![]() ![]() Estambul y Capadocia, minaretes y chimeneas de hadas ✏️ Blogs de Turquia
Semana Santa en Estambul y CapadociaAutor: Anthony1345 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.7 (30 Votos) Índice del Diario: Estambul y Capadocia, minaretes y chimeneas de hadas
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Etapas 4 a 6, total 9
Nuestro tercer día amaneció nublado, pero era algo que ya esperábamos (lo que no esperábamos es que al poco tiempo saliera el sol y nos acompañara el resto de nuestra estancia en Estambul). Nuestra primera parada fue el palacio de Dolmabahçe (tranvía T1 hasta Kabatas), pero como era jueves estaba cerrado (cierra lunes y jueves por limpieza), de modo que decidimos irnos hasta Ortakoy, un pequeño barrio a los pies del Puente del Bósforo. Se trata de un barrio pintoresco con una mezquita junto al agua (de donde sale una de las fotos de postal de Estambul). Aquí nos encontramos con un abuelete gallego que llevaba años viviendo en Estambul, que nos estuvo contando algunas batallitas, muy agradable el hombrecito (su hija había salido en Callejeros Viajeros)… ![]() visto el barrio, desandamos nuestros pasos hasta la plaza Taksim. Esta plaza es el corazón moderno de la ciudad, un gigantesco espacio nudo de comunicaciones, donde se encuentra un monumento a Ataturk, y de donde sale el antiguo tranvía rojo que recorre la larguísima calle Istiklal, en el antiguo barrio europeo (de ahí que algunos edificios parezcan sacados de París). Esta calle está llena de tiendas, restaurantes y bares de copas (aquí se concentra la marcha nocturna estambuleña) Esta calle enlaza con la zona de Gálata y la célebre torre, a donde nos dirigimos paseando sin prisa, disfrutando de la calle… ![]() La torre de Gálata (siglo VI) se encuentra algo más de dos kilómetros más abajo (buen paseo), y subir son 12 TL (se sube en ascensor). Las vistas sobre el Cuerno de Oro son impresionantes. Arriba hay un restaurante con espectáculo turco incluído. ![]() Después del descenso, comimos un nuevo kebap seco en uno de los restaurantes de la zona (se ve que no aprendemos…). La tarde la íbamos a dedicar a ver mezquitas (que no son pocas), de modo que después de cruzar andando el puente de Gálata para ver a los pescadores (que supongo que pescarán bichos de tres ojos por lo menos…), una de las estampas más típicas de Estambul, nos dirigimos a la Mezquita Nueva. En total vimos cuatro mezquitas. Por un lado la Mezquita Nueva, junto al puente de Gálata, construída en 1665. Por dentro es bonita, recubierta de azulejos azules y verdes de Iznik. Después iniciamos el ascenso a una de las colinas, para ver la Mezquita de Solimán, la segunda más grande de la ciudad, finalizada en 1557. Por dentro es muy amplia y no tiene los recargados azulejos de otras. ![]() Después de descansar tumbados en el cesped de la mezquita iniciamos el descenso hacia la Mezquita de Sehzade, parecida a la de Solimán pero más pequeña. Aquí nos encontramos con un turco que pretendía estafarnos, pues quería cobrarnos 5 TL por dejar los zapatos “a su cuidado” fuera de la mezquita. Estábamos unos cuantos turistas quejándonos fuera hasta que apareció el imán y de pronto dejó de existir tal impuesto… No tiene demasiado interés… Junto a esta mezquita se encuentra el Acueducto de Valente, que surtía de agua al Gran Palacio en época bizantina. Por esta zona, menos turística que otras, hay tiendas y supermercados ideales para comprar a bajo precio las típicas delicias turcas. Nuestro paseo nos llevó hasta la plaza de la universidad y su elegante entrada (y un gran top manta), junto a la que se encuentra la última mezquita de nuestro periplo, la Mezquita de Beyazid, la más antigua de todas (1506). ![]() Hartos de ver mezquitas y azulejos, y ya de noche nos fuimos a cenar a un restaurante de Sultanahment llamado “La Casita” llevado por un turco que hablaba español a la perfección y que gustaba de contar chistes (supongo que para amenizar la hora de espera por la comida…) Eso sí, yo me comí un pollo con melocotón que estaba buenísimo. Fotos nocturnas a la Mezquita Azul (de Santa Sofía no salió ninguna bien) y a la cama. ![]() Etapas 4 a 6, total 9
Nuevo temprano despertar para evitar colas y nuevo día soleado para recorrer casi las cuatro puntas de Estambul. Comenzamos nuestra visita por el que es uno de los lugares más impresionantes de la ciudad, la Cisterna Basílica, o Yerebatan Sarnici en turco. La entrada son 10 TL y es necesario llegar a primera hora si no queremos sufrir las interminables colas. Este edificio, construído en 532 para surtir de agua al Gran Palacio, es una sucesión subterranea de 336 columnas de 9 metros de altura sobre unos centímetros de agua donde viven peces. La iluminación tenue y la música de fondo ayudan a crear una atmósfera singular. La aglomeración de gente se suele encontrar en las cabezas de Medusa. Dentro hay una cafetería y por 5 TL se puede hacer una foto de grupo disfrazados de otomanos… ![]() A la salida de la cisterna, fuimos andando hasta Beyazit para coger un autobús que nos llevara hasta las antiguas murallas bizantinas, en cuyos alrededores se encuentra la iglesia de San Salvador de Chora, una de las joyas de Estambul. Entrar cuesta 15 TL, porque la tienen como museo, y en su interior es posible ver los mosaicos dorados que decoraban esta iglesia en bastante buen estado. Importante: hay que tener en cuenta que esta iglesia es muy pequeña y no está por entero recubierta de mosaicos, que nadie se lleve a engaño, porque se puede visitar en 20 minutos. ![]() A la salida nos dirigimos hacia las murallas, y ya de paso entramos en la pequeña mezquita de Mirahmah, si demasiado interés. Los más valientes escaladores pueden subir a las murallas para ver las vistas… De allí, un nuevo autobús nos llevó hasta la plaza Taksim, con la idea de ver, después de comer el palacio de Dolmabahçe. Comimos en un pequeño local de la plaza (en la que hay tropecientosmil sitios para comer), y esta vez yo me pedí un plato de pollo con arroz y patatas, normalito pero llenaba más que los kebaps y durums de días atrás. Tomando un café en un Starbucks de la plaza se dicidió que mejor que ver el palacio, era preferible hacer el típico crucero por el Bósforo. Para ello nos fuimos hasta Eminönu, de donde salen todos los barcos turísticos y los ferrys a la orilla asiática. Nada más bajar del tranvía escuchamos a un señor con un megáfono que gritaba “Bosphorus-Bosphorus-Bosphorus” desde un barco, que publicitaba el típico paseo turístico, que nos costó 10 TL por cabeza. El barco nos llevó hasta el segundo puente del Bósforo, donde dio la vuelta y regresó a Eminönu una hora y media después de salir. A mí, personalmente se me hizo pesado… ![]() Al volver de nuevo a tierra, el grupo se dividió. Esa noche el gerente del hostal nos llevaba de marcha por Estambul, por lo que algunos querían irse a descansar y otros nos fuimos al Gran Bazar a dar una vuelta, aunque quedamos todos para cenar (ya arregladitos) en un hostal cercano al nuestro con una terraza que sí tenía vistas a Santa Sofía… Nuevo kebap seco, y volvimos a nuestro hostal donde el dueño iba a enceder un par de pipas para todos los huéspedes antes de llevarnos de fiesta. Lo cierto es que yo no me imaginaba que en una ciudad de mayoría musulmana como es Estambul podía haber tantísima fiesta y tantísimos locales de copas, con todas las calles en los alrededores de la calle Istiklal abarrotadas. Nosotros estuvimos en dos locales, uno de cuatro plantas donde solo ponían música turca, y otro de dos plantas en el que había música en directo. Como es lógico cuando se sale de fiesta en un país extranjero, pues ocurrieron multitud de anécdotas y situaciones para el recuerdo, pero como se suele decir: lo que pasa en Estambul, se queda en Estambul… Etapas 4 a 6, total 9
Nuestro último día en Estambul se dejó al libre albedrío de cada uno. Para empezar nos levantamos a las mil, y de ahí cada uno se fue a donde quiso. En mi caso, mi intención era ver el palacio de Dolmabahçe, y conmigo vinieron algunos más también interesados, mientras que los demás se fueron de compras. IMPORTANTE: Es imprescindible llegar a Dolmabahçe a primerísima hora porque las colas son interminables, no porque haya mucha gente, sino porque esperan a que se desaloje parte del palacio para seguir vendiendo entradas. El palacio de Dolmabahçe fue construído en 1853 para sustituir al palacio de Topkapi y dar un aire más europeo al sultanato, de modo que se trata de un palacio neobarroco que no pega para nada con otros monumentos de Estambul. La entrada son 30 TL, si queremos ver el Haren otras 10 (aunque los sábados el Haren es gratis) y no permiten hacer fotos. Para ver el interior del palacio se hacen visitas grupales guiadas en inglés, por lo que hay que hacer otra cola para entrar. En total hicimos unas dos horas de cola, pero lo cierto es que el interior merece la pena, en especial la espectacular sala del trono con su lámpara de cristal de Bohemia de 4500 kg. ![]() A la salida nos fuimos a comer a Sultanahmet, a una especie de bufet libre (no estaba mal), y después nos fuimos a ver la parte sur del Cuerno de Oro. Otros cuantos se fueron al Hamam de Çemberlitas (yo no fui por mis problemas de espalda…). Del hamam os puedo decir que el baño y el masaje les costó creo que fueron unos 30€, que los chicos salieron encantados, y las chicas agobiadas por la cantidad de gente en el lado femenino… La parte sur del Cuerno de Oro la verdad es que no tiene demasiado para ver. Mi idea era ver la Pequeña Santa Sofía, esperando ver algún mosaico bizantino, mosaicos que no había, era una mezquita como las demás, y las ruinas del palacio de Bucoleon, apenas una pared de ladrillo con tres ventanales de mármol… Lo más agradable es el paseo marítimo con vistas a la orilla asiática y a los cargueros que entran en el Bósforo… Finalizado nuestro paseo por el sur, volvimos a Eminönu pasando por el Gran Bazar, para coger un nuevo barco y ver el atardecer desde la orilla asiática. 4 TL ida y vuelta con atardecer, anochecer y paseo por Asia incluído (personalmente me pareció esto mucho mejor que el crucero por el Bósforo). El barco nos dejó en Uskudar, con un ambiente muy distinto al de la orilla europea (todo parece más cuidado y no hay ese movimiento de bazar, hay tiendas normales). ![]() Ya de vuelta y reunidos todos de nuevo, cenamos otra vez en el restaurante “La casita”, pues habíamos reservado mesa el primer día que fuimos para celebrar el cumpleaños de una de las viajeras. Después de cenar (un crepe de gambas, buenísimo) y tomarnos una cerveza cerca del hostal, nos despedimos de las chicas, pues ellas no vendrían a la Capadocia. Etapas 4 a 6, total 9
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