Viaje a los Paraisos ✏️ Blogs de Mexico

Intentaré aportar algo de información, que pueda ayudar a los que no han visitado la Riviera Maya, y especialmente el complejo Iberostar, en cuestiones de intendencia.


Aclaro que era nuestro tercer viaje, con esposa e hija en los dos primeros, con la esposa en este.
La primera vez fue en julio de 2005, y como buenos novatos, ni se nos pasó por la cabeza ver cómo iba la temporada de huracanes. Al día siguiente de llegar, en la reunión con el representante de Iberojet, nos dimos de bruces con Emily.
Por fortuna, el complejo Iberostar tiene algo que los demás no tienen, un centro de convenciones, en el que nos resguardamos tanto los huéspedes como los empleados. Viendo después lo que hizo en otros hoteles, y en la zona en general, lo nuestro casi se puede tratar como una aventura más del viaje.

La segunda vez fuimos en septiembre de 2007, justo después de pasar el huracán Félix. Como solo rozó la península de Yucatán, salvo que la zona de la playa tenía más rocas de lo normal y se veían algunos destrozos en la selva, todo perfecto. Sobra decir que seguimos el desarrollo de Félix, casi al minuto, je,je,je, el gato escaldado………………….

Esta vez, del 1 al 12 de abril, no era época de huracanes, y no los hubo ni antes, ni durante el viaje.

Así pues, digamos que unos diez días antes de viajar, es conveniente ver cómo está el tema huracanes para la zona. Después, cada uno ve si sigue o cambia de destino.

www.huracanesyucatan.com/boletin/
www.nhc.noaa.gov/



En las dos primeras ocasiones, lo vuelos Madrid – Cancún - Madrid, los operaba la compañía aérea del grupo, Iberworld. En este caso, aunque mi reserva también lo ponía, tanto a la ida como a la vuelta, la compañía fue Spanair.

En los dos casos se puede reservar asiento. Los que tienen más espacio, son los de las salidas de emergencia de las alas, les siguen los cuatro centrales de la misma fila; el inconveniente está, en que delante de unos es la sala de espera del baño, y por delante de los centrales siempre hay alguien que cruza para el lado contrario.
Los de la primera fila, dentro de lo que es el avión, también disponen de más sitio, y los cuatro de los extremos, son en mi opinión, los que siguen a los de las salidas de emergencia.
En todo caso, estas dos filas no tienen asiento delante. Si ya de por si son como una lata de sardinas, cuando uno quiere ir con el respaldo recto, y al de delante se le ocurre reclinar el suyo, es un coñazo de cuidado.

Si volvemos a la zona, y como en este caso, el avión tiene clase Premian que merezca el nombre, quizá nos planteemos bajar un poco en el hotel y cambiar de clase. En el caso de Iberworld, no voy a decir que era una estafa, pero al timo se acercaba.



Bien, subimos al avión, que esto iba a ser un diario, y parece que estoy escribiendo una novela.

Les habla el comandante, bla, bla, bla, bla, la duración estimada del vuelo será de 11 horas 35 minutos (como si es de 40, voy a la Riviera Maya) les obsequiaremos con, comida y cena de avión (tu mismo, he traído de todo para picar, y no pienso darte, ji,ji,ji ) pelis de avión, bla, bla, bla, la tripulación les hará entrega de los formularios de migración, que han de rellenar para poder entrar en México ¡¡¡¡¡¡eh, los que!!!!!!!!!!

Son dos, el que pongo abajo, y el de declaración del equipaje.


En el de la captura, lo único que puede tener dudoso son los apartados “Lugar o ciudad de destino” he puesto siempre Playa Paraíso/Quintana Roo, y “Domicilio en México” he puesto Iberostar Paraíso Maya.
En el de equipaje (no lo tengo) lo normal es poner que no llevas nada de lo que pregunta. Si hay alguien que deba llevar varios medicamentos, no estaría mal pasar por el médico y llevar un justificante, es solo una sugerencia.


Ruuuuuu Din, Don:
Les habla el comandante: les informamos que al poco de despegar de Madrid, nos han comunicado los Controladores de Barajas, que se habían encontrado restos de goma en la pista por la que despegamos, y teniendo en cuenta la hora, lo más probable es que fueran de nuestro avión.

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Gluuuuuups!!!!! Es mío, no del comandante.

Durante todo el trayecto la presión de las ruedas ha sido la correcta, no obstante, por razones de seguridad, vamos a hacer una pasada a baja altura por si los Controladores de Cancún ven algo anormal.
Silencio casi total, y miradas para ver las caras de los vecinos. Media hora después, tras disfrutar de las vistas nocturnas de Cancún y alrededores desde 360 grados, aterrizamos con normalidad, casi tiene que salir a saludar el comandante, me entran dudas si no lo hizo para que le aplaudieran, je,je,je. Puede parecer coña, pero no lo es, había más de 200 testigos.



Salida del avión con el Pasaporte, y los documentos que rellenamos en la mano. Un primer filtro para ver si están bien cubiertos, en caso contrario te dicen lo que te falta o has puesto mal.
Antes de llegar al control de Pasaportes, hay más impresos por si sois unos manazas y os equivocáis como uno que conozco yo. En el avión parece que los tienen contados.

Control de pasaportes: El nombre ya lo dice, y además firman, sellan, y entregan al interesado, la mitad derecha (verde arriba) del impreso de migración. Guardarla bien, que es necesaria para salir de México.

A por las maletas se ha dicho. De la cinta al control de equipajes, se entrega el otro impreso que nos queda y se pulsa un botón, verde te vas, rojo te revisan las maletas; para esto tengo mejor mano que con los impresos, tres de tres, verde.

Esto se conocía como “pasar el semáforo” porque era literalmente un semáforo, con verde y rojo, ahora son dos luces rectangulares pequeñas, a mi me gustaba más lo de antes.

A partir de aquí, los fumadores salen como si los persiguieran, el cigarro en una mano, y con la otra haciendo el precalentamiento del mechero. No pidáis uno, que lo más probable es que no sepan lo que es, otra cosa es si pedís un encendedor, o unos cerillos.


A la salida, en la zona de aparcamiento, están los guías de cada mayorista con el cartelito correspondiente (en este caso, el mío pone, Iberojet-turavia-Viva-SOLPLAN ) que nos dice a que autobús dirigirnos. Estamos en un aeropuerto pequeño, y ninguno de los pasos dados desde la bajada del avión entraña ninguna dificultad.

Por fin, ya estamos en el autobús, cada vez falta menos. El guía nos da la bienvenida, suelta su guión, y contesta a las dudas.
Dirá que al día siguiente a las 09:00, tenemos reunión con el representante de Iberojet, que dependiendo de a que hoteles haya entradas ese día, será en una recepción o en otra.

Llevamos +/-20 minutos de autobús ¡¡vista a la izquierda, ar!! No tardando mucho aparecerá la pirámide del Maya iluminada. In-presionante, no perdérselo.

Hemos llegado, bajan nuestras maletas y se hacen cargo de ellas los maleteros, al tiempo que nos invitan a ir a recepción.


No voy a describir la recepción, y solo voy a poner una foto. Internet es la leche, pero tiene su lado perverso, de tanta información que hay cuando llegas parece que ya has estado.


Coctel de bienvenida y asignación de habitación. Hacer lo posible para que no sea de la planta baja, son las más indiscretas, y si no lo son, es que dan para el manglar; para ahí daba la nuestra en el 2005.
Nos dan las llaves, tarjetas de toallas, un folleto con la información más relevante, y nos explican sobre el, donde están nuestro bloque, donde desayunar y comer, etc.



Regresamos con el maletero, que nos llevará a nuestra habitación junto con las maletas en un carricoche de los que tienen.

Ya estamos instalados, y el que quiera cenar, tiene la opción de pedir que se la traigan a la habitación. En nuestro caso, llevamos 22 horas levantadas (13 horas de avión, media de taxi, media de autobús, y 8 en los aeropuertos) a dormir toca, que mañana es otro día, y una nueva etapa del diario.

Despertamos sobre las siete. Después del aseo correspondiente, toca desayunar, mi estómago pide a gritos algo con lo que entretenerse. A la Marina corriendo, no, no, a la de guerra no, al buffet, je,je,je

Como quiera que de Iberojet, solo hemos entrado nosotros el día anterior, decidimos que por cortesía, tenemos que acudir a la reunión con nuestro representante, aunque ya nos sabemos el guión. Destacaría lo siguiente:

- No perder el pasaporte ni el formulario de migración.

- Donde y como encontrar la asistencia médica que lleva incluida el paquete vacacional. A este respecto, comentaré que siempre que viajo a un país sin convenio con la SS Española, contrato un seguro de viaje por mi cuenta, al menos, aconsejo cerciorarse de las coberturas de las que vamos a disponer. Las sorpresas en caso de percance no cubierto, pueden ser muy desagradables.
Lo resaltado en la captura no lo he puesto yo, fue el representante.

- Importe de las Tasas en el momento de la salida. El 12/04/2011 fueron de 750 Pesos ó 45 euros. En el segundo viaje era más de lo dicho por el representante, y como es natural el funcionario es el que tiene la razón. Suelen andar mal de cambio, el que avisa……….

- Donde encontrar información de la hora de salida de nuestro vuelo, y de la de recogida en el hotel.
A la izquierda según se entra en el loby, hay un mostrador en ángulo recto donde venden excursiones otros mayoristas, pues bien, en la cabecera más cercana a la puerta, están las carpetas con la información, solo hay que buscar la nuestra. No tengo foto directa, pongo la que más se aproxima.

- Donde cambiar moneda, y tipo de cambio aproximado. No es ciencia exacta, pero lo normal es encontrar mejor cambio que en España.
La captura es del 05/04/2011 en la entrada de Rio Secreto. Dos días más tarde en el mercado 28 también lo vi a 16,80.

Como en nuestro caso no tenemos preguntas que hacer, nos despedimos hasta la próxima vez. Si todo va bien, salvo que nos tropecemos con el de casualidad, ya no hablaremos más.

Se acabaron las formalidades hasta el día de marchar, a partir de este momento, toca disfrutar todo lo posible, para eso estamos en los “paraísos”

Pongo una captura de Google Earth, para situar el complejo en la península de Yucatán. Y otra más centrad en el mismo.

Es de los más cercanos al aeropuerto, por lo tanto, excelente para la llegada/salida y visita a Cancún. Por el contrario, para el 90 % de las excursiones hay que atravesar Playa del Carmen con la pérdida de tiempo que eso supone. Menos mal que están haciendo como un viaducto para el tráfico pasante, cuando esté terminado será mucho mejor.

Chichén Itzá - Aún se podía subir a la pirámide. Sería pecado no ir, hasta para los no creyentes. Espectacular, interesantísima, didáctica, histórica, ……………… yo que sé cuantas cosas más. A veces creo que avanzamos pero hacia atrás.
Acordarse de repostar agua a la entrada, se suda lo que no está en los escritos.

Cobá + aldea Maya + cenote - Si dejamos a un lado la zona de la pirámide, el resto fue para rellenar el día. Bien es cierto que se venden muchas variaciones de esta excursión, y es posible que estén mejor.

Tulum + Xcaret - Preciosa y muy interesante la primera parte; si las olas permiten rematar la visita con un baño, mañana redonda. Básicamente espectáculo, la segunda, con hombres voladores, ascensor panorámico giratorio, cena-espectáculo nocturno, etc.

Sian Ka’an en 4x4 – Guauuuuuu. Tierra para dar y tomar (en realidad polvo arenoso) baches, piedras, azul Caribe para regalar, laguna negra, arrecife de coral, peces de mil colores, aves, tortugas; los afortunados hasta delfines, una piscina marina de 80 centímetros de profundidad, inmensa.

Paseo a caballo - Desde la carretera hasta el Dorado Maroma, finalizando con unas fotos en el mar, de esas que luego compras si quieres. Un regalo para la hija.

Esta vez, el viaje fue de puro relax. Hicimos la excursión de Rio Secreto (una mañana) me encantó, no tanto a mi costilla; una de compras a Cancún que nos regalaron, y otra mañana que fuimos a Playa del Carmen.

El resto de días, adoptamos en parte el horario Canadiense que era la población dominante en el complejo (nos llamó la atención la cantidad de niños en edad escolar que había, al parecer, en Canadá era la época cruda del invierno y aprovechaban para dar vacaciones a los críos) levantarse sobre la 07:30 – 08:00, comer sobre las 12:45, y cenar entre 19:30 y 20:30.
La hoja de ruta comenzaba con el desayuno en La Marina, salvo un día que desayunamos en la piscina. A continuación, y después de bañarnos en bronceador de los de surfistas (protección 50) paseo por la playa.

La primera vez que fuimos (era Julio y había gente a punta pala) y por mucho que hubiera carteles prohibiendo reservar tumbonas, los educados, chupamos sol cuando había sombras ocupadas por toallas y demás enseres durante tardes enteras.
Esta vez, a la ida para el paseo, ocupábamos las tumbonas de la piscina para la hora del vermut, y las de la playa para después del paseo. Vamos, lo que hacía todo cristo, hasta el punto de que a las 09:00, a veces no había sombra en la playa.

Un día paseamos hacia el Valentín, según se sale a la playa, a la izquierda (algo menos de 2 Km) no nos gustó y no volvimos. En caso de ir, llevar chanclas ya que por zonas hay rocas.

Para nuestra desgracia y vergüenza, suponiendo que la tengamos, un paraíso echado a perder a marchas forzadas. El mar es capaz de reciclar cantidades ingentes de mierda que nosotros le echamos, y convertirlas en cantidades ingentes de alimentos. Después, quedan cantidades ingentes de desechos, que ni el mar puede reciclar y, con todo su derecho nos los devuelve para que nos los comamos nosotros. Acabaremos reventando del atracón.

Hasta una fuente de agua dulce en el mar encontramos.

Unas dos horas después, estamos de vuelta. Cervecita fresca en el bar de la playa, y baño refrescante, justo enfrente del caminito de acceso a la playa más próximo al Gran. No hay rocas.

¡¡A la tumbona!! Cervecita, nachitos, más cervecita, patatitas. Vine una chica de las que dan masajes y nos ofrece una demostración gratis, cuando empiezas a saborear el caramelo ¡zás, te lo quita! No hay derecho.

Nos contamos nuestras vidas mutuamente. La primera vez que hablas con cualquiera de los de animación, o los que tienen más posibilidades de estar charlando, hacen exactamente las mismas preguntas, con lo que cuentas lo mismo una docena de veces, mínimo. Supongo que es lo que les ordenan

Sobre las 12:00, levantamos el campamento de la playa y nos trasladamos a la piscina/bar. Capuzón, trago, chapuzón, trago, un secado superficial en la tumbona, y a comer.
El café nos lo llevábamos a la tumbona. Dos horitas de siesta, cotilleo (estos acaban de llegar, mira los cangrejos aquellos, mira que ojazos tiene la niña esa, todo cosas serias, vamos) repotreo, remojadura si se notaba mucho calor y vuelta a la tumbona; un suplicio que aún no se como lo hemos podido aguantar.

Cuando ya calentaba menos, que si a la piscina de olas, que si a los chorros, que si a la catarata (te da unos masajes para legionarios por lo menos) que si al rio lento, que si un paseíto por las sombritas, que si un helado. Otra tortura china.

Sobre las 17:30 cambio de toallas y otro traslado. Esta vez a la que durante 12 días y a esa hora, fue nuestra piscina particular, porque ya no había nadie, o como mucho un par de personas. Otra horita haciendo el ganso.
Por cierto, también tiene unos chorros laterales que masajéan que da gusto.

19:00, a casa. Duchita “traje de etiqueta” y a cenar donde tocara.

Nada más cenar, pitando a ver el espectáculo y a tomar una copa para hacer la digestión. Aceptable, hay que tener en cuenta que el abanico de edades, va de recién nacidos a abuelos de 80 tacos, pasando por novios. Es un complejo para familias.

A la cama, que uno lo hace sin darse cuenta, pero se mueve el esqueleto que da gusto.

Como el diario es totalmente anárquico, comentaré el papeo por encima en la próxima etapa. Prometo que no se demorará tanto, nos leemos.