![]() ![]() 17 MARAVILLOSOS DÍAS EN INDIA Y NEPAL ✏️ Blogs de India
Norte de India y Nepal Septiembre 2012 con Prakash SinghAutor: Kanians Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (4 Votos) Índice del Diario: 17 MARAVILLOSOS DÍAS EN INDIA Y NEPAL
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Etapas 7 a 9, total 11
Hemos quedado a la misma hora de siempre, así que nos despertamos a las 7.30h, preparamos todo y comprobamos que no nos hayamos dejado nada por la habitación, pues hoy saldremos en dirección a Pushkar.
Bajamos a desayunar y cómo siempre, un poco antes de las 9, vemos que ya nos están esperando Gajendra y Prakash. Pagamos en recepción una hora de Internet que habíamos cogido el día anterior (125 rp) y subimos a por las maletas. Al salir de la habitación nos topamos con el botones. Desde luego, no se les escapa una, y por conseguir una propina hacen lo que sea. Llegamos al coche y le damos propina a él y al hombre tan simpático que suele haber en las puertas de los hoteles por hacerse una foto conmigo, jeje…Al final te gastas mas en propinas que en todo lo demás… ![]() Subimos al coche y ponemos rumbo a Pushkar. El camino no se hace pesado, pues como siempre, es difícil aburrirse con todo lo que uno va viendo. Son unas 3 horas las que se tarda en llegar. La carretera que conduce a Pushkar (el último tramo) está llena de curvas, con mucho verde por los alrededores, monos, vacas, perros… Nuestro hotel, el Pushkar Bagh Resort está a las afueras del pueblo, en mitad del campo. La verdad es que nos gustó mucho este hotel. Aunque al principio teníamos un poco de miedo por como sería (las fotos que habíamos visto en Internet nos gustaban regular), una vez llegamos allí vimos que era mucho mejor de lo que habíamos pensado, mucho más auténtico que el de Delhi y Jaipur, aquí se notaba que estábamos en la India. Al bajar del coche ya nos estaban esperando el recepcionista y dos maleteros dispuestos a atendernos. El hotel estaba casi vacío, sólo vimos cinco o seis huéspedes al llegar, pero ya no los volvimos a ver más. Lo bueno de esto es que sólo había tres habitaciones ocupadas, por lo que nos dieron a elegir entre una “habitación tienda” o una “habitación de lujo” por el mismo precio. Por supuesto, elegimos la segunda, aunque en realidad de lujo no tenía mucho, pero estaba bastante mejor que la otra. También hay que tener en cuenta que en pueblos tan pequeños como Pushkar los hoteles que se pueden encontrar son más discretos que en una ciudad. Como habíamos llegado un poco antes de la hora de comer, nos salimos al porche a hablar un ratito con Prakash mientras nos preparaban la comida. La verdad es que nos sentíamos allí como un marajá en su residencia de verano, se estaba súper a gusto. ![]() Sobre la 13.15h viene el camarero a avisarnos de que la comida ya está lista y nos dirigimos al restaurante. La comida, dos platos de nuddles de pollo y dos cocacolas, está bastante buena. Después de comer Gajendra nos está esperando para comenzar nuestro paseo por Pushkar. Llegamos al parking que hay justo a la entrada del pueblo y nos ponemos en marcha, nosotros dos solos. Al principio da un poco de reparo ir solos, pero desde luego que es la mejor manera de mezclarse con ellos y ver su forma de vida y como son. Es impresionante ver como viven, aquí la pobreza es muy notable, pero lo que mas nos impresiona es ver lo felices que son con lo poco que tienen. Algo que creo que no olvidaremos nunca es la generosidad de los indios. Mientras paseábamos nos encontramos con una chica que iba vendiendo tobilleras con su bebe en brazos. Como nos daba mucha pena le pedí dos, y cuando le pregunté cuanto le debía su respuesta fue que le pagara lo que yo considerara que era justo, que si yo era feliz ella era feliz. Tenemos mucho que aprender de ellos. Seguimos paseando calle abajo viendo tiendas de artesanía, incienso, música…Pushkar es pequeño y muy auténtico, aquí no te agobian para que les compres, pues no están tan acostumbrados al turismo. Camino abajo encontramos un ghat desde el cual vemos el lago sagrado de Pushkar. Volvemos y vemos que ya está abierto el Templo Brahma, el único templo dedicado a este dios en el mundo. Para nuestra sorpresa, para entrar en el templo tienes que dejar todo lo que lleves, incluída la cámara, en los puestecillos que hay en la puerta. ![]() ![]() Volvemos al aparcamiento donde Gajendra nos está esperando para regresar al hotel, tenemos pendiente nuestro paseo en camello y no queremos llegar tarde. Pero antes no podíamos irnos sin repartir algunos juguetes y bolígrafos a los niños que había por los alrededores. El paseo dura media hora más o menos y es por los alrededores del hotel. La verdad es que nosotros pensábamos que íbamos a ir con más gente, pero íbamos sólo nosotros con Vijay, el dueño del camello. Como nos daba mucha pena le dijimos que nos diera un paseo corto, que por nosotros con un poquito estaba bien, y eso fue lo más divertido de todo, porque el último tramo lo hicimos al galope, jajja!! Del golpe de risa que nos dio por poco nos caemos del camello, jeje… ![]() Cuando volvemos al hotel Prakash ya nos está esperando. Como el wifi no funciona, nos vamos a nuestra habitación y Prakash se trae su ordenador y nos deja conectarnos para ponernos en contacto con nuestra familia. Pasamos un rato hablando con el, enseñándole fotos de nuestro facebook…y ya aprovechamos para darle algo más de dinero. Según lo acordado, esta noche toca la cena de despedida incluida en el presupuesto, pues ya no veremos más a Prakash hasta nuestro último día en la India. Sobre las 20.30h salimos de la habitación y flipamos con la presentación de nuestra cena. En mitad del jardín nos encontramos con una mesa con velas, a la luz de la luna y un camarero y un músico que nos esperan. Estar cenando en mitad del campo bajo el cielo estrellado fue increíble. Además, la cena estaba buenísima: sopa de tomate, pollo masala, arroz con verduras, queso con salsa de espinacas, pan naan y un postre muy bueno que no recuerdo como se llamaba. La verdad es que había comida como para tres personas mas, jaja!! pero es que los indios cenan una barbaridad. Tengo que decir que no tenemos palabras suficientes para agradecerle a Prakash lo bien que nos trató en los días que duró nuestro viaje. Cuando terminamos de cenar nos vamos a dormir, que al día siguiente hay que madrugar mucho. Así que como todas las noches, malarone, repelente y a la cama. ![]() ![]() Etapas 7 a 9, total 11
El despertador suena muy temprano, ya que hemos quedado antes que de costumbre (7.00h). El día de hoy va a ser intenso, nos toca hacer muchos kilómetros hasta Agra y además hay que visitar Fatehpur Sikri que está de camino.
Con el cuerpo ya bastante cansado empezamos a arreglarnos y nos vamos a desayunar. Cuando salimos de la habitación todavía es de noche, pero el calor ya aprieta. Nos dirigimos al mismo salón dónde almorzamos el día anterior y en cuanto llegamos, el camarero que nos ha estado atendiendo hasta ahora nos trae el desayuno. El pobre no deja de sonreir en ningún momento, aunque es evidente que tiene un sueño que se cae… En cuanto terminamos nos ponemos en marcha, no sin antes repartir unas cuantas propinillas, jeje!! La verdad es que se las merecen, se han portado muy bien con nosotros. ![]() Cuando salimos, Gajendra y Prakash ya nos esperan. Hoy Prakash vuelve a Jaipur y ya no lo veremos más hasta el último día. Como siempre que hemos viajado de un sitio a otro, la carretera es todo un espectáculo. Una vez que llegamos a las cercanías de Jaipur vemos que un tuc tuc está esperando a Prakash para llevarlo de vuelta a casa. La verdad es que nos da mucha pena que se vaya, es increíble lo rápido que se le puede coger cariño a una persona. ![]() Nos despedimos y continuamos con nuestro viaje hacia Fatehpur Sikri. Este trayecto fue de los peores, ya que mi marido se mareó bastante y tuvimos que hacer un par de paradas para ver si se le pasaba. Menos mal que Gajendra fue muy paciente con nosotros en todo momento. Por fin llegamos a Fatehpur Sikri. ¡El camino se ha hecho eterno! Llegamos a una zona de aparcamiento y Gajendra nos explica que tenemos que negociar un tuc tuc, ya que la subida en coche hasta Fatehpur Sikri está prohibida. Nos indica cuánto podemos ofrecer como mucho y tras unas duras negociaciones ![]() Vamos a sacar los tickets y entramos para realizar la visita por nuestra cuenta. Fatehpur Sikri nos gusta mucho, pero lo mejor de esta visita es el rato que pasamos con una familia hindú que se nos acerca para hablar con nosotros y echarse algunas fotos. La verdad es que los indios son simpatiquísimos y muy extrovertidos. Yo lo había leído, pero hasta que no llegas allí no te das cuenta hasta que punto. ![]() Tras pasar bastante tiempo con ellos decidimos darnos prisa para terminar la visita, ya que tenemos que continuar nuestro camino hasta Agra y ver el Taj Mahal. Salimos y allí nos sigue esperando nuestro conductor de tuc tuc que nos lleva de regreso al lugar dónde está Gajendra. Tardamos poco en llegar a Agra y lo primero que hacemos es dirigirnos directamente al Fuerte Rojo, ya habrá tiempo de dejar las maletas en el hotel, pues con las paradas que hemos tenido que hacer por el camino llevamos un poco de retraso. Como siempre, Gajendra nos deja justo en la puerta, en un parking, y el se queda cuidando nuestro equipaje. Cruzamos la calle y vamos directos a sacar los tickets. Esta visita también la hacemos por nuestra cuenta. Después de un rato haciéndonos fotos en cada esquina y de ver el Taj Mahal a lo lejos, decidimos irnos porque ya no podemos esperar más. Estamos impacientes por estar allí. Pero antes tenemos que comer. Le hemos pedido a Gajendra que nos lleve a un McDonals para tardar menos. Cuando terminamos salimos con una caja de nuggets para repartirlos entre unos niños que hay en la calle y vemos que en nuestro coche ya está el guía amigo de Gajendra que nos va a acompañar al interior del Taj Mahal (esto no estaba incluido en el precio, fue por cuenta nuestra). Ya cuando estamos llegando se va notando que el ambiente cambia. Vemos mucha gente por los alrededores, muchos coches, vamos, que se nota que nos estamos acercando a una maravilla del mundo. ![]() Compramos nuestro ticket, que es bastante caro para los precios en India (al cambio, unos 15€ por persona) y nos dan un mapa, una botella de agua y unos plásticos para cubrir los pies. Subimos a un coche gratuito que nos lleva a la entrada al recinto, ya que está un poco separada y encima está empezando a llover. Por suerte, cuando entramos al interior ya ha parado. Nos encontramos con dos colas, una para hombres y otra para mujeres. Cuando me puse a la cola pude ver que el precio para los hindúes es muchísimo menos (Extranjeros: 750Rp Indios: 30Rp) jaja!! En eso deberíamos aprender de ellos… Entramos por La Puerta Este y una vez que nos encontramos con el monumento de frente nos parecía que era mentira, que estábamos soñando. Era increíble pensar que después de tanto tiempo esperando ese momento, por fin había llegado. ![]() Si el Taj Mahal es precioso en fotos, en directo es alucinante. Perdimos la cuenta de cuántas fotos pudimos hacer allí, cuántas mas hacía mas quería. Nuestro guía no fue excelente ni mucho menos, pero la verdad es que nos vino súper bien cómo fotógrafo que era para lo que lo habíamos contratado en realidad, ya que el pobre estaba estudiando español y lo que quería era soltarse con el idioma y de paso ganarse un dinerillo, que por cierto fue el que nosotros creímos conveniente pagarle. Aún hoy no tengo palabras para describir esa tarde en el Taj Mahal. Esa experiencia hay que vivirla al menos una vez en la vida. El colorido de los saris de las indias, las caras de emoción de todos los que estábamos allí, la historia tan preciosa de la construcción del monumento y las vistas tan bonitas del río Yamuna hicieron que el mal rato que habíamos pasado de camino quedara olvidado. Aguantamos allí hasta que cerraron. Yo no me quería ir, pero bueno, todavía nos quedaba el día siguiente para volver a verlo… El camino hacia dónde esta Gajendra lo hacemos andando esta vez, pues preferimos ir viendo algunos puestecillos que hay por el camino, aunque al final no compramos nada allí. ¡Por fin llegamos al hotel! Y cuando lo vemos la sorpresa no puede ser mas agradable…que hotelazo!! Es el Radisson Blu. No sabemos si todas las habitaciones serán así, pero nosotros tenemos una en clase bussiness desde la que se ve el Taj Mahal. Al pensar que sólo vamos a pasar aquí una noche (además de lo cansados que estamos) decidimos llamar a Gajendra para que no venga a llevarnos a cenar, ya nos buscaremos nosotros la vida, pero de aquí no nos movemos, jeje… ![]() Aprovechamos un ratito que tenemos para ir a darnos un baño a la piscina que vemos desde nuestra habitación, ya que nos han dicho que la cierran tarde. Allí conocemos a unos chicos de Barcelona que viajan con Catai. La verdad es que comparando nuestro viaje con el suyo, precios, servicios…cada vez nos alegramos más de haber hecho el viaje con Prakash. Y ya si que no podemos mas. Nos vamos a la habitación, nos damos una ducha y cenamos de las provisiones que llevamos en la maleta. Nos conectamos un poquito para dar señales de vida a la familia, malarone, repelente que es nuestro ritual nocturno y a dormir. ![]() Mañana veremos el Taj Mahal al amanecer… Etapas 7 a 9, total 11
Esta mañana nos damos un señor madrugón, pues tenemos previsto ver el Taj Mahal al amanecer. Salimos de nuestra habitación sin hacer ruido para no despertar a nadie y nos dirigimos a la salida en busca de Gajendra. Nos subimos al coche con pena, no nos hubiera importado quedarnos un día mas en el hotel... jeje!!
![]() Después de un pequeño trayecto en coche llegamos a un parque desde el cual podemos ver el Taj Mahal por detrás del río Yamuna. La verdad es que es todo un espectáculo, aunque la pena fue que el día amaneció súper nublado y las vistas no son tan alucinantes, pero aún así, impresiona. Nos hacemos todas las fotos que podemos mientras luchamos contra un montón de mosquitos que nos acechan, jeje...(tan temprano y a orillas del río hay muchísimos). Cuando llega la hora de irse subimos al coche y nos dirigimos a la estación de tren. La siguiente parada será Gwalior, que está relativamente cerca (2h mas o menos) y nos hace ilusión probar este medio de transporte en la India. Este fue el peor rato que pasamos en todo el viaje, lo que se ve en la estación te impacta (pobreza absoluta, gente extremadamente sucia y enferma, una niña con la lepra...) ![]() Después de una espera que se nos hace interminable, llega nuestro tren. Lo hemos cogido de segunda clase y no está nada mal. Tenemos hasta nuestros asientos asignados. Gajendra sube mi maleta, la coloca en su sitio y nos acompaña hasta nuestros asientos. El pobre no puede ser mas atento. Nos despedimos de el con muchísima pena, con la esperanza de que la propina que le hemos dado le ayude por lo menos a estar mas desahogado este mes. El trayecto en tren pasa volando y antes de que nos demos cuenta ya estamos en Gwalior. En cuanto bajamos a la estación ya tenemos esperando a nuestro segundo chófer: Kalú. Este Prakash lo tiene todo súper bien organizado... Salimos de la estación y nos dirigimos al coche, que aunque no es tan nuevo como el que hemos tenido con Gajendra, está muy bien. Gwalior es uno de los pueblos mas limpios que hemos visto en la India. Nos desplazamos hacia el palacio de Man Singh pasando por una carretera desde dónde podemos ver las esculturas jainistas excavadas en la piedra. Llegamos al palacio, sacamos la entrada y empezamos la visita. Al momento tenemos pegado al que nos había vendido las entradas con toda la intención de hacernos de guía y aunque le dejamos bien claro que no necesitamos guía, es imposible quitárnoslo de encima. Bueno, por lo menos nos sirve de fotógrafo, jajajja!!! ![]() Cuando nos hartamos del palacio y de nuestro "amigo" pesado decidimos irnos a ver los templos de Sas Bahu, que están justo en frente del palacio. Los templos son preciosísimos. Además, cuando nosotros fuimos sólo había una pareja de indios y se estaba súper tranquilo. Terminamos de hacer todas las fotos que nos apetece (que es lo bueno de ir a tu aire) y volvemos al coche. La visita a Gwalior ha terminado y nos vamos a Orchha. El camino desde Gwalior a Orchha es horroroso, parecía que íbamos subidos en una montaña rusa. El caso es que Prakash ya nos había avisado de que el camino era malísimo y nos aconsejó que era mejor no ir a Gwalior y seguir en el tren hasta Orchha, pero yo que soy bastante cabezona, me empeñé en ir a Gwalior. La verdad es que nos gustó Gwalior, pero no tanto como para que merezca la pena soportar esas 4h de coche hasta Orchha. Y encima, a mitad de camino se puso el cielo tan negro que daba miedo, en la vida lo había visto así... ![]() Y por fin llegamos a Orchha!!! ![]() En cuanto llegamos nos vamos al hotel. El día de hoy ya lo tenemos libre, pues Orchha es muy pequeño y no se necesita de guía para visitarlo. El hotel es el mejor de Orchha, pero claro, después del que tuvimos la noche anterior, este es bastante cutrecillo, jeje!! Pero muy chulo, es un antiguo palacio indio convertido en hotel desde dónde se pueden ver algunos de los cenotafios de Ochha, ya que están justo detrás. El hotel se llama Amar Mahal. En cuanto llegamos me empiezo a encontrar mal de la barriga...(y yo que pensaba que me iba a librar...) ![]() Al rato salimos a dar una vuelta. Yo no se si es por que no me encontraba bien o que, pero Orchha nos gustó regular. El olor que hay en todo el pueblo es horrible y está muy sucio, pero por otro lado es muy auténtico, es la India profunda y eso también hay que verlo. Después de un rato viendo los cenotafios por fuera y regateando en las tiendecillas de la calle principal, decidimos irnos al hotel, pues ya ha anochecido y estamos muy cansados. Pedimos la cena en la habitación, recogemos nuestras cosas y nos acostamos. Hoy ha sido un día agotador y no podemos con nuestra alma... ![]() Etapas 7 a 9, total 11
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