Idioma: English Español
Mostrar/Ocultar Blogs / Diarios
Mostrar/Ocultar Fotos / Pics
Blogs 
365 Horas en Peru

365 Horas en Peru ✏️ Blogs de Peru Peru

365 HORAS EN PERU PROLOGO Cuando a uno le hablan de Perú, o comenta que quiere visitar este país andino, la primera respuesta del interlocutor es exclamar: ¡Ah, el Machu-Pichu!. Confieso que yo también pensaba lo mismo que Perú era el Machu-Pichu y cuatro piedras más, todas ellas mezcladas con trajes típicos y estereotipos andinos vistos una y otra vez en cualquier televisión. Pero no, Perú tiene miles de encantos más, que abarcan desde todas las culturas preincas, los Moches, los Chavines, los Waris y que son tanto o más interesantes que la de los Incas, hasta las tribus que aún hoy en día viven dentro del lago sagrado Titicaca, en islas flotantes artificiales construidas por ellos mismos, desiertos, leyendas y misterios, artesanía, construcciones que siguen guardando un aire colonial, la amabilidad de sus gentes, su gastronomía riquisima en variedad y sobre todo, el placer de caminar entre los Andes, unas montañas rodeadas de un cierto aire místico y esotérico. Recorrer las calles de Cuzco, con sus lugares coloniales y algunos rincones con atisbos bohemios, los paisajes verdes de Arequipa, las líneas misteriosas de Nazca, o el bullicio de Lima, es una experiencia, un viaje que recomiendo a todo el mundo. En Perú el viajero siempre es recibido con una franca sonrisa, y aún que uno este a miles de kilómetros de su ciudad, la sensación de estar como en casa, es algo que se nota en cada lugar que se visita. Antes de emprender cualquier viaje la mayoría de nosotros, solemos comprarnos una guía del viajero, para con más o menos acierto saber algo más del lugar al que viajamos y tener unos mínimos conocimientos de que o cuales lugares merecen la pena visitar. Pero lo que ninguna guía proporciona es la visión de un simple turista en el viaje, el contacto con sus gentes, sus comentarios, el comentario de los guías, sus vivencias, sus sorpresas, sus dudas y los contrastes que encontramos con el lugar de donde venimos. Sin olvidar la historia, su historia, y que de modo ameno e intentado aprender y contar después. Eso he pretendido reflejar yo: el simple y quizás muy metódico reflejo de mis 17 días de viaje, para que cualquier persona, pueda hacerse una muy fiel realidad de lo que se va a encontrar desde el mismo momento en que se embarque en el avión. Que propina dar, que lugares se visitan y por que, que comer, como funcionan los servicios públicos, que contratiempos se pueden encontrar, que comprar, por que visitar algunas ruinas y porque otras no, que no debe hacerse nunca, que opinan los Peruanos sobre su la política de su país…Así nos lo han contado y así lo he reflejado. Así lo he visto y así lo transmito…Mi cuaderno de bitácora particular. Ahora cuando hablo de Perú, opino que el Machu-Pichu es tan solo una de las maravillas que merecen la pena visitar.
Autor: Lwrence  Fecha creación:  Puntos: 4.4 (9 Votos)
Etapas 1 a 3,  total 6
 1  2  siguiente siguiente

Lima-Ica-Nazca

Lima-Ica-Nazca


Localización: Peru Peru Fecha creación: 14/11/2007 11:44 Puntos: 5 (1 Votos)
DIA 1º DOMINGO 06-07-03 BARCELONA-LIMA

A las 6 de la mañana sonó el despertador. En otra ocasión quizá nos habría costado más él levantarnos, pero lo que tanto tiempo estuvimos esperando, ya se estaba acercando; la hora de partir al otro lado del Atlántico, a miles de Kilómetros de distancia y a unas vacaciones con aire de semi-aventura. Los nervios de los últimos instantes, revisar que este todo, que no falte nada en las maletas, etc. y a las 7 menos 5 de la mañana Tomás, ya nos estaba llevando hacia el aeropuerto.

El vuelo de Iberia 6651 tenia prevista su salida a las 09.55 horas, o sea que llegamos con el suficiente tiempo como para facturar el equipaje sin problemas y para gastar los últimos euros que llevábamos encima en una cafetería del aeropuerto desayunando.

En la sala de embarque nos dimos cuenta que en nuestro vuelo también viajaba personas con destino a Caracas, Buenos Aires, Miami, y que en el de Barcelona a Madrid nos juntaban a todos y ya en la capital nos distribuían a cada uno en su avión correspondiente.

Salimos puntuales y a las 11 y poco más ya estabamos sentados en la sala de espera del aeropuerto de Madrid, esperando embarcar ya con destino Lima.
A las 12 y 15 minutos cruzamos el umbral del embarque y con unos autobuses nos llevaron al avión. Era un aparato enorme, con 3 filas de asientos, de 3 en cada una de las ventanas y de 4 en el medio.
A nosotros nos tocaron los asientos en la fila del medio, en la parte media del avión, justo al lado de los baños.

Encarna iba al lado del pasillo, yo a su lado y a mi derecha se sentó una chica que tan solo unos 30 minutos antes de aterrizar, me puse a hablar con ella.
El viaje se hizo eterno; 12 horas dentro de una avión con tan poco espacio para moverse, se le hace a uno exagerado. Nos dieron de comer, de cenar, tuvimos tiempo de ver 3 películas, de leer, de dormir y hasta de aburrirnos.

Cuando ya estabamos a punto de llegar, entable conversación con mi compañera de al lado, una chica Peruana, que había ido a Barcelona por trabajo. Era muy joven y me estuvo contando cosas de Perú. Yo lógicamente le pregunte todas las mil y una dudas que tenia; sobre el mal de altura, sobre los sitios que ver, seguridad, etc. y bueno más o menos me respondió lo mismo que ya sabia o había leído en otros lugares.

A la 1 de la madrugada en España, 6 de la tarde en Lima, desembarcamos del avión.
Recuerdo que al pisar por primera vez suelo firme, aunque fuera el de un aeropuerto, me invadió una especie de alegria-excitación, por haber llegado, y sobre todo por que ahora si, que estaba ya en Perú.

Perú posee una extensión de 2 veces y ½ la de España; limita al norte con Ecuador, Colombia, Brasil por el este y por el sur Bolivia y Argentina.
Ahora nos encontrábamos en la estación seca, pero era Invierno; la estación lluviosa se corresponde a la de su verano. Siempre al revés que en España.

La noche caía sobre Lima, puesto que aquí anochece muy pronto. A las 6 en Invierno( puesto que en Perú, ahora es invierno) y sobre las 7 en verano. No disfrutan de tantas horas de sol como nosotros, lo que resulta curioso en el país donde alguna de sus antiguas civilizaciones, fueron adoradores del Sol.

Tuvimos que pasar primero el control de migración, donde un funcionario, después de guardar unos 15 minutos de cola, nos pregunto que cuanto tiempo nos pensábamos quedar en su país, le respondimos que tan solo 18 idas y él nos dio un papel con 2 sellos donde ponía un máximo de estancia de tan solo 60 días.

Si uno quiere quedarse más días, tiene luego que irse a la embajada, o a inmigración o salir y volver a entrar, por ejemplo por la zona del altiplano, donde no se es tan estricto en los controles.
Pasamos el control y al salir para ir a buscar las maletas, una azafata nos dio un folleto publicitario de las tiendas del aeropuerto (Aldeasa), que hacían unas ofertas especiales. Fue lo primero que nos regalaron en Perú.

Tuvimos que esperar poco las maletas, y estas aparecieron casi seguidas. Las cargamos en un carrito, y nos disponíamos ya a salir del aeropuerto. Siguiendo por un pasillo con un montón de gente al fondo, con carteles con nombres de personas, o agencias de turismo, realmente, había muchísima gente, pero en el lateral a mi izquierda, aviste mi nombre en un cartel: ESTELLA LORENZO, ponía, además de otros nombres; me acerque a la chica, le hice una señal, y ella al llegar ya al final del pasillo, vino a nosotros y nos pidió que esperásemos ahí, que faltaban más personas.

Mientras esperábamos, Encarna cambio los primeros dólares por nuevos soles, en una agencia del aeropuerto. Cosa que si se puede no debe hacerse. El cambio es peor. Por un dólar nos dieron 3.40 pesos cuando lo normal era un 3.45 o a veces algo más.

Al cabo de unos minutos nuestro “enlace” ya vino, se presento como Sandy, una chica que nos acompañaría bastantes veces por los traslados en Lima. Era joven, muy guapa y con una amplia sonrisa, el pelo recogido y vistiendo muy juvenil, maquillada como casi todas las mujeres que hemos conocido en Perú.

Salimos del edificio con otra pareja más y nos fuimos hacia el aparcamiento del aeropuerto. Infinidad de taxis, se ofrecían para llevarnos y de personas para llevarnos las maletas; aquello era un hormiguero de personas, con un griterío tremendo.

Nos subimos en el coche que era una especia de mini-bus para 8-10 personas y con el chofer, Sandy, una pareja de Mallorquines y otra chica más, salimos ya hacia el hotel.
El aeropuerto de Lima, esta en la zona conocida como El Callao, nombre también del famoso puerto del Callao, situado a unos 14 Klms del centro de Lima, aunque desde el aeropuerto hasta el centro, a uno ya le parece que esta dentro de la misma ciudad, y así es. Esta zona no es que sea muy atractiva ni mucho menos segura por lo cual no es muy aconsejable pasear por la noche y mucho menos solo.
La primera impresión de Lima, fue la de una ciudad extensísima, y triste, con poca luz, poca iluminación municipal, pero como íbamos atentos a lo que nos contaba Sandy, tampoco pudimos prestar mucha atención.

Cuando la chica que iba y que creo que era conocida del chofer se bajó, Sandy, nuestra guía nos comenzó a explicar la ruta que iban a hacer la pareja de mallorquines. Ellos hacia lo mismo que nosotros pero menos días. Luego empezó a repasar la nuestra y nos dio los “Vauchers”. ( Los vales de los servicios).

A nuestro lado circulaban innumerables “combis”, pequeños autobuses urbanos de 10-15 plazas sentadas pero que alguna vez los hemos visto con más del doble, abarrotados. En la puerta de cada “combi” una persona va gritando las calles o zonas por las que pasa, además llevan escrito en los laterales el nombre de las principales calles por las que circula, y uno se sube, en función de sí le interesa claro esta, aunque los aspectos de estos vehículos, no son muy tranquilizantes. Hemos visto combis, con los vidrios rotos y parcheados con cinta adhesiva y con abolladuras por todas partes.

Después de dejar a la otra pareja, llegamos a nuestro Hotel. Posada del Inca Miraflores.
Perú esta como dividida por 3 tipos de zonas y climas y Lima, esta dentro de lo que se denominaría clima de la costa, con una temperatura media en Lima de 15 grados en Julio pero con mucha humedad. Las otras zonas son las de la Selva y la Sierra.

El hotel se encuentra en unos de los mejores barrios de Lima, el barrio de Miraflores, en la calle Alcanfores 329, y que está paralela a la avenida Larco, principal travesía del sector. El barrio de Miraflores esta a 8 Km del centro de Lima y es el barrio más turístico y comercial y por ende, uno de los más seguros. Hasta 1940 fue una comunidad playera separada de la capital por un montón de campos. En Miraflores están la mayoría de bares y restaurantes y sus precios son un poco más caros que en otras partes de Lima, además el echo de ser uno de los pocos barrios con vistas al mar, le da un toque especial.
San Isidro esta considerado como la zona más elitista de la ciudad y congrega toda la actividad financiera y unos hoteles de super lujo; su poca presencia de tiendas, no le da la popularidad que tienen otras zonas, aún que esta sea más señorial. El otro barrio importante es el de Barranco que esta situado junto al de Miraflores y también goza de salida al mar.

Nuestra habitación estaba en el piso 11 y era inmensísima, con 2 habitaciones y 2 camas de matrimonio, televisor en cada una y mini-bar. 2 baños. Vamos que era mucho mejor de lo imaginado.
Eso si las vistas desde la habitación, no eran acordes con ella, poca luz en el exterior, y penumbra en las calles.

No hicimos nada más ese día, el cansancio, hacia mella en nosotros y tan solo abrimos las maletas, para sacar las cuatro cosas más necesarias, zapeamos un poco el televisor con un montón de canales, y a dormir…Eran las 8.30 de la noche en Lima, pero para nosotros aún eran 3.30 de la madrugada.

DIA 2º LUNES 07-07-03 LIMA

Mi primera noche en Lima, fue un poco rara, me costo mucho dormir y me desperté bastantes veces por la noche, supongo que el “jet lag” estaba haciendo efecto y mi cuerpo aún estaba con el horario europeo, puesto que solo hasta las 3.30 horas de la noche Limeña, dormí más o menos bien, luego ya tan solo con cabezadas y a ratos. Me levante varias veces a ver las vistas del hotel. Finalmente cerca de las 7 y algo de la mañana nos levantamos para bajar a desayunar.

El día amanecía semi gris, con sol pero con esa neblina eterna que cubre la ciudad desde mayo a octubre y que los nativos del lugar la llaman “Garúa”. Da la impresión de que sé esta en Londres, por la tristeza del día, menos mal que uno se habitúa y además en Lima tampoco estuvimos tantos días.
El desayuno del hotel era super abundante, un buffet libre donde había zumos naturales de naranja, piña y mango, mucha fruta troceada para comer, cereales de varios tipos, rebanadas de pan de molde, beicon, salchichas, huevos revueltos, tortitas, pastas, pasteles, y como no, infusiones de todo tipo, café, leche y el famosisimo mate de coca.

Como no habíamos cenado, nos pusimos las botas en el desayuno, mientras escuchábamos la Cnn en castellano por el televisor.
Salimos a la calle a esperar que nos vinieran a buscar y mientras Encarna se fue hacia una esquina de la calle, para ver un quiosco de prensa, yo me quede hablando con el guardia de seguridad del hotel.
Era un chico joven, de la ciudad de Puno, su nombre era Hugo y parecía muy simpático. Me choco que llevara pistola y aún más que hubiera un guardia en el hotel, pero él me aclara que por seguridad, todos los hoteles tenían su sistema de vigilancia. Le pregunte por algún sitio para salir por la noche y él me indica un centro comercial llamado LARCO MAR, que se había inaugurado hace poco y que estaba al final de la avenida Larco, avenida que casi hacia esquina con la calle del hotel.
A las 9 en punto nos vinieron a buscar para realizar lo que se llama el “City tour” por la ciudad de Lima.

Nuestro guía se llamaba Rodolfo y era muy bromista, debía de tener cerca de los 50 años, moreno, de constitución fuerte, con una cazadora de piel y con gafas, fue el guía de más edad que vimos con los grupos de turistas que nos íbamos encontrando por Lima y siempre tenia un chiste en sus labios; Además en el bus de la excursión venia una pareja de Bello horizonte ( Brasil), luego recogimos a otra de Puerto Rico y finalmente a la pareja de Mallorca que vino con nosotros en el avión de la noche anterior.

Mientras íbamos a recoger a los demás pasajeros, ya pudimos observar a plena luz del día, los contrastes de los distritos de Lima.
La zona de San isidro se veía con unas calles bastante amplias y unos jardines muy bien cuidados, aunque eso sí, todas las casas, todas, puesto que en Lima el 95% por ciento de viviendas son casas de una sola planta, estaban cerradas con verjas, bastante altas a modo de seguridad y las ventanas protegidas con rejas.

Pasamos por una plaza llamada del olivar, y que estaba llena de olivos, traídos en tiempos de los conquistadores y que se sembraron por primera vez en esa plaza y aún siguen allí. Estaban eso sí, muy bien cuidados, igual que toda la plaza.

El trafico de Lima, es poco menos que caótico, y se puede resumir en una frase. El que primero llega, primero pasa. Los intermitentes tan solo son de adorno y las preferencias no existen. Y lógicamente los pasos de cebra, son tan solo unas líneas en el suelo de adorno.
Además para terminarlo de arreglar, el 50% por ciento de los turismos son taxis, que hacen sonar sus bocinas, todo el rato, para buscar clientes.

En Barcelona, somos los pasajeros los que hemos de buscar al taxi; en Lima no, en Lima, son los taxis los que haciendo sonar sus bocinas, le buscan a uno, y en un solo minuto, se te pueden ofrecer 8 o 10 taxis. Muchas personas, cuando se compran un “carro” como lo llaman allí, se compran una pegatina que pone Taxi, y a trabajar, sin tarifa fija, ni empresa ni nada.
Los únicos taxis más o menos oficiales son unos de color amarillo y que suelen llevar el distintivo de alguna empresa. Cuando uno se sube a un taxi, antes de subir lo primero que debe hacerse es negociar el precio y si no interesa, pues a coger otro.

Rodolfo, nuestro guía, nos iba contando cosas de Lima, de Perú, de Fujimori, y ello mientras nos iba llevando hacia el centro de la capital. Lima es una ciudad de 8 millones de habitantes ( el 30%) de todo Perú, y uno puede estar saliendo de Lima por la Panamericana y hasta 54 Klms después de subirse al coche, no se ve el letrero de fin de la municipalidad de Lima. Lima esta hermanada con la capital de la China, Pekín.

Lima fue fundada por Francisco Pizarro un 6 de Enero de 1535 y su primer nombre fue el Ciudad de los Reyes. En el 1569 paso a ser sede de la Inquisición, y en 1746 un gran terremoto arrasó la mayor parte de la ciudad. Debido a ello, a la guerra de la Independencia y a la pujanza de otras ciudades como capitales de las nuevas repúblicas, Lima, se eclipso bastante. A partir 1919 fue creciendo en numero de habitantes, hasta alcanzar poco a poco los más de 8 millones que posee hoy.

La mayoría de coches en Perú son japoneses, puesto que en tiempos de Fujimori, fueron firmados varios acuerdos con las empresas de coches niponas, aunque también abundan los coreanos y demás asiáticos. Tener un coche europeo en Lima( y hay muy pocos) es signo de riqueza y de “alto status”. Rodolfo no tenia muchas simpatías por Fujimori, aunque en Perú, hemos encontrado personas que no les parecía tan malo. Rodolfo nos contó que la comunidad extranjera más numerosa en Perú es la japonesa, “-menos uno, que vive en Japón-“. Le pregunte que le parecía que ahora el presidente Peruano Toledo, había designado a una mujer como primera ministro y era la primera vez que ello ocurría en un país sudamericano. Su respuesta fue muy aclaratoria. “- ¿esa gorda lesbiana?, Era la recaudadora de impuestos, hará muy bien su trabajo, recaudara más a los trabajadores y hará pagar menos a los de siempre.”. Creo que en todo nuestro viaje, no encontramos a ninguna persona que nos hablara bien de ningún gobernante ni pasado ni actual.

Mientras Rodolfo nos iba explicando cosas de Lima y enseñando edificios, nos acercábamos ya al centro histórico de la ciudad, atravesamos muchas avenidas y algunas pequeñas autovías dentro de la ciudad, aunque eso sí, con muchos jardines y llenos de flores muy bien cuidados. La conservación de los parques públicos y de las zonas verdes, es algo que me llamo la atención, por lo bien cuidadas que están. Vimos muchos comercios con el nombre de Chifas, y una Chifa, es el nombre que se le da en Perú a los restaurantes chinos. Una derivación de Chi( arroz) y Fa (frito).

Paramos en una calle adyacente a la Plaza de Armas, nombre por el que se conocen todas las plazas mayores de las ciudades y lugares donde suelen estar los edificios de gobierno, ayuntamiento, iglesias, etc.

Caminamos por una pequeña calle, de suelo adoquinado y con un aroma en el ambiente, un olor, que siempre me ha acompañado por toda Lima, un olor muy típico de la ciudad, como de un incienso de algún tipo de hierba, pero parecido como a la canela; yo lo bautice como el olor de Lima.
Llegamos a otra calle en la que a nuestra izquierda, quedaba el río Rimac, y a nuestra derecha la fachada trasera del palacio de gobierno.

El nombre del río Rimac, que también da nombre al pequeño valle dentro de Lima, pues fue variando y el nombre de Lima, se cree que se derivó del nombre del río.
Infinidad de bullicio en la calle, era un lunes, sobre las 11 y poco de la mañana y el trasiego era impresionante; vendedores de todo tipo, acercándose a cualquier persona con cara de turista, como éramos nosotros, limpiabotas y policía, mucha policía, además la policía nacional de Perú, es muy llamativa pues su uniforme, recuerda al uniforme de gala de cualquier cuerpo policial español. Vimos por primera vez a un cambista callejero, personas, la mayoría identificadas con un chaleco de color verde, y el símbolo del dólar en su espalda y con un carnet con su nombre y su foto, colgados en el pecho. Suelen estar siempre apoyados en la pared, exhibiendo sin temor un fajo de billetes, bien de nuevos soles, bien de dólares.

Nuestro guía, cambio 20 dólares, y yo le pregunte, que como era posible que estas personas ejercieran esta actividad. Rodolfo con total naturalidad me comenta que muchas de esas personas, no todas, eran más o menos que blanqueadores de dinero, de dudosa procedencia, ( drogas, contrabando) y que así se ganan unos soles como comisión. Resulta paradójico, pero el blanqueo de dinero, esta más o menos que tolerado o como mínimo no es tan extraño como sería ver un cambista en medio de la Plaza de Catalunya, en Barcelona

Hicimos nuestras primeras fotos, a guardias de trafico, llamados en Perú, policías de transito, subidos en una especia de plataforma como la que había en los años 60 en las capitales de España, a edificios con balcones de arquitectura colonial, etc. Detrás del palacio de gobierno, una tanqueta del ejercito con militares con metralletas en sus manos, custodiaban el acceso.

Volvimos sobre nuestros pasos para entrar en la casa de correos y telégrafos, edificio impresionante con una entrada bellísima, muy adornada y presidida por un gran reloj en la cúspide. Dentro además había un museo filatélico de entrada gratuita en el cual había una exposición de sellos del Perú, y como no tiendas de regalos, postales, souvenirs, etc.

De la casa de correos se iba a salir directamente a una calle muy transitada y peatonal que iba a desembocar a la Plaza de Armas. Allí en el momento de entrar en la plaza, ya nos empezaron a abordar personar vendiéndonos mapas de Lima, de Perú, postales, collares de artesanía, etc.
De frente, teníamos la catedral, que nos disponíamos a visitar, a su lado el Palacio del Arzobispo que no visitamos y a nuestra izquierda el palacio de gobierno, sede del presidente de la nación; detrás nuestro y por nuestra derecha se encontraba la municipalidad de Lima, (ayuntamiento), construido en 1947.

La Plaza de Armas, es enorme, de más de 140 m. cuadrados con mucha vegetación en el centro y numerosos bancos para sentarse. Fue reformada toda en 1997. Sus edificios son de un tono amarillento, pálido incluida la fachada principal de la catedral. Nos paramos un momento en el centro, frente al palacio de gobierno, y Rodolfo nos contó lo que simbolizaban los 3 elementos que adornaban la bandera del Perú, su escudo y que eran el cuerno de la abundancia, la llama y el arbolito.

El palacio de gobierno, mandado construir por Pizarro, es de estilo barroco francés y fue terminado en 1938. A las 12 del mediodía se puede observar el cambio de guardia, parecido al que se ve en otros lugares europeos. Frente a la catedral esta una escultura de Pizarro montando a caballo y eso que fue un pésimo jinete. Esta estatua antes estaba en el centro de la plaza, pero como a la iglesia no le gustaba que la parte trasera del caballo, mirara hacia la catedral, pues se cambio de ubicación.

Antes de entrar en la catedral unos chiquillos se acercaron a nosotros con unas bolsas de caramelos. Nos ofrecían un caramelo por un sol. Daban lastima, sus ropas no estaban demasiado limpias, aunque eso sí, las chicas tenían el cabello arreglado y recogido por una coleta, y con una sonrisa inmensa.

En la catedral, terminada de construir en 1535 por decisión de Pizarro, enseguida se quedo pequeña y pronto se empezó a construir una nueva en 1564. y a causa de los numerosos terremotos que asolaron Perú, más o menos se termino en 1649. El seismo de 1746, la dejo casi destruida y fue empezada a reconstruir de nuevo por el arquitecto Francisco Becerra. Es muy austera, sobria y casi con un aspecto triste, y al entrar, a mano derecha nos dirigimos a una especie de capilla donde reposan los restos de Francisco Pizarro. Anteriormente había otros restos pero en 1980 se descubrieron los auténticos de Pizarro. Se ve claramente el ataúd de su cuerpo y una caja de madera más pequeña donde esta la cabeza, puesto que a Pizarro se la cortaron los partidarios de Almagro, al que él había matado antes. El ataúd esta flanqueado por 4 estatuas de mujeres llorando, sobre la cual hay 2 versiones; una que dice que las mujeres como son más emotivas, fueron las únicas que lloraron su muerte; otra versión es que fueron pagadas 4 mujeres para que lloraran su muerte, puesto que nadie lo hizo voluntariamente. Hay también una pintura muy bonita sobre la leyenda que Pizarro dijo a sus hombres antes de partir hacia la conquista de Perú.

Pizarro trazó una línea en el suelo y dijo a sus hombres: “ Amigos, esta parte es la de la muerte, los trabajos, las hambres y otros males, más también la de la gloria y la riqueza; de la otra parte esta Panamá, donde el sustento no os ha de faltar; el que sea buen castellano, elija lo que quiera hacer en su vida”. Pizarro cruzó la línea, juntamente con tan solo 13 hombres al principio.
Dentro de la catedral, había más grupos de turistas, todos con su guía, naturalmente; Nosotros dimos una vuelta por la catedral, que a parte de su tono más bien oscuro, esta como no, cargada de santos, capillas y demás.

Salimos de la catedral y nos dirigimos hacia la iglesia de San Francisco, pero antes de llegar a ella, nos detuvimos en una especie de bar, muy rústico, con una puerta de madera en la entrada y grandes cristales, y con aspecto un poco descuidado; a simple vista nada invitaba a entrar allí, pero Rodolfo nos explico que ese bar, fue refugio de algunos gansters durante la ley seca estadounidense, que se escapaban a Perú, y se refugiaban en ese bar, para seguir con sus negocios y como centro de reunión. Al entrar en el bar, de aspecto cuadrado la barra estaba situada en forma de L, de frente y a la derecha; la barra era toda de madera, y en las mesas con muy poca luz, puesto que la única luz que iluminaba el lugar era la que entraba por las puertas y los cristales, había gente sentada, hablando, y tomando algún refresco. La mayoría estaba bebiendo Inca-cola, una especie de refresco gaseoso, de aspecto amarillento y que es sin lugar a dudas, la bebida más consumida el Perú. Su sabor, recuerda al de los “sidrales” antiguos, con gas, pero es agradable al paladar, y en más de una ocasión, nosotros también la probamos. Su eslogan, lo deja bien claro. “Inca-cola, la bebida del Perú”. Aquel bar, parecía una replica de los que aún se ven por Barcelona, al lado de cualquier Ateneo.

Al llegar a la entrada de la iglesia de san Francisco, la decepción por el exterior fue grande. La plaza llena de palomas revoloteando y de excrementos de ellas, unas palomas que tenían los ojos y todo su contorno de un color azul aturquesado muy intenso, además de un innumerable numero de niños vendiendo, o pidiendo una limosna, a cambio de una postal o de un caramelo.- “ ¿ como es posible que haya tantos niños aquí, Rodolfo?,¿ No hay colegio?” Le pregunte al guía.”- si que lo hay, el colegio aquí en Perú, coincide con nuestro invierno, y el curso escolar, termina en Diciembre, aparte hay muchos niños, que no van al colegio puesto que son el sustento de muchas familias, sus únicos ingresos, es lo que obtienen estos chicos”. Así de sencillo, y así de triste. Uno quisiera comprarles todo lo que llevan, y darles lo que te pidieran, pero por desgracia, no podíamos cambiar su vida, no depende de nosotros, y aunque ese día le llenásemos sus bolsillos… ¿ mañana que?.

Dentro de la Iglesia de San francisco, la impresión cambio bastante al exterior.
Esta iglesia esta considerada como la máxima expresión de arte limeño y es uno de los pocos edificios que sobrevivió a los terremotos de los siglos XVII y XVIII. Además conserva una importantisima biblioteca y un antiguo cementerio colonial, cosas que no vimos. En este cementerio se calcula que hay más de 70.000 personas.

Por dentro era bellísima, con mucha más luz, y con un montón de capillitas, cada una dedicada a un santo, como es normal en muchas iglesias, pero lo que más me sorprendió de ellas, fue que todas estaban muy adornadas y engalanadas con flores, y en algunas de las capillas, habían personas, sentadas dentro de ellas, y que Rodolfo nos contó, que pertenecían a alguna asociación o grupo que se encargaba de cuidar y arreglar la capilla y que cada día, 1 o 2 personas de esta asociación se iban turnando para ir a arreglarla y así estaba siempre preciosa.

Las capillas más bonitas o que estaban más arregladas, eran las de San Martín de Porres, santo Peruano, de color, y las de Santa rosa de Lima, sin olvidar las más típicas de cualquier iglesia.

Al salir de la iglesia, tuvimos que esperar que el chofer nos viniera a buscar, y mientras aprovechamos para hacer fotos y para comprar agua, a una de las muchas mujeres que con su puesto de mercado ambulante, instalado a lomos de una especie de triciclo están por todas partes. Venden de todo, chocolatinas, dulces, y también frutas y toda clase de bebidas, regalos, postales, etc., todo Lima y todo Perú, es una especie de mercado ambulante. De todo a cualquier lugar y en cualquier momento.
Con el minibus, nos dirigimos a un mirador que hay al final del barrio miraflores, el nuestro, y en el que esta el centro comercial Larco-mar. Por el camino fuimos bordeando el pacifico, disfrutando de algunas bellas vistas, además de ver a Surferos, practicando su deporte favorito, puesto que las olas, eran en algunos sectores, importantes. Pasamos por el parque del amor, llamado así, por que entre otras cosas, hay una estatua que representa a una pareja abrazada besándose, y donde me imagino que deben abundar las parejas de enamorados.

Antes de llegar Rodolfo nos contó otra curiosidad de Perú, y es que cuando un vecino se pone enfermo, o tiene un problema económico importante, sus vecinos y amigos se reúnen y organizan lo que ellos llaman una “Pollarda” y que es el organizar una gran cena, o comida que no falte de nada, y que todos sus vecinos, conocidos, etc., acuden, compran un ticket, y aparte de comer el dinero que reúnen, después de descontar los gastos, es donado al necesitado.
Una especie de recolecta, pero con algo a cambio. Interesante.

Llegamos al centro comercial y tras aparcar el coche, nos asomamos a un mirador, teniendo frente a nosotros el pacifico, con las olas rompiendo a un centenar de metros de la orilla, lo que nos indujo a pensar que la playa, seria en un principio poco profunda. Estabamos a una altura de unos 40 metros, la carretera pasaba por debajo de nosotros, y en la playa en una pista de cemento, jugaban unos 12 chicos a fútbol 7. A nuestra derecha tan solo se divisaba la ladera montañosa que separaba el océano de la ciudad y en el mar, un restaurante, echo encima de una especie de espigón y en el cual las olas rompían. La Rosa Náutica se llama, lógicamente por su situación, era de los más caros de Lima. A nuestra izquierda, la neblina apenas nos dejaba ver nada, tan solo, siguiendo la costa, a unos 2 kilómetros más o menos, la silueta en una punta de una estatua de Cristo, con los brazos extendidos.
El final del tour, ya había llegado y entonces había varias soluciones, o se nos dejaba en este sitio o se nos devolvía a nuestros hoteles, o donde nos apeteciera más. Nosotros pedimos que se nos dejara en el centro de Miraflores, por que queríamos ir a ver un mercadillo de artesanía que había 4 o 5 calles más arriba de nuestro hotel.

Nos dejaron en el mismo mercadillo, a nosotros y a la pareja de Mallorca, no sin antes dar la consabida propina a nuestro guía. El tema de las propinas es algo curioso. Todos la esperan, pero nunca se sabe que cantidad es la correcta, y lo que los demás esperan que les des. ¿10 soles? (420 pts), ¿20 soles?; no siempre dimos propina, tan solo cuando nos pareció que el trabajo del guía, había sido más que correcto, cuando notamos que de verdad habíamos disfrutado no con las cosas que vimos, sino como nos las mostraron, y como nos las contaron y trataron. De todas formas a Rodolfo si le gratificamos.

El mercadillo era un lugar grandioso con una plaza central, vacía de tiendas, puesto que estas se alineaban a ambos lados de la plaza, con un sinfín de callejones. A los mallorquines, les perdimos de seguida, y mientras nosotros empezamos a preguntar precios, curiosear, y comparar objetos. En el momento que muestras interés por algo, o miras cualquier cosa, inmediatamente tienes al vendedor que viene detrás de ti. Hay que regatear siempre, y en eso Encarna me llevaba ventaja, lo hacia mejor que yo, aunque con la practica ya aprendí. Había de todo: joyas, textil, artesanía, adornos, todo tipo de recuerdos de Perú, era un bazar gigantesco y toda la calle estaba llena de estos mercadillos, aunque nosotros no los descubrimos hasta el último día. Preguntamos por una mesita de madera, con la superficie de cuero, y con los adornos de las líneas de Nazca; era muy curiosa, pero no la compramos, al menos ese día. Al salir del mercadillo y al acercarnos hacia el centro de miraflores, para comer, nos encontramos por la calle, a nuestro guía de momentos antes. Supongo que iba hacia su casa, nos paramos, charlamos un rato y seguimos hacia el centro. Fuimos primero a un locutorio para llamar a España, a nuestros padres respectivos, y para dar señales de que estabamos bien, y habíamos llegado bien. Encarna pudo hablar con sus padres, yo tan solo les deje un mensaje en el contestador, y les llame a la mañana siguiente.

Nos sentamos a comer en una terraza de un restaurante llamado El Parquetito. Tenia vistas a toda la plaza central de Miraflores, llamada Parque Kennedy, y pedimos para comer el típico plato Peruano: el ceviche. Pescado marinado, semi crudo con limón y con una especie de pimiento muy picante, cortado en minúsculos trozos, y que se llama Aji. También probamos por primera vez el pisco sour. Un cóctel de Pisco ( la bebida del Perú), limón, y clara de huevo batida, con hielo, y una mota de angostura o a veces de canela como adorno. Del pisco, ya hablare más adelante, puesto que visitamos una destilería y nos contaron como sé hacia. El pisco sour, sube un poquito a la cabeza.

A nuestro lado había un señor que se puso a hablar con nosotros. Nos pregunto de donde éramos. Él era, según nos dijo, piloto de avión de Venezuela, que reside en Miami, pero también hace negocios en Perú. Cualquier persona a poco que le des pie, entabla una conversación contigo.

En el restaurante, en la terraza del mismo, había un guardia de seguridad, que impedía que los vendedores o pedigüeños, se acercaran a los clientes.

Después de comer, cogimos un taxi que nos costo 8 soles, para ir al Museo del oro, puesto que teníamos toda la tarde libre, y era algo que nos apetecía ver. Algo que esta presente en todos los taxis, en todos, son los Crucifijos y las estampas de algún Santo, colgadas del espejo retrovisor del interior. El sentimiento de religiosidad, es muy grande en Perú, no obstante el 95% profesa la Religión Católica y en Perú, su práctica es muy alta. Hay mucha devoción y participación en los actos religiosos. Aunque también han aparecido otras iglesias y sectas, el catolicismo sigue ganando por goleada.

El museo del oro, esta algo apartado de lo que se llamaría el centro de Lima, esta en la calle Alonso de Molina 1.100 y la entrada nos costo 30 soles a cada uno. Dentro del museo hay una gran exposición de utensilios de oro, del oro que los incas y otras culturas anteriores utilizaban, pero siempre como objetos de adorno, nunca le dieron al oro, el valor que le damos en la actualidad. Había también momias, fardos funerarios, cerámicas varias y utensilios de uso diario de las culturas precolombinas. El museo por eso esta un poco escaso de información, y en las vitrinas con un montón de utensilios en cada una, hay muy pocos letreros que indiquen de que se trata. Vimos adornos de todo tipo de oro desde tapones para los oídos hasta ponchos bordados con oro. También hay objetos de plata y otros con perlas o esmeraldas. Allí eso sí, conocimos por primera vez el TIMU, cuchillo sagrado de ceremonias Incas, en la que la empuñadura es una imagen del dios Viracocha, y el cuchillo en forma de D, girada, y que aparte de para muchas cosas más, también se utilizaba para las trepanaciones, que de eso ya hablare más adelante. La sala del oro esta en el piso inferior. En el primer piso, al entrar se encuentra un museo de armamento y del ejercito, con vitrinas llenas, llenísimas y apelotonadas sin ninguna explicación de Armas de todo tipo, pistolas, metralletas, fusiles, granadas, insignias, trajes militares, cascos y todo lo relacionado con el mundo militar. Se puede ver desde imágenes de Hitler, hasta trajes de los presidentes militares que tuvo no hace muchos años el Perú. Eso sí, en cualquier vitrina, están puestos los objetos, casi uno encima de otros, dando una sensación de amontonamiento y cansancio al verlos, puesto que al carecer de un cierto orden o lógica, al ver un par de vitrinas, uno ya se cansa de ver el resto y las va viendo casi sin mirar, a la carrera. Los últimos trajes que hay al salir son de vestidos de Samurais, con sus espadas, adornos y demás. Este museo de Armas, está considerado como uno de los mejores del mundo en su genero y aunque no guste este tipo de piezas, merece la pena visitarlo. Al salir del museo, pero aún dentro del recinto, ojeamos un poco las tiendas, como no, de recuerdos y souvenirs, que hay dentro de el.

Encarna se entretuvo un poco más, en la Joyería H. Stern. Famosisima en el perú, y también fuera de el. Al salir del museo, había taxis en la puerta, y al primero que preguntamos, nos quería cobrar 15 soles, para devolvernos a Miraflores, el doble que para subir, le dijimos que no, e inmediatamente uno que estaba a su lado, se nos ofreció por 10 soles, le dijimos que si, y fue divertido puesto que nos pregunto nuestro nombre y de donde éramos, y como llevaba emisora, se lo comunico a la central y desde la emisora nos felicitaron con un mensaje así.. “ Saludamos desde aquí, a los Sres. Cobo, que están de viaje, por nuestro Perú, deseándoles que tengan un feliz y lindo viaje.”. Aquello nos hizo gracia, la verdad, y el chico del taxi, nos dio unas pegatinas de la compañía, para que siempre que necesitáramos un taxi, les llamáramos. Inti taxi, se llamaban.

Nos dejo en el hotel, y subimos a descansar un poco, una media siesta y más tarde a eso de las 5.30, salimos a pasear. Primero nos dirigimos hacia el centro del barrio de Miraflores, lo que se llamaba el parque Kennedy, cerca de donde habiamos comido al mediodía, y en medio del parque, había un pequeño mercadillo de artesanía y de antigüedades, llamado el mercado de los artistas, pero distinto a los típicos que veríamos luego en todo nuestro viaje. Se vendían monedas, cuadros, vestidos pero algunos de ellos de segunda mano, utensilios varios antiguos y algo de artesanía Peruana, pero poca. Aquel mercadillo pequeñito con sus puestos numerados parecía una especie de “rastro” de los que hay en cualquier ciudad de España.

Despues nos dirigimos caminando al centro Larco-mar. Este centro situado en el parque Salazar, al final de la Avenida Larco, me recordaba al centro de ocio Maremagnum que hay en Barcelona. Mientras caminábamos por la avenida Larco, nos detuvimos por primera vez en un cambista callejero para cambiar dólares por soles. Le pregunté el cambio y me dijo que 3.45 soles por dólar, y como era lo que más o menos nos dijeron en todas partes que nos costaría, pues hicimos nuestra primera transacción. Era curioso de ver a aquellas personas con que facilidad manejan los billetes, y eso que tenían las manos llenas de dólares y soles, todos bien puestos en fajos agrupados por valores. Cuando llegamos al centro Larco Mar, estuvimos tentados de entrar primero a un cine, y ver alguna de las películas que se proyectaban. Los títulos del momento, “Los Angeles de Charlie 2” “Nemo” de dibujos animados, “Hulk” y una europea que se estreno en España ya hace más de un año “Italiano para principiantes”. Ninguna nos convenció lo suficiente, y después de mirar todos los lugares, nos sentamos en una pizzeria en la que hacían una oferta, de 2 pizzas por el precio de 1; El lugar estaba lleno de Estadounidenses, y bueno, la pizza no estaba mal. Probamos por primera vez la cerveza Cuzqueña, la más nombrada y creo que la más vendida en todo Perú, que como su nombre indica, se elabora en la zona de Cusco. Cenamos más bien rápido y después de pasear un poco más, por el centro comercial, como hacia viento y frío, nos fuimos ya hacia el hotel.

Antes de salir del centro comercial nos acercamos a un mirador que estaba en una punta del centro, a contemplar el Océano. Mientras estabamos allí mirando se nos acerco un chico, que nos dijo que no quería plata pero que le diéramos algo de dinero. Le dije que no, haciéndome un poco el valiente, puesto que estabamos en una esquina, algo apartados y solos, pero no paso nada. Se marcho después de insistir alguna vez más, en que le diéramos algo. No nos paso nada, al menos nosotros tuvimos suerte, y no todo el mundo pudo decir lo mismo, como nos enteramos más tarde. Eran las 9 de la noche, y la calle estaba medio desierta, tan solo los infinitos taxis, algún grupo de gente joven y las luces de los 8 o 9 casinos, que iluminaban la avenida Larco. Casinos, muchos casinos en esa zona, y eso que Perú, no es que posea una economía saneada. Llegamos al hotel, y después de zapear un poco la televisión, más que nada por la curiosidad de ver los más de 100 canales que tenia el aparato, casi nos quedamos fritos mirando la tele. El primer día entero en Perú, había concluido.
Mañana nos esperaba una bellísima excursión.

DIA 3º MARTES 08-07-03 LIMA-ICA-PARACAS

El martes nos levantamos más pronto que ningún otro día. El despertador sonó a las 5.30 horas aunque como yo seguía aún durmiendo un poco mal por las noches, pues no me costó demasiado levantarme.
Preparamos las maletas, puesto que dejamos 2 de las 3 que llevábamos en la consigna del hotel y después de desayunar fuerte, a eso de las 6.15 nos vino a buscar Sandy.

Nos llevo en una furgoneta a nosotros solos a la estación de autobús puesto que nuestro bus salía a las 7 en punto de la mañana. Facturamos la maleta y tomamos un café expreso en la cafetería de la estación. A las 7 menos cinco, nos subimos ya al bus. Era de la clase Royal Class, que es una manera de denominar a los autobuses más o menos confortables para los turistas. Tenia 2 pisos y como el inferior era casi todo para baños, bar y azafatas, y además nos subimos los primeros pues nos pusimos arriba y en primera fila del bus, teniendo toda la amplia panorámica del ventanal para nosotros solos. A las 7 y cinco y con poco menos de la mitad de plazas llenas, nos fuimos hacia Ica.

En Lima llovía, y además la Garúa que todo lo cubría hacia el día triste. Al salir del centro de la ciudad para ir a buscar la Panamericana, pasamos por un montón de calles y avenidas, ya casi en el extrarradio de la ciudad, llenas a esas tempranas horas de una intensa actividad. En cualquier semáforo que uno se detiene, se le acercan todo tipo de vendedores ambulantes, desde periódicos, frutas, caramelos, postales, y sobre todo en esos días banderas de Perú, pues las fiestas Patrias estaban ya cerca.

La autopista Panamericana, de una extensión de 2675 Km atraviesa casi toda América del Sur, desde la frontera con ecuador hasta la de Chile y hay momentos en que deja de ser autopista para convertirse en carretera normal, atravesando pueblos como si fuera su arteria principal. La mayoría de ella esta asfaltada, pero no toda.

Nos costo más de 50 Klms, salir de lo que podría denominarse Lima; su extensión enorme, rodeada de chabolas, favelas, y barrios poco menos que marginales, sin alumbrado publico, con calles sin asfaltar, con una evidente falta de higiene, y en algunos lugares sin ningún tipo de luz domestica, eran como una especie de aldeas pegadas las unas a las otras y que tan solo se distinguían entre ellas, por las pintadas que aparecían en cualquier pared o resto de ella, invitando a votar al candidato de aquel sector en cualquiera de las elecciones que se celebraron. El día gris, lluvioso y el paisaje que se veía, minaban la moral de cualquier persona.

Al pasar cualquier peaje en la autopista, al salir de el, se podía contemplar a ambos lados de la calzada unas especies de áreas de servicio pero bastante autóctonas. Personas con unas barracas con techos de uralita, o si no en triciclos, vendiendo refrescos, frutas, caramelos… especies de puestos ambulantes, ubicados a las salidas de los peajes, con unos lugareños, esperando, pacientemente que cualquier automovilista se pare y compre cualquier producto. El autobús tuvo que pasar 2 veces por unas básculas de pesaje, que comprobaban si el peso del vehículo era el permitido o si se excedía; en ese caso unas flechas rojas le indicaban que parase en el área indicada para ello. A nosotros no nos paso eso y seguimos viaje sin problemas.

Por el camino y una vez dejado el tramo de autopista de la Panamericana, atravesamos un pueblo llamado Cañete, a más de 144 Km ya de Lima, en el que me sorprendió que había muchos talleres de automóviles, de neumáticos a ambos lados de la carretera y que tenia una intensa vida social. Las calles estaban llenas de gentes y los taxis y los triciclos de taxi, la hacían una ciudad pintoresca. En medio del pueblo una pancarta colgada encima de la carretera invitaba ala I Convención de Plantadores de Algodón. En algunos comercios se compraba y vendía algodón, tanto el puro, como el mezclado y los comercios ofrecían en medio de la calle, muestras de ellos.

En el autobús se nos dio un almuerzo, un mini bocadillo, pastelillo y café. A medida que nos acercábamos a Ica el paisaje iba cambiando. Bordeamos el Pacifico, con restos a nuestro lado de lo que en meses pasados eran áreas de baño, restaurantes a pies del mar y centros de recreo. Algunos restaurantes seguían abiertos y supongo que algún cliente obtendrían, aunque al verlos desde el autobús, con aspecto triste, rótulos desdibujados, y semi cerrados, uno albergaba sus dudas. En Perú las playas no son del todo publicas, algunas de ellas son privadas y pertenecen a Clubs, sedes sociales, etc. Esto es algo que nos enteramos más tarde y que nos sorprendió mucho.

A 60 Klms de Ica, y después de casi 250 apareció el sol, y la Garúa que rodea Lima, nos quedo atrás, y apareció ante nosotros vegetación, verde, plantas, flores, etc. un cambio de ambiente, de clima, de aire..

Alrededor de las 11 llegamos a Ica, y el autobús nos dejo a nosotros en el Hotel Las Dunas, donde nos esperaba Kelly, nuestro enlace. Kelly, chica jovencisima que rondaba los 20 años se encargo de que nos guardaran la maleta en la conserjería, de confirmarnos el vuelo sobre las líneas de Nazca y a propuesta nuestra de organizarnos un “City-tour” por la ciudad de Ica, para la tarde que se nos quedaba libre, pero con un coste de 20 dólares por persona, claro. Nada es gratis.

Al cabo de unos instantes, un taxi nos llevo al aeródromo, que estaba situado detrás mismo del hotel, pero al que había que ir en coche. El Aeródromo de Líneas Aéreas Cóndor, disponía también de un bar restaurante y de más cosas que fuimos viendo más adelante. Después de las comprobaciones de rigor, nos dijeron que nuestro vuelo salía sobre las 12. “Nuestro vuelo”. Je. Si tan solo éramos 5 personas con el piloto incluido.

Mientras esperábamos a la avioneta, nos atendió una persona muy peculiar. Se llamaba Luis Cardenas chavez y debía tener casi los 60 años, hablaba perfectamente castellano, ingles, francés, y…japonés.
Nos hizo pasar a una salita y a través de unos mapas primero, nos explico todo lo que debíamos saber de las líneas de Nazca, primero en castellano, para nosotros dos, y después en Japonés, para dos chicos nipones que viajarían con nosotros en la avioneta. Se pueden sobrevolar también desde el mismo pueblo de Nazca, pero a nosotros la agencia nos lo preparó desde Ica.

Las líneas de Nazca, las misteriosas líneas de Nazca, aún hoy no tienen explicación. Tan solo varias teorías. Las líneas de Nazca están situadas sobre la pampa de San José y cuentan con unos 500 Klms de líneas geométricas, con centenares de diseños de enormes dimensiones. Diseños de animales marinos, aves, espirales y cientos de líneas trapezoidales, geométricamente perfectos y orientados en direcciones no casuales. Hay cientos de formas, que únicamente pueden apreciarse desde el aire, puesto que su inmensidad impide hacerlo desde el suelo. Estas líneas están allí desde hace más de 2000 años, y se dibujaron, escarbando en el suelo, y apartando las piedras, formando las formas precisas. El contraste de colores de la tierra, del suelo hicieron posible su dibujo. Y llevan ahí más de 20 siglos, a salvo de los vientos y de los elementos. Su ubicación es perfecta. Pero un par de preguntas surgen de inmediato. ¿Por qué? Y ¿ para qué?. Una de las teorías, defendida por Erik von Daniken, dice que son pistas de aterrizaje de naves extraterrestres que nos visitaron en la antigüedad. Yo no lo creo, pero… ¿qué significan tantas líneas rectas en formas de trapecio y que recuerdan por dimensiones a una pista de aterrizaje? Otra teoría es la que son imágenes de origen mágico a las que se les rendía culto. Y otra la de la Alemana, María Reiche persona que desde 1946, estudia las líneas y a la que se le deben los estudios más exhaustivos de ellas y que hace un par de años murió. Reiche consiguió encontrar paralelismo entre algunas líneas y las constelaciones del cosmos, como si todas las líneas reflejaran un gran mapa de constelaciones estelares.

Hay coincidencias asombrosas entre el dibujo del colibrí y la constelación de Sagitario, con forma casi idéntica y por ejemplo entre el dibujo del perro y la constelación de Aries. Según Reiche, las líneas servían como mapa astrológico y calendario relacionado con las épocas de siembra, lluvia, etc. Otra teoría pero que a mi no me gusta demasiado es la de una tal Tony Morison que opina que las líneas son caminos rituales. Otros también dijeron que las líneas eran como un culto a las montañas. Mi opinión particular es que pudo haber algo de cierto en las dos teorías, puesto que si solo se podían ver desde el cielo… ¿ por qué construirlas? Aunque se ha demostrado que la civilización Nazca, aprendieron a volar con unos aparatos semejantes a los globos. No obstante las formas que no son más que líneas rectas, simulando enormes pistas de aterrizaje…¿ para qué se construyeron? Y ¿ para quien?. Pero bueno, volvamos a la excursión. Mientras Luis Cardenas nos explicaba con los dibujos el enigma de las líneas, vino una azafata a buscarnos para el vuelo. Nos hicimos una foto con la avioneta, que vista de cerca, nos dio un poco de respeto el subirnos a ella, pero claro, ya que estabamos allí…Uno de los japoneses se subió el primero y entonces el piloto me ofreció el que me subiera delante, con él. ¡!UF!!. Pero…¿ por qué no?. Encarna se subió detrás de mí y el otro japonés detrás del todo. Me puse los cascos y después de calentar los motores…aquella cosa empezó a andar.

Cogió velocidad en la pista, zigzagueando en exceso, o al menos eso creía yo, y con el corazón en un puño, despegamos… Tardamos unos 10 minutos en alcanzar la altura máxima de 2000 mts. Yo al estar delante, iba observando todos los controles de la avioneta, todos los indicadores de los cuales no tenia ni idea. Todo se veía pequeñisimo y con la avioneta y el ruido, daba una sensación, de digamos nerviosismo. Al cabo de unos 20 minutos el piloto nos indica que nos acercábamos a la primera figura… EL ASTRONAUTA. Y uno se pregunta, ¿ cómo es posible que hace más de 2000 años, conocieran lo que era un astronauta?. La figura era una forma humana, pero con un casco, parecido a los astronautas actuales, y esculpido en la ladera de una pequeña colina. La vimos por un lado y luego, dimos toda la vuelta para verla por el otro lado; y así todas las figuras. La encarábamos por un lateral y luego girábamos en el aire para verla por el otro. El piloto nos pregunto que como estabamos. Yo me encontraba bien pero Encarna estaba algo mareada y nuestro piloto se dio cuenta, puesto que se lo pregunto a ella directamente. Encarna me dio la cámara de fotos para que siguiera haciéndolas yo; ella no estaba del todo bien. Vimos una docena de figuras, el astronauta, el mono, el colibrí, el perro, la araña, el cóndor, el árbol, las manos, etc. y después ya nos dispusimos a regresar a Ica.

Por el camino de regreso entable conversación con el piloto y le pregunte por algunos de los indicadores que tenia el aparato. “- la aviación ahora es segura, ya no es como antes, ahora es segura, divertida, romántica, -“ me comentaba. “-además ahora con el GPS, ya no hay problemas, todo es más seguro, lo único es que este GPS, esta conectado a 3 satélites, y cuando los americanos los desconectan es cuando uno se puede perder, si no conoce el camino-“.

Por la radio le avisaron que se había pasado 5 millas del lugar donde tenia que haber empezado a descender. “- ves, ahora mismo, como íbamos hablando, nos hemos pasado 5 millas, del punto donde debíamos estar ya a 6000 pies”- El piloto sabia bien lo que sé hacia, pero esa avioneta tan pequeña, y al ser mi primera vez, vamos que no las tenia todas conmigo… De repente Ica apareció frente a mi, y el aeródromo, y la pista de aterrizaje… y en 5 minutos aterrizamos…sanos y salvos…Tenia un pequeño cartel, en que en varios idiomas se decía que las propinas estaban bien recibidas…pero como en español no estaba, pues no deje nada.

Al bajar de la avioneta, la azafata nos vino a buscar, para ofrecernos un mate de coca, gentileza de la casa. Nos llevo al bar, de aspecto paradisiaco lleno de palmeras que nos daban sombra y nuestro anfitrión de antes, el Sr. Cardenas se sentó con nosotros, para comentar que nos había parecido el viaje, y a contarnos anécdotas de los turistas que visitaban las líneas. Al cabo de un rato nos invito a ver un vídeo en el que se explicaba la historia de las líneas, teorías, etc. y a ofrecernos, como no, un póster lleno de dibujos de las líneas, previo pago de 10 soles, claro. Lo vimos primero en Español y mientras se oirá en japonés nos dijo que si queríamos ver a un cóndor. Le seguimos y resulta que detrás del aeródromo hay un pequeño zoo, donde dentro de una gran jaula, había un cóndor dentro.

Los cuidadores que “misteriosamente” ya nos estaban esperando, lo sacaron de la jaula y lo llevaron a un pequeño campo lleno de césped, como un campo de fútbol en pequeño y lo pusieron delante de nosotros, con las alas extendidas, mientras uno de los cuidadores lo sujetaba por el pico, puesto que es su lugar más débil y a la vez el más peligroso. Sujetándole el pico, se le inmoviliza. Nos hicimos unas fotos con el cóndor y lo pudimos acariciar. Realmente impresiona; Con sus alas extendidas, enormes con una longitud entre cada punta de ala, de 3 metros, y negro, suave, y tan dócil y a la vez tan amenazador. Después de las fotos, la propina claro, “para la alimentación del cóndor”, nos dijeron.

Salimos del aeródromo, aunque antes nos dieron una cartulina, un poco más grande que una postal donde figuraba nuestro nombre, la fecha y “el certificado de haber sobrevolado con satisfacción las líneas de Nazca”. El taxi nos llevo de nuevo al hotel Las Dunas, y al llegar, Kelly, vino corriendo hacia nosotros, para interesarse por nuestro estado. Nos dejo tiempo para comer, hasta las 3 de la tarde, hora en la que nos vendrían a buscar, para hacer el City-tour por Ica. Comimos en la piscina del hotel, lleno de extranjeros, creo que la mayoría estadounidenses, y mientras nosotros estabamos comiendo, con manga larga, a nuestro alrededor, la gente se estaba bañando en la piscina. El hotel era guapísimo y después de comer, como aún no eran las 3, Encarna se tumbo a hacer la siesta en una hamaca, al lado mismo de la piscina. A las 3 menos cinco salimos hacia recepción, recogimos la maleta y Giannella, nuestra guía para esa tarde, ya nos estaba esperando.

Giannella, creo que fue la guía más guapa que tuvimos en todo el viaje, muy simpática, con unos téjanos tremendamente ajustados que le marcaban una linda figura. Morena, como no, de 1.60 mts. De altura y de enormes ojos negros. Lo primero que hicimos fue dar una vuelta por la población de Ica. Ica es la ciudad, capital del vino de Perú, y del Pisco, de unos 150.000 habitantes y está a 305 Km de Lima. En 1998 el fenómeno de “el niño” hizo efectos devastadores y su Plaza de Armas llega a tener un metro de agua. Hicimos una pequeña vuelta por la Plaza de Armas, y calles adyacentes y nos dirigimos hacia un Oasis…Un oasis y un desierto.

Por la carretera paramos a contemplar las inmensas dunas que rodean a la ciudad, y en ese lugar, nada parece indicar que sé esta en Sudamérica, más bien podría pasar por cualquier rincón del desierto africano. En las dunas, se veían a gente practicando Surf, sobre las dunas… Con nuestra guía y el chofer íbamos hablando sobre el turismo y los turistas; le decía que hasta hoy nos habiamos sentido muy bien tratados y que eso era la clave para que un país, pudiera tener muchas visitas, que el trato a los turistas debía ser en cualquier parte del mundo, atento, puesto que una persona que va a un país, y se deja sus buenos dólares en él, deber ser tratado, sobre todo con cortesía.

Nuestro chofer no hablaba, tan solo asentía con la cabeza. Siguiendo por la carretera llegamos a la laguna de Huacachina, a 5 Km de Ica Zona con leyenda incluida. Huacachina esta rodeada de dunas, y en medio de ellas, se ubica una laguna, que está dibujada en la parte trasera de los billetes de 50 soles y que por desgracia el tiempo sé esta encargando de secar. Se dice que sus aguas tienen propiedades curativas y a muchos Peruanos les gusta bañarse en la laguna. Barcas de remo para navegar por ella, un lujoso hotel, y un par de restaurantes con las terrazas orientadas a la laguna, todo ello rodeado de dunas, palmeras y como no, algún puesto de venta de artesanía…el paisaje era idílico.

Además sus edificios están pintados en tonos pastel dando una sensación de encanto. Huacachina, tiene una leyenda…Hace años, las gentes del lugar quisieron hacer una ofrenda a la tierra, a los dioses, para la cual, designaron a la mujer virgen más bella del lugar para sacrificarla. Una noche, que ella Huacachina paseaba por la laguna, un pastor quiso seducirla y violentarla. Ella en su huida se ahoga en la laguna, y cuentan las gentes del lugar, que en las noches de luna llena, se la oye a ella llorar, por no haber podido servir a su pueblo, y que con el movimiento de su capa, hace que surjan olas dentro de la laguna….

Después de Huacachina nos dirigimos al Museo regional de Ica, donde están, muy bien explicadas muchas artesanías de las culturas que albergaron estas tierras antes de los INCAS. La cultura Nazca que se desarrollo entre los siglos III y IX se hizo más famosa cuando se descubrieron las líneas. Antes pos esas zonas, también estaban las culturas Paracas, Chavin, Mochica, Pucaras, Tiahuanaco, Wari, culturas todas ellas con sus signos de identidad y las cuales fueron absorbidas por los Incas. Dentro del museo que está muy bien documentado, se encuentra en la entrada del mismo, un gráfico con todas las culturas antes mencionadas y con sus tiempos cronológicamente ordenados y con todos los lugares que habitaron. Giannella, muy amablemente nos fue explicando por todo el museo un sinfín de datos, historias, y aunque intentamos recordar todo, sé que muchas cosas se nos escaparon. Lo que más recuerdo de ese museo son un montón de cráneos, con agujeros, con las llamadas trepanaciones y que eran unas operaciones, que se realizaban dentro del cráneo. Sé hacia un agujero en la cabeza, y se extraía o se remediaba el mal, o males que lo causaban. Sin anestesia, a lo sumo con Coca, a modo de anestesia y lo más sorprendente, es que hace 1500 años, algunas de estas personas, sobrevivieron, puesto que sus cabezas, tenían signos de recuperación de tejido óseo. Algunos de estos agujeros se tapaban con laminas de oro.

Después del museo fuimos a visitar una destilería de Pisco, donde sé hacia artesanalmente. Vimos como se elaboraba el Pisco y que maquinaria hacían servir para prensarlo. Antes se pisaba con los pies, como antiguamente y del liquido obtenido, con una graduación de más de 90 grados, se iba destilando hasta alcanzar los 40 grados que tiene normalmente. Se almacenaba en una especie de vasija, ovalada y larga y puesta al sol, a fermentar. La prensadora, por llamarla de alguna manera era enorme, y hacían falta un mínimo de 3 hombres en cada lado, para girar una enorme barra de madera, que era la que hacia subir o bajar la prensa. En la bodega, probamos el pisco en estado puro a 40 grados y otras muestras ya más rebajadas y suaves. Compramos una pequeña botella de Pisco con aroma de limón y que fue lo primero que compramos en nuestro viaje.

Después de ello, con el taxi y con Giannella, nos fuimos hacia Paracas, donde estaba nuestro hotel y que estaba a unos 60 Klms de Ica. Por el camino, fuimos hablando con Giannella, del precio de las casas en Perú y en España, de los sueldos, de los contrastes…También comentamos algo que ya me había dado cuenta al venir desde Lima, y es que en muchos lugares de la carretera, en las cunetas, había pequeñas capillitas, con una cruz en lo alto y flores. Me imaginaba lo que sería pero Giannella me lo confirmó. Cuando alguien tiene un accidente y fallece, en el lugar donde ocurre, se realiza una capillita, de no más de 50 cmts de altura, de color blanco y a veces con una imagen en su interior, y flores alrededor como recuerdo. Aquí, en Barcelona, también se estila más o menos, pero a lo sumo se depositan flores en el lugar, no se realiza ninguna construcción; en Perú sí. Como ya dije antes, la religiosidad de estas personas es muy alta, y sus creencias y costumbres, están muy arraigadas.

Llegamos a nuestro hotel en Paracas, en el hotel Paracas y al principio nos ubicaron en una habitación que era como un chalet para nosotros dos, pero con camas separadas. Pedimos una de matrimonio y nos dieron otra algo más alejada del centro, pero mejor, con una cama inmensísima, de más de 2 metros de ancho y con un pequeño porche, que parecía un chalecito de montaña. Era un hotel para estar días pero nosotros tan solo estuvimos una noche. No cenamos, tan solo bebimos algo y paseamos por el hotel. En el hotel estaba el embarcadero para visitar las Islas Ballestas. Embarcadero propio y nos paseamos por él. Al lado de las barcas una pareja de pelicanos se acercó a las lanchas. Al día siguiente nos comentaron que los pelicanos se acercan por la noche y duermen encima de los plásticos de las lanchas…Descubrimos en medio del césped un balancín, y nos sentamos los dos allí, balanceándonos y contemplando las estrellas.

Recordando lo que habíamos hecho, y observando que donde quiera que uno este, siempre tiene cientos de estrellas en su cabeza. Pero la compañía de esa noche, hicieron que esas estrellas, fueran únicas.

Nuestro 3 día de viaje, tocaba a su fin. Cayo la noche, y con el silencio del hotel, y con tan solo el murmullo del mar a nuestros pies, nos dormimos.

Etapas 1 a 3,  total 6
 1  2  siguiente siguiente


Paracas-Arequipa-Cañon del Colca

Paracas-Arequipa-Cañon del Colca


Localización: Peru Peru Fecha creación: 14/11/2007 11:46 Puntos: 0 (0 Votos)
4º DIA MIERCOLES 09-07-03 PARACAS-LIMA

Con una cama tan grande, no apetecía levantarse, pero a las 8, nos levantamos. El desayuno del hotel, no estaba mal, pero como estabamos acostumbrados a los buffets del de Lima, este nos pareció escaso.

El camarero te traía lo que le pedías; huevos revueltos, tostadas, mantequilla, zumos, etc. Desayunamos y salimos rápido hacia el embarcadero que estaba al lado de la playa del hotel, y al lado del parque privado del mismo. Había un montón de gente, puesto que muchas excursiones a las Islas Ballestas salen de este hotel. La primera lancha salió y nosotros entramos en la segunda y nos sentamos en la parte trasera a la izquierda. Fuimos de los primeros y casi después de nosotros entró una pareja de españoles, de Barcelona, con la cual coincidimos muchas más veces. Me llamó la atención de ellos, que llevaban una cámara de fotos idéntica en forma y color a la nuestra. Se sentaron delante nuestro y cuando la lancha estuvo llena, éramos unas 20 personas, partimos. Nuestra guía se llamaba Sonia.

Llevábamos puestos unos chalecos salvavidas en el cuello, de rojo chillón que molestaban un montón, y enseguida nos pusimos hablar con la pareja de catalanes. Antonio y Carmen se llamaban; ella era muy agradable y él algo más serio; debian de rondar los 40 y largo años. Al oírme hablar en Catalán, Sonia, nuestra guía se acercó para preguntarnos que de donde éramos, etc. y para mi sorpresa, a mi derecha, un japonés llamado Felipe Chi, se puso a hablar conmigo; me contó toda su vida. Que vivía en Arizona, pero que había estado muchos años trabajando en España, en Zaragoza, en una fábrica que tiene la General Motors, pero que él era ingeniero y que a los 55 años lo habían prejubilado, y de eso ya hacía 4. Le miraba y para nada aparentaba que tenía 59, a lo sumo 49,pero tantos no. Me contó también que su mujer era de Irlanda, y que él aunque nació en Japón, vivía en América, y que hacía 2 o 3 viajes al año. Incluso me dio la dirección de una pagina web, donde según él, podría encontrar viajes a menos de la mitad de precio. Me habló de cruceros por la Patagonia, por los fiordos, por Australia…. Estaba como vulgarmente se dice, forrado, y con una manera de hablar, que más que hablar, sonreía, siempre sonreía.

Al salir del embarcadero, en muy poco rato, vimos a barcos de la Armada del Perú, suponemos que en misión de vigilancia o de entreno para sus marinos. Estaban anclados en el mar, a pocos metros de la orilla. También había un mercante chino, cargando maíz.

Con la conversación tan amena, casi no me di cuenta y llegamos ya a nuestro primer punto del viaje. El candelabro. Figura esculpida en la arena, similar a las líneas de Nazca, y que también nadie sabe, por que esta ahí ni para que. Hicimos las fotos de rigor y nos dirigimos ya, hacia las Islas Ballestas, Reserva Natural. La Bahía de Paracas esta considerada toda una reserva natural y fue el lugar donde el General José de San Martín, empezó lo que se denominó la liberalización de la ocupación española.

Nosotros a la bahía no fuimos, tan solo a las Islas Ballestas, 3 enormes islas, o más bien grandes rocas situadas a 10 millas de la costa, más o menos unos 40 minutos en lancha. Estas islas están habitadas por enormes colonias de Lobos marinos, Pelícanos, Cormoranes, Pingüinos Humboldt, Alcatraces, y otros pájaros. A medida que nos acercábamos empezamos a ver, primero a lo lejos, algún lobo marino, o foca, como lo llamábamos erróneamente nosotros. Al ir bordeando las rocas, las colonias de lobos marinos crecían en numero y pudimos ver desde a un macho, con su corte de 6 o 7 hembras al lado, hasta a las madres, dando de mamar a las crías, apoyadas en las rocas, y a una pequeña playa, llamada la maternidad donde las hembras depositan a sus crías. Una enorme concentración de pelícanos estaba en un lateral de una roca y a lo fondo, y muy diminuto, pudimos ver 2 pingüinos, pero como son pequeños, costaban de ver.

Todas las rocas estaban llenas del Guano, excremento de las aves básicamente de los cormoranes y el alcatraz, y que cada 2 o 3 años, unos operarios se encargan de recoger, y de apilar en enormes sacos en una de las islas que tiene un almacén, y este excremento es utilizado para fertilizante. Con los golpes de la marea, al realizar su subida y bajada, se pueden ver estrellas de mar, y cangrejos, vistosos y grandes cangrejos rojos que trepan por las rocas. Las focas marinas, lanzándose desde las rocas como si quisieran venir a saludarnos, el ruido de las miles de aves, volando encima nuestro y con riesgo de que dejaran caer alguna defecación en nuestras cabezas, el paisaje…estabamos en una de las más bellas estampas que recuerdo yo del Perú. Hicimos infinidad de fotos, y aunque algunas salieron casi repetidas, todas valieron la pena. Al cabo de una hora y media de paseo regresamos a Paracas, y por el trayecto pudimos tocar el mar, con los saltos de la lancha, conseguimos mojarnos los dedos.

Al llegar al embarcadero, nos invitaron a una infusión o a un café en un pequeño bar, que parecía que estuviera flotando sobre el mar. Sentados en su terraza, tomando el sol, estuvimos un buen rato, saboreando el mate de coca. Luego salimos del embarcadero y del hotel y nos fuimos a pasear por el pueblo de Paracas. A la salida del hotel, estaban también los vendedores de souvenirs, chicos jóvenes, esperando que algún turista les compre cualquier cosa. Fuimos hacia el pueblo y en la orilla de la playa había gente trabajando arreglando la calle y un montón de bares, y en cada cual de ellos un chico o chica te invitaba a sentarte en ellos, casi te asaltaban. Uno de ellos nos hizo gracia puesto que al preguntarnos de donde éramos le dijimos que de Barcelona, y nos empezó a decir, “ah!! Pa amb tomaquet!!, Barça!! Le sonreímos y seguimos caminando hacia una especie de mercadillo que había al final del paseo y en su playa nos acercamos a unos pelicanos que caminaban por allí, y que no tenían ningún miedo al hombre, es más, Encarna se acercó a hacerse una foto con ellos y apenas se inmutaron.

Caminamos de regreso hacia el hotel, pero como aún quedaban más de 2 horas para que el autocar nos llevara de vuelta a Lima, volvimos a regresar a Paracas. Un pescador estaba arreglando su barca, mientras de fondo sonaba la música de Eros Ramazotti. Un Médico con su bata blanca, se paseaba por la calle y la gente del lugar le saludaba con reverencia. Nos miro a nosotros y nos hizo un gesto de saludo acompañado de una sonrisa. Puestos a escoger, nos sentamos en el lugar donde aquel chico nos había hablado en semi catalán.

Pedimos algo para picar, y nos puso un plato de varios pescados rebozados en trozos pequeños, junto con una cerveza. Se estaba de cine, fresco, sin calor, contemplando aquella especie de paseo marítimo autóctono. Se acerco un vendedor de periódicos y le compre uno. La República se llamaba y su coste era de 1.50 soles (60 pts). Los periódicos en Perú, tanto este como otros que vimos más adelante, son de bastantes menos paginas que es España, a lo sumo son de 20 o 30 paginas y son como todos. Política, nación, internacional, deportes, etc. Me hizo gracia que al Barça, se le escribiera como Barza.

También me entere que la cantante Gloria Estefan, estaba hasta el día 16 en Cusco, rodando un videoclip de su nuevo álbum, que se iba a publicar en Septiembre. Otra cosa que también tiene Perú es mucha prensa que podríamos llamar amarilla con titulares parecidos a los de “Se lo hacia con la muerta”, “ Se comía sus perros”, “la violo despues de matarla”, y otros por el estilo. Era curioso, pero era el tipo de prensa más numeroso en cualquier puesto. Una especie de “El caso”, pero en Perú.

Que pereza daba el levantarse de ahí e irse hacia el hotel, pero lo hicimos, y a las 3 en punto el autobús nos vino a buscar al hotel. El hotel estaba algo alejado del pueblo y antes de llegar a él se cruzaba una barrera, como la un peaje de autopista, donde en una pequeña torre, con su cabina de “peaje” de color amarillo chillón, había unas letras pintadas en la pared que ponían “Bienvenido a Paracas” y encima de ello “Inca Kola, la bebida del Perú”. Siguiendo por la carretera se llegaba a la verja que daba entrada al hotel, y que tan solo era abierta por el portero del mismo, un hombre moreno, con uniforme totalmente blanco y gorra del mismo color. Como si fuera una película se llamaba Tobias.

En el autobús, nos volvimos a encontrar la pareja de Barcelona, Felipe, el americano-japones y una chica que iba sola muy obesa de Holanda. Felipe que ya llevaba 10 días en Perú, nos dio algún consejo sobre las compras en Cusco y sobre las tiendas que debíamos visitar, pues según él, los precios estaban más baratos que en el centro. Nos habló de la cuesta de San Blas, en Cusco, y nos volvió a recordar la pagina web de viajes económicos.

En el autobús de regreso a Lima, íbamos también sentados en primera fila del piso superior, pero como nos daba el sol, a ratos se pasaba un poco de calor. Entramos en el pueblo de Cañete, aún no se para que, puesto que cuando el autobús paró en la estación de autobuses, no vimos que se apeara nadie ni tampoco que subiera. Tan solo una mujer de avanzada edad se acercó al autobús y entregó un pequeño paquete al chofer. En el pueblo de Cañete, había mercado en la calle, y nos hubiera gustado pasear por él, puesto que desde la ventana del autobús se adivinaba un mercado diferente de los de artesanía, y quizá con algo más de alimentación.

En la calle principal, por donde transitaba el autobús, había un local, parecido a un viejo almacén, con la entrada de madera y con poca luz, en su interior, no se adivinaba cual era su actividad, pero un cartel colgado al lado de la puerta lo dejaba claro. “Salón de estética Unisex”…

El sol se fue ocultando con la misma rapidez que la Garúa típica de Lima y el anochecer hacía ya su aparición. Alrededor de la 6 de la tarde, llegábamos a Lima, y en la estación nos estaba esperando ya Elmer, el chofer, para llevarnos con su auto a nuestro hotel.

Esta vez nos dieron otra habitación, en el piso segundo y era con camas separadas; le pedimos al conserje, que si nos la podía cambiar por una de matrimonio, y él, desde la habitación, hizo la intención de llamar a conserjería. Creo que solo la hizo, por que no dijo nada, tan solo que no había habitaciones libres, que el hotel estaba lleno. Tuvimos que hacerle caso. Como era pronto salimos a dar una vuelta por Lima, y quisimos entrar en un banco para cambiar soles. Entramos en el BBVA, o be be uva, como lo llaman en Perú, y como ya era casi su hora de cierre, ( en Perú la mayoría de bancos cierran sobre las 6.30 o 7 de la tarde), pues detrás de nosotros el guarda de seguridad, ya cerro la puerta. Preguntamos el cambio y era muy caro, él más caro que nos dijeron en todo Perú, 3.38; resultaba pues más económico el cambiarlo en la calle o en las casas de cambio. Compramos algunas postales para enviar y regresamos al hotel.

A los pocos minutos de estar en la habitación, como si hubiera adivinado nuestra presencia, sonó el teléfono y era el hermano de Encarna, David, que estaba destinado por su empresa unos días en Lima, y como ya lo sabíamos con anterioridad, pero no sabíamos la fecha exacta en la que él estaría, le dimos el teléfono del hotel, los días que estaríamos y el nos llamó, para vernos claro.

Sobre las 8.30 de la noche, vino David a nuestro hotel y después de las salutaciones y demás, decidimos ir a cenar. David tenia el nombre de varios restaurantes que le habían dado sus compañeros de trabajo, pero nos acercamos a recepción, y preguntamos por alguno de ellos, que como estaban y tal. Al nombrar “Las Brujas de Cachiche”, Carlos Alfredo, uno de los conserjes del hotel, ( el mismo de antes), se ofreció en reservarnos mesa, además de loarnos lo bueno del restaurante. Además nos dio una tarjeta con la que presentándola en el Restaurante, nos invitarían a un Pisco Sour. Supongo que por cada reserva que hagan desde el hotel, también se llevaran su comisioncilla. Carlos nos pidió un taxi, nos negoció el precio, 4 soles y nos fuimos los tres a cenar.


El restaurante realmente era precioso, estaba situado en la calle Bolognesi 460, y era uno de los más caros de Lima, acogedor, con poca, luz, intimista, mesas grandes de madera, redondas, y una carta con unos precios, que aunque siendo caros, eran más baratos que en Barcelona. Pedimos la cena, y el Maitre nos presentó a una chica, muy guapa que era la encargada de los vinos. La cena, la bebida, fue todo deliciosa, la conversación con David, contándonos todo lo que habíamos hecho y lo que aún nos quedaba por hacer. Hablamos de nuestros planes futuros, etc. Probamos los Anticuchos que son trozos de corazón de alguna res, fritos o rebozados pero que están buenisimos. También el lomo saltado que son trozos de lomo o de solomillo, cortados en trozos muy finos, y servidos con un poco de arroz y cebollas, patatas y tomate.

Mientras cenábamos, había un trío de cantantes, con su guitarra, que amenizaban la comida, y que lógicamente, luego se acercaban por las mesas buscando su propina. Yo me acerque a ellos, y les pedí que si podían dedicarle una canción romántica “a mi esposa”… “- como no señor”. Y rápidamente vinieron para ponerse detrás de Encarna, mientras le cantaban un Bolero. “Sin ti…no podré vivir jamás… Sin ti…” Encarna se puso rojisima, y después de propina, le dedicaron otra. Al terminar de cenar, cuando ya casi nos íbamos, cerca de la 1 de la madrugada, vinieron otra vez, para dedicarle otra canción a Encarna. Yo les pedí una en especial, “por debajo de la mesa”, de Armando Manzanero y popularizada por Luis Miguel, pero tan solo él más joven de los tres, la sabia, el resto no…

Al salir del restaurante cogimos un taxi, algo más caro que el anterior, pero claro, tenia suplemento nocturno, nos dijeron. Nosotros nos quedamos cerca del hotel, en el parque central de Miraflores, y David siguió luego con el taxi, hasta San Isidro.

Eran casi las 2 de la madrugada, cuando nos acostábamos, disfrutando aún de un viaje precioso, aún que lo más lindo, estaba aún por llegar. Mañana nos íbamos a Arequipa, a la República Independiente de Arequipa.

DIA 5º JUEVES 10-07-03 LIMA-AREQUIPA

Aunque nos acostamos tarde, no nos levantamos demasiado tarde tampoco. Debíamos hacer de nuevo las maletas puesto que sobre las 10 de la mañana nos vendrían a buscar, para ir al aeropuerto de Lima para coger el vuelo 1171, de la compañía Aerocontinente con destino a la ciudad de Arequipa.

Después de desayunar yo me fui a una agencia de correos, para enviar las primeras postales que habíamos comprado. En toda Lima, hay varias agencias de Servi-Post, que es la compañía que se encarga de los envíos postales en Perú. La agencia estaba a unos 500 mts del hotel o sea que hice una pequeña caminata. En Lima los nombres de las calles, están siempre en unos letreros de color verde en lo alto de una especie de mástil y al comienzo de cada cuadra. La denominación de cuadra, es similar a lo que en España seria una manzana. Y es fácil oír a los lugareños, o ver en los carteles, Avenida tal, cuadra 2. Y eso en cada cruce, en cada manzana/cuadra.

Los carteles de las calles se asemejan a los que se ven en algunas ciudades americanas, como por ejemplo en Nueva York. Otra cosa es la numeración de las calles. Mejor no fiarse que los números guardan un orden correlativo, por que no es siempre así, y se puede pasar del numero 100 al 200 en menos de una cuadra.

A las 9.45 Sandy, ya nos estaba esperando en recepción, y con el taxi y el chofer, el Sr. Elmer, nos fuimos hacia el aeropuerto. Elmer por el camino nos fue contando cosas de Arequipa, puesto que él era de ahí. Que si necesitaríamos un pasaporte especial, que si necesitaríamos moneda diferente, que si nos sentiríamos con en casa, y que los Arequipeños “eran como los catalanes”. Algo de razón tenia. Esta vez si que me fije más en el trayecto hacia el aeropuerto, puesto que el día de la llegada al ser de noche, y al estar atento a las explicaciones de Sandy, pues casi no me fije. En la fachada de la terminal del aeropuerto, había una gran escarapela, con los colores de la bandera del Perú, el rojo y el blanco. Las fiestas patrias, se acercaban y el aeropuerto se vestía para ello. Facturamos las maletas, y después tuvimos que ir a pagar la tasa por uso de aeropuerto, que para vuelos nacionales, es de 5 dólares por persona.

Nos sentamos en la sala de embarque, y mientras por la televisión del aeropuerto, nos enteramos de los fichajes del Barça de fútbol y vimos un reportaje sobre una megaestrella de la canción española, aclamado y endiosado por el locutor. Su nombre, muy popular en España: David Bisbal.

Mientras esperábamos la hora de partir, vimos a un grupo de personas, 5, y en las cuales Encarna creyó descubrir a una chica que había visto por los pasillos de la Universidad. El mundo es muy pequeño a veces. El vuelo se retraso unos 30 minutos y finalmente subimos al avión, uno pequeñito con destino a Arequipa.

Mientras íbamos dentro del avión hacia la pista de despegue, pudimos observar todo lo grande que era el aeropuerto de Lima, y que en unos hangares, en la parte más alejada de la terminal, habían un montón de aviones y avionetas militares en estado de semi-abandono, casi como de desguace.
Arequipa, es la segunda ciudad más importante de Perú; tiene cerca de 700.000 habitantes.

Esta situada al sur del Perú, más cerca de la frontera con chile, a una altitud de 2325 mts. en el desierto montañoso de los Andes occidentales, y también es conocida como la ciudad blanca, nombre que le viene, puesto que en tiempos de los conquistadores, era la ciudad que albergaba mayor numero de Españoles, de blancos, de baluarte de la tradición Española, aunque algunos lugareños les gusta referirse a ello por el color de las piedras de tufo volcánico, o sillar como también lo llaman. Arequipa esta a 1800 Klms de Lima. Esta rodeada de montañas y de volcanes, como el Misti (5822 mts.) El Chachani (6975 mts) o el Pichu Pichu (5554 mts.) El Misti es él más imponente y casi puede verse desde cualquier punto de la ciudad. Los Arequipeños suelen citar muchas veces un dicho que dice así…”Cuando la luna se separó de la tierra, olvidó llevarse a Arequipa”…

El clima era mejor que en Lima. Más sol, más calor, parecido a una eterna primavera. El vuelo duró 1 hora poco más, y al llegar al aeropuerto, cuando desembarcamos del avión, vimos que el aeropuerto, de una sola pista, tiene muchos adornos en sus digamos andenes, con flores, y con una figura de bronce muy bonita, en la entrada de la terminal. Las maletas tardaron poco, y fue curioso puesto que desde la cinta donde las deberíamos recoger, vimos a los mozos, como las sacaban del avión, y como las traían hacia nosotros.

Con un carrito salimos hacia fuera, y divisamos un cartel con nuestro nombre, en manos de una chica. Nos dirigimos a ella y enseguida nos acompaño hacia el coche. Alguna compañera suya le grita al vernos, “ que se llevaba el premio gordo”. No sabemos si lo dijo, por la nacionalidad, o por la juventud, o que, lo cierto es que nos hizo gracia esa afirmación. Nohelia, que así se llamaba nuestra guía, era una chica de 25 años, con la carita redondita, con su media cabellera recogida, morena como no, y sobre todo muy simpática.

Para nosotros fue la mejor guía que tuvimos en todo nuestro viaje. Su agencia, o mejor dicho, la agencia que se encargaba de nosotros, no era Pacifico como en Lima, sino que esta se llamaba Atisa Tours.

De trayecto hacia Arequipa, nos contó que acababa de dejar en el aeropuerto, a la pareja que vino con nosotros el primer día, los mallorquines, puesto que el vuelo que nos dejo en Arequipa, seguía luego hacia Puno. Además nos informo, que estos chicos, en Lima, fueron asaltados y que una cámara de fotos muy grande y vistosa que él llevaba, pues se la robaron. Nos dio lastima, puesto que una de las cosas que siempre nos avisaron es de la delincuencia, y de no frecuentar según que sitios por la noche y menos solos.

La ciudad de Arequipa, era a primera impresión, preciosa. Limpia, más ordenada, y con el sol en su esplendor le daba un aspecto más alegre, muy al contrario que Lima. Inmediatamente después de subirnos al coche, nos fuimos hacia un mirador donde se veían los tres volcanes que rodeaban la ciudad, y donde nos han dado un zumo de tumbo y de papaya arequipeña.

También probamos unos caramelos que nos dijo que eran para el apetito sexual. El paisaje era de postal, con unas vistas de un semi valle, todo de color verde, con un río al fondo y los volcanes con puntas de nieve en sus cumbres y las escasas nubes bordeando sus picos. Precioso, de postal, y calor, mucho calor. Antes de llegar al mirador, por el camino con el coche, oímos petardos, fuertes; el chofer bromeo sobre que eran por nuestra llegada, pero lo cierto es que eran por la celebración de alguna boda.

Nohelia se sentó con nosotros y nos empezó a contar cosas de Arequipa, de su historia, de sus gentes, de sus paisajes. Arequipa cuyo nombre deriva de una palabra Aymará “el lugar situado detrás del pico”, quizá se referían al Misti. Los Aymarás que procedían de la zona del Titicaca, poblaron estas tierras. Otra versión sin embargo dice que el nombre proviene de una palabra quechua; Que una leyenda cuenta que el cuarto Inca, Mayta Capac viajaba por el valle, se queda tan fascinado que ordeno a su comitiva que se detuviera, exclamando “Ari, quipay”, es decir, “si, quédate”.

En 1540, en plena conquista Española, la ciudad fue refundada por Manuel de Carvajal y al año siguiente el rey Carlos I, le concedió el rango de ciudad de la Asunción de Nuestra Señora del Valle de Arequipa. Durante el Virreinato, Arequipa se convirtió en una ciudad muy importante al encontrarse en la ruta de las minas del Potosí, en Bolivia. Sin embargo no se conserva ningún edificio original de tiempos incas. La ciudad ha sido castigada numerosas veces por los terremotos, como los de 1687, 1868, 1958 o 1960.

Nohelia, nos enseño una pequeña granja que había detrás del bar, donde nos sirvieron los zumos y en la que había unos pequeños roedores con la cola de una ardilla, típicos de la zona y también había una alpaca a la que le pude dar directamente hierba de comer… Y no se movía de mi lado, mientras tuvo algo que comer…La pareja de Barcelona, que habíamos conocido en la excursión a las Islas Ballestas, también estaban pero con otra guía, por que aunque hacíamos lo mismo, ellos viajaban con otro touroperador y tenían otros guías.

Fascinados por el cambio de paisaje sobre Lima, emprendimos marcha hacia la ciudad de Arequipa, y un cartel nos indica que la globalizacion también llego a Perú. En la entrada una pancarta ponía…”Colgate te da la bienvenida”… Nos dirigimos hacia una especie de barrio residencial de Arequipa, llamado Yanahuara, en donde bajamos del taxi y nos acercamos a la fachada de una iglesia, de 1750, donde en un lateral había una cruz con la figura de un Cristo, pero un poco particular.

La imagen estaba llena de símbolos, como una hoz, elementos de siembra, martillo, como si cada gremio le hubiera puesto un símbolo de su trabajo a modo de ofrenda, para solicitar la protección del Cristo. La plaza era pequeña, pero muy bonita, con unos enormes arboles que le daban una providencial sombra.

Después fuimos hacia nuestro hotel, que estaba situado en la misma Plaza de Armas; Posada del Inca Arequipa. Tan solo dejamos las maletas y los “Vauchers” y nos fuimos directos al Convento de Santa Catalina, pues sé hacia tarde. Nohelia nos entro, y nos dejo en manos de una de las guías, que están dentro del recinto para los turistas. Empezamos la visita Encarna y yo, y como se iba incorporando gente, terminamos siendo unos 9.

El Convento esta situado detrás mismo de la Plaza de Armas, y es en realidad un pequeño pueblo dentro de una ciudad. En el convento viven ahora mismo unas 30 monjas, totalmente alejadas de las visitas, del ajetreo y de los turistas, tan solo están dedicadas a su vida monástica.

El convento fue construido en 1580 por una rica viuda llamada María de Guzmán para acoger a las monjas de clausura. Construido con sillar, este monasterio ha sobrevivido a todos los terremotos que han asolado estas tierras sobre todo los de 1958 y 1960. Aunque a raíz de ellos, se han llevado grandes reformas y se ha restaurado para abrirlo al turismo. En los primeros tiempos llegaron a vivir más de 400 monjas, y algunas de ellas, tenían criadas para su servicio, hasta cuatro cada una, aparte de los músicos que eran a veces invitados para dar conciertos. Estas monjas fueron derivándose un poco de lo que debía ser la norma de comportamiento normal en unas monjas, hasta que un día un Papa, ( no recuerdo su nombre), se entero de ese comportamiento y emprendió una amplia reforma.

Las chicas solían ingresar en el monasterio muy jóvenes, a los 13 años era bastante habitual. Las costumbres de la época decían que el primer hijo varón, seria el heredero, el segundo debía ser militar y el tercero sacerdote y para las chicas, la primera era la casadera y todas las demás debian ser monjas, puesto que cuantas más hijas se le ofrecieran a Dios, más cerca tenían la salvación sus padres.

Entrar en el monasterio no era fácil; Era un gran privilegio que se pagaba en oro y plata y en cantidades astronómicas para la época, por lo cual solo entraban las hijas de las familias más acaudaladas y que además entraban con novicias como criadas. El monasterio alberga también historias y leyendas sobre violencias, intrigas políticas, sacrificios, etc. La visita comienza mostrándonos las pequeñas ventanas por las cuales las monjas se comunicaban con el exterior, al recibir alimentos, etc., una especie de pasillo, austero y con poca luz, puesto que poca luz podía haber en el momento de contacto con el mundo exterior. Luego accedemos a una entrada donde un arco de piedra con el rotulo de Silencio nos indica que se entra en un lugar de silencio y recogimiento. Avanzando a través de unas calles de color rojizo, llegamos al claustro mayor, con pinturas en sus paredes, y con unas celdas iluminadas para que pudiéramos ver como eran las celdas de las novicias. Algunas de ellas aún conservan utensilios de la época. Siguiendo por una calle estrecha se llega al Claustro de los Naranjos, donde una gran cruz en el suelo, parece indicar como un punto y aparte de lo que habíamos visto y de lo que vendría ahora.

La ciudad del monasterio se abría ante nosotros, con un montón de calles, y callejuelas, algunas de ellas, con nombre de ciudad española, puesto que su decoración, intentaba asemejarse a la de esas ciudades. Pasamos por la calle Burgos, Toledo, Málaga, Sevilla, Granada, Córdoba, …plazas, fuentes, jardines, lavandería, coro, celdas, cocina, calles estrechas pero con un sabor de misticismo, de recogimiento, en tono rojo suave, amarillo o blanco. Dejando la calle Toledo, la más larga, se llega a unas escalinatas, donde estaba situada la lavandería; el agua brotaba por la parte de arriba y al ir cayendo por el desnivel habían unos pequeños recipientes de piedra, y unas tinajas que eran el lugar donde las monjas lavaban las prendas.

Seguimos por la calle Burgos, y llegamos a un mirador, que después de subir un montón de escaleras muy empinadas, se llega a una terraza con una vista increíble de toda Arequipa, sus volcanes, y se aprecia la grandiosidad del Convento. Siguiendo con la ruta, pasamos por la cocina, el lugar donde se amasaba el pan, lugar que tenia también su lecho, puesto que la hermana a la que le tocaba hacer el pan, debía dormir la noche antes en aquel sitio.

Después llegamos a la celda en la que vivió Sor Ana de los Angeles Monteagudo, religiosa que murió en 1686 y que fue beatificada por el Papa en 1985, puesto que esta documentado que aquella religiosa, tenia el don de la levitación, de la reciprocidad (estar en dos sitios a la vez) y el de la adivinación. Nos contó la guía uno de los milagros que despierta más admiración en Arequipa, atribuidos a esta Santa y que más o menos dice así. Hace tiempo, un hombre tenia a su mujer enferma de Cáncer de Utero, estaba desahuciada por los médicos y tan solo estaban esperando el fatídico momento. El hombre, devoto de esta Santa, se acerco al convento para pedir a las monjas que si podían rezar por ella, pero además les pidió un poco de arena de la tumba donde estaba enterrada Sor Ana de los Angeles. Las monjas accedieron y aquel hombre, froto con la tierra, el vientre de su esposa. Milagrosamente, el cáncer desapareció y ella se curó, viviendo un montón de años más. Cuando te cuentan historias así, con la devoción que se le notaba a la guía y en un lugar como ese, en la celda de la religiosa en cuestión, llena de imágenes de ella y de sus utensilios diarios, a uno, se le pone la carne de gallina.

Saliendo de este lugar se llega a la Pinacoteca, que tiene más de 400 obras muchas de ellas restauradas, y se puede ver el altar y el lugar donde se celebran las misas. En aquel monasterio se debe de estar más de una tarde entera, pero nosotros hicimos la visita en tan solo hora y media, puesto que cerraban. Merece la pena visitarlo, y aunque no se sea creyente, la grandiosidad combinada con la austeridad del lugar, y la decoración lo hacen precioso. Es sin duda el edificio religioso colonial más fascinante de todo el Perú.

Nohelia nos estaba esperando a la salida, para llevarnos caminando hacia la Plaza de Armas, donde daba la casualidad que se estaba preparando un escenario para un concierto de una celebración de antiguos alumnos, de un colegio muy importante de Arequipa.

Entramos en la catedral, que he de decir, que lo poco que pudimos ver de ella, me gusto mucho, y vimos pocas cosas por que se estaba oficiando misa, y no interrumpimos demasiado. Fue construida en 1656, destruida por un incendio en 1844 y por el terremoto de 1868, tras la cual fue de nuevo reconstruida. Tiene las bóvedas muy altas y esta pintada con colores muy claros, dando una sensación de luminosidad. En el altar ondea la Bandera del Vaticano, siendo esta catedral, una de las cien en todo el mundo que gozan de ese privilegio. En el interior hay 12 columnas que representan a los 12 apóstoles y que están echas de mármol italiano. Hay un órgano, donado por el gobierno belga y que es el mayor de toda América del Sur.

Saliendo de la catedral, cruzamos toda la Plaza para dirigirnos al otro extremo de la misma, para visitar la Iglesia de los Jesuitas, también llamada La Compañía. Se construyo a principios del siglo XVII y esta bastante bien construida a prueba de terremotos.

Tiene grandes retablos de madera y muchos frescos, además dentro de ella, hay una capillita, toda pintada de motivos religiosos, de frescos por todo el interior y donde esta enterrado el fundador de la Compañía de Jesús, San Ignacio de Loyola, aunque murió en Roma. Su altar está recubierto casi en su totalidad de pan de oro de 18 kilates. Saliendo de la iglesia se acceden a unos claustros, en donde hay tiendas de artesanía, prendas de Alpaca y demás. Eran ya más de las 6 de la tarde, y la visita de la ciudad se acababa. Como teníamos el hotel a 100 mts, nos despedimos de Nohelia, hasta el día siguiente, y nos fuimos al hotel a descansar un rato.

La habitación estaba bien, no daba al exterior, pero era amplia, con dos camas, pero bueno, nosotros las juntamos. A eso de las 7 y media salimos a dar una vuelta por las calles de Arequipa y a buscar un sitio para cenar. Arequipa, era como cariñosamente la llamaba Nohelia, Ticolandia, en referencia que de cada 2 coches, uno era un Daewo tico y casi todos esos modelos eran taxis, pintados con vistosos colores y con los nombres de las compañías de taxis escritos en mil y una formas. El arcoiris de modelos, y colores que ocasionaban esos taxis, era increíblemente curioso.
Paseamos por los porches que había en la Plaza de Armas donde en cada portal, una chica te invitaba a que probaras su restaurante.

Subimos por la calle San Francisco, toda llena de bares y restaurantes, y después de mucho pasear y de decidirnos por uno u otro, nos decantamos por uno que era como dos restaurantes en uno. Por una puerta se accedía al local de comida Italiana, y por la otra puerta se entraba al restaurante donde servían el plato típico de Arequipa: Los camarones; aunque por dentro se comunicaban entre sí. ¿El nombre del restaurante?, pues casi es fácil de adivinar. El camarón. Y lógicamente nos pedimos una bandeja de ellos, ni que decir tiene que estaban deliciosos y jamás en mi vida había comido tantos. De fondo, alguien tocaba el acordeón. Toda la bandeja de camarones fresquisimos y toda la cena, no nos costo más de 4000 ptas.

Después de cenar, nos dirigimos hacia la Plaza de Armas, puesto que nuestro hotel estaba allí, y nos detuvimos un rato a oír a los cantantes que estaban actuando. Uno de los colegios más importantes en Arequipa, quizás el que más, es el colegio Independencia. Y esa noche se celebraba el encuentro de antiguos alumnos. El presentador del acto iba nombrando a algunos de ellos y estos salían a cantar, canciones populares y también alguna de más particular de la ciudad. A veces de fondo, y con estruendo se gritaba el nombre del colegio: INDEPENDENCIA!!!. El grito sonaba con rabia, con fuerza; quizás era por un doble motivo, puesto que de la historia de Arequipa, Nohelia, nos contó más cosas en los siguientes días.

Subimos al hotel, y desde su terraza, sentados frente a la Plaza, nos quedamos un buen rato escuchando y mirando el concierto. A cada canción, le seguía el grito de guerra INDEPENDENCIA!!!.
Nos fuimos a acostar, y a preparar de nuevo maletas, teníamos que dejar 2 en el hotel y llevarnos solo una. A la mañana siguiente nos esperaba una dura excursión y dormíamos en otro lugar. Como siempre me decía Encarna, “ la vida del turista es dura”.


DIA 6º VIERNES 11-07-03 AREQUIPA-CHIVAY

De nuevo teníamos que deshacer maletas para volverlas a hacer, puesto que hoy nos íbamos a la excursión del Valle del Colca, y dormiriamos una noche en Chivay.
A las 7 de la mañana, arriba. Desayuno copioso puesto que la cadena de hoteles Sonesta Posadas del Inca, eran unos buffets muy abundantes. Se podía comer para casi todo el día. Después de dejar las maletas y demás, a las 8.30 de la mañana Nohelia nos vino a buscar al hotel. Nuestro chofer para esos 2 días, era el Sr. Valdivia, persona de unos 45 años y con aspecto de bonachón, del típico padre de película, de mediana estatura y de simpatía innata.

Nuestro coche era como una furgoneta pero con asientos en la parte del maletero y una capacidad de 9 personas, y tan solo éramos 4.
Salimos de Arequipa, después de recorrer un montón de calles, y poder comprobar una vez más la diferencia de ambiente con respecto a Lima.

Saliendo de Arequipa, nos detuvimos en una tienda para comprar agua. Resultaba curioso ver que esa tienda estaba repleta de gente, de turistas, comprando agua y alimentos y las de alrededor poco menos que vacías. Quizás tenia algún acuerdo, o comisión con los choferes y guías respectivos. Ibamos a estar a alturas superiores a los 4000 mts y con un sol de justicia. Llevar agua estaba más que justificado.

Antes de salir definitivamente de Arequipa, tuvimos una sorpresa, mitad agradable, mitad penosa pero tranquilizadora. Nos detuvimos en un control de seguridad; de seguridad de los turistas que ascendían al cañón del Colca. Un inspector altísimo, con un bigote también enorme y provisto de su identificación correspondiente vino al coche para comprobar si nuestro vehículo llevaba aparte de los papeles necesarios un botiquín de primeros auxilios.

El funcionario repaso el botiquín con el Sr. Valdivia y fue comprobando una a una todas las cosas que en el se encontraban. Gasas, Algodón, Alcohol, etc. Había de todo, quizás no muy religiosamente puesto, pero lo había. Mientras nosotros dentro del coche observábamos la escena. Nohelia trataba de minimizar la inspección. Y luego le toco el turno a la botella de oxigeno…La Botella de oxigeno!!!. El balón de oxigeno como le llaman ellos. No sabíamos que era necesario para la excursión, y haberla, la había, pero estaba desmontada y nuestro chofer, no sabia montarla. Nohelia seguía quitando tensión a la situación. “-Mis pasajeros son fuertes”, decía ella, y el Inspector le pregunto a Encarna, “¿-usted Srta. Ha subido muchas veces a 5000 mts?”,

Los minutos pasaban y nuestro chofer sé hacia un lío con la botella…”-creo que tendrán que volver a Arequipa por una que este montada” nos decía el inspector, mientras iba y venia revisando los diferentes coches que también se paraban al control. De repente en nuestro taxi se congregaron el inspector, una inspectora, un policía, y nuestro chofer llamando por teléfono a la ciudad, supongo que buscando una solución.. “- es que este no es mi carro, el mío si que lo lleva todo correcto,”, decía el chofer. “-Pues su obligación es comprobarlo, puesto que la seguridad de sus pasajeros, depende de ello”…”fíjese el tiempo que lleva, para montar la botella, vuelva a Arequipa”.

Con el trasiego de los autos que paraban, el inspector se olvido un poco de nosotros y Nohelia aprovecho para fijarse en las botellas de los demás coches, para así poder montar la nuestra. Al final, pasada más de media hora, la botella de marras consiguió ser montada, y lo que es más importante probada y ver que había oxigeno dentro de ella y que el chofer sabia manejarla. Avisamos de nuevo al inspector y después de la oportuna comprobación y de las disculpas del chofer, proseguimos la ruta. Ciertamente gracias a Nohelia, pudimos emprender el viaje, y aunque personalmente creo que no hubiéramos necesitado el oxigeno, me gusto y me sorprendo gratamente, la preocupación de las autoridades por la seguridad de sus turistas, y también la pericia de Nohelia, para solventar la situación.

Bromeamos un poco sobre lo ocurrido y emprendimos ya ahora sí, y con 45 minutos de retraso, la excursión. Saliendo de Arequipa, se van dejando atrás las zonas verdes y se va entrando en una zona con mucha aridez, sol abrasador, y un paisaje curioso de sequedad y al fondo las cumbres de los volcanes acompañándonos con sus picos medio nevados. El paisaje seco, semi desértico y de pronto a la vera de unos pequeños riachuelos, casi secos, las primeras vicuñas en nuestra ruta.

Estabamos cruzando la Reserva Nacional Salinas y Aguada Blanca, que abarca unas 367.000 hectáreas. La vicuña es como una gacela, protegida por el gobierno, pues esta en peligro de extinción. Es la más pequeña de todos los camelidos que vimos. Nos detuvimos a pie de carretera en medio de la reserva natural de vicuñas, para hacer las fotos de rigor, aunque más adelante paramos por que entonces los animales que vimos, completamente sueltos y pastando libremente eran Alpacas y Llamas. Aprendimos a diferenciarlos. Las alpacas con mayor pelaje y las orejas de punta y un gran rabo.

La llama es algo más grande, con un rabo más pequeño y las orejas estiradas hacia atrás. También nos tuvimos que detener una vez por necesidades fisiológicas, y aprovechamos que en medio de aquella extensión de aridez, había una casa, o mejor dicho una casa semi destruida, y en la que había gente viviendo en ella. Un chico de unos 7 años nos saludo como si nuestra parada no le fuera del todo extraña. Por el camino nos encontramos con “un peaje” muy curioso. La carretera que en determinados trozos es de piedra, y esta llena de agujeros, tiene a unos chiquitos guardas de ella, que taponan los agujeros del terreno con los pies, y a cambio de dejarte pasar, pues bloquean la carretera con una cadena que sujetan ellos mismos, te piden un peaje en forma de donativo, caramelos, etc. Nohelia llevaba unas bolsas de caramelos que les dio, y si me hubieran pedido a mí, también se lo hubiera dado. Sus caritas llenas de una picara inocencia, sus ropas, su aspecto, y sobre todo, la zona en la que estaban…no me hubiera importado “pagar un mayor peaje”. Quizás también el fruto de la novedad y la curiosidad de la escena, hacían su efecto.

Más adelante paramos en un bar, que debía ser el acordado por todos los tours, puesto que estaba lleno de turistas. Aparte de bar, y de tomarnos el mate de coca de rigor, también había la típica venta de artesanía, de adornos, souvenirs y alimentos y algo que no encontramos en ningún lugar fuera de Arequipa. Los caramelos de coca. Caramelos con un relleno de mate de coca, y que lógicamente compramos. Aprovechamos para ir al baño y seguimos camino. Me imagino que nuestros guías, debian de tener alguna amistad con los dueños del lugar, puesto que entraron sin problemas en la cocina del bar, y saludaron muy amigablemente a los dueños. La carretera era de pena, Llena de baches, y más que carretera era camino de piedras. Nohelia ya nos había avisado y advertido de que tuviéramos la mente receptiva por el trayecto. Y lo teníamos.


El Sr. Valdivia me dio unas hojas de coca, para que las masticara, y lo hice. Las mástique hasta la saciedad, le extraje todo el jugo y luego aquella pequeña bola insípida que debe de tirarse, pues bien yo me la tragué. La carcajada de los demás fue enorme. Empezaba a notar un ligero dolor de cabeza, más que nada una presión en la zona frontal, y que era debido a la altura, al mal de altura, el soroche como lo llaman en Perú.

De pronto un paisaje, o mejor dicho una vista extraña se nos asomo a nuestra derecha. En medio de aquel paisaje semi desértico, con ausencia total de las nieves, había toda una pared de roca cubierta por un enorme y grueso manto de hielo, como si fuera el ultimo coletazo de una glaciación, o de alguna helada, pero no era pequeño, era inmenso. Y tocar aquel manto helado, en medio de las rocas y a pleno sol, era curioso, porque el sol, también le daba al hielo, y sin embargo ahí estaba, desafiando al tiempo y a la metereologia.

Más adelante una nueva parada para contemplar y tocar una hierba o un musgo que crece a alturas superiores a los 4000 mts, y que crece encima de las rocas, pero a una velocidad de unos 0.5 cm. al año. Muy lentamente y su tacto era finisimo, casi punzante en algunos momentos. Otra estampa más desconcertante. Una extensión desértica, en las alturas, tan solo llena de piedras y matorrales, y rompiendo todo aquel color, unos pequeños mantos verdes en forma de roca, salpicando toda la llanura.

Al cabo de unos instantes paramos en el lugar con más altura de todo el camino. A 4950 mts, había un mirador y estaba lleno de turistas también. Había que caminar con lentitud, pues con cualquier esfuerzo que se hace, se cansa uno más. El sol era muy fuerte, implacable, y había vendedoras de artesanía, y de objetos textiles, algunas de las cuales los tejían ahí mismo, delante de todos. Apoyaban el telar en el suelo, largo, rectilíneo y con una madera iban deslizando los hilos por el telar, y haciendo jerseys, manteles, bufandas, etc.

Los niños ataviados con vistosos trajes eran utilizados por sus madres como reclamo para su puesto de venta y también como pose de fotos, previo pago de la propina correspondiente. Habían unas llamas muy adornadas, con sus amos vistiendo trajes típicos de la zona con las que nos hicimos fotos, y luego después de mirar el paisaje, que realmente era de ensueño, por la altura, le compramos a un chico una llama echa de piedra, de andesita, la piedra de los andes, de color azul grisáceo y que nos enseño como las hacia allí mismo.

Detrás de aquel mirador y ya en zona montañosa, habían multitud de Apachetas. Las Apachetas son ofrendas a la madre tierra, a la Pacha mama y consisten en una hilera de piedras puestas en forma vertical, una encima de las otra, hasta una altitud de 50 cmts aproximadamente, aunque depende un poco de la base, y de la cantidad de piedras que se pongan. Esta costumbre antigua, pero que aún hoy se practica, estaba siendo ahora utilizada por los miles de turistas que visitan esa zona. Intente construir yo también mi Apacheta, pero no vi piedras disponibles y además Nohelia nos empezaba a reclamar.

De fondo, tras todo aquel mercadillo, las montañas, los volcanes y en medio de todos, unos en especial: El Ampato. El Ampato es aparte de una de las montañas más altas del Perú, el lugar donde se descubrió una de las momias más famosas de todo el Perú: Juanita, llamada así en honor de su descubridor, Johan Reinhard. En 1995, este arqueólogo estadounidense, descubrió el cuerpo de una niña congelada en una de las laderas del Ampato. Estaba muy bien conservado tenia una violenta fractura en el cráneo. Los investigadores dudan de sí la fractura fue accidental, al caerse por la montaña o fue debido a los sacrificios que se hacían a la diosa tierra en aquellos lugares. Hace años era practica habitual y ritual sagrado para los pueblos andinos el enterrar un niño joven y sano vivo, en la montaña para propiciar las lluvias. Este sacrificio recibía el nombre de Capacocha. Quizás a Juanita no la enterraron viva, y la mataron antes.

De nuevo en el coche, Nohelia puso una cinta de música, en la que abundaban los temas de los años 70-80 y como yo los tarareaba todos, ella se quedo un poco sorprendida de que los conociera, y así empezamos a hablar de música. A Nohelia le encantaba La Oreja de Van-gog, y luego nos puso una cinta con música ellos. El sonido era bastante malo, no sé si por la cinta o por el aparato del coche, pero era lo que había. Al cabo de un rato, casi de mediodía ya, paramos en un mirador donde al fondo se veía nuestro destino: Chivay. En el fondo de un valle, y Nohelia nos empezó a contar cosas de Chivay. Chivay esta situado a 4300 mts, y es un punto de llegada y de partida para las personas que quieren hacer la excursión al mirador del cóndor. Esta a 160 Km de Arequipa. Aproveche la parada para hacer mi Apacheta particular, que la madre tierra nos protegiera a mí y a Encarna.

Llegamos al hotel de Chivay, el Rumillaqta. El hotel era como un montón de cabañitas de piedra, de las de montaña, y por dentro una cama altísima, inmensa y un baño muy coquetón. Mantas de repuesto y una estufa, pues por las noches, la temperatura puede descender hasta los 0 grados o menos. En la recepción del hotel, había una foto de la Reina Sofía, con los responsables del lugar, y yo hice la pregunta, que según me dijeron hace todo el mundo que llega al lugar. “¿Pero la Reina vino en coche, por esta carretera?”…”- No Sr. Ella vino en Helicóptero”…La carretera que ponía a prueba los nervios de cualquier persona, no me pareció el modo más normal, para ella, y estaba en lo cierto.

Nos sentamos a comer los 4 juntos, puesto que nuestros guías comieron con nosotros. Había un menú de 2 platos para elegir, y las bebidas iban a parte. De fondo sonaba una radio con música Peruana, pero una música que sé hacia, al menos para nosotros, machacona y pesada. Bajo ritmos más o menos folclóricos se oía la mayoría de veces una mujer, entonando una melodía pero con tono lastimoso, de queja, y alguna vez el grito de algún hombre, animaba “esa melodía”. Nohelia nos contó que era un tipo de música típica de una región del Perú, pero ahora no me acuerdo de su nombre y que era una música como de quejas, de protesta, de amargura.

Durante la comida, hablamos mucho sobre las condiciones de trabajo en Perú y en España. Nohelia y el Sr. Valdivia nos contaron muchas cosas interesantes. En Perú, el salario mínimo esta situado en unos 200 dólares, pero es bastante frecuente que muchas personas no lo cobren, como también que una parte de Peruanos este cobrando sobre los 1000 dólares, pero los menos. Por ejemplo el salario de nuestro chofer era de unos 800 pesos (36000pts) aparte propinas claro. Les dije que paseando por Arequipa, había visto muchos letreros de tiendas que pedían chicas para vendedoras. Nohelia me comento que en muchas de esas tiendas el salario es de 200 pesos al mes ( 9000 pts) y que con ello no te llega para nada. A pesar que Perú, es mucho más pobre y barato que en España, la diferencia de sueldo, no es proporcionada. Es bastante normal que el primer mes se trabaje sin seguro y pasado ese mes, entonces se hace un contrato.

Como nos decía el Sr. Valdivia, en tema de derechos humanos, a Perú, le queda mucho camino por recorrer. Hablamos de los precios en España, de los pisos, de economía en fin, y en ese momento, a veces uno se siente algo incomodo. Parecía como si nosotros fuéramos los ricos de la película y que estamos visitando un país pobre y tercermundista, y que con nuestro dinero, lo podríamos comprar todo. Es una sensación extraña que desaparece enseguida, pero a veces se tiene.

Después de la comida, descansamos un rato, y a media tarde, sobre las 4, nos fuimos a los baños termales de Chivay, llamados La Calera. Están un poco apartados del pueblo, a unos 4 Km y es mejor ir en coche; Estas aguas se dice que tienen propiedades curativas y en ellas, nos bañamos en una piscina cubierta y con el agua caliente. Los vestidores no están mal y dentro de la piscina no había mucha gente. Encarna y yo nos metimos super rápido, puesto que fuera del agua, hacia frío. Nohelia se sentó en un banco, y el Sr. Valdivia, también se baño. De fondo sonaba la música de Hombres G, aunque que creo que era una cinta, o CD, todo de música Española, pues había un poco de todo. El tiempo dentro de la piscina, se detuvo, y mientras veíamos por los cristales el día nublado, con frío reinante, y nosotros retozando en una terma a 4000 mts. Increíble. El matrimonio de Barcelona que habíamos conocido en Paracas, también estaban, además se alojaban en nuestro hotel.

Salimos del agua, con una sensación de bienestar y sin nada de frío, con el cuerpo inmunizado por el baño caliente, y nos fuimos a recorrer el pueblo con Nohelia. Estaba ya casi anocheciendo, cuando entramos en el mercado de alimentación del Chivay

Puestos de mercado con la carne expuesta al aire libre, sin ninguna protección o forma de conservación. Mujeres que nos miraban con una mezcla de curiosidad y recelo. Fruta de mil colores, alguna de la cual llegando ya al fin de su vida, empezando a marchitarse, puestos de legumbres, de un montón de variedades que no conocíamos, …arroces, maíz de un montón de colores. Entre ellos destacaba un maíz conocido como Chicha Morada y del que se extrae un zumo dulce de color morado, bebida típica y sagrada en otros tiempos.

Pudimos también comprobar la gran variedad de patatas que tiene Perú, cerca de 400 variedades, y Nohelia nos enseño una que la llaman la patata deshidratada, o chuño, patata que puesta a secar al sol del día, y a las heladas de la noche, durante varios días se consigue que este vacía de agua, y sirve para guardarse durante varios meses, a modo de provisiones para los habitantes del lugar. La patata deshidratada la llaman. La visita a aquel mercado, fue realmente didáctica, curiosa, y aún más, el ver a un joven lugareño, preguntando por el valor de una naranja, solo una, y regateando el precio a la vendedora.

Saliendo del mercado, había un montón de gente, sentada en unos bancos en la calle, comiendo, potajes, carnes, cocinadas en medio de la calle, con hornillos de leña en el suelo. Eran los vendedores, algunos de los cuales, comían después de su jornada de trabajo. Visitamos también el mercado de artesanía y en él, Nohelia nos enseño la diferencia con las prendas de Alpaca y las de mezcla. Nohelia preguntaba por nosotros y nos hacia de maestra. Caminamos por el pueblo, visitando tiendas, de Alpaca, de Baby alpaca, cuyos precios estaban más cerca del Corte Ingles, que no de lo que habiamos visto anteriormente. Regresamos al hotel, y Encarna y yo, como era temprano decidimos volver por nuestra cuenta al pueblo y ver más cosas, por nosotros mismos. El mercado de alimentos ya había cerrado pero no así el de artesanía, y en él nos metimos. Regateando, mirando mil y un objetos.

Una de las cosas que nos enseño Nohelia, fue que a simple vista poder saber de que clase era una mujer, o mejor dicho de que grupo de los que habitan estas tierras eran, y sobre todo si estaba casada, soltera o viuda. ¿Cómo?, Por el sombrero. Hay unas mujeres que llevan un sombrero parecido en forma al sombrero cordobés, de color blanco y que son las mujeres Coyaguas. Otras llevan un sombrero de colores y son las mujeres Cabanas. Si están solteras llevan una flor en un lateral, si están casadas llevan dos flores, una en cada lateral. La flor es redonda, y a juego con el sombrero. Mientras estabamos paseando por Chivay, nos dedicábamos a mirar los sombreros de las mujeres, intentando adivinar su estado.

Descartamos la compra de un jersey de Baby alpaca, pues aunque nos los podíamos comprar, el precio de 80 y 100 dólares, nos parecía caro. La Baby Alpaca es la primera lana que se corta de la Alpaca y es mucho más suave que la que se corta ya de adulta y eso que la lana de Alpaca, ya de por sí es suavisima. En aquel mercado compramos una zampoña, y ese objeto fue el primer regalo que nos trajimos de Perú. Otra cosa que me llamó la atención del mercado es que vimos un puesto de música, de cassettes y Cds, como se ven en la mayoría de mercados, pero la diferencia es que la mayoría de oferta era de cassettes, y puestos encima del mostrador, en lateral para que únicamente se viera el nombre del artista o grupo. Casi mareaba el ver tantos nombres, y resultaba anecdótico que de Cds, habían poquisimos, escasos títulos. En las tiendas de música o electrodomésticos que vimos por Perú, la mayoría de oferta era en cassettes y en videos. Los Cds, y Dvds, no estaban tan popularizados como en España.

Con un pequeño dolor de cabeza, síntoma de la altura, regresamos ya al hotel, encendimos la calefacción, pues ya hacia frío, y nos fuimos a cenar, de nuevo con nuestros guías. Antes de cenar nos sentamos a lado de la chimenea que encendida daba un más que deseable calor. Nohelia me dio una pastilla para mi dolor de cabeza, que era ya bastante fuerte; el mal de altura aún me acompañaba y estuvimos un rato hablando con los catalanes que íbamos coincidiendo en todas partes.

Durante la cena, tuvimos música, a cargo de un grupo de Chivay, los Collaguas. Eran 3 chicos y una chica, esposa de unos de ellos. Tocaron muy bien, música Peruana y alguna cubana. Lo que más me gusto fue como el que parecía el líder del grupo tocaba el Charango, una especie de guitarra pequeña. Al final de la actuación pidieron la propina de rigor y también ponían a la venta su CD. Nohelia nos contó, que ellos van de hotel en hotel, sin cobrar nada, tan solo las propinas de los turistas o las ventas de sus Cds, los mantienen. La cena más ligera, con una sopa que con la temperatura reinante sentaba de maravilla y pescado, fue deliciosa.

La conversación con nuestros acompañantes era cordial. Nohelia nos hacia bromas sobre él porque nosotros nos teníamos niños, “guaguas” como le llaman en Perú, pues ella con 25 años tenia uno de 7 y otro de meses. Nos contó que se caso con 18 años, muy joven, y que su marido también trabajaba de guía en la misma empresa. Que de todas las chicas que terminaron la carrera de turismo con ella, Nohelia era la única que trabajaba. Seguimos hablando sobre las costumbres de los Peruanos. En algunas zonas de Perú, aún se estila lo de “comprar” o cambiar a la mujer que uno quiere, por mercancías, o dinero. Además no es muy raro que en el interior del país, las chicas se casen muy jóvenes y que sean las familias las que arreglen la boda. El Sr. Valdivia nos contó que tenia ya varios nietos y eso que creo que aún no llegaba a los 50 años.

Nohelia nos invitaba a que de Perú nos llevásemos algo más que souvenirs. Nuestro chofer se fue pronto, dijo que iba a llamar a su familia y nosotros nos quedamos más rato hablando con Nohelia. Nos tomamos otro mate de coca, y seguimos hablando con ella. El dolor de cabeza había desaparecido durante la cena, y no había ganas de acostarse, pero al día siguiente Nohelia nos esperaba a desayunar a las 6 de la mañana, o sea que había que irse a dormir. Nos despedimos de Nohelia comprobando una nueva costumbre de Perú.

Nosotros estamos acostumbrados a cuando saludamos a alguien o nos despedimos de el, nos damos 2 besos en las mejillas. En Perú solo es uno.

En la habitación, a pesar de la estufa, hacia frío, y tuvimos que poner una manta más, y el pijama. Creo que estabamos rozando los cero grados y según nos dijeron, al amanecer, es cuando más frío hace. Y nosotros nos teníamos que levantar a las 5 y media.

DIA 7º SABADO 12-07-03 CHIVAY- CAÑON DEL COLCA-AREQUIPA

A las 5 y media en punto, unos golpes en nuestra “cabañita”, nos despertaron. No pasamos excesivo frío esa noche; las mantas de repuesto y la calefacción ayudaron que en la enorme cama que teníamos, nos ayudaron a estar calentitos. Nos duchamos rápido, y a desayunar. Desayunamos los cuatro juntos, y aunque no era tan copioso como los desayunos de los otros hoteles, no estuvo mal: lógicamente los mates de coca, fueron casi obligados.

La coca, cultivada desde tiempos remotos, era alimento sagrado para los Incas, y para las civilizaciones anteriores a ellos. En la actualidad en muchos lugares de Perú se utiliza para mitigar el cansancio, el estrés, el mal de altura y también (según ponía en los prospectos de las infusiones) era bueno para la digestión. Comprar hojas de coca no era ningún problema, en muchos lugares te las vendían en paquetitos ya preparados y las infusiones de coca, tampoco eran difíciles de encontrar. Las infusiones podían sacarse del país sin problemas, es más nosotros lo comprobamos, no así las hojas, cuya salida del país, esta prohibida.


En el desayuno Nohelia le pregunto al Sr. Valdivia si regreso muy tarde por la noche, y creí entender que si, que se había ido a ver a algunos conocidos que tenia en Chivay y que estuvo con ellos bebiendo y charlando hasta muy tarde. Recogimos la maleta y a las 6 y poco más, salíamos ya de excursión hacia el mirador del cóndor, en pleno valle del Colca.

La carretera ni que decir tiene que era, digamos que como un camino polvoriento lleno de piedras, parecida a una pista forestal de Cataluña, más preparada para ir en cuatro por cuatro que no en una furgoneta como la nuestra, pero era lo que había, y ya sabíamos lo que nos íbamos a encontrar.


Alrededor de las 7 de la mañana paramos en el pueblo de Yanque, donde a esas horas ya había actividad y como no, turistas. En el centro del pueblo, en su plaza, pudimos observar un baile típico del lugar. El Waitiqui, baile que se suele representar en carnaval, y que era interpretado tanto por personas mayores como también jóvenes, la mayoría chicas. Yanque, punto de paso para todos los viajeros al cañón del Colca, había decidido potenciar sus danzas y costumbres, como una manera de atraer el turismo y de dar vitalidad a la zona. Con los danzarines, había una persona con un equipo de música y algún altavoz, y que micrófono en mano, iba animando a la cincuentena de personas que presenciábamos el baile. Detrás de los bailarines se encontraba la iglesia de Yanque del siglo XVIII y de la que Nohelia nos enseño una particularidad. La entrada principal no estaba orientada a la plaza, como debiera ser normal, sino en un lateral casi oculto y teniendo de frente a él, el volcán.

En tiempos de la conquista española, cuando se mando construir la iglesia, los lugareños recelosos de perder sus creencias, y de albergar las que traían los Españoles, “colaron un gol” como popularmente se dice a los conquistadores. Para los nativos su protección venia por el volcán, montaña sagrada para ellos y aunque hicieron una puerta en la plaza, la principal, la más importante, la ubicaron en el lateral de la iglesia, mirando a su montaña sagrada.

Nos hicimos también unas fotos con unas mujeres ataviadas del traje típico y que llevaban en sus brazos unos aguiluchos, que te ponían en tus brazos, juntamente con unas alpacas también adornadas. Entre tanto animal, nos pusimos nosotros y Nohelia nos hizo la foto de rigor.


Seguimos camino y pasamos por varios pueblos en la ruta entre ellos Achuma, llamado así, por que cuenta la leyenda que cuando el Jefe Inca se acerca a este pueblo, los habitantes le dieron a probar un brebaje a modo de atención, y él lo escupió en el suelo, gritando Achuma…( que malo esta) y de ahí quedo el nombre…Más adelante vino el pueblo de Maca, del que vale la pena resaltar algo…Este pueblo esta casi condenado a desaparecer, puesto que sufre terremotos diariamente… a diario…la zona en la que se ubica, en medio de la cordillera andina, hace que su tierra se vaya deslizando irremediablemente hacia la ladera, hacia el valle, y llegara un día, aunque lejano espero, que todo el pueblo termine dentro del valle, en el fondo del cañón…Terremotos a diario…aún así en el pueblo se veía vida, comercios abiertos y gente en sus calles…
El cañón del Colca, está actualmente gestionado por un organismo más o menos oficial, que por lo que nos contó Nohelia, recauda mucho (puesto que hay que pagar una tasa por entrar en el cañón) y gasta e invierte poco.

Alrededor de las 9 llegamos a nuestro destino. El mirador de la cruz del cóndor, llamado así por que en lo alto del mirador, hay una cruz bastante grande de piedra y que esta situada sobre un montón de rocas, y por que además, en este lugar es donde mejor se puede observar el vuelo del cóndor. El Cóndor, animal sagrado para los Incas, carroñero, pues solo se alimenta de animales muertos, habita en el fondo del valle, en las paredes de la montaña y cada día, temprano, sube en vuelos circulares, aprovechando las corrientes de aire, hasta elevarse completamente por encima de nuestras cabezas y perderse en la lejanía, buscando alimento para sus crías.

El valle del Colca tiene una profundidad de 3450 mts, convirtiéndolo en uno de los más hondos del mundo, y una longitud de 100 Klms. Nohelia nos explico como distinguir un cóndor macho de hembra o de una cría. Las crías tienen un plumaje de color marrón y los adultos de color negro. Además los machos llevan una especie de corona de color blanco, alrededor del cuello. Su vuelo es majestuoso; sus alas completamente extendidas, casi inamovibles, dando círculos constantemente hasta encontrar la corriente de aire que le permita subir un poco más… en el mirador se guardaba un más que respetuoso silencio. Estabamos en lugar sagrado, y por respeto a las tradiciones del lugar, y a sus costumbres, Nohelia nos indico que habláramos siempre en voz baja, y de hecho se respetaba el silencio, puesto que cuando alguien alzaba la voz o chillaba más de la cuenta, siempre había alguien que le hacia callar. Contemplar el vuelo de tan majestuosa ave, en aquel lugar, con las montañas al fondo, rodeados de cientos de personas y con una calma silenciosa, le daban al lugar un aire de misticismo y de espiritualidad muy grande. Personas de varias nacionalidades, de varias culturas, todas en silencio, intentando captar la imagen de un cóndor volando…


Y los vimos, vaya que si los vimos; No tuvimos que esperar mucho para ver en el fondo del cañón, a un pequeño cóndor subiendo, lenta, muy lentamente y que a causa de los círculos enormes que hacia, aún en la parte baja del cañón, lo perdíamos, pero luego subió otro, y sé junto con el primero, aunque no hacían la misma “ruta”, habían ya dos aves que ver; las cámaras empezaron a sonar, no rompiendo demasiado la quietud del lugar. Poco a poco el cóndor se fue acercando y sus ya círculos más grandes, eran suficientes para que todas las personas que estabamos en el mirador, pudieran, verlo en cualquier lugar.


Etapas 1 a 3,  total 6
 1  2  siguiente siguiente


Puno-El lago Titicaca

Puno-El lago Titicaca


Localización: Peru Peru Fecha creación: 14/11/2007 11:48 Puntos: 0 (0 Votos)
DIA 8º DOMINGO 13-07-03 AREQUIPA-PUNO

Después de tanto dormir, no nos costo mucho él despertarnos, además una algarabía enorme, acompañada de música de orquesta, nos ayudo a despertarnos.

Desayunamos con el mega-desayuno del hotel y salimos a la terraza del mismo a ver que era ese griterío que se producía en la Plaza de Armas, y lo que vimos fue una tradición que solo puede entenderse en Perú, puesto que en España no se concibe.

Todos los domingos del año, todos, se celebra lo que se llama Homenaje al Patriotismo, y en ese día, en la Plaza de Armas de las localidades importantes, hay un desfile de una representación de los tres ejércitos más algún cuerpo de seguridad, seguida de una representación de los colegios, o instituciones varias de la vida publica. Primero desfilaron unos señores, trajeados, civiles, portando una gran bandera del Perú extendida y agarrada con las manos, por cada uno de ellos.

La plaza abarrrotadisima de personas, estaba muy vigilada por la policía del Perú y por miembros de algún cuerpo de seguridad importante. Las personas que iban a participar en el desfile se concentraban en la plaza, en un lateral que era justamente sobre el que nos encontrábamos nosotros, bajaban un poco la plaza y giraban hacia su derecha para enfilar el lateral de la plaza donde estaba el ayuntamiento de Arequipa y frente a el, en el otro lado de la calzada, las máximas autoridades de la ciudad, Alcalde, Presidentes de Organismos varios y Generales de los Ejércitos, presidían el desfile, todo ello amenizado con música militar por la banda que se encontraba en el lugar. Después de la bandera, vinieron los colegios, infinidad de uniformes de colores diferentes y de adornos particulares. Había colegios solo de chicos, de chicas, mixtos e incluso una representación de unos estudiantes adolescentes que hacían un intercambio con Francia; a estos últimos, que no iban de ningún uniforme, y además llevaban unas bolsas o mochilas con ellos, se les notaba fuera de lugar en el acto. Caminando a desgana, como si todo aquello no fuera con ellos. Ciertamente incluso a mí, me pareció fuera de lugar, pero uno aprende que las costumbres de cada país hay que respetarlas, aunque no sean de nuestro agrado. Los demás pueden pensar lo mismo de nosotros. Cada vez que un grupo se incorporaba al desfile, un señor ya mayor, les indicaba como y donde ponerse y que ritmo llevar. Algunos desfilantes, tenían una cierta gracia y lo hacían con unos aires más que militares.

Bajamos a la calle y con todo el alboroto de la plaza, nos fuimos por las calles adyacentes a ella. Enfilamos la calle mercaderes y nos detuvimos casi en la esquina en una tienda de chocolate donde compramos chocolate, La Ibérica, la más famosa marca de chocolate Arequipeño, una delicia de chocolate, en una tienda toda llena de cosas de chocolate, puesto que el cacao de Arequipa, goza de fama en Perú.

Luego como a las 11 de la mañana abrían las tiendas entramos en un centro comercial nuevo que se había abierto cerca del hotel, en la misma calle, llamado el Patio del Ekeko. Unos guardias de seguridad nos saludaron y creo que éramos los primeros turistas del día, que accedíamos a el. Subimos a la segunda planta que era una planta toda llena de artesanía, y colocada por orden dependiendo del lugar del Perú del que era. La dependienta no nos dejo en ningún momento y se empeño en mostrarnos todo lo que íbamos viendo, haciéndonos incluso demostraciones practicas de algunas cosas que se exponían. Compramos algún recuerdo, y Elena, la dependienta, nos hizo toda una demostración de cultura musical española. Nos hablo de Mecano, de Bose, de La Oreja de Van-Gog, y de muchos más, y además nos enteramos que Jesús Vázquez, el presentador de televisión español publico un disco y que en Perú era poco menos que un ídolo de masas…¿…? Elena nos dio una predicción para el futuro musical, nos dijo que el grupo Mecano, se volverían a unir, puesto que se lo había dicho una española que paso por la tienda y que según ella, estaba muy bien relacionada. El tiempo dirá.

Con alguna compra hecha, y como aún no era la hora en la que Nohelia nos tenia que recoger, fuimos de nuevo hacia la plaza, puesto que el desfile ya había terminado.

La plaza estaba ahora ocupada de fotógrafos ambulantes que hacían fotos a quien se lo pidiera. Los Arequipeños que veíamos, iban todos vestidos con trajes de gala, o muy arreglados. Niñas con uniformes del colegio, perfectamente vestidas, y que en algunos momentos parecían clones unas de otras. Nos sentamos en un banco, en medio de la plaza, contemplando todo aquel espectáculo de cientos de personas que iban de un lado para otro.

Al instante se acercaron 2 de los decenas de limpiabotas que están por la plaza. Siempre tienes que quitártelos de encima, pues cuando te ven con zapatos, se te acercan para limpiártelos, insistiendo varias veces. “-Un solecito señor”, nos pedían, casi rogaban; No tenían más de 10 años, ninguno de los dos, y contrastaban con todo aquel gentío engalanado y ellos con sus ropas sucias y viejas, y sus manos negras del betún. Accedimos y mientras nos limpiaban los zapatos a Encarna y a mí, iban murmurando cosas entre ellos, que no entendíamos, a veces se nos dirigían a nosotros, mostrándonos Un pote, de alguna crema o color especial, pero costaba entenderlos. Al final, vimos su picaresca que no es más que el ingenio aprendido en la calle, para la supervivencia diaria. De la tarifa inicial de 1 sol, nos pidieron 3 por cabeza, porque nos decían que habían puesto “una crema especial”, yo no sabia si reírme, o que, puesto que nos habían dejado los zapatos muy brillantes, al menos a mí, por un precio de menos de 1 euro, los de Encarna no quedaron tan bien. Les dije que no, que ellos me dijeron que 1 sol y ahora me pedían 3. No era el valor del regateo sino un sentimiento como de medio engañado, si de entrada me hubieran pedido los 3 soles directamente, seguramente hubiera accedido. Total que después de discutir amigablemente con ellos, les dimos 2 soles a cada uno, con la excusa de que ya no llevábamos más soles en el billetero, puesto que nos íbamos ya de Arequipa.

La ciudad de Arequipa y toda su región, se considera la revolucionaria del Perú. Siempre que ha habido revueltas en el país, la mayoría han empezado en Arequipa. Es una zona rica, que aporta gran cantidad de ingresos al estado central y la que menos recibe. Sus deseos de independencia del Perú, siempre se han visto frenados por Lima, y una de las cosas que más duelen en Arequipa, es la solitud, el abandono que sufrió la zona, en la ultima guerra con Chile, puesto que Arequipa esta muy cerca de la frontera chilena. De echo si uno esta varios días en la zona, se puede observar una diferencia abismal en la ciudad con respecto a Lima.

En Arequipa no nos hubiera importado estar unos días más, por todo lo que vimos, y por lo bien que nos trataron. Por eso los Arequipeños y los Catalanes, tienen un “feeling” mutuo especial. Compre también un periódico para leer un poco y poder saber algo de las noticias del Perú. En portada un titular decía “Toledo se baja el sueldo un 50%”. Despues de recibir las criticas que recibió por sus ingresos, este hizo una medida popular, para subir un poco su índice de popularidad que estaba bastante bajo. Nos comentaron que cuando Toledo hacia campaña electoral, se rodeaba siempre de campesinos y visitaba lugares humildes. Al llegar a la presidencia, ya todo ello cayo en el olvido y pronto abrazo los placeres de la vida publica e importante.

Me entere también de que Gloria Estefan seguía en Cusco y que iba a estar hasta el día 16 o 17, justo los días que nosotros también estaríamos por allí. Ni que decir tiene que mi imaginación enseguida se puso a pensar que ojalá pudiera ver a mi cantante favorita en un lugar como Cusco; aún que también había personas que se quejaban de su visita, pues los grandes dispositivos de seguridad que llevaba, hicieron que algunos turistas se quedaran sin visitar algún monumento, sobre todo en el Machu-Pichu. Otra cosa que nos llamo la atención de Arequipa, es que en su Plaza de Armas, hay unas personas sentadas en los bancos, con maquinas de escribir manuales, y que se dedican a escribir cartas, o formularios a aquellas personas que o bien no saben escribir o bien necesitan hacer un impreso oficial. Resultaba curioso el ver una calle llena de salas de Internet, y a escasos metros, a personas que necesitaban que otros les escribieran una carta. El pasado y el futuro separado por menos de 100 metros, o la antigüedad y el futuro en una misma plaza.

Nohelia vino puntual como siempre a las 12 del mediodía. Esta vez el chofer era el mismo que nos vino a buscar el primer día al aeropuerto, o sea que del Sr. Valdivia ya no nos despedimos más. Nohelia pregunto enseguida a Encarna como se encontraba. Le contamos que la noche anterior no salimos a pesar de que era nuestra primera intención, y que nos marchábamos de Arequipa con un grato recuerdo. Nos dio su tarjeta para que nos acordáramos de ella y la escribiéramos.
En el aeropuerto Nohelia se gano una vez más, nuestro titulo personal de “nuestra mejor guía”. Se encargo de facturarnos el equipaje, de pagarnos los impuestos de aeropuerto, de todo. Nosotros tan solo tuvimos que esperar en la salita del aeropuerto. Al despedirnos le dimos 20 dólares de propina.

Fue la mayor propina que dimos en todo el viaje, y aunque lo de las propinas nunca sabíamos como llevarlo, creo que le sorprendo gratamente, puesto que hizo una pequeña exclamación de asombro.


En unos instantes entramos en la sala de embarque, puesto que el avión ya estaba al llegar. Frente a nosotros estaba el grupo de catalanes que coincidimos el día de la llegada y que a partir de ahora nos los íbamos a encontrar bastante más a menudo. El avión pequeñito también, de 60 plazas y que no iba del todo lleno, llegó puntual y a las 13.45, nuestro vuelo 1171 de la compañía Aerocontinente despegó de Arequipa.

El piloto nos iba informando de cuando podríamos ver El Misti, enorme volcán que “protege” Arequipa, y del cual era precioso ver su cráter inmenso desde el aire, despejado. Tuvimos unas turbulencias que nos pusieron un poco nerviosos, el avión se movía mucho y nos tuvimos que sentar de golpe, y dejar de contemplar paisajes. Estabamos en la mitad de nuestro viaje, puesto que además de ser la mitad de días, también seria, aunque eso lo comprobamos más tarde, como otro tipo de viaje a partir de ahora. Dejamos de visitar lugares más paisajisticos y curiosos para adentrarnos en lugares más históricos. No es que antes no hubiéramos tenido contacto con la historia del país, pero a partir de ahora ese contacto se potenciaría por mil. Además a partir de ahora, las excursiones que casi siempre habiamos realizado solos o con poca gente, pues ahora ya empezábamos a llegar a la masificación, y a hacer excursiones con gentes de otros piases y bastante más numerosas.

Llegamos a Juliaca a las 14.20 horas, y el aeropuerto de Juliaca, parecía de juguete. De entrada al bajar del avión y dirigirnos a una sala para recoger el equipaje, en la sala había Un grupo de Peruanos cantando y animando a los pasajeros, y que luego pedían la propina correspondiente claro. La cinta para las maletas era pequeñisima y se veía desde dentro de la sala, como las bajaban del avión, como las cargaban y las ponían en la cinta.

Se nos acerco un señor con nuestro nombre en un letrero y con él, un lugareño de rasgos indios, muy indios, vestido de uniforme y que con un carrito, esperaba nuestras maletas para cargarlas. Encarna entabló conversación con una señora Argentina de avanzada edad y que viajaba con sus nietos, una señora con la que coincidiríamos más veces y que era super agradable. Nuestras maletas vinieron con el segundo porte y las traía un chico, tirando de un carro enorme, en el cual habían una veintena de bultos más. Yo solo tuve que hacer una indicación y el señor que estaba conmigo, me las cogía y me las ponía en el carro. Salimos de la sala y en el exterior ya nos estaba esperando nuestro nuevo guía. Alex. Alex era joven también, de unos 20 y pocos años y con una gorra al estilo “yankee”, y que repetía a cada frase suya la coletilla de OK. Volvimos a cambiar de agencia, ahora se encargaba de nosotros Kontiki Tours.

Juliaca esta situada a 3825 mts de altitud y tiene unos 120.000 habitantes. Es conocida como la puerta de entrada al Altiplano, además de ser su ciudad más grande. Esta a unos 40 Klms, de Puno y tiene una gran vida comercial, a pesar de que esta situada en una de las zonas más pobres del país. Su trafico es caótico, como en Lima, y las grandes industrias de bebidas, tienen sus fábricas embotelladoras aquí. Coca cola, Inca cola, Aguas, etc. además él hecho de tener aeropuerto, le da bastante vida. Alex, nos comento que en muchos de los comercios que íbamos viendo, se venden cosas de contrabando, electrodomésticos, ordenadores, radios, etc., puesto que al estar tan cerca de Bolivia, y ser este ultimo un país más barato, pues el contrabando era muy importante en la zona.

Mi primera pregunta fue por que Puno, no tenia aeropuerto y debíamos hacer estos 40 kmts, en coche. Buena pregunta me dijo Alex, pues ya verán que por la situación de Puno, rodeado de montañas, le impiden disponer de una pista de aterrizaje. Alex nos previno del sol, de que tuviéramos cuidado con él y sobre todo que nunca saliéramos a la calle sin ropa de abrigo, puesto que en una misma calle, pasar del sol a la sombra, puede haber una diferencia de 8 grados. Y más tarde lo comprobamos.

Llegando a Puno, pudimos ver por primera vez el lago Titicaca, inmenso, aunque nosotros solo estabamos en la bahía del lago, ya nos parecía grandioso.

Nuestro hotel que estaba a orillas del lago, y un poco alejado de la ciudad, era el Sonesta Posada del Inca Puno, y disponía de tan solo 2 plantas, pero sin ascensor, o sea que las maletas se tenían que subir por las escaleras. Al llegar a la habitación tuvimos una pequeña desilusion, nuestra habitación no tenia vistas al lago, tan solo a la puerta de entrada del hotel, y a la vía del tren que pasaba justo delante de él.

Después de deshacer un poco las maletas bajamos a recepción para pedir si era posible una habitación con vistas al lago y la chica muy amable nos dijo que como mañana se iba mucha gente del hotel, pues intentarían cambiárnosla. Dimos una vuelta por el hotel y en el salón comedor, que tenia vistas al lago y a toda su bahía, había una puerta que salía al exterior y fuera había una pequeña representación de lo que íbamos a ver mañana: las islas flotantes de los Uros.

Camine con un cierto temor por aquellas cañas puestas encima del lago y pensando que en cada paso que diera, se hundirían y yo con ellas, pero no, no paso nada y me acerque a una cabaña parecida a las que hemos visto en las películas del oeste, de los indios, pero toda echa de cañas, de Totora. El crujir de las cañas a mis pisadas y el semi balanceo de la isleta flotante, hicieron que rápidamente volviera a la tierra segura del hotel. Decidimos ir hacia Puno, a pasar la tarde, comer, etc., y desde el hotel nos pidieron un taxi.

Mientras lo esperábamos en el exterior, un triciclo, o cholotaxi como se llamaba en otros lugares, llego al hotel y dejo a unos pasajeros, el chico nos insistía que fuéramos con él, y nos decía que nuestro taxi no vendría, o que tardaría mucho. Ir en aquel triciclo hubiera sido gracioso pero quisimos ser correctos y esperar al que nos habían llamado desde el hotel. Y al cabo de 5 minutos, vino el nuestro, y una de las cosas que me sorprendió, es que el trayecto hacia Puno lo hizo muchas veces en punto muerto; en las bajadas, paraba el motor y aprovechaba la pendiente para deslizarse, supongo que para así ahorrar gasolina aunque la gasolina en Perú es bastante más barata que en España. En Perú la gasolina se sirve en galones que vienen a ser 4.5 litros y el precio de un galón rondaba sobre los 9 o 10 soles, dependiendo de los “grifos”. Las gasolineras en Perú se llaman Grifos. O sea que un litro de gasolina pasaba a costar sobre las 80-85 pts más o menos. Después de innumerables paradas y arrancadas del motor, el taxi nos dejo en el centro de Puno, en pleno centro comercial, en el parque Pino.

Caminamos por las calles de Puno, sobre todo por una de ellas, la más transitada y que esta llena de restaurantes, bares y tiendas de artesanía; la calle Independencia, que es peatonal desde el parque Pino, hasta la Plaza de Armas. Decidimos comprar un carrete de fotos, pues aunque llevábamos 5, el ritmo de fotos, era bastante alto y quisimos ser prevenidos, además las tiendas de fotos y revelados, abundan en todas partes.

El aspecto de Puno, recordaba a una ciudad enormemente turística con multitud de gentes de varios piases. Los letreros de los restaurantes, anunciando sus menús y sus precios, casas de cambio… Por la calle Independencia se llega la Plaza de Armas de Puno, y a nuestra derecha, en lo alto de unas escaleras esta la catedral construida en 1757 por los jesuitas en la que entramos y como estaban oficiando misa, nos sentamos en los últimos bancos a escucharla. Por dentro la catedral es más austera que por fuera, que esta muy esculpida. Su altar mayor está recubierto de plata y también goza del privilegio de poder ondear la bandera Vaticana. El cura terminó la ceremonia, y luego en un tono muy coloquial pidió a los feligreses que dieran sus opiniones sobre unas obras que iban a hacerse en la catedral. Se trataba de pintar el altar mayor y pedía la colaboración sobre el color a utilizar, que cada uno diera su opinión. Después hizo mención a un pararrayos situado detrás de la iglesia y que muchas personas la confundían con una antena de telefonía móvil. Pidió consejo para cambiarla de ubicación y que aceptaba propuestas para el nuevo emplazamiento; y ya para terminar hizo referencia a los próximos bautizos que iban a celebrarse en la iglesia. Nos fuimos en paz y en la escalinata de la catedral, con la Plaza de Armas a nuestros pies, se nos acerco una vendedora de guantes.

Mientras estabamos mirándolos aparecieron de no sé dónde 4 o 5 vendedoras más, cada una con cosas distintas, y en segundos estabamos rodeados de personas y cada una de ellas, ofreciéndonos sus productos. Encarna compró unos guantes, y después otra de ellas nos ofreció unos más buenos, estos últimos me los quede yo. También compramos jerseys, “Chompas” como las llaman allí.

Tuvimos que abrirnos paso entre las vendedoras y caminando por las calles de Puno, terminamos en un mercadillo inmenso, el mercado central que tenia la extensión de una manzana, pero además seguía por unas calles como sin tener fin y en un momento dado, las vías del tren lo cruzaban, lo cual me dio que pensar que como seria posible que un tren, circulase por este hormigueo de gente y puestos de mercado si casi ni siquiera se podía caminar de lo lleno que estaba. Había absolutamente de todo, de todo, aparte de los típicos productos de artesanía y textil, electrodomésticos, plásticos, frutas, y carne, mucha carne expuesta en la calle, y en algunos lugares incluso con pequeños hornillos y con potajes en sus fuegos.

Vimos a un chico con una carpeta llena de papeles que parecían formularios u originales de algún documento, enseñarle a otro los modelos que llevaba. Me imaginé que sería como un encargo y que el chico de la carpeta, los escribía para otros, tal como vimos en Arequipa. Aparte de comprar una bandera del Perú para un sobrino de Encarna, poca cosa más adquirimos. Tan solo nos detuvimos en una tienda de joyería y artesanía, donde Encarna se compró unos pendientes de plata, con el dibujo de la cruz andina preciosos.
Tuve que ayudarla a decidirse, pero la verdad es que le quedaban muy bien; y sin darnos cuenta, la noche se nos echó encima. Eran las 6 de la tarde, pero parecían ya las 10 de la noche. Subimos de nuevo por todo el mercado y terminamos de nuevo en el centro. Compramos un gorrito para Encarna, todo de lana, y pasamos por una calle, que estaba toda, llena de locales de Internet, la calle Arequipa. En cada puerta había un local, y en todos ellos había multitud de personas.
Supongo que disponer de Internet en las casas particulares no es muy habitual y por eso la gente recurre a estos locales, donde por poco dinero, pueden jugar, chatear, etc.

Buscar un sitio para cenar, era difícil, por la cantidad de lugares que había para ello, pero nos decidimos por uno que nos pareció bonito y obtamos por el llamado menú turístico a 12 soles. (500 pts) El local no era muy grande y a pesar de ser solo las 7 de la tarde, había ya gente comiendo.

Varias cosas nos llamaron la atención del local. Los vasos aún llevaban la etiqueta del código de barras de la tienda donde lo compraron, y que las coca colas, eran de botella de cristal de 500 cl. En el suelo habían como unas ollas, donde le echaban alcohol, lo prendían y servían como estufas. Como se apagaban con bastante celeridad, había que reponer alcohol varias veces. El camarero vestía con manga corta y contrastaba con todos los que estabamos dentro del local, con jerseys de cuello alto, polares y montón de capas de ropa. El chico me dijo que no tenía frío y eso que en el exterior estabamos rozando los 0 grados. Cenamos y después de ello, nos fuimos a la calle de los locales de Internet y en uno de ellos le mande un email a mi padre. Me costo 0.50 soles ( 22 pts).

Regresamos en taxi al hotel y antes de subir a la habitación, echamos un vistazo a la tienda de artesanía del hotel, sobre todo a las joyas. Habían algunas de muy bellas. Hacia frío en Puno, pero en la habitación se estaba de cine. La estufa daba bastante calor. Mañana íbamos a navegar por el lago sagrado de los Incas, el Titicaca y a contemplar las personas que viven dentro de él. Los Uros. El día prometía ser excitante.

DIA 9º LUNES 14-07-03 PUNO

Estabamos en la mitad justa del viaje, y las ganas de ver paisajes nuevos e historia iba en aumento. Este Lunes, nos levantamos bastante pronto, teníamos ganas de poder avanzar el reloj y de estar ya navegando por el Titicaca…Titicaca… nombre que de seguro todos aprendemos en la escuela por la graciosidad de su pronunciamiento, pero pocos, muy pocos podemos ni tan siquiera imaginar todo lo que esconde, y que al menos para mi, fue una de las cosas que más me gusto e impresiono de todo el viaje.

El desayuno en el hotel era inmensisimo, como todos los Posadas del Inca; si uno quería podía comer hasta la saciedad y no tomar nada más hasta casi la noche.
A Encarna se le estropeo la tostadora, o mejor dicho, ya estaba rota pero ella no lo sabia, hasta que una tostada empezó a quemarse, y por el olor y el humo, enseguida se acerco una camarera a solucionarlo.

Desayunar con vistas al lago, es realmente idílico, y después de arreglar todas las maletas, pues habiamos pedido un cambio de habitación, bajamos a recepción, a esperar que nos vinieran a buscar. A las 9.30 el pequeño mini bus nos recogió en el hotel y después recogió también a una brasileña, Tania, de unos 50 años de edad, pero con una vitalidad increíble, con la cual coincidimos varias veces y entablamos más de una bonita conversación.

Llegamos al embarcadero y en ese momento, se tiene una pequeña desilusion. La Bahía del Titicaca, que esta en la orilla de Puno, presenta un aspecto, que de lejos y cuando no se sabe el motivo, es precioso; de cerca y ya con conocimiento de causa, solamente causa lisa y llanamente asco. Antes de llegar al embarcadero, mientras se va llegando a el, con el transporte, se ve el agua del lago, y un manto verde, parecido al césped, del mismo color y uniforme, que a uno le parece, la posible hierba que pueda crecer en el lago, o por que no, un poco de césped, regado por las aguas del Titicaca.

Al estar en el embarcadero y visualizarlo ya de cerca, llega la desilusion: no es césped, es contaminación. Todas las aguas fecales, los residuos, etc., se abocan en la bahía del lago, en la puerta al acceso a las embarcaciones, por lo que toda la bahía, todo Puno, esta rodeado de una especie de manto verde, uniforme, espeso, y en algunos momentos maloliente, que contrasta con la imagen clara, que al horizonte se ve del agua.

El lago Titicaca, esta situado a 3815 mts. de altura y es el lago navegable más alto del mundo. Sus aguas ligeramente saladas, pertenecen a dos piases Perú y Bolivia. Tiene una extensión de 8400 Kmts. Su máxima longitud es de 170 Km, y en algunos momentos alcanza una anchura de 80 kmts. Además en algunos lugares del lago, su profundidad es de 280 mts. El Titicaca, alberga innumerables leyendas, mitos, y como no, es cuna de dos civilizaciones: la del Tiahuanaco, máxima expresión del desarrollo Aymará y la de los Incas, esta ultima con una leyenda preciosa…Según una antigua leyenda, o según la historia de los Incas, por que ¿ qué es una leyenda, sino una historia transmitida por las generaciones y con un atisbo de verdad?, pues según la leyenda, de las aguas del Titicaca, y alrededor del año 1100 d.c. los hijos del dios del sol, Manco Capac y su esposa Mama Oclo, surgieron de sus aguas con un cetro de oro, para civilizar la humanidad, que vivía más o menos que en la barbarie. Según la leyenda, debian de fundar su capital, en aquel lugar, donde el cetro de oro se hundiera en la tierra, y eso tan solo paso en Cusco, capital de los Incas.

Tuvimos que esperar a que estuviera todo el grupo en el embarcadero, y aunque eso no tardo demasiado, primero partieron un par de lanchas, antes que la nuestra, y después nosotros. En nuestra lancha, cubierta, pero que tenia un piso superior, al que solo se podía acceder por una escalera y solamente cuando nos hubiéramos alejado del puerto, estabamos unas 10 personas. Nosotros dos, más Tania la brasileña, éramos los que hablábamos español y el resto eran ingleses, o sea que nuestro guía, tenia que hacer siempre dos explicaciones, en castellano y en ingles.

Manuel, nuestro guía, era un chaval joven también, de 25 años más o menos, delgado y con unos rasgos que parecían más asiáticos que Peruanos. Vestía un conjunto tejano de color azul marino fuerte y tenia el pelo muy corto. Nos tuvimos que poner unos chalecos salvavidas, rojos, enormes y que molestaban un montón, menos mal que nuestro guía, nos los dejo quitar, una vez ya habiamos salido del embarcadero.

Empezar a navegar, por aquel mar, de suciedad, aunque fuera de color verde, era bastante desagradable, pero solo fueron unos 5 minutos. Enseguida alcanzamos las aguas más limpias del interior de la bahía.

Navegando pasamos por delante de nuestro hotel, y al cabo de unos 35 minutos, llegamos a nuestro destino: las islas flotantes de los Uros…Vamos a ver un poco la historia de los Uros, y como y porque viven, dentro del lago. En tiempos de los Incas, los Uros, sufrieron la persecución de los Incas. Los Incas querían utilizar a los Uros como esclavos, puestos que estos eran una raza muy fuerte y robusta y por ello se vieron obligados a retirarse y a vivir en el interior del lago… ¿Cómo?.

Construyeron con totora, la totora es una especie de caña que crece en el lago, canoas con cabañas encima de ellas, y se fueron a vivir hacia dentro del lago, para huir de los Incas. Pronto aprendieron que la totora con la cual hacían sus barcas y sus tiendas, les podía servir para construir una isla flotante, como una gran balsa, en la cual podrían vivir. La totora, que crece en el agua y además les servia y les sirve aún, para comer, (es comestible), para su limpieza bucal y como calefacción, aparte de cómo suelo para su isla.

Las islas están echas de capas de totora, puestas una encima de la otra, y tienen una duración de unos 30 años.

Al cabo de ese tiempo, y por el hecho de ir poniendo capas una encima de la otra, llega un momento en que la isla, por el peso se va hundiendo y además como la totora se va pudriendo, deben de construir otra isla. Actualmente, hay varias islas habitadas pero tan solo unas pocas están abiertas al turismo. Las más alejadas de la costa, las que están más en el interior del lago, pertenecen cerradas al turismo, sus habitantes quieren así, conservar sus tradiciones sin interferencias de la sociedad.

Cuando uno camina por una de estas islas, a veces tiene la sensación de que se hundirá en cualquier momento, y tan solo el paso del tiempo y el observar de que el suelo no cede, le tranquiliza a uno, pero…pero…tan solo pueden haber unas 60 personas como máximo en la isla, de lo contrario…ya no es tan segura, recordemos que esta echa de cañas, y puestas encima del agua…
Se pueden visitar varias islas y nosotros fuimos a una de ellas, pequeñita, debía tener como dos pistas de tenis, de largo más o menos y en ella habían 6 o 7 cabañas, hechas de totora, y delante de cada una de ellas, una mujer, con su artesanía para vender. Desembarcamos en la isla y la primera impresión es de sorpresa, por la paz que se respira, el ambiente, el paisaje, y el sol que quemaba de lo lindo.

Nos sentamos en aquel suelo, y nuestro guía, nos empezó a enseñar y explicar cosas de los Uros y de sus islas. Nos dio a probar la totora, la caña, primero se le quita una especie de piel que la cubre y el interior parecido en forma y aspecto a la caña de azúcar, se come. Tenia un sabor dulce, a hierba pero dulce, y húmeda, lógicamente pues de dentro del lago nacía. Nos explico también la manera de vivir de los Uros. Ellos viven de la pesca, la cual cambian o venden en Puno, por otras cosas, además de los turistas y de la artesanía que ellos hacen allí. De todas maneras, ya no quedan Uros puros, los actuales ya son una mezcla de genes, pero aún así, a ellos les gusta seguir diciendo que son Uros.

Caminamos por la isla haciendo fotos y mirando todo y mientras el guía nos dejó “tiempo libre”, yo me acerque al único chico que había en toda la isla. De aspecto regordete, con jersey de rayas azul marino y rojas, cara quemada por el sol y mirada penetrante, de voz pausada y suave, moreno, 24 años, y de nombre Martín. Y tuve una conversación con él, la mar de interesante, en la que más o menos, dijimos esto:

-¿Te importa que me siente? Me gustaría hablar contigo. Estoy tomando notas de todo lo que veo, para poder luego escribir lo que he visto…
M-No señor, siéntese usted.
L- ¿Cómo te llamas?
M- Martín
L- ¿vives aquí?
M- Sí. Si vivo aquí.
L- ¿ y te gusta estar aquí?¿ No preferirías vivir en Puno?
M- No, en Puno hay muchos coches, ruido, y aquí esta uno muy tranquilo, se duerme bien, no hay ruido…
L- ¿Pero no te aburres aquí? ..Esto parece muy triste después de que nos vayamos nosotros…
M- No señor, siempre he vivido aquí, mis padres, mis abuelos y no se tiene tiempo de aburrirse, siempre hay mucho trabajo…
L- ¿Estas casado? ¿Tienes hijos?
M- Sí. Tengo una hija de 4 años…
L- ¿Cuántos tienes tu Martín?
M- yo 24..
L-¿Y tu hija, quieres que siga vuestra tradición, o preferirías que hiciera una vida en la ciudad?
M- Yo quisiera que ella siguiera las tradiciones de mis antepasados y viviera como un Uro.
L- ¿Tienes amigos en Puno? ¿ Les ves, y que opinan ellos de ti?
M- Les parece bien, respetan mis costumbres.
L- ¿Sales con ellos, a tomar algo, a pasear?
M- Sí, algunas veces.
L- ¿Cómo es un día tuyo, aquí, que haces?
M- Me levanto a las 3 de la madrugada y me voy a pescar, y tenemos que pescar antes de que salga el sol, pues como tu ya sabes, nosotros somos adoradores del sol, y todo el pescado que no saquemos del agua, antes de que el sol nos ilumine, ya no nos sirve, es malo, el sol no quiere que pesquemos de día. Luego vengo aquí, espero a los turistas, y cuando se van, preparo más cosas de estas ( la artesanía) y a cuando el sol se va, me voy a mi cabaña y me acuesto pronto.
L-¿ Y esto todos los días? ..Tu no tienes vacaciones, o fiestas ¿no?
M- Si, cada día hago lo mismo, a mí me gusta y es mi obligación.
L- Gracias Martín, ¿sabes una cosa? Yo me llamo Lorenzo, y en mi país, Catalunya al sol se le llama como yo Lorenzo. O sea que llevo el nombre del Sol. Martín se río.
Bueno Martín muchas gracias por tu atención, me llevo un bonito recuerdo de nuestra pequeña conversación, que sigas feliz aquí, y gracias una vez más.
M- Que tengas un bonito viaje Lorenzo.

Antes de levantarme Martín me enseño todas las cosas que él vendía: pequeñas totoras, botijos, ocarinas, colgantes de varios modelos y todo ello hecho a mano, allí, en su isla.

Me levante y me fui con Encarna que estaba viendo unos colgantes con la cruz andina y otros con el calendario Inca. Compramos alguno y mientras estabamos pagando, mi nombre empezó a sonar por todas partes… ”Lorenzo, té falta comprar aquí”, “ Ven aquí Lorenzo”, no se como pero todas las mujeres de la isla, se habían quedado con mi nombre y me llamaban para que fuera a comprarles a ellas. Yo no sabia si reír, o como salir de aquel “compromiso”, pero como nuestro guía nos llamó para irnos, eso me salvo. Tuvimos aún unos segundos para subirme a una atalaya de unos 7 o 8 metros de alto, desde la cual pude hacer una foto de toda la isla y además, ver una panorámica preciosa de varias islas adyacentes.

Ibamos a ver otra isla y teníamos la oportunidad de navegar entre islas, con una totora, que casualmente era remada por mi interlocutor anterior, Martín, previo pago de la propina correspondiente claro. Nuestro guía, Manuel iba en la lancha y si alguien no quería ir en totora, podía ir con él. Nosotros lógicamente quisimos subir en la totora y como subimos los primeros nos pusimos delante de todo, al lado de la cabeza que presidía la totora.

El lago Titicaca, es desde el año 1978, Reserva natural y mientras navegábamos con la totora yo me imaginaba allí en una isla, por la noche, con todo el cielo lleno de estrellas, despejado, sin contaminación, sin ruidos, con aquella paz, en medio de un gran lago; Hubiera sido increíble que Encarna y yo, hubiéramos podido estar abrazados una noche, mirando las estrellas en aquel lugar….

Al Navegar con la totora, uno se da cuenta de que las islas están atadas, a un gran palo de madera, anclado en el fondo del lago y que de no ser así, las islas estarían a la deriva. Asimismo pudimos ver otras islas con alguna construcción algo más moderna, o con techos de uralita que Martín nos dijo que eran escuelas.

En cada isla hay una gran atalaya hecha también de junco con la cual se tiene una panorámica de toda la isla y de algunas de alrededor. Las cabañas siempre están puestas una al lado de la otra, pero dejando como una especie de plaza central vacía, y en las orillas algunas totoras, con una cabeza en su proa, que recordaba a las imágenes de las proas de los barcos vikingos. Desde la totora se veían otras islitas con algunas construcciones con algo más de modernidad, y sobre todo con placas solares. Había edificios también con techos de uralita, que eran los de correos, iglesias, etc.

Llegamos a la otra isla y en ella nos dirigimos primero a una cabaña algo distinta de las demás. Tenia unas escaleras para entrar y estaba levantada del suelo, por unos enormes troncos en cada punta de ella. Dentro las paredes y el techo estaban echas con placas de madera. Dentro había una veintena de chicos, sentados, bastante en orden mientras la maestra les iba haciendo un dictado. Ellos repetían las palabras mientras jugueteaban unos con otros. No quisimos molestar y no entramos. A su izquierda había otra escuela, con la construcción idéntica a la anterior, y además esta, tenia en las paredes fotos y banderines, de infinidad de sitios.

La maestra nos invito a entrar y eso hicimos e inmediatamente teníamos un montón de chiquillos a nuestro lado. Uno de ellos me dio una cartulina amarilla del tamaño de una postal y que él había dibujado con una totora y una cabaña y además había puesto el nombre de Uros, Titicaca. Como todo buen autor, por detrás había puesto su nombre, Romario. Lógicamente esperaba una propina y yo le di un bolígrafo; el muy pícaro me dijo que no, que quería soles, y la maestra le regaño diciendo que no, que debía de aceptar lo que le dieran. Entonces con el bolígrafo se fue a enseñarlo a los demás chicos.
La maestra me contó, lo difícil que era enseñar en esas condiciones, y el gran trabajo que ella hacia, con chicos de diferentes edades y con temáticas diferentes, pero todos juntos en un mismo espacio. Me contó que muchas veces tiene que comprar ella misma el material para la escuela, puesto que no reciben ningún tipo de ayuda y subsisten con los donativos de los turistas. Supongo que ya lo tienen estudiado y más de algún turista, como a mí, se le ablanda el corazón y…También me dijo que tiene muchas dificultades por que algunas familias no dejan que sus hijos vayan a la escuela y tiene ella que estar siempre discutiendo con los padres. Mientras ella me contaba todo esto, mire a Encarna que estaba detrás de mí, con un montón de niñas a su alrededor, y que la estaban acribillando a preguntas. Pense que no sabia quien estaba más feliz, sí Encarna o aquellas chiquillas. Le di 20 dólares a la maestra pero le pedí si podía hacerme una foto con todos los niños y asintiendo los llamo a todos, mientras iba regañando a alguno, que se limpiara, que se portara bien etc.,
Me senté en el suelo y en un segundo tenia literalmente a todos aquellos críos encima de mi Eran 9 niñas, con una chaqueta de color rojo, a modo de uniforme y el cabello recogido en unas graciosas trenzas y 6 chicos, todos con una camiseta de origen blanco, pero que estaba bastante sucia. Todos ellos tenían la cara morena, tostada por el sol y algunos de ellos, con sus mofletes quemados por el sol que era muy fuerte, con una cara de pícaros todos ellos y descalzos, todos descalzos.
Mientras Encarna se preparaba para hacer la foto, alguno de los niños me miraba a mí..” No a mi no me mires, mírala a ella”. La foto salió preciosa y quede en mandársela a la maestra, ella me dio su dirección. Le comente que de haber sabido lo de la escuela, le hubiera traído 2 o 3 camisetas que tenia en el hotel y que las había traído para regalar, y bueno, que dije, se me ofreció a ir ella misma al hotel y yo que se las dejara allí.
Le escribí un papel con mi nombre, Dni, hotel y en el que ponía que la Srta. Mary Bermejo, que así se llamaba recogería un paquete para ella, gratis, en el hotel. Me dio las gracias una vez más mientras el guía ya nos estaba reclamando. Me despedí de aquella escuela y al salir de ella, aún tuvimos 5 minutos para comprar algo de artesanía en aquella isla, sobre todo totoras echas a mano y de hacerme una foto con una lugareña de allí, con su sombrero del altiplano típico parecido a un champiñón.

Embarcamos en nuestra lancha para regresar a Puno, y en el trayecto Encarna y yo estuvimos casi todo el rato sentados en un lateral, tomando el sol, o quemándonos con él. Habiamos visto algo diferente, una forma de vivir distinta, curiosa, y aún nos quedaba más de medio día de excursión.

Al llegar a Puno, nos llevaron en una pequeña furgoneta al centro del pueblo. Nos podían dejar allí o al hotel, pero decidimos que comeríamos algo en Puno, y luego ya nos iríamos a la excursión de la tarde.

Dimos una vuelta por las calles más céntricas de Puno y nos costo decidirnos por un sitio para comer, y al final, entramos en uno donde también ponía lo de menú turístico, pero por sorpresa nuestra, comimos solos. El local no era muy grande y tan solo estabamos nosotros, además como llegamos temprano, interrumpimos la comida a los camareros de allí. Lo peor eran los servicios, al menos el de hombres. Además y como curiosidad, los vasos del restaurante, también tenían la etiqueta del código de barras de la tienda donde lo compraron, pegada al vaso.

Después de comer, dimos una vuelta más por las calles de Puno, cambiamos otra vez dinero, pero esta vez en una casa de cambio. El cambio siempre estaba más o menos, entre los 3.45 y 3.47 soles por dólar. Solíamos cambiar siempre 50 dólares cada vez, y con ello teníamos para ir tirando. Puno se fundó en 1668 cerca de lo que en algún día fue una mina de plata llamada Laykakota. Puno tiene unos 80.000 habitantes, y por sus calles hay innumerables lugares donde le organizan a uno cualquier tipo de visita, excursión o Tour, como se le llama allí.

Nos dirigimos hacia la Plaza de Armas, que era donde nos tenían que venir a buscar para la excursión de la tarde. Como llegamos pronto, paseamos por las calles de esa zona que no habiamos aún visto y descubrimos un montón de restaurantes más, y algunos de ellos muy económicos. En la Plaza, estaba también Tania, la brasileña, y nuestro guía del primer ida, Alex que era el que nos recogía. Por lo que veíamos observando siempre había un guía que era el responsable de las recogidas, traslados, etc. y otro, que era el que hacia las visitas y daba las explicaciones. Oímos a un grupo de personas hablar Quechua, y no se entendía nada, fonéticamente a veces parecía japonés, pero a no ser que alternaran palabras en español, que a veces ocurría, no te enterabas de nada. Al cabo de un buen rato, vino el transporte y nos dirigimos hacia la agencia, donde teníamos que esperar a otro coche, que es con el que haríamos la visita.

Nuestra excursión era a las ruinas de Sillustani, una necrópolis especial pre inca a medio camino entre Puno y Juliaca. Estas ruinas que están situadas en lo alto de una pequeña colina y con un lago el Umayo detrás, son tumbas de los nobles y de los Reyes de los Hatum Colla. Son torres funerarias circulares algunas de las cuales pueden medir hasta 6 metros y que son llamadas Chullpas, aunque algunos arqueólogos los llaman ayawasi (casa del muerto), puesto que las Chullpas son también los vestidos de las momias. No obstante algunas de las tumbas que vimos, median más de 12 m de altura.

Estas torres servían para enterrar los muertos, a veces familias enteras con su ajuar y con tan solo una abertura al este por la que podía entrar a gatas una persona.

Por el camino antes de llegar, fuimos hablando con Tania; le pregunte por Lula, por Brasil y ella me contesto que no había votado a Lula, que Brasil esta en manos de más o menos los de siempre, y aunque Lula tenga muchas buenas ideas, los poderes económicos no le dejaran hacer nada. Tania nos contó que casi siempre viaja sola, y que sus amigas no la quieren acompañar. Creo que nos dijo que era maestra y que hacia bastantes viajes al año, aún que por su manera de hablar y de comportarse, creo que debía de tener una economía bastante desahogada.

Nuestro grupo era mayoritariamente ingles, tan solo hablábamos castellano nosotros dos, Tania y una chica alemana que viajaba sola y con la que entablamos conversación más tarde. Le pedí a nuestro guía, que por favor, no se olvidara del castellano. Nuestro guía se llamaba Henry. Un chico de unos 30 y pocos años de edad, camiseta y pantalón corto, algo de barriga, y una gorra al estilo yankee en la cabeza, con la visera hacia atrás. Además llevaba puestas unas gafas de sol, que no se quitaba para nada. Al salir de Puno, nuestro guía nos enseñó con orgullo, la universidad de Puno, del altiplano como él decía, la más importante de la zona y con una cantidad muy importante de estudiantes.

Antes de llegar a las ruinas paramos primero un momento en un mirador con una vista fantástica de Puno, de su bahía y del lago. Lógicamente con su puesto de artesanía correspondiente. Al cabo de unos 20 minutos llegamos a las ruinas, y al bajar del bus, lo primero que le choca a uno es que las ruinas no están, no se ven y es que para llegar a ellas hay que subir unos tramos de escaleras primero y un camino después, de aproximadamente unos 15 minutos de subida, y con el sol incesante dándote en toda la cocotera. Nuestro guía iba haciendo pequeñas paradítas para contarnos cosas del lugar y de la historia y lo primero que vimos, antes de llegar a la cima, fue un calendario solar que aún era utilizado como lugar de ofrendas.

En una pequeña explanada había un enorme circulo en el suelo, delimitado por unas piedras al que se accedía por una escalera de tres escalones. Los tres escalones son un símbolo sagrado, que representa los tres niveles de la vida, del mundo, según los Incas y algunas tribus anteriores. Según ellos el mundo esta dividido en tres niveles; el Hayna pacha o mundo de las alturas, del cielo, el futuro, los dioses, representado por el Cóndor, animal sagrado. El Key pacha o mundo presente, la tierra, el hoy, la vida, representado por el Puma, animal sagrado y el Uru pacha, o mundo pasado, el submundo, pero no el infierno, puesto que los Incas, no creían en un infierno y representado por la serpiente, animal sagrado también.

Siempre que nos encontrábamos con 3 escalones es que estabamos o entrábamos en un lugar sagrado. Nuestro guía nos hizo entrar pero aunque se podía entrar por cualquier lugar, nos pidió que lo hiciéramos por la entrada, por los escalones. En el centro se puso él, y nos contó que en el Inti Raymi, el día del sol, el solsticio de verano ( 21 de diciembre en Perú) en aquel lugar se realizaban hoy en día, ofrendas a la tierra, al sol, de fetos de llama, u otros animales que eran ofrecidos en sacrificios y nos dijo que si una persona se quedaba a vivir en Perú, en su interior, en pequeñas aldeas, y por un espacio de varios meses, al final oiría cosas extrañas, raras, que hablaban de sacrificios humanos hoy en día. Como vio nuestra cara de extrañeza, nos pregunto que si no le creíamos, y nos aseguro que era cierto. También nos dijo que en aquel lugar, en el centro del calendario, donde él estaba, había una gran energía, y que el mismo la notaba, pues su voz sonaba más fuerte, pero para poder notarlo había que estar solo, o en silencio, y como éramos muchos, nadie lo comprobó.

Caminamos un poco más y llegamos ya a la primera tumba, que tenia un lateral todo en pie y otro el que veíamos al subir medio destruido. También nos hablo de los saqueadores de tumbas, aunque eso uno ya se imagina que existen en todas partes. Lo más sorprendente aún estaba por llegar. Aquellos torreones funerarios diseminados por toda la montaña, estaban hechos de piedra, pero de una piedra cortada perfectamente y finamente pulida. De varios cientos de kilos de peso cada una, y con una altura de más de 5 metros. ¿Cómo?

Aprovechaban las grietas naturales de las piedras para introducir agua, agua que por las noches con las heladas se congelaba, y esa agua congelada, agrandaba las grietas de las piedras. Después por esos agujeros se introducían maderas, maderas que al contacto con el agua, se ensanchaban y acababan agrandando o rompiendo las piedras. Después estas eran limadas, pulidas con arena, y este proceso, para una sola piedra, podía durar meses, y cada torreón tenia cientos de piedras. Además había que transportarlas y subirlas a cada vez más altura, y eso lo hacían con rampas que preparaban con piedras o maderas y a fuerza de empujar, pues aún no conocían la rueda.

Para construir cualquier torre de estas se tardaban años, muchos años y eran necesarios un montón de personas. Todo esto nos lo contó cuando en la parte posterior de la montaña, nos enseño la cantera, el lugar donde las extraían. Toda la montaña esta llena de tumbas, más o menos conservadas, algunas más destruidas que otras. La montaña esta rodeada por el lago Umayo, y en la parte posterior del lago, justo donde esta la cantera, hay una pequeña isla con una hermosa leyenda.

En esta isla se crían y conservan las vicuñas, especie protegida en el Perú, parecida a una gacela, y en esta isla una familia esta al cargo de la cría, solo una familia. Una vez, se instalo otra familia y esta tuvo muchos problemas con la tierra, con la isla. La leyenda dice que la Pacha mama, la tierra, no la acepto y tuvo que irse. Además, si uno viene las noches de luna llena, y se sienta en la ladera, mirando el lago, ( lo cual debe de ser duro pues las temperaturas bajan bastante por debajo de los o grados), puede oír y ver sirenas, que emergen en el lago y con sus cánticos alegran la soledad de la familia que vive en la isla, al cuidado de las vicuñas. Una leyenda.

Hacia un viento y un sol fortísimos, y como teníamos un poco de tiempo libre, nos acercamos al lugar del principio, al calendario solar, al de la energía, y es cierto que si sé esta en silencio, como el viento no te llega, se nota una gran tranquilidad, una paz, quizás también por el lugar, por el momento, quizás también fue entonces un buen momento para en un lugar tan energético, abrazarnos y darnos un beso.

Tuvimos que bajar por otro lado del que habiamos subido y casi nos perdimos, hubo que acelerar un poco el paso, y aprovechamos que la alemana también estaba por allí y nos hizo alguna foto además de contarnos que llevaba ya 15 días en Perú y le quedaban muchos más, que había estado en Barcelona y que le encanto la ciudad, el mar, pero que hacia ya muchos años que había ido. Yo de nuevo volví a hacer de embajador de mi ciudad y la anime a que volviera a venir, contándole todas las cosas que aún podía visitar.

Llegamos abajo de la montañita, mientras soplaba mucho aire, y creo que éramos los últimos turistas, pues los inefables puestos de artesanía, ya estaban recogiendo a nuestro paso..

Llegamos a Puno y a nosotros dos y a Tania, nos llevaron a la agencia, donde nosotros tuvimos que rellenar una encuesta sobre la agencia y sobre el servicio. Es curioso pero en cada ciudad que estuvimos, cada agencia nos hizo una encuesta de calidad. Nuestro guía nos ofreció en llevarnos al hotel pero nosotros le dijimos que nos quedábamos por Puno, a pasear y él nos dijo que fuéramos con cuidado, pues esa calle y esa zona, la de la agencia, no era segura. Estaba oscura eso sí, y con mucha gente haciendo corrillos en algunas puertas, pero no nos dio la sensación de mucha inseguridad, aunque andamos deprisa y enseguida estuvimos en el centro del pueblo.

Compramos un par de jerseys en un callejón donde se apelotonaban un montón de mujeres con infinidad de modelos de alpaca, mixta, gorros, guantes, y cualquier cosa textil que pudiéramos desear. No cenamos pues la verdad no teníamos hambre y después de mucho caminar ya por ultima vez por las calles de Puno, cogimos un taxi para ir al hotel.

Al llegar comprobamos que efectivamente nos habían cambiado de habitación, y nos habían dado una con vistas al lago. Dejamos en recepción las camisetas que le había prometido a la maestra de la escuela de los Uros, junto con una nota en la que dejaba anotados todos los datos, tanto de ella como los míos.

Y luego como era pronto yo quería ver el barco Yavari. ¿ Y que es el Yavari?.

Bien, en la parte posterior del hotel, junto a la mini isla que hay simulando la de los Uros, había un pequeño caminito de piedra y al final del él, una especie de puente de madera, con cuerdas a los lados, pero casi tocando el mar, que cuando estabas en el, se balanceaba mucho, muchisimo y como además estaba oscuro, pues daba un poco de respeto. Ese puente terminaba en un barco anclado en el lago, de nombre Yavari y ya dentro de el, nos recibió un marinero, con el saludo típico militar. La historia es la siguiente: Fue construida como cañonera, juntamente con su gemela la Yapura y pronto pasaron a ser barcos de carga mixta a cargo del gobierno Peruano. Se construyeron en Gran Bretaña en 1861. Pero en el contrato figuraba un apartado que decía, que estos dos barcos debian de ser enviados por piezas hasta el lago Titicaca y que ninguna de las piezas debía pesar más de 120 Kg. En total fueron 2766 piezas. Y se hizo.

Primero en mar, hasta el puerto de Arica, despues en tren hasta Tacna y luego lo más difícil, en mulas hasta el altiplano. Y también se hizo. Se tardaron 6 años, pero se logro y en la Navidad de 1870 la Yavari, empezó a navegar por el Titicaca, con sus 38.50 mts de eslora y 5.20 de manga. La Yavari usaba guano seco de camelidos para su caldera (excrementos), pero como el combustible ocupaba mucho sitio, se tuvo que alargar la nave primero, y despues como no era del todo rendible, se cambio su motor por uno más moderno. Despues de muchos años de servicio el barco fue dado de baja por la armada Peruana, y su interior fue llevado a un museo en Arequipa y su casco abandonado en el lago. No se oxido mucho y en 1982 una inglesa Meriel Larken, visito los restos, y creyó que el Yavari, era una historia que podría salvarse y lanzó el proyecto Yavari, compró el barco que ya estaba casi en desahucio y poco a poco se ha ido reconstruyendo, rescatando piezas originales y ha sido reconocida oficialmente como pieza histórica de incalculable valor.

Pero aún hacen falta más de 10 millones de dólares para que la Yavari pueda navegar otra vez por el Titicaca, como barco de recreo, y transportar a unos 20 pasajeros además de una tripulación de 5 personas.

El marinero que nos atendió, nos mostró todo el barco, todo, bodega, sala de maquinas, camarote del capitán, cocina, todo, y en cada estancia nos dio las explicaciones pertinentes de todo. Así supimos que el capitán de la Yavari, el señor Carlos Saavedra vive en el barco, y oímos su voz, aún que no lo vimos. Contemplar nuestro hotel, a bordo de aquel barco, en alta mar, de noche, era de nuevo una experiencia increíble. El barco tenia una pequeña tienda de objetos de recuerdo, souvenirs, y una cajita para depositar donativos. Yo no deposité nada, y aún no sé por qué puesto que el barco era precioso, y la explicación de aquel marinero, fue muy atenta, pero en fin, ya estaba echo.

Nos comentó que gracias a los donativos de las personas, la colaboración del hotel y de alguna institución, además de lo que pueda aportar el gobierno, confían en que en un par o tres de años, el Yavari, navegue de nuevo. Al irnos, tuvimos que esperar a que un matrimonio con una niña, terminaran de salir de la pasarela. Aquel matrimonio lo veríamos a partir de mañana en todas las excursiones que realizásemos.

De regreso al hotel, nos quedamos un rato mirando el puesto de artesanía que había en el hotel, en el salón comedor y que estaba atendido por 2 mujeres. Nos tomamos un mate de coca, en el salón, mirando como una de ellas tejía un mantel, de vistosos colores. Le compramos una totora más, y nos fuimos ya a la habitación. Abrimos las cortinas, puesto lo que más nos apetecía era ver salir el sol por el lago, el depertarnos con lo que suponíamos seria una preciosa vista, y contemplando alguna que otra estrella desde la ventana, cerramos la pagina a una día, que había sido muy intenso. Habiamos visto y conocido cosas muy interesantes, y aún nos quedaba el premio gordo, Cusco, Machu-Pichu y un montón de historia.

Etapas 1 a 3,  total 6
 1  2  siguiente siguiente


📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.4 (9 Votos)
  Puntos Votos Media Visitas
Actual 0 0 Media 8
Anterior 0 0 Media 58
Total 40 9 Media 30551

05 Puntos
04 Puntos
03 Puntos
02 Puntos
01 Puntos
Para votar necesitas conectarte como usuario registrado.
Te puedes registrar gratis haciendo click aquí

comment_icon  Últimos comentarios al diario 365 Horas en Peru
Total comentarios: 7  Visualizar todos los comentarios
STILNOX  STILNOX  25/08/2009 11:44   📚 Diarios de STILNOX
Que maravilla de diario!!!!
pon algunas fotos no??? Con ellas se hace más amena cualquier lecutra
Sandy_su81  sandy_su81  07/03/2010 21:10   📚 Diarios de sandy_su81
Buen diario pero creo que faltan algunos trozos ¿no? Puede que se hayan borrado sin querer. Aun asi te dejo mis estrellitas.
Lwrence  lwrence  08/03/2010 11:46   📚 Diarios de lwrence
Amiga viajera..Esta completo, lo que ocurre es que esta partido en tres trozos, pues era muy extenso..Espero que los puedas ver por aqui, si no, no tengo inconveniente en mandartelo entero.
un saludo
Zaidahg  zaidahg  11/03/2011 01:09
Qué envidia de viaje¡¡¡ Gracias por contarlo¡¡¡
Chinita29  Chinita29  11/01/2012 14:47
Dios!!! Que palabras más bonitas has podido definir todo ese recorrido a mi país, sinceramente con el leer cada párrafo y el detalle que explicas, me hace sentir como si estuviera viviendo cada día, cada hora y minuto, esa experiencia que has vivido tú y Encarna.
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO


👉 Registrate AQUÍ

Diarios relacionados
Mi viaje a Perú: Un abanico de Civilizaciones, Historia y NaturalezaMi viaje a Perú: Un abanico de Civilizaciones, Historia y Naturaleza Recorrido por libre durante veintitrés días por algunos de... ⭐ Puntos 4.86 (14 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 513
Por el norte de PERÚ. De los glaciares a la selvaPor el norte de PERÚ. De los glaciares a la selva Mi segundo viaje a Perú, 3 semanas en noviembre-2015, recorriendo lugares de... ⭐ Puntos 5.00 (31 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 334
18 días en Perú por libre en verano 202318 días en Perú por libre en verano 2023 Además del circuito típico, también hemos añadido un par de días en la Selva. Puedes... ⭐ Puntos 4.80 (5 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 239
Sur de Perú (de Lima a MachuPicchu) + Cordillera Blanca + Amazonas - 2017Sur de Perú (de Lima a MachuPicchu) + Cordillera Blanca + Amazonas - 2017 Mi viaje por Perú - Impresionante ⭐ Puntos 4.73 (11 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 235
EN EL PAÍS DE LOS INCAS (PERU 2016)EN EL PAÍS DE LOS INCAS (PERU 2016) Diario práctico de nuestro viaje a Perú en familia en agosto de 2016 haciendo el Camino... ⭐ Puntos 4.93 (58 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 189

forum_icon Foros de Viajes
Pais Tema: Viajar a Perú
Foro América del Sur Foro América del Sur: Foro de Viajes de América del Sur: Perú, Brasil, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Colombia, Venezuela.
Ir a tema del foro Ir a tema del foro
Últimos 5 Mensajes de 1599
772230 Lecturas
AutorMensaje
indamatossi.marta
Indamatossi.marta
Dr. Livingstone
Dr. Livingstone
05-06-2014
Mensajes: 5002

Fecha: Lun Feb 19, 2024 08:21 pm    Título: Re: Viajar a Perú

Pues no te puedo decir, xk no conduje por Peru, todo lo hice en transporte publico.
metxaniz
Metxaniz
New Traveller
New Traveller
17-04-2023
Mensajes: 9

Fecha: Vie Mar 01, 2024 06:27 pm    Título: Re: Viajar a Perú

Hola,

Vamos a ir a Perú este verano, y me gustaría saber si alguien ha viajado alguna vez con la agencia Hanaley.
Muchas gracias
Verohm
Verohm
New Traveller
New Traveller
06-03-2024
Mensajes: 3

Fecha: Mie Mar 06, 2024 09:35 am    Título: Re: Viajar a Perú

Hola Nacho,

¿Como hiciste finalmente el día de llegada y vuelo a Cusco? Tengo el mismo horario de vuelo que comentas, llegada a Lima de madrugada, y dudo si coger el vuelo a Cusco con una escala de horas o dejar pasar todo el primer día en Lima (no sé si vale mucho la pena visitar Lima...).

Gracias!

Pochoki
Pochoki
Super Expert
Super Expert
09-10-2009
Mensajes: 820

Fecha: Mie Mar 06, 2024 02:28 pm    Título: Re: Viajar a Perú

Tiene sus cositas, pero tampoco es que se deba perder mucho el tiempo en Lima.

El gran problema que le veo yo a pillar un vuelo interno después de uno internacional de 12h, aparte del cansancio, es que como el vuelo internacional vaya con retraso, puedes perder el vuelo a Cuzco.
carolco
Carolco
Willy Fog
Willy Fog
23-01-2014
Mensajes: 23681

Fecha: Vie Abr 12, 2024 10:29 pm    Título: Re: Viajar a Perú

Perú: muertes y casos de dengue se triplican; autoridades declaran estado de emergencia

Perú declaró el estado de emergencia por el alto número de muertes y de casos de dengue que se han registrado en las últimas semanas.

Uno de los factores que han alarmado a las autoridades es que se han detectado casos del virus en zonas donde nunca se habían encontrado, algo que demostraría la capacidad de adaptación del mosquito transmisor.


GBY!
Respuesta Rápida en el Foro

¡Regístrate Aquí para escribir en el Foro!


Mostrar/Ocultar Galería de Fotos
Peru

Alejandria
Peru
Laguna Qomercocha o Laguna Verde
Alejandria
Peru
Machu Picchu
PBBis
Peru
Pintura de Artesana Cuzqueña
Cavelunisima
All the content and photo-galleries in this Portal are property of LosViajeros.com or our Users. Aviso Legal - Privacidad - Publicidad
Nosotros en Redes Sociales: Pag. de Facebook Twitter instagram Canal de Youtube