![]() ![]() Respirar y saborear la Toscana. 9 días ✏️ Blogs de Italia
Viaje de 9 días (8 noches) a la Toscana monumental y rural en el mes de Febrero de 2024, visitando ciudades como Pisa, Siena; y poblaciones como San Gimignano, Volterra, Pienza y otras localidades del sur de la Toscana, disfrutando de los paisajes y su gastronomía.Autor: Remonta2018 Fecha creación: ⭐ Puntos: 3.7 (3 Votos) Índice del Diario: Respirar y saborear la Toscana. 9 días
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Etapas 1 a 3, total 11
Los viajes que hemos realizado mi mujer y yo han estado basados, en la mayoría de los casos, en información extraída de las opiniones y consejos de los viajeros de esta web, y siempre nos ha hecho mucha ilusión redactar nuestro propio diario para expresar y compartir nuestras vivencias y sensaciones una vez finalizado. Pues ese momento ha llegado. Antes de nada, decir que, en lo posible, no me extenderé en explicar acontecimientos históricos, salvo en alguna ocasión que me ha parecido que era interesante, ni tampoco en cuestiones artísticas que desconozco, o que están mejor explicados en otros diarios sobre el mismo tema. Eso sí, para los amigos del buen comer y buen beber se dirán cosas interesantes basados en nuestra propia experiencia, para que, si algún día viajáis a la Toscana, os acerquéis y probéis todos los productos de la tierra Toscana que son muchos y de primerísima calidad. No hay nada más que verlos en los mercados o puestos ambulantes: espectaculares. En cuanto a los vinos y demás bebidas también se irá haciendo alguna mención, aunque aquí hay que ir con cuidado, ya que los precios y calidad, en mi opinión, difieren mucho de los nuestros. También hablaré de los apartamentos donde nos alojamos que los hubo muy buenos y a buen precio. Dicho esto, os cuento un par de cosas, y empieza el diario. Salimos de Valencia el día 11 de febrero de 2024 y regresamos el día 19, en total 8 noches. El vuelo sale a las 9’05 h. con llegada al aeropuerto de Pisa (Galileo Galilei) a las 11’00 h. En cuanto a mi nombre de usuario, Remonta18, es el barrio de Valencia donde vivía, situado en los Poblados Marítimos de la Ciudad, que se encuentran a escasos metros de las playas de Valencia. El 18, es el año que me di de alta en esta web. Dicho esto, empezamos. Etapas 1 a 3, total 11
En dos horitas llegamos al aeropuerto de Pisa, recogemos las maletas y nos vamos a Gold Car a por el coche de alquiler, un Lancia Epsilón, de lo más pequeño, pero que se portó como un campeón el tío. Eso sí, tenía el embrague muy largo, y yo acostumbrado al embrague automático, parecía que iba montado en un potro salvaje. Estaba previsto que condujera yo, y al final lo hizo mi mujer. Le cogió el punto enseguida y lo llevó durante todo el viaje.
Como siempre, en la casa de alquiler te venden la cabra del todo riesgo, y al final, ante la incertidumbre que te plantean, lo añades al contrato, pagas y a correr. La aseguradora solo cubre los daños a terceros, no los tuyos propios en caso de accidente. Lo que hace la casa de alquiler, en este caso Gold Car, es ofrecerte un seguro a todo riesgo que cubrir estos daños si los hubiera que incluye la devolución de la fianza completa. Es como si llevaras dos seguros. Nos dan las llaves del vehículo, y vemos que está bastante sucio por dentro. Pasamos del tema y nos vamos. Le daremos una pasadita nosotros en algún momento. En 15 minutos llegamos a Pisa (no hay pérdida), y como no íbamos a dormir aquí, dejamos estacionado el coche en un parking llamado Parcheggio Saba, en la Piazza de Vittorio Emanuele II. Hasta la Piazza dei Miracolo, pero ya sin maletas y el coche a buen recaudo llegas en 20 minutos paseando por las calles de Pisa. Es verdaderamente bonita la plaza, con el Duomo, el Baptisterio y la Torre inclinada que hacen del lugar algo muy especial. Yo me quedo con la Torre de Pisa, es increíble la inclinación que alcanza. Lo típico seria poneros una foto de la Torre y yo con la mano sujetándola, pero no. Va a ser que no. De esas las hay para aburrir por ahí. La plaza no estaba saturada, me imagino debido a la época del año en que nos encontramos. ![]() ![]() Después de hacer unas cuantas fotos para nuestro recuerdo, nos dirigimos a comer. Son las 13 horas, y los italianos comen pronto, no como nosotros. Vamos directamente al restaurante que nos ha recomendado el empleado de Gold Car, un chico que hablaba perfectamente el español. El restaurante está fuera del circuito turístico y lo frecuentan los lugareños. Se llama PRIMO. Sin más. Después de dar algunas vueltas para encontrarlo damos con él. Era, ya os digo, las 13 horas y ya había cola para entrar. Pero tranquilos, la cosa va rápida, la gente come y no hay mucha sobremesa, paga y a trabajar. El sitio, no es un restaurante al uso, es como una casa de comidas que sirven también para llevar. Tienen interior y una terraza en una plaza típicamente italiana, todos apretados pero cada uno a lo suyo. De este lugar os pongo fotos y precios y lo que haga falta. No es un lugar para el que busque exquisiteces, es muy de ir por casa. El sistema es el siguiente: te sientan, marcas en una hoja lo que quieres, pides la bebida y te lo llevan a la mesa. Lo que tiene de particular es que los platos de pasta tienen tres medidas digamos: el plato pequeño, el mediano y el grande. Cada uno con su precio, y puedes elegir las salsas. Yo ya te digo, que me pedí el mediano y no me lo pude acabar. Igual Rosa, mi mujer. Nos pedimos 2 cervezas, yo una copita de vino tinto de la casa, un tiramisú y dos cafés. Total 24 euros. Nos pareció un regalo del cielo. Para mi tenía las tres BBB, que ya sabéis lo que significa.
![]() Después de comer, nos dirigimos al aparcamiento. Pagamos en el cajero automático 11 euros. Teniendo en cuenta que llegaríamos a Pisa sobre las 12 h. y nos fuimos a las 16 h., 4 horitas, no me parece mal precio para ser la ciudad que es. El coche estaba con las maletas en un parking vigilado, a la sombra y fuera de la vista de los “curiosos”. Así que nos pareció bien el precio. Tomamos rumbo hacia el sur, a San Gimignano donde teníamos reservado un apartamento para dos noches. Elegimos la ruta que nos marca el Google Maps y que pasa por Volterra: UN ERROR. Id directos. Según el Google Maps hay 1 hora 18 minutos. Nosotros tardamos tres horas en llegar y con un montón de curvas. Llegamos a San Gimignano sobre las 19 horas, ya de noche, y estacionamos el vehículo en un parking de pago al aire libre dado que era imposible aparcar en la calle. Nos dirigimos al apartamento y nos recibió Fabrizio, el propietario que vive arriba. Nos entrega las llaves, dejamos las maletas y a callejear. Nos sorprendió la poca iluminación que había por las calles.
La verdad es que este pueblo puede ser, sino el más bonito, de los más bonitos que hay en la Toscana. Destacan sus Torres, que se alzan imponentes en la noche, oscuras, eso sí, pero ya las veríamos al día siguientes con la luz del día. Parece que existieron aproximadamente unas 70, aunque en la actualidad quedan en pie alrededor de 15, y representaban el nivel de ostentación de las familias del lugar (a ver quién la construye más alta). San Gimignano es la pequeña Manhattan del medievo. Aquí hay que venir sí o sí. ![]() Estábamos cansados por el madrugón, el vuelo, el viaje en coche y el estrés que genera todo eso y decidimos buscar algún sitio para cenar. No había muchos restaurantes abiertos, pero entramos en la Osteria San Giovanni, en vía San Giovanni, 6, en la calle principal de la localidad. Tabla de embutidos toscanos (Tagliere San Giovanni), ensalada mixta, tres copas de vino, y un par de postres (Millefoglie y Cantucci e Vin Santo). Todo muy bueno, buenas raciones y correcto: 64’50 euros. En la mesa del al lado, para los que son más de carne, sacaron un chuletón que quitaba el hipo.
![]() ![]() Bueno, con esto acaba el día y nos vamos a dormir. Mañana a Volterra. Etapas 1 a 3, total 11
Desayunamos en una cafetería que había abierta en la Piazza Delle Erbe. Qué café y qué bollería, (10€) bien gastados. Además, el lugar bonito y agradable con el sol de la mañana. Para no moverse de allí, pero había que seguir. Visitamos con la luz del día las inmensas Torres, alguna de ellas visitable, la Piazza de la Cisterna, muy bonita y la subida a una pequeña fortaleza. El conjunto es una preciosidad. Íbamos solos. Aún no habían llegado los autobuses con los turistas, por eso es conveniente visitar los sitios, o muy pronto o al atardecer, ya que los turistas llegan sobre las 11 horas y se van los últimos sobre las 19 aproximadamente.
San Gimignano se visita muy bien porque está bien señalizada para los turistas. Solo tienes que seguir las fechas o indicaciones para ver los monumentos y miradores más interesantes. Eso facilita las cosas y no estás dando vueltas de un lado para otro. ![]() ![]() A continuación, no dirigimos a por nuestro pequeño coche que estaba estacionado, como dije, en un parking (hay varios y están numerados), y con destino a Volterra. El aparcamiento costó 15€ toda la noche. Llegamos a Volterra sobre las 11 horas, y la verdad es que no había nadie por la calle. Dimos un paseo por la población. Se trata de una población amurallada y que fue un núcleo de resistencia frente a los nazis, siendo liberada por los soldados aliados en 9 de julio de 1944 como indica una placa en una de las puertas del acceso a la ciudad. Tiene unas ruinas romanas, con su anfiteatro y foro. No es necesario pagar la entrada para ver el yacimiento ya que se puede ver desde distintas zonas de la población y hacer unas bonitas fotos. También es interesante visitar el Duomo y su Baptisterio, muy bonitos. ![]() Una vez realizada la visita, que nos llevó un par de horas, se nos hizo la hora de comer. Empezaba a llegar gente a Volterra en oleadas, y como se estaba haciendo la hora de comer, mientras paseábamos por la población, íbamos mirando restaurante. Entre que unos no nos gustaban, y otros que estaban ya llenos, decidimos coger carretera y comer donde nos pillara.
Al salir de Volterra, a 12 kms., pasamos por un pueblo llamado Castello de San Gimignano, y dijimos aquí comemos. Entramos en un restaurante junto a la carretera llamado Tri Archi (tres arcos): ensalada Frutti Di Mare, la consabida tabla de embutidos y quesos del lugar y raviolis. Pedimos dos cervezas (tercios), dos o tres copas de vino blanco de la variedad Vernaccia, pan y café. La Vernaccia es una variedad de vino autóctona de la toscana, y más concretamente de la zona donde nos encontrábamos. En serio, muy bueno, nos encantó. Lo he buscado en España, pero no lo he encontrado, así que si vais aprovechad porque es un buen vino y no es caro. En definitiva, cominos en un sitio agradable, el camarero atento y esforzándose (como la mayoría) y al final de la película 64 €. Valió la pena. ![]() ![]() Después de comer regresamos a San Gimignano y estuvimos paseando por allí, cosa que no aburre porque es un pueblo que está genial. Aún quedaban algunos turistas que fueron difuminándose conforme pasaba la tarde. Nos sentamos en una terracita y nos tomamos el correspondiente limonchelo y una copa de Amaro (bebida típica italiana), que a mi particularmente me gusta. Allí es el mejor sitio para tomárselo rodeado de monumentos maravillosos. Una gozada, la verdad. Como no teníamos mucha gana de cenar, decidimos tomarnos un helado en una heladería en la plaza de la Cisterna. Llovía. Al rato nos fuimos al apartamento a descansar que al día siguiente nos esperaba la Toscana de los cipreses y las lomas, y de las carreteras con curvas, pero como era invierno te encuentras con poco tráfico. Etapas 1 a 3, total 11
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