USA De Washington a San Francisco ✏️ Blogs de USA

Más paseos por el loop descubriendo nuevas esquinas nuevos rascacielos o los mismos desde otras perspectivas. Espero no cansaros con las fotos.
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Metro al norte, hacia Lincoln Park, desde donde hay otra perspectiva genial de la city, más playa, enormes puertos deportivos abarrotados de yates y más Chicagoeans practicando deporte.

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Al atardecer volvimos a Millennium Park a disfrutar la actuación de Abba (cuarteto de cuerda, no los suecos de Waterloo).

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Beber alcohol es complicado en este país. No abundan las tiendas donde se vende (nunca en las tipicas cadenas de comida rápida o los típicos super tipo CVS, Seven 11,... A mí, empedernido bebedor de cerveza, me va a salir la Cocacola por las orejas, que es con lo único que me atrevo pues beben unas cosas tan raras esta gente. Mi inglés es manifiestamente mejorable, aviso, y gracias a eso y a que a veces le echo algo de morro, me suceden algunas anécdotas, digamos, curiosas.
Antes de comenzar la actuación de Abba, una agradable señora subió al escenario para comentar la jugada y Marga, fiel compañera de fatigas a la que llevaba media tarde contándole mis ansias de una cervecita fría fría que no encontrábamos por ningún lado, me tradujo la parte esencial del speech: “dijo que en esa carpa venden cerveza, sangría y cosas para picar”. Aún no había acabado de hablar y yo ya estaba sumergido el complejo proceso de compra de una simple cerveza: policía a la entrada de la carpa que me mira raro, 20 dependientes sonrisa americana y yo como único cliente, 3 marcas que no conocía, precio alto: 6$, me dirijo al primero y le pido en mi macarrónico inglés: “wuan bier plis”, corroborando con mi dedito que sólo quería una. Todo parecía sencillo y que la cosa iba bien. Pero la cosa empieza a complicarse cuando en vez de ponerme la cerveza me larga una de esas largas frases ininteligibles para mí del tipo: “inchgüeargouchumastditanzrougg....”, recurro a mi típico: “aidonandestein, aidoneespikinglish” y sonrío, insiste: “inchgüeargouchumastditanzrougg....”, vuelvo a sonreir y saco un billete de 10 $ porque caigo en que es posible que aquí la cosa vaya de pagar antes de servir. No es eso. Insiste el rubito, le pido lentitud: “eslowli, plis”, y aplico mi oreja a tope. Me parece entonces entender algo así como “tuenti guan”. Caigo entonces en la cuenta de que el joven pretende cerciorarse de que cumplo el requisito de edad para poder tomar alcohol. Aunque todo el mundo me dice que me conservo muy bien y no me creen que ya haya cumplido los 50, es evidente que tengo más de 21 añitos y no me creo que ese sea el problema que me separa de mi anhelada cerveza. Me río, intento decirle que ya cumplí los cincuenta pero sólo se me viene “fiftín” a la cabeza,... imposible indicar 50 con los dedos,... escribo un clarísimo 50 con mi dedo en el mostrador de madera, intento bromear intentando decir algo como que dadas las circustancias que no me importaría ir a la carcel por beber alcohol sin tener la edad: “Ai prefer tu gou tu de jail for tu bi jaung”, o algo así. El tipo, claro, ni flowers. Yo sonrio, el sonrie, otros, ociosos, que se suman al dueto también sonríen, todos sonreimos pero no avanzamos porque nadie me da mi cerveza. Uno de los recién llegados dice algo que me suena a “pasport”. Claro, el pasaporte, ¿cómo no se me había ocurrido sacar el pasaporte parra tomarme una cerveza? Saco mi recien estrenado pasaporte especial USA y el campeón tiene los santos huevos de comprobar mi fecha de nacimiento y poner cara de “tenía que hacerlo, amigo”, mientras me estigmatizaba ciñéndome en la muñeca una pulserita fucsia que gritaba: “ahí va un vicioso de más de 21 años que quiere beberse una cervecita”. El resto fué mas sencillo, a pesar de tener que repetir la marca de la cerveza que tanto a él como a mí, claro está, ya se nos había olvidado.

Paseo para hacer unas fotos nocturnas y pa casita.

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Es duro mantener un diario al mismo tiempo que se realiza el viaje. Aprovecho las esperas y viajes en tren y avión para ir escribiendo, pero ahora que empezamos la turné en coche por el Oeste no se si podré mantenerlo más o menos al día.

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Vuelos Chicago - Denver - Jackson Hole
Nunca corrimos tanto por un aeropuerto.
9,10: Tranquilos en el metro, camino del aeropuerto de Midway, observando con pena como Chicago se aleja definitivamente. Tenemos más de 2 horas de margen para relajarnos en el aeropuerto escribiendo el diario. Cuando estamos llegando sacamos el papelito de la maleta para comprobar la terminal del vuelo y... ¡Manda carallo! Había mirado mal los horarios y confundí el vuelo de Chicago con el de Denver. Tenemos menos de 40 minutos para encontrar el mostrador, facturar, pasar los controles, embarcar... El corazón a tope. Las maletas no pesan. Volamos por los largos pasillos de aeropuerto. Llegamos a los mostradores de Frontier Airlines cuando estaba a punto de cerrar el mostrador. Casi besamos al operario cuando nos cobró 30 $ por las maletas. Algo más tranquilos después de facturar, nos encontramos con una cola inmensa para pasar el control mientras se oía el último aviso para nuestro vuelo en los altavoces del aeropuerto. Vuelven los nervios. Nos separan y mi cola se ralentiza. Cuando por fin paso el control, ya no me calzo y corro descalzo hasta llegar al avión. La próxima vez miraré con más calma los horarios de los vuelos. El continúo cambio de hora genera estos despistes.
Más carreras en el enlace en Denver. Enlace muy justo. Ni un minuto parpa mear o tomar un tranquilo café.
Embarcamos en un bimotor de hélice para hacer el vuelo sobre las Rocosas nevadas a Jackson. El final del trayecto bastante ajetreado por las turbulencias, algo que debe de ser muy habitual porque el avión llevaba bolsitas preparadas para echar la pota.

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Grand Teton

Recogemos de nuestro Nissan Sentra que nos acompañará los próximos 13 días -con matrícula AERO 684 sólo en la parte trasera, para nuestro desconcierto (¡es de Arizona!), en el pequeñísimo y espectacular aeropuerto de Jackson Hole y rumbo al Teton. Pillamos nuestro pase anual para Parques Nacionales por 80$ (¿No habría sido mejor pillar 2 semanales por 50 $? pensamos demasiado tarde) y dedicamos la tarde a recorrer el parque sin adentrarnos demasiado en los senderos que ascendían hacia las montañas. Subimos hacia el norte por la carretera de los lagos y bajamos por la del río Snake siemre paralelos a las espectaculares montañas del Grand Teton. A cada parada para contemplar el paisaje, legiones de mosquitos se ceban en nosotros. Cuando sacamos nuestro Relec espantamosquitos, ya era demasiado tarde. 3 días después, escribiendo este diario mientras bajamos por la 15 desde Idaho Falls hacia Bryce Canyon, aún nos estamos rascando.

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Llegamos a Jackson, típico pueblo que te esperarías encontrar en el Oeste, repleto de Harleys, cada una con su personaje encima, y algún que otro cowboy. Noche en Motel 6, hasta ahora lo más cutre que nos encontramos, tipo Etap en Francia, de hecho son de la misma cadena.

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A pesar de haber estado recientemenete en Islandia y en los Alpes, donde algunos paisajes son muy similares, los parques de El Grand Teton y Yellowstone nos parecieron alucinantes. Además estamos teniendo mucha suerte con el tiempo y como ayer en el Grand Teton, hoy amaneció un día ideal para visitar los parques naturales. Desde Jackson hay que atravesar el GT para entar por la puerta sur de Yellowstone.

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El 1er punto importante que visitamos fue el Old Faithful. Yo no soy mucho de geyseres, no me parecen especialmente bellos y este, en las 2 erupciones que presenciamos, no fue tan espectacula como cabría suponer por la gran cantidad de público expectante que se congrera para cada actuación del Viejo Fiel (cada hora y meda +/-).

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Lo que sí me sorprendieron, tanto en esta zona y en todas las demás similares del parque, fueron los extraordinarios colores de las "Basins" y de las caprichosas figuras que los sedimentos minerales disueltos en las aguas volcánicas van dibujando sobre las rocas que las rodean.

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Desde la zona del Old Faithful nos fuímos al Grand Prysmatic, enorme "basin" de espectaculares colores al que le teníamos muchas ganas por una fotografía del libro de Yann Arthus Bertrand "La Tierra desde El Cielo". No nos decepcionó en absoluto.

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En el sentido de las agujas del reloj nos dirigimos por el Loop Sur hacia el Gran Cañón de Yellowstone. Sin ninguna referencia previa me quedé acojonado con la belleza y espectacularidad de este profundo cañón de más de 300 metros de profundidad. Por fin supe el porqué del nombre del parque.

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Destacar la altura y el caudal de las Lower Falls, una pena que una tormenta nubló la tarde apagando los colores del cañón. Tanto nos gustó que decidimos rehacer la ruta prevista para volver al día siguiente.

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La tormenta nos acompañó el resto de la tarde y desde el cañón enfilamos hacia nuestro hotel en Gardiner, puerta de North Yellowstone, via Norris. Como ya habíamos leído, las Mammoth Hot Springs están escasas de agua aunque la media docena de zonas que la mantienen son suficientes para justificar la visita.Además, la luz gris de la tarde de tormenta las sumergía en una atmósfera especial.

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Naturaleza salvaje a pie de carretera. Aprovecho el momento, pues me sorprendió mucho que había una pista para recorrer las Mammoth Hot Springs, para señalar lo accesible y perfectamente organizados que están estos parques naturales para poder recorrerlos y disfrutarlos sin bajarse de un automóvil. Para mí es cómodo pero se siente la naturaleza de una forma demasiado civilizada.

La tarde aún nos tenía reservada una última sorpresa. Llegando a la entrada norte de parque, la más historiada (con su arquito de piedra y sus verjas) de las 3 que atravesamos, un espectacular arcoiris doble hacía las veces de majestuosa puerta de Yellowstone.

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Ocaso rosa en Gardiner, ya en el estado de Montana, rica hamburguesa de búfalo en un "take away" y noche en el Travelodge, infinitamente mejor que el Motel 6 de Jackson.

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