![]() ![]() Argentina (La Patagonia)2009 ✏️ Blogs de Argentina
Fueron 17 días inolvidables, no se puede experimentar más emociones en tan pocos días, ¿En qué país puedes estar en una de las cataratas más impresionantes de la tierra a 36 grados, al otro día jugar con la nieve en el fin del mundo, nadar con lobos marinos, estar con ballenas, jugar con pingüinos, hacer trekking tanto por montañas como por glaciares sin hablar de la gastronomía?
Ruta: Cataratas Iguazú, Península Valdés, El calafate, Ushuaia. Viajes realizados completamente por libre.Autor: Bitacoras Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.5 (2 Votos) Índice del Diario: Argentina (La Patagonia)2009
01: Dia 2 // (Buenos Aires - Iguazú)
02: Día 3 // (Iguazú)
03: Dia 4 // (Iguazú-Peninsulas - Valdés)
04: Día 5 // 26-11-09 (Peninsulas Valdés)
05: DIA 6 // 27-11-09 (Peninsulas Valdés)
06: DIA 7 // 28-11-09 (Peninsulas Valdés)
07: DIA 8 // 29-11-09 (Peninsulas Valdés – El Calafate)
08: DIA 9 // 30-11-09 (El Calafate)
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Etapas 4 a 6, total 16
Para que nos hagamos una idea de cómo es la zona, empezando por el Norte: Peninsula Valdés,·
A 77 Kms hacia el Sur está Puerto Madryn (zona de alojamientos y servicios). A 65 Kms al Sur de Puerto Madryn está Trelew (Aeropuerto). Desde trelew tenemos tres opciones:Al Este, Rawson 20 Kms (Avistaje de delfines)Al Oeste, Dique Ameghino (200Kms)Al Sur, Punta Tombo 180 Kms (Pinguinos)Ese día teníamos contratado la excursión a Península Valdés con avistaje de ballenas, lo hicimos en excursión organizada porque nos aconsejaron que lo hiciéramos así, porque hay muchos kilómetros de ripio y porque con la excursión entra un guía que te va explicando curiosidades del área natural y a la hora de ver animales típicos de la zona (guanacos, charitos) ellos están acostumbrados y los ven mucho antes que nosotros y te da la posibilidad de fotografiarlos ya que el mini-autocar (18 plazas) se va parando en los lugares en donde el guía va viendo los animales.La excursión cuesta 130 Ars + 140 Ars por la excursión de avistaje de ballenas + 45Ars para la entrada a la reserva natural, que nunca está incluida en la excursión. A las 8 nos vinieron a buscar al hostel y pusimos rumbo a Península Valdés (61 Kms), el camino es corto y entretenido ya que la guía nos iba dando información sobre Puerto Madryn y Península Valdés, a la entrada del parque está el centro de interpretación, se sabe que se llega allí porque el camino asfaltado se acaba y empieza el ripio, para quien no lo sepa, ripio es carretera sin asfaltar, hay distintos ripios pero en general son carreteras con un tipo de piedrecitas tipo gravilla y en la que no hay baches por lo que se puede ir a una velocidad más o menos de 60 Km/h, es un poco incómodo pero no hay ningún problema para los que quieran conducir un auto alquilado. En el centro de interpretación nos dieron información del parque en forma de folleto, tomamos un café de máquina bastante bueno y visitamos un esqueleto de ballena que tienen expuesta. Después de 20 minutos pusimos rumbo a nuestra primera parada: Punta delgada.En el centro de interpretación, los guarda faunas les dijeron a los guías que por la mañana no habría avistaje de ballenas debido al mal tiempo y justamente era cuando nosotros lo teníamos contratado, y la guía nos dijo que cambiaríamos la ruta e intentaríamos estar en el avistaje por el mediodía e intentaríamos salir a primera hora de la tarde, pero sería difícil debido a que todas las excursiones de la mañana pasaban a la tarde + las excursiones que ya tenían por la tarde, o sea, que habría muuucha gente en pocas horas. Toda Peninsula Valdés es ripio, porque no quieren alterar el hábitat de los animales, y como las rutas son en forma circular, calculad que podéis hacer tranquilamente 250 Kms por ripio y aunque no es demasiado peligroso si es incómodo, por lo que recomiendo la excursión organizada.Como todas las empresas tenían que salir a ver las ballenas por la tarde, ese día fue un poco caótico, ya que íbamos un poco demasiado deprisa para poder llegar a tiempo a las ballenas.Nuestra primera parada como ya he dicho fue Punta delgada, allí pudimos observar lobos marinos desde bastante lejos, hacer unas cuantas fotografías y volver a subir al Bus que nos llevaría a Caleta Valdés, allí ya pudimos observar los lobos desde más cerca. Hay dos pasarelas que te llevan a hacer un recorrido para poder ver a los lobos en su propio hábitat y allí mismo es donde se encuentra el único restaurante que hay en toda la península.Nos dieron 45 minutos para comer y para allá que nos fuimos. El restaurante está bastante bien, un poco más caro que en la ciudad pero se no es exagerado. Hay bufet, en donde tú vas cogiendo lo que quieres y al lado están los precios de todo por lo que sabes en todo momento lo que te vas a gastar, también hay asado y cordero patagónico que se está haciendo al momento y que tenía buena pinta, lo que la carne sí que ya era bastante más cara que en la ciudad.Una vez acabada la comida pusimos rumbo a la cercana Punta Norte desde donde pudimos divisar algunos (no demasiados) pingüinos y desde bastante lejos. Desde allí, a toda pastilla nos fuimos a Puerto Pirámides que es desde donde parten las embarcaciones al avistaje de ballenas.Nuestro Bus debía ser el más lento y arcaico de todos los que estaban en la reserva Natural, ya que nuestro conductor cada par de kilómetros debía parar la furgoneta y volverla a poner en marcha, eso sí, sin detenernos, porqué sino iba perdiendo fuerza y se iba parando, o sea, una autentica proeza poder llegar hasta puerto pirámides. Evidentemente, con este percal, fuimos de los últimos que llegamos a P. Pirámides, por lo que ya no había sitio en las primeras embarcaciones y tuvimos que estar esperando desde las 14.30 que llegamos hasta las 15.30, que más tarde se convirtió a las 16.30. Puerto pirámides es una playa y no un puerto en el que hay unos pocos servicios como un Bar y las compañías encargadas de ir al avistaje, el sistema es un poco complejo, ya que, agencias autorizadas hay unas 6 pero no todas pueden estar al mismo tiempo entre la ballenas ya que las molestarían demasiado, igualmente, siempre pensando en la comodidad de los animales y no en las personas, (como debe ser) allí no hay puerto ni embarcaderos. Hay una playa enorme con unos tractores (como los de aquí) y llevan enganchado una especie de artilugio rudimentario(remolque), por el cual, el tractor + el artilugio entran en la mar y cuando llega la lancha del avistaje con todo el pasaje se engancha a este remolque y el tractor lo saca del agua marcha atrás, una vez la barca-lancha está en la playa, la gente desembarca, embarcan los siguientes pasajeros y el tractor vuelve a hacer la maniobra pero esta vez a la inversa. Un espectáculo digno de ver.Nos había costado, pero al fin estábamos en la barca, chaleco incluido directo a las ballenas. El trayecto es corto, poco más de 15 minutos y empiezas a ver colas de ballenas, dependiendo de la época del año ves más o menos, y cuando se empiezas a ver las primeras ballenas se oyen dos sonidos característicos, uno son los suspiros de los pasajeros al ver esos animales y el segundo sonido es el de las cámaras de fotos haciendo cientos de fotografías, fotografías que a buen seguro serán borradas más adelante, ya que no te puedes imaginar lo cerca que estarás de ellas, y esas primeras fotos serán puro desecho al compararlas con las que podrás hacer más adelante. Nuestro barco, de la empresa Hydro-Sport (muy recomendable) era muy cómodo ya que te permitía ir moviéndote de una parte a la otra del barco sin que nadie tape o moleste, todo está perfectamente pensado y solo hay una regla a seguir (y ellos se encargan de que se cumpla a raja tabla) y es que cuando la ballena que estas observando de muy cerca está en la parte derecha del barco (estribor), toda la gente que está a ese lado debe estar de rodillas o sentada y la gente que está a la izquierda (babor) puede estar levantada y de ese modo se permite que todo el mundo pueda ver la ballena perfectamente y se puedan hacer las fotografías que se quiera, cuando la ballena está a babor se hace lo mismo pero a la inversa. El avistaje consiste en que el patrón de la embarcación se acerca bastante a alguna ballena, para el motor y la puede observar desde muy cerca cuando hacen el movimiento típico de sumergirse y mostrar la cola en toda su grandeza, ese momento, estando con el motor parado y poder observar las ballenas de tan cerca es uno de los mejores momentos del viaje sin lugar a dudas.Dos veces nos pasó la ballena por debajo de la embarcación y es en ese instante cuando te das cuenta de las grandiosidad de ese animal. No sé el tiempo que estuvimos allí ya que se me ocurrió de todo menos mirar la hora, pero no creo que fueran menos de una hora y fue uno de los momentos más impresionantes de nuestra vida. Recomiendo tirar muchas fotos y una vez que ya tengáis un reportaje extenso guardad la cámara y simplemente disfrutad del momento de estar allí en medio con esos fantásticos animales, sin la presión de tirar fotos, simplemente disfrutad. Me imagino que la calidad de la excursión depende bastante del patrón que toque, el nuestro fue un fenómeno, ya que no se cansaba de poner la embarcación en marcha para poder acercarse mucho y enseguida paraba el motor para poder estar tranquilos con el animal, yo calculo que puso en marcha y paro el motor unas 40 veces durante lo que duró el avistaje para que quedáramos lo más satisfecho posible, amén de las explicaciones que nos dio en todo momento sobre el hábitat y la fauna de donde nos encontrábamos. Una vez en tierra, nos subimos al Bus y pusimos rumbo a Puerto Madryn después de un día inolvidable.Al llegar al hostel fuimos a ver una de las numerosas agencias que ofertan el poder bucear con lobos marinos, la empresa era Aquatours, que nos habían recomendado por internet. Nuestro plan era perfecto (o eso creíamos), alquilar un coche al día siguiente por la mañana, hacer el buceo con lobos temprano, y al acabar coger el coche e irnos hasta a Punta Tombo a visitar los pingüinos, pues bien, nuestro plan quedó truncado desde el momento en el que el chico de Aquatours nos dijo que las empresas solo salían en plenamar, cuando la marea está alta y ese día eso pasaba sobre las 12 del mediodía, así que le dijimos que nos lo pensaríamos y ya le llamaríamos por teléfono ya que teníamos que elegir entre buceo con lobos o estar con los pingüinos,Esa noche cenamos en un restaurante del paseo marítimo llamado Lizara, restaurante “medio” tanto de precio como de calidad. Etapas 4 a 6, total 16
Al final decidimos arriesgarnos, decicidimos hacer las dos cosas, ir a hacer el buceo y después salir hacia Punta Tombo.
La noche anterior llamamos a un rent a car de la zona Azprentacar, y quedamos con un tal Omar Kurilkowich (Tl. 15602020 – info@azprentacar.com.ar ) que nos traería el coche al hostel sobre las 10 de la mañana, después de hacer un sondeo por la zona (previamente por internet) nos decidimos por este rent a car ya que era bastante económico y nos traía el auto al hostel y lo podíamos dejar al día siguiente en el aeropuerto de Trelew (580Ars dos días [400 Kms libres-día – 0,5Ars Km/extra]: recogida en el Hostel día 27 LIBRO DE VISITAS Deja tu comentario a las 10 y devolución día 29 a las 06.45 en el aeropuerto). A las 10 como un clavo nos dejo el coche y fuimos a la zona donde están las agencias de buceo, que está en el paseo marítimo al final del todo (hacia la derecha). Hay dos formas de bucear con lobos, con botellas (600Ars p.p.): debes tener el título y yo creo que es bastante más bonito y haciendo snorkel (500Ars p.p.): solo con careta y tubo que fue nuestro caso, debido a la extracción de la muela del juicio la semana anterior debimos coger esta opción. En Aquatours nos dicen que ya no hay sitio y nos aconsejan ir a otro centro que se llama Scuba Duba. Más tarde nos daríamos cuenta que la mejor empresa era Aquatours y no la que escogimos al final. Nos habían dicho que saldríamos sobre las 11 pero como siempre con retraso, con bastante retraso. Nos equiparon: traje de neopreno, máscara, tubo y aletas, nos metieron en una ranchera y nos llevaron hasta Punta Loma en 30 minutos, una vez allí tuvimos que esperar bastante porque tenían que hacer un cursillo de buceo a un chico, una vez terminado con el chico nos montan en una barca y nos llevan hacia donde están los pingüinos, en poco menos de 20 minutos ya estábamos allí. Las cuatro personas que iban a bordo lo hacían con botella y nosotros nos tiramos al agua y empezamos a esperar a que vinieran los lobos, el lugar en cuestión es una colonia de muchísimos lobos y que cuando ven gente en el agua, los lobos más jóvenes se acercan movidos por la curiosidad y juguetean contigo, lo que pasaba es que los lobos cuanta más gente hay, más se acercan y claro, nosotros al ser solo dos, costaba que se acercaran, en cambio, los de Aquatours que todos buceaban con snorkel estaban repletos de lobos por al lado y nosotros al ser solo dos, ya que los demás se habían ido con botellas no se nos acercaban. Pero bueno, al final se fueron acercando y el “sumun” fue cuando los que lo hacían con botellas llegaron otra vez a la embarcación y subieron a la superficie y con ellos subieron un montón de lobos y allí sí que pudimos jugar e interactuar con ellos, fue muy divertido y diferente a todo lo que había experimentado en otros lugares, ya que allí te das cuenta que son ellos que se acercan a ti, que están en libertad y que si juegan contigo es porque simplemente quieren, no lo hacen porque se lo diga ningún adiestrador ni porque les demos comida, ya que una vez más te das cuenta que lo que prima en este lugar son los animales y no tu, Hay unas 6 empresas legalizadas para estar en el lugar, pero solo dos pueden estar al mismo tiempo, además las embarcaciones no se puede acercar a 100 mts de la costa que es donde está toda la colonia y tu como buceador no te puedes acercar a menos de 50 metros, o sea, que si ellos quieren acercarse para jugar los tocas y si no te quedas con las ganas, aunque por lo que nos dijeron normalmente siempre hay algún grupo que se acerca y juega con vosotros. La experiencia nos gustó mucho, es muy divertido y realmente estás con estos simpáticos animales que al principio asustan un poco ya que para jugar ellos muerden, aunque no aprietan fuerte y eso hace que al principio no sepas como reaccionar, pero es una actividad que no os podéis perder. De vuelta a la barca, en vez de dejarnos en el punto de recogida nos dejaron directamente en el centro de buceo desde donde habíamos cogido la ranchera, teóricamente teníamos que llegar a las 14.30 pero llegamos a las 15.30. Nos duchamos rápidamente en el centro de buceo, cogimos coche y pusimos rumbo a Punta Tombo comiéndonos por el camino unas empanadas que previamente habíamos comprado en un horno. Sabíamos que Punta Tombo cerraban a las 20.00 hr y que teníamos 180 Kms por delante, de los cuales 22 eran de ripio, pero aún así nos arriesgamos y valió la pena. Sobre las 18.30 llegamos a la entrada de la reserva y habíamos leído que la visita duraba una hora y media aproximadamente, así que parecía que nos iría bien. Al llegar al aparcamiento había solo un coche aparcado, fuimos a la taquilla y no había nadie, pero nos salió una guarda fauna de por detrás y nos cobró 35Ars cada uno por la entrada, nos dijo que habíamos ido a la mejor hora, ya que durante todo el día estaba atestado de turistas y los pingüinos estaban en la mar comiendo, en cambio, a la hora que habíamos “elegido” nosotros era la mejor, estaríamos solo en toda la reserva y era la hora que los pingüinos estaban más activos. Efectivamente, la visita fue espectacular, se juntó todo, estábamos solo en toda la reserva, con el sol poniéndose y con miles de pingüinos alrededor nuestra, y cuando digo alrededor quiero decir que los tenías que ir esquivando, La pingüinera es una zona extensísima, colindante al mar y que mediante un camino marcado vas haciendo unos cuantos kilómetros a pie observando los pingüinos en su hábitat, con sus crías, sus nidos y sus relaciones entre ellos. Los pingüinos son de poco más de un metro de altura y se le llaman pingüinos –asnos por el ruido tan característico que hacen a todas horas y en verdad que si cierras los ojos parece que en vez de tener pingüinos tienes a cientos de asnos al lado tuyo. Había pingüinos por todos lados, hay carteles por todos sitios que te advierten que los pingüinos siempre tienen preferencia de paso, lo cual si no lo respetas te juegas un buen picotazo y lo digo con conocimiento de causa. Evidentemente no les puede dar de comer ya que los picotazos son muy fuertes y una vez más te das cuenta que estás en su casa y que tu eres el intruso en esa zona por lo que te toca ser de lo más respetuoso, cosa que no estamos acostumbrados los humanos, pero que en Argentina se lleva a rajatabla. Sobre las 19.45 y con el sol escondiéndose llegamos otra vez al coche. La visita fue muy bonita y evidentemente es una excursión imprescindible y siempre que se pueda recomendaría hacerlo por libre ya que tienes la posibilidad de ir a tu aire e ir a la hora que te apetezca que según los guarda faunas a última hora del día es la mejor. Otras dos horas de camino a Puerto Madryn y fuimos a cenar, ya sobre las 22.30 a una parrilla llamada “Estela” en donde comimos muy bien de un buen trozo de carne. Etapas 4 a 6, total 16
Al planificar el viaje y saber los días que estaríamos en Argentina, decidimos estar cuatro días en Península Valdés y tres días en los demás lugares de la Patagonia, ahora, a posteriori reconozco que no fue la mejor opción, si lo volviera hacer haría 3 días en Península Valdés y cuatro en El Calafate y no al revés.
Dicho esto, este día teníamos dos opciones, uno era ir a Rawson al avistaje LIBRO DE VISITAS Deja tu comentario de delfines. La siguiente opción era hacer bastantes kilómetros en coche e ir al dique Ameghino pasando por varios pueblos pequeños (opción que nos recomendó la guía del día anterior), desechamos la opción de Rawson ya que la marea ese día subia a las 14.30 y solo entonces las barcas pueden salir a ver delfines, y eso suponía perder toda la mañana y tener parte de la tarde libre y como eso no nos va, decidimos hacer un recorrido en coche. El recorrido que hicimos en el auto alquilado fue: Puerto Madryn – Trelew – Gaiman – Dovalon – Dique Ameghino. Total 400 Kms ida y vuelta. La primera parada fue Gaimán, pueblo al puro estilo Galés en el que todavía se estila la costumbre del té a las 5, el pueblo está bastante bien, limpio y con bastantes casas de té, el pueblo se hizo famoso porque la princesa de Gales al pasar sus vacaciones en La Patagonia, quiso visitar el pueblo de origen Gales y se paró a tomar el té en una de sus numerosas teterías. Como nosotros llegamos por la mañana, todas las teterías estaban cerradas, la única que estaba abierta era la anteriormente citada teteria en donde Lady Di pasó esa tarde ya que ese lugar es el más turístico de todo el pueblo, la Tetería está a las afueras del pueblo y está decorado al más estilo Galés de la época y con fotografías por todos lados de la Princesa de Gales. A parte de estos citados sitios lo único reseñable es un especie de museo al aire libre llamado “Parque Desafío”, es un parque en el que se ha empleado solo material reciclado, y en el que hay bastantes recortes de periódico en el que se podía adivinar que en su época fue un museo más o menos atractivo pero ahora la cosa dejaba bastante que desear, para ser más exacto es horripilante, imaginaos que un “artista” empieza a alinear latas de refresco en su corral y a eso le llama museo, pues bien, a esto súmale 20 años de dejadez y tendrás el susodicho parque, y eso no es todo, cuando ya nos íbamos “por patas” salió una mujer y nos dijo que cobraba entrada ( 20 Ars por cabeza) para el mantenimiento del parque, ¡Pero qué mantenimiento! , si nosotros le quitamos las telarañas de muchos senderos, ni que decir tiene que en los veinte minutos que estuvimos allí no vimos a ningún turista más. ¡Gracias querida guía Lionel Planet por esta aportación tan horripilante”, en fin, la mayoría de veces esta guía acierta, pero no fue en esta ocasión. Nuestra siguiente parada fue Dovalón, un pueblo más pequeñito que Gaimán y en el que el único reclamo fueron los molinos de agua que hay en el riachuelo que atraviesa el pueblo y un molino harinero el cual no visitamos ya que en nuestra ciudad hay bastantes y decidimos no entrar. Nuestra última parada fue el dique Ameghino, el dique es un Oasis en medio del desierto Patagónico, no hay nada en muchos kilómetros a la redonda. El dique, en el momento de su construcción fue el más grande de Argentina. Debido a este dique lo primero que te encuentras tras bastante tiempo de conducir por el desierto patagónico es un gran lago aparecido como por arte de magia en este valle inhóspito. Al final de este inmenso lago está la citada presa que da lugar a una especie de gran valle en el que se ve que en verano los turistas y los mismos Argentinos lo utilizan como lugar de ocio. Cuando nosotros fuimos era temporada baja pero se podía adivinar la gran infraestructura allí montada. Nuestra visita a este lugar tenía un “leiv motiv” y era poder degustar el cordero patagónico del lugar. El mejor lugar para probar este famoso plato era un restaurante llamado “bahía verde” pero estaba cerrado, así que fuimos a otro restaurante cercano a este que se llamaba “restaurante El Lago”, más que un restaurante era un casa en la que una mujer muy amable nos sirvió el cordero, estábamos solos en todo el restaurante y eso nos dio la ocasión de hablar con la dueña del local y que nos contara un poco la historia del lugar. La comida fue exquisita, la atención de primera y el precio bastante económico. Después de la comilona fuimos a dar un paseo por el valle, es una especie de campamento a la orilla de un rio en el que puedes montar tu tienda de campaña o rulot y puedes disfrutar de todo lo que te brinda la naturaleza. Había muy poca gente y pudimos pasear tranquilamente y disfrutar del precioso paisaje verdoso y del rio que transcurre tranquilamente valle abajo. Sin tener que visitar nada en particular debido a la belleza del entorno la dueña del restaurante nos aconsejó dos puntos de interés: una subida a un monte a través de 550 escalones y una visita a una cueva cercana tan pequeña como bonita, aunque ya os digo que pasear por la zona y hacernos una siestecita en ese hermoso valle fue de lo más relajante. Ya de vuelta a Puerto Madryn fuimos a cenar a un restaurante cercano a nuestro hostel llamado “Parrilla Stella”, la comida estuvo muy bien y el servicio un poco soso, cenamos de parrillada, la especialidad de la casa, y nos costó 20 €. De vuelta al Hostel nos tomamos unas cervezas con dos personajes que conocimos allí, un asturiano y un vasco, auténticos mochileros, y decidimos seguir con las risas en un pub cercano, aunque nosotros nos retiramos sobre la una ya que por la mañana nos teníamos que levantar muy pronto. Etapas 4 a 6, total 16
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.5 (2 Votos)
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