaciares. Si pudieras dedicarle a la península 2 días, mejor (a costa de sacrificar la capital, por ejemplo).