![]() ![]() ARGENTINA INFINITA ✏️ Blogs de Argentina
Divido el viaje en tres partes bien diferenciadas de la geografía argentina, Noroeste, Iguazú y Patagonia.
No menciono la ciudad de Buenos Aires porque hay muy buenos relatos referentes a la misma y nosotros apenas si estuvimos dos días, no completos, y no aportaría mucho sobre esta ciudad.Autor: Alejandria Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (17 Votos) Índice del Diario: ARGENTINA INFINITA
01: NOROESTE ARGENTINO- Llegada a Salta
02: NOROESTE ARGENTINO- Quebrada Escoipe, Cuesta Obispo, Cachi, Angastaco
03: NOROESTE ARGENTINO: Quebrada de las Flechas, Quebrada de las Conchas
04: NOA: Quebrada de Humahuaca, Cuesta de Lipán, Salinas Grandes, Purmamarca
05: NOROESTE ARGENTINO: Quebrada de Humahuaca, Mirador Hornocal
06: DE SALTA A IGUAZU
07: IGUAZU: LADO BRASILEÑO
08: IGUAZU: LADO ARGENTINO
09: LLEGADA A BARILOCHE. Circuito Chico
10: PATAGONIA - BARILOCHE: Cascada de los Alerces y Cerro Tronador
11: PATAGONIA - BARILOCHE - Ruta Siete Lagos
12: PATAGONIA: de Bariloche al Calafate y al Chalten
13: PATAGONIA: EL CHALTEN: Laguna de los Tres
14: PATAGONIA - EL CHALTEN: Lago del Desierto
15: PATAGONIA - El Calafate - Glaciar Perito Moreno. Minitrekking y Pasarelas
16: PATAGONIA: Calafate (Excursión en 4x4) y regreso a Buenos Aires
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Etapas 13 a 15, total 16
27 octubre- Chaltén. Laguna de los Tres
A las 8:30 pasa a recogernos en nuestro B&B una furgoneta de las Lengas. En total hay tres furgonetas con destino la Hostería del Pilar, hay un grupo numeroso de jóvenes con un guía que al iniciar el recorrido nos deseó ¡Buena Suerte!. Comenzamos la ruta cerca de las 10 de la mañana y al poco dimos paso a los impetuosos jóvenes para ir nosotros más tranquilos en el camino y disfrutar del mismo. Desde el principio el camino discurre bordeando el río Blanco dentro de un denso bosque de lengas, y de ñires, ejemplares jóvenes con sus bellas hojas de color verde intenso y ejemplares maduros y otros viejos, con troncos retorcidos, a veces, en formas caprichosas, hasta había uno con un tronco adicional en forma de corazón. Se trata de una senda tranquila y solitaria, aunque nos encontramos gente en alguna ocasión, no es lo mismo que la ruta que sale desde el pueblo. También es una senda relativamente cómoda, aunque se va ascendiendo la subida sólo tiene algunos repechos importantes, el resto es bastante llevadero, se camina sobre un terreno húmedo tapizado de las muchas hojas caídas de los árboles lo que amortigua bastante los pasos que damos. El hecho de ser tan tranquila y solitaria te permite ir disfrutando de todo lo que ves, oír los ruidos de la naturaleza, percibir el aroma del bosque andino y pararte a contemplar los muchos detalles que el paisaje te ofrece. ![]() ![]() A la media hora ya comenzamos a ver el Glaciar Piedras Blancas, no con una visión nítida y clara porque se encuentra cubierto de nubes en su parte superior y el cielo sigue estando encapotado. Este glaciar desciende desde la misma base del macizo del Fitz Roy, en su parte superior se alcanzan a distinguir los numerosos seracs separados por un pequeño acantilado y una estrecha lengua de glaciar que los une a la lengua terminal del glaciar que a su vez desagua en una pequeña laguna llamada también Piedras Blancas. Esta estrecha lengua de glaciar que une ambas partes del mismo es cada vez más estrecha, durante el siglo XX ha sufrido un claro retroceso apreciándose en las fotos efectuadas por el padre Agostini y las actuales. Este glaciar en días claros y despejados ofrece una maravillosa postal ofreciendo todo el porte blanco del glaciar (de ahí su nombre) y encima las siluetas del Fitz Roy y sus agujas laterales. Bastante que podemos ver los blancos seracs, la lengua glaciar y algo de la laguna. ![]() ![]() El día no tiene visos de ir despejando, todo lo contrario. Parece que cada vez está más nuboso y a mitad de camino empiezan a caernos pequeñas bolitas de nieve de forma aislada. No obstante no perdemos la esperanza, seguimos caminando cómodamente porque al abrigo del bosque estamos resguardados del viento, tenemos buena temperatura, parece como si quisieramos entretenernos para dar oportunidad al día de cambiar. El bosque comienza a abrirse paulatinamente dando paso a otra vegetación adaptada a más altura y semejante a la vegetación de la estepa patagónica mezclada con musgos y líquenes más propios de la tundra. Las nubes nos siguen acompañando cada vez más amenazadoras y las rachas de nieve son más numerosas, aliñado todo esto con la acción del viento que cada vez notamos más ya que hemos perdido el amparo de los árboles. Cuando el viento nos empuja me viene a la mente la imagen del padre Agostini transitando por estas rutas con su sotana revuelta por el viento. ![]() ![]() Después de unas 2:30 h. de marcha llegamos al cruce en el que se une con la ruta que viene desde el pueblo y prosigue en común hasta el campamento Poincenot. Cruzamos el puente de madera sobre el río Blanco y después de una subida aparece el campamento de madera para escaladores Río Blanco, que se encuentra desierto. A partir del cruce el número de caminantes que transitamos va aumentando y al comenzar la subida parece una calle más que una ruta de montaña. Casi desde el comienzo de la subida la ruta, con mucha piedra, se encuentra cubierta de nieve, la subida es fuerte, no aprecias a distinguirla en la lejanía porque el telón de nubes te lo impide, sólo ves los que tienes andando delante de ti y algunos metros de senda más, pero su efecto se hace sentir y también ves su gran pendiente volviendo la vista atrás. Hay que ir pisando con extremo cuidado porque la nieve al ir siendo pisada se va convirtiendo en hielo y las piedras resbalan bastante. De los muchos que vamos subiendo, el grupo de jóvenes de la mañana, un grupo de holandeses de cierta edad . … nadie parece desfallecer, todos seguimos para arriba esperando el milagro del día. ![]() ![]() ![]() Cuando llevamos más de la mitad de la ruta de subida cubierta aparecen tres personas de vuelta de la misma. Son tres catalanes que indican que no se puede subir, que algo más arriba (ya les quedaban aproximadamente unos 15 minutos de marcha) hay un tramo totalmente desprotegido en el que el viento arrea de lo lindo volviéndolo muy peligroso y la senda se encuentra cubierta totalmente de hielo y que es necesario el uso de crampones para subir hasta arriba y que, como la visibilidad es casi nula, no merece la pena subir hasta la Laguna de los Tres. El testimonio de estas personas parece totalmente fiable porque tienen aspecto de montañeros y de saber lo que dicen, pero no queremos creer en nuestro infortunio y todos seguimos subiendo algo más de camino. Hasta que poco a poco nos vamos convenciendo de que la situación no va a variar y comenzamos a descender con rostros cariacontecidos, todos nos volvimos. Ahora comprendo el sentido de la frase que el guía de esta mañana nos dijo, ¡buena suerte!. Aquí es necesaria mucha buena suerte para poder alcanzar tu objetivo. La bajada es mucho más penosa que la subida porque las piedras están cada vez más resbaladizas y hay algunos que dan con sus huesos en el suelo. Nada de importancia hubo que lamentar, solamente que la marcha estuvo algo lenta. En el campamento de madera Río Blanco ahora no cabe ni un alfiler, pero apretujados allí nos metemos la mayoría para protegernos de la nieve que cae y comernos el bocata que con tanta ilusión pensábamos zamparnos a las orillas de la laguna de los Tres. En este viaje era muy consciente de que el clima en el Chaltén es muy variable y de que esto podía ocurrir, pero en el fondo tienes esperanzas de que te toque un buen día. Esto unido a las previsiones que nos anticiparon el día anterior había hecho avivar la ilusión de culminar la ruta a la vista del Fitz Roy, por ello nuestro fallido intento me produce un enorme desencanto, ¡había puesto tantas expectativas en ella!. Cuando completamos la bajada y llegamos al campamento Poincenot ya hay muy poca nieve. Seguimos la vuelta por la ruta que termina directamente en el pueblo, como todos los caminantes que por allí pululábamos, la cual se encuentra perfectamente señalizada. El camino sigue por espacio desprotegido de bosque con vegetación similar al trayecto de ida encontrándonos con varias decenas de lagunas de menor tamaño. ![]() ![]() ![]() Más adelante nos sale al encuentro otro bonito bosque de ñires que, salvo en algunos claros y miradores, no nos abandona hasta casi llegar al pueblo. Llegamos al campamento y Laguna Capri. La laguna parece mustia y triste, con sus aguas meciéndose al viento y nada transparentes. Queda muy lejos la imagen del Fitz Roy y sus agujas reflejada en estas aguas tranquilas y claras. El campamento Capri parece que lo tienen bien montado, tiendas blancas con buena apariencia y una carpa redonda mucho más grande con una mesa circular y sillas como centro de reunión y comidas del campamento. En el camino descendente de vez en cuando van apareciendo miradores desde los que se distingue el precioso valle del río de las Vueltas y el pueblo del Chaltén. Miradores en los que hay que tener cuidado porque se encuentran desprotegidos de árboles y el viento te bambolea a su gusto. ![]() ![]() ![]() ![]() En el pueblo parece siempre soplar el viento con mucha más velocidad. Como es temprano nos detenemos en un bar a la entrada del pueblo a disfrutar de un chocolate caliente y aprovechar que tienen locutorio telefónico para contactar con la familia. En la noche, temprano, nos vamos a cenar a la Tapera, pero cómo no hemos reservado (fallo nuestro) no tienen sitio disponible en mucho rato. Hemos venido en coche pese al corto recorrido, pero es que todo el vendaval contenido durante el día acaba de explotar en lluvia y viento torrencial, acierto total que nos permite ir por varias calles a cubierto. Acabamos entrando en un restaurante que anunciaban cordero patagónico, Aires patagónicos, pero no nos gustó mucho. Lástima no haber podido repetir cena en La Tapera.... Etapas 13 a 15, total 16
28 octubre – El Chaltén – Lago del Desierto – El Calafate
En cuanto nos levantamos lo primero que hicimos fue asomarnos a la ventana para ver si soplaba mucho viento porque hacía rato que no se oía llover. El viento estaba mucho más calmado y el sol parecía lucir a ratos. Y de pronto de frente, una visión que no conocemos más que en foto, ante nuestras narices se encuentra la mole de granito del pico Fitz Roy emergiendo entre las nubes e iluminado por el sol de la mañana. Salimos inmediatamente a la calle para inmortalizar esta imagen antes de que se vuelva a ocultar entre las nubes. Así estuvo todo el día, aparecía entre las nubes y de nuevo se ocultaba en otras. ![]() ![]() Nos dirigimos hacia el Lago del Desierto que se encuentra a 37 km. del pueblo, por la ruta 23. la cual es de ripio y como tal, lleva su tiempo el recorrerla. Cómo a 5 km. nos detenemos para hacer una visita al Chorrillo del Salto que se encuentra escondido en un pequeño bosque de lengas y ñires y al que se accede después de una pequeña caminata. Es un bonito salto que cae como en una elegante cola de caballo formando una pequeña balsa en el lugar de su caída y mucho de su belleza se lo debe al entorno en que se encuentra. Tenía entendido que se podía subir a la parte superior en la que se ve otros pequeños saltos del arroyo con la imagen imponente del pico Fitz Roy, pero no encontramos ningún sendero y subir por las piedras era arriesgado. ![]() Proseguimos camino a través del precioso valle del río de las Vueltas y remontando su curso. El río de las Vueltas se forma como desagüe del Lago del Desierto y desemboca en el Lago Viedma y en todo este trayecto tiene un color claro y lechoso. En el camino nos vamos cruzando con varios camping y cabañas, camping Bonanza, Complejo Ricanor, los Huemules, la Hostería del Pilar, desde dónde comenzamos ayer nuestra ruta a la Laguna de los Tres y desde la que se obtienen hoy bonitas vistas del Fitz Roy entre las nubes. También tenemos que pasar varios ríos, el Río Blanco, que ayer bordeamos y que nace en Laguna Sucia, el Río Eléctrico que nace en la laguna del mismo nombre, el Río del Puesto, el Rio Milodón, el Río Toro. En su curso medio el río de las Vueltas se ensancha y se embalsa formando la Laguna Condor, la cual mantiene el mismo color entre azul y verdoso del río y se encuentra rodeada de algunos complejos de ocio. ![]() Cuando no falta mucho para llegar al Lago del Desierto a la izquierda aparece el Salto del Anillo, que no es propiamente un salto sino una pequeña cascada que se desliza por la pared rocosa formando un fondo de musgo y flores en la misma pared. ![]() Aparcamos en el sitio por el que se accede al sendero para llegar a la Laguna y Glaciar Huemul (faltan unos cientos de metros para llegar al Lago del Desierto) y aquí hay que pagar entrada ya que se trata de un sitio particular que no pertenece al Parque Nacional los Glaciares, creo que eran 25 pesos. El huemul es un pequeño ciervo que se encuentra en peligro de extinción y por ello es una especie protegida, según reza en muchos carteles del parque, y bastante huidizo, apenas si se deja ver. Su nombre es el que ha bautizado a la laguna y el glaciar al que nos dirigimos. Este sendero que iniciamos es uno de los más bonitos de esta zona, transcurre entre bosque denso de lengas y ñires, pero el aspecto de este bosque tiene un verde más intenso y mantiene más humedad, dando lugar, tanto en los troncos como en las piedras, a abundantes formaciones de musgos, líquenes y barbas de viejo, convirtiéndolo en un bosque como de cuento, cuya magia sentimos conforme vamos ascendiendo en completa soledad, magia aumentada por los sonidos de la naturaleza que nos rodea, el rumor del agua del arroyo en el que desagua la laguna, el piar de los pájaros, el rumor de las hojas. ![]() El sendero se encuentra bien marcado y tiene señales en piedras y troncos de árboles en forma de dos barras blancas paralelas. Es de subida casi constante con varios zigzagueos finales hasta subir a la cima de la montaña tras la cual aparece de frente el blanco glaciar y debajo la laguna que forma. El sol hoy juega al escondite con las nubes y los colores de la laguna varían dependiendo de ello. Cuando el sol la cubre muestra un color turquesa precioso. El acceso al glaciar no está permitido, según un cartel informativo que hay, al que hacemos caso porque de todas formas con la panorámica tan maravillosa que desde aquí tenemos nos damos por satisfechos. ![]() ![]() ![]() ![]() Regresamos por el mismo camino y volvemos a disfrutarlo con más rayos de sol y en ella descubrimos los hongos redondos y amarillentos en el suelo y pegados a un árbol que luego supimos que se llaman Llao Llao. Accedimos a la parte sur del Lago del Desierto andando desde dónde habíamos aparcado el coche y vimos a otro par de visitantes que se encaminaban al sendero que acabábamos de finalizar. El paseo en barco que recorre todo el lago hasta su extremo norte todavía no ha comenzado a funcionar. Lo suele hacer más en temporada alta. Nos subimos a un pequeño cerro que nos sirve de mirador de gran parte del lago y nos proporciona una magnífica panorámica de toda la belleza de este lago rodeado de bosques similares al que acabamos de pasar. Luego nos bajamos a la orilla, caminamos un poco por su margen izquierda y nos tomamos nuestro bocata, algo anticipado pero había que aprovechar el lugar, disfrutando del rumor del agua, la belleza del paisaje y del calorcito de los rayos del sol que, en estos momentos, brilla sin apenas interrupciones. Y en todo este tiempo, tan sólo el lago, su entorno y nosotros. ![]() Este lugar, además de todo su verdor y belleza, tiene su importancia histórica, ya que la disputa con Chile por la soberanía de estas tierras fue causa directa de la creación del pueblo del El Chaltén en 1985. En 1994 un tribunal internacional falló a favor de Argentina otorgándole plena soberanía en toda la zona. Recorremos de vuelta el mismo camino de ripio y nos paramos en la Hostería del Pilar a hacer unas cuantas fotos del Fitz Roy y a tomarnos un chocolate caliente. Esta hostería tiene un ambiente acogedor y familiar que nos gustó, parece un buen lugar en el que quedarse unos cuantos días e intentar de nuevo llegar a la Laguna de los Tres en un día despejado y soleado. (Un sueño quizá?) ![]() ![]() ![]() Unas últimas compras en el Chaltén y, una vez recogido nuestro equipaje y de despedirnos en el B&B, nos ponemos en marcha rumbo a El Calafate. Nos detenemos en el mirador a la salida del pueblo y hoy si podemos fotografiarlo con el impresionante fondo del Fitz Roy y sus agujas laterales, no limpio del todo de nubes, pero imponente de todas formas. Esta silueta a nuestras espaldas nos siguió por largo rato en la carretera como queriéndonos decir que allí estaba por siempre, que a veces es visible y que allí nos espera hasta una nueva visita. ![]() ![]() Volvimos a parar en el Hotel la Leona y, aunque hoy el viento es más suave, la bandera celeste de Argentina sigue igual de tiesa. ![]() Llegamos a El Calafate. Nuestro alojamiento aquí es en My Hotel Calafate, pero resulta que como hotel aislado no existe, se encuentra dentro del albergue Che Lagarto y corresponde a las habitaciones con baño privado de este albergue. No es que importe demasiado pero deberían de indicarlo cuando haces la reserva en su página web, únicamente en la ubicación en el plano aparece al lado del albergue. Las habitaciones no están mal, tampoco el baño, tienen una pequeña cocina sin menaje que no sirve para nada y en sustitución no tiene armario, a lo mejor suponen que guardaremos la ropa en los cajones de la cocina. El ambiente, al ser en común con el albergue, es bastante animado y concurrido. Etapas 13 a 15, total 16
29 octubre – El Calafate: Minitrekking y pasarelas del Glaciar Perito Moreno
Salimos muy temprano de El Calafate por la ruta 11 porque teníamos nuestra cita para el minitrekking en el Puerto Bajo las Sombras a las 8:45h. y nos habían indicado que estuviéramos un cuarto de hora antes. Fuimos los primeros en este día en pagar la entrada al parque. Bordeando la península de Magallanes nos volvemos a reencontrar con el Lago Argentino en lo que se conoce como Brazo Rico. Todo este camino es muy bonito con vegetación de bosque andino (lengas, ñires) mezclado con matorrales de calafate y notro. Antes de llegar al puerto te topas con la que llaman “curva de los suspiros” dónde hay un mirador en el que ya se ve el glaciar. Un anticipo de lo que te espera. ![]() ![]() Llegados al muelle no había nadie, dos embarcaciones ancladas y al rato abrieron una caseta en la que nos dijeron que esperáramos a que llegara el autobús con el resto de visitantes. Y es que habíamos llegado con bastante antelación. Estamos en el Brazo Rico del lago Argentino y este muelle ha llegado a estar en ocasiones cubierto de agua. El Glaciar Perito Moreno es famoso internacionalmente debido a sus procesos de ruptura. El glaciar avanza a una velocidad media de dos metros por día. El frente del glaciar al llegar y chocar con la península de Magallanes cierra el paso de las aguas del Brazo Rico y produce una especie de embalse con un desnivel entre un brazo y otro del lago que puede llegar a 30 metros aumentando la presión de estas aguas contra el hielo, lo que va generando filtraciones y socavando el hielo originando un túnel debajo del hielo. Este túnel llega un momento en que ya no aguanta más y se derrumba provocando uno de los fenómenos naturales más sobrecogedores. Pero yo creo que también es famoso porque puedes acceder a él de forma fácil, cualquiera que visite las pasarelas tiene una amplia visión del glaciar sin necesidad de hacer navegaciones ó trekking y porque es de los pocos glaciares que no se encuentra en retroceso. Cuando el autobús llega con el resto de las personas de la excursión, nos embarcan y cruzamos este brazo del lago hasta la costa opuesta. Es el momento de hacer infinidad de fotos de la pared sur del Perito Moreno en la gélida cubierta del barco, poco a poco todos los intrépidos fotógrafos van regresando al interior de la nave. ![]() ![]() Después del desembarque nos dirigimos a un refugio de madera que tiene a su entrada muchas plantas de calafate que ahora se encuentra en flor, para guardar allí las pertenencias de cada uno. Aquí hay gente para todo, personas mayores, dos señoras que llevan un pic nic en una cesta como si fueran al campo, otras mujeres con falda, con zapatos finos. El caso es que te avisan de lo que es aconsejable llevar pero…. Finalmente nadie se quedó sin hacer la marcha. Desde el refugio se inicia una marcha corta entre un bosquete similar a los muchos que ya hemos visto, hasta unas rocas justo enfrente del glaciar que es dónde hacen los grupos en base a no se sabe qué, lo cierto es que luego todos los grupos no hacían la misma marcha, unos quedaban abajo y otros subíamos hasta bastante más arriba. Nos ponen los crampones ya muy cerca de dónde se inicia la marcha y ¡eh voilá!. ![]() ![]() Al principio vamos todos andando como las muñecas de famosa pero al poco ya le vas cogiendo el truquillo y hasta gusta oír como cruje el hielo bajo tus pies. Lo que no me esperaba es la fisonomía que tiene el glaciar una vez que estas desplazándote por encima de él. Pensaba que era una masa de hielo irregular que subía y bajaba pero tiene otras muchas atracciones. En esta marcha puedes apreciar distintas formaciones del hielo, sumideros y grietas más grandes y pequeños, algunos azulados otros de distintos tonos de blanco, grandes seracs con formas puntiagudas, pequeñitas cascadas y lagunas, si, pequeñas lagunas que pueden variar de tonalidad yendo desde el blanco transparente hasta el azul profundo y el turquesa. Subimos y bajamos, subimos y bajamos, pisoteando el hielo y los charcos, contentos como niños con zapatos nuevos. La verdad es que el tema lo tienen muy controlado y se lo curran bien los dos guías que nos acompañan, están pendientes de todos y van dos porque uno de ellos tiene que abrir caminos en ocasiones ya que las rutas que tienen marcadas no se mantienen por el avance del glaciar. Y ya conocéis la celebración final, un vaso de whisky con hielo del glaciar, que sabe a rayos, y algunos alfajores. ![]() ![]() ![]() [align=center] ![]() ![]() ![]() Regresamos al refugio dónde nos comemos el bocata con unas vistas privilegiadas y luego tuvieron el detalle de darnos un café caliente con leche en polvo. Volvemos de nuevo al Puerto Bajo las Sombras en barco y el grupo se dirige a las pasarelas de los miradores del glaciar en el autobús y nosotros igualmente en nuestro coche. Es una gran ventaja acercarte a las pasarelas en vehículo propio porque puedes estar todo el rato que quieras sin el agobio de los horarios que imponen las agencias. Para recorrer las pasarelas hay varios circuitos, creo que eran cuatro distintos identificados por colores y con distinta dificultad y duración. Los hicimos todos ya que no teníamos prisa por volver y estábamos encantados con lo que estábamos viendo, que siempre era lo mismo, el Perito Moreno, pero desde distintos ángulos y posiciones. Comenzamos por el circuito verde que se interna por en medio del bosque, y aunque la visión del glaciar es menor tiene el encanto añadido del bonito bosque andino, destacando los matorrales de Notro con sus flores rojo brillante comenzando a florecer. En el circuito inferior parece como si tuvieras el glaciar al alcance de la mano y muy cerquita el canal de los Témpanos, taponado totalmente, y varios metros desde el glaciar, dentro del lago, cubierto de muchos trozos de hielo. ![]() ![]() ![]() Apenas si hay gente en esta pasarela, el viento se va calmando a ratos prolongados, el sol quiere calentarnos, así que la recorremos tranquilamente, parándonos cada poco. El gigante nos tiene hipnotizados, no podemos quitar la vista sobre él, expectantes, al acecho de cualquier movimiento o ruido para que no se nos pierda ningún desprendimiento. El gigante ha estado bramando durante todo el día, pero o bien eran rugidos internos ó eran desprendimientos en otro sitio distinto del que estábamos, el caso es que no quiso deleitarnos con ningún desprendimiento importante delante nuestra. Y eso que mentalmente lo invitábamos a ello, ¡aquella arista está a punto de caerse!, venga ¡cáete!, pero solamente nos ofreció algunos pequeños desprendimientos que, aún siendo pequeños, formaban gran oleaje. Ver un gran desprendimiento tiene que ser una experiencia verdaderamente impactante. ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Al igual que el glaciar el tiempo se nos había congelado, se nos pasaron las horas mirándolo y haciéndole fotos hasta que llega un momento en que el hechizo se rompe porque hay que volver ya que cierran las pasarelas. Su imagen permaneció largo rato en nuestra retina pero de seguro que perdura en nuestra memoria. Cuando volvíamos y como premio de consolación el gigante quiso ofrecernos un espectáculo algo raro (según nos comentaron), emergiendo de las aguas del lago con gran estrépito y fuerza, parecía que se levantaban las aguas como en un geiser, apareció un bloque de hielo de tamaño mediano de un azul maravilloso y allí se quedó flotando. ![]() Etapas 13 a 15, total 16
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