INDIA EN 7 SEMANAS ✏️ Blogs de India

20/01/10
Empezamos el día en la carretera, esta vez es perfecta sin casi tráfico y el asfalto bien tirado sin sobresaltos. El viaje va a durar unas 5h y como casi todos los días empezamos a ver distintos tipos de animales y pájaros, hoy nos han sorprendido una manada de buitres carroñeros gigantes, a los camellos, ciervos y antílopes ya nos vamos acostumbrando ya que hay bastantes en Rajasthan, de todos modos sigue siendo una gozada coger el coche y estar de safari al mismo tiempo. El paisaje se hace cada vez más plano y seco, casi sin población en la gran mayoría de los kilometros que recorremos, únicamente hay varios pueblos donde se concentra la vida, la gente del campo casi ha desaparecido por la falta de agua y no poder cultivar, el desierto empieza a hacerse camino en las secas llanuras del Rajasthan.
Llegamos a Jaisalmer con el propósito de pasar la noche en las dunas del desierto montados en camellos, Lakhan nos propuso coger alojamiento para el día siguiente en Jaisalmer y más tarde nos condujo al poblado de Khuri a unos 45km. El trayecto se hizo corto por una carretera muy estrecha pero sin apenas tráfico, y vistas panorámicas al Fuerte de Jaisalmer.
Khuri es un poblado de calles arenosas sin asfaltar, casas hechas de tierra con tejados de ramas, población autóctona que habla su propia lengua, la vegetación es desértica, animales por las calles, vacas, camellos, perros, pavos reales y unas imponentes dunas como panorámica.
Lakhan nos lleva a la casa de unos conocidos suyos donde nos explican en que consiste la excursión en camello, y nos dan opciones por si queremos dormir en el desierto rodeados de dunas o en su casa. A pesar de que por las noches hace algo de frío, nos decidimos a pasar la noche en desierto ya que a eso hemos venido, nos proporcionan toda la comida, bebidas y esta noche viene un grupo a tocar música popular alrededor de una hoguera, veremos...
Empieza la cabalgata de los reyes magos, las sensaciones encima del camello son autenticas, también gracias al paisaje que nos rodea por todas partes con la vegetación desértica y las dunas.Vamos al paso y también al trote por las dunas, es una experiencia única. Estuvimos casi 3h desde Khuri hasta varios poblados más por los que pasamos, descansamos en las dunas, vimos el sunset perfecto y nos llevaron de vuelta a la casa, ya con la chaqueta de plumas puesta, para proporcionarnos la cena, una experiencia genial la cabalgata con los camellos, el mío andaba un poco suelto, dándole al paseo un olor especial.
Cuando llegamos a casa de nuestro anfitrión, ya estaba el grupo musical o banda de trotamúsicos gitanos de la zona, con sus sonidos y sus cantinelas, hablaban en su idioma local por lo que ni Lakhan sabía de que iba el tema. Compartimos la noche con una familia de Mumbai que estaba de vacaciones. Y ya con la comida encima de la mesa, todo a estilo poblado, sentados en colchonetas en el suelo y alrededor de la hoguera empezaron los bailes típicos y las risas del incombustible Lakhan. Fue una velada divertida donde Cathrin como siempre fue “obligada” a bailar, y como no se le da nada mal la familia de Mumbai empezó a piropearla, diciéndole que si bailaba mejor que la bailarina que si patatín que si patatan, de aquí a Bollybood.
Ya con el estomago lleno vamos camino de las dunas a pasar la noche. Nos han preparado unas tiendas de campaña rusticas bajo el cielo con sus cientos de estrellas, menudo techo tenemos hoy, IMPRESIONANTE. Después de más risas y de momentos mágicos, vamos a intentar dormir. La brisa nos confunde todo el tiempo, creemos que vienen camellos salvajes, pero al cabo de un rato ya estamos completamente dormidos, mañana cuando nos levantemos veremos la salida del sol.
Buenas noches ***

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21/01/10
Empezamos el día a las 7h cuando las voces de los trabajadores de nuestro anfitrión nos despiertan para que no nos perdamos la salida del sol. Todavía con las caras de sueño empezamos a subir por las dunas para encontrar el sitio perfecto, el momento se hizo esperar pero fue un momento mágico ver, nosotros dos solos en la inmensidad del desierto, la salida del sol prácticamente desde el mismo lugar donde lo despedimos el día anterior.
Cuando volvimos el staff ya había recogido las tiendas y nos condujeron a la casa para tomar el desayuno.
Lakhan nos propuso ir a Jaisalmer para arreglarnos en el hotel, descansar un poco y salir a ver el fuerte. Así lo hicimos y después de unas horas estábamos caminando por las estrechas calles de una especie de ciudadela con sus callejuelas estrechas, templos, casas, tiendecillas y restaurantes donde vive el 25% de Jaisalmer y se puede encontrar casi de todo. Fue una autentica pasada la visita, ya que la estrechez de las calles hacía que hubiese sombra y una brisa que hacia que aún estando a más de 30º se paseara de forma muy agradable.
Por primera vez en el viaje tiramos de Lonely Planet para comer, acertamos de lleno con un restaurante italiano que se llama Little Italy, en la misma entrada de la ciudadela, y también por primera vez pedimos comida que no fuese india. Comimos en un balcón-ventana que daba justo a la entrada principal y sentados en colchones con las mesas bajas, sin palabras. Por cierto las pizzas y los canelones vegetarianos de lujo ( pizzas 120 INR canelones 170 INR – 1€=65INR)
Seguimos con la visita por la ciudadela, ya que solo pasear por sus callejuelas te transporta a la antigüedad. Hablando con la gente nos recomiendan ir al lago Gadi Sagar. Falto tiempo para coger el móvil y llamar a Lakhan, que aunque le habíamos dado el día libre, estaba deseoso que le llamásemos. Después de unas compras y 15 min ya nos esperaba sonriente.
En el lago sacamos unas fotillos y se nos hizo la hora de cenar. Lakhan nos recomendó el Trio, y para allí que fuimos. El Trio resultó ser un restaurante en la terraza del último piso fuera de la ciudadela, pero con unas vistas envidiables de ella, la comida hindú un 10 y el precio ni hablar, barato, barato...
Paseo hasta el hotel y alarmas temprano, a las 5:45, mañana toca la etapa reina del Rajasthan, Tata Indica DLS con Lakhan a los mandos desde Jaisalmer a Ranakpur de 500km con salida a las 6h y 9h de trayecto.
Buenas noches !!!

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22/01/10
Las 6 de la mañana son muy oscuras en tierras indias, poco tráfico y el sueño nos puede en los primeros km. El primer pit-stop lo hacemos en un puesto de carretera y nos pedimos las famosas pakoras, todo tipo de verduras rebozadas y fritas en aceite, con salsa agripicante están para chuparse los dedos.
Seguimos nuestro camino y el Tata empieza a dar los primeros signos de debilidad, abrimos el capó y el líquido refrigerante de color verde fosforito aparece fuera de su recipiente, alguna perdida tenemos. El rellenado con agua de grifo no me deja muy tranquilo, ya que los indicadores del Tata, tanto el velocímetro, como la temperatura no funcionan del todo bien, el Tata va frío según el indicador con 35º la sombra y el velocímetro marca 100kmh cuando no vamos ni a 40kmh, estos coches indios...
No hubo que hacer más apaños y el Tata respondió bien al agua de grifo. La carretera fue tranquila hasta que llegamos a Pali, allí en la high way 14 dirección Mumbai nos esperaban cientos de camiones y un calor asfixiante durante 70km. Gracias a que Lakhan es un buen conductor vamos muy tranquilos, pero ver a los camioneros hacer de las suyas es de película de terror.
La carretera a la izquierda desde la 14 hacia Ranakpur nos llevará durante 45km con poco transito, pero no sin sobresaltos. Pasando un poblado a un personaje en moto con su mujer y sus dos niños le debió de sonar el móvil y estaba conduciendo directamente a 30kmh hacia nosotros con toda su familia, Lakhan prácticamente parado, pitando y gritando sus plegarias al personaje evita lo inevitable, No acaba aquí la cosa, después de unos bachecillos sentimos que el Tata va pinchado, bajamos a comprobar y la rueda esta prácticamente desintegrada, como si hubiese reventado, a otra rueda de la parte delantera se le ven los hierrecillos, como si hubiésemos pisado cuchillos. Ponemos la de repuesto en la desintegrada y a 2km cambiamos las dos cubiertas. Solo estamos a 8km de Ranakpur, que alivio...
El hotel que ha elegido Lakhan en medio de la jungla, esta muy chulo, son tiendas de campamento gigantes con un baño fijo, otra experiencia más. Montones de loros, pájaros carpinteros, sonidos y gente diferente son nuestras primeras impresiones.
A la prisa dejamos el hotel y nos vamos a ver un Jain Temple dedicado al dios Adinath de unos 650 años, que esta hecho de mármol blanco y su particularidad es que tiene 29 halls sustentados por 1444 columnas esculpidas todas de manera diferente. Silencio en la belleza es lo que se me ocurre para describir las sensaciones, muy diferente a tantos y tantos templos que hemos visitado, uno de los más bonitos sin duda.
Lakhan nos propone ir por un sendero para llegar a un lago en el que supuestamente hay cocodrilos. Después de la caminata y preguntando a la humilde gente que vive en la orilla del lago en sus casas hechas de ramas y hojas, la vista no nos alcanza a ver si están o no donde ellos nos dicen, por lo cual, nos dejamos de buscar los lagartos. Una mujer con la que Lakhan ha estado hablando que se dedica a la agricultura y tiene un par de cabras nos invita a tomar te indio en su casa de 4x4. Después de ordeñar la cabra, allí estamos todos en el suelo con el fuego, el chai y las traducciones de Lakhan.
Ha sido un día duro, pero nosotros disfrutamos mientras otros sobreviven en muy malas condiciones.
Mañana Kumbalgarh, y carretera de jungla hasta llegar a Udaipur...

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