Luna de Miel a nuestro aire por la Costa Oeste 23 días (En construcción) ✏️ Blogs de USA

Después de casarnos en Lugo, aunque somos de Jaén y Madrid, partimos un par de días más tarde hacia Madrid.

Aunque teníamos la posibilidad de quedarnos en casa de amigos o de mis suegros al final decidimos reservar una noche en un hotel cercano a Barajas y con transfer al aeropuerto por varios motivos: el coche lo dejaríamos en casa de mis suegros y no pagaríamos parking de larga estancia (120€ aproximadamente de ahorro) y estaría mejor vigilado, nos ahorraríamos el taxi (25 o 30€ de media), y evitaríamos tener que madrugar más de la cuenta. Os puedo asegurar que mereció la pena esta decisión.

El hotel elegido fue el axor feria/barajas. Al final no supimos en cual dormimos ya que está el uno al lado del otro, eso ocurrió porque al llegar al hotel y hacer el Check in nos preguntaron si ibamos a usar el transfer, a lo cual les dijimos que si y nos dijeron que entonces nos alojaríamos en el otro edificio.

En verdad da igual, los dos son similares y el precio también era similar cuando lo miramos. Elegimos el más barato de los dos (diferencia de dos o tres euros). Yo creo que salimos ganando porque nos dieron una mega habitación tipo suite por tan solo 45€ sin desayuno. (no nos interesaba por la hora a la que salíamos)


El transfer es un microbus que sale cada media hora, lo tenéis que reservar a vuestra llegada al hotel y funciona las 24 horas, por lo que no hay problema de la hora a la que salgáis.
Además, lo bueno que tiene, aparte del precio y calidad de la habitación, es que cerca, recordad que no teníamos el coche, está el centro comercial Plenilunio con tiendas de ropa por si habéis olvidado algo, un Mercadona, bares, restaurantes, cines... y siempre podéis ir a matar el tiempo entre vuestra llegada al hotel y la salida del vuelo.

Para cenar encargamos unas pizzas al Telepizza por internet y nos la trajeron, eso si, no te las suben a la habitación porque no les dejan entrar, tenéis que recogerla en recepción. Os llamarán y avisarán de en cuanto tiempo estarán.

Dormimos poco por los nervios , pero la cama y la habitación era supecómoda.

A las 6 de la mañana en planta, pues a las 6:30 salía el transfer que habíamos reservado ya que teníamos que estar a eso de las 7:30 en Barajas en la Terminal 1 donde tendríamos que
hacer la facturación del vuelo con US Airways.

Aquí nos precipitamos mucho, nos pudo el miedo del tema de atascos (tened en cuenta que a las 8 y media de la mañana hay atasco en la zona, pero aún así, debido a la poca distancia, tardaríais como mucho 30 minutos en llegar), a esas horas tan interspectivas desde el hotel a la T1 solo hay 10 minutos, con lo cual llegamos a Barajas con 3 horas de antelación y con todo cerrado. Dimos un par de vueltas hasta que abrieron el mostrador de facturación.

Antes de facturar una azafata nos hizo las típicas preguntas de si llevamos drogas, comida, si la maleta es nuestra, si las hemos hecho nosotros mismos.... en fin, lo que también os volverán a preguntar en el boletín que os darán a bordo para entregar en la aduana de la escala y lo que antes os preguntaron en el ESTA.

El vuelo despegaría a las 09:40 desde Madrid Barajas con US Airways y llegaríamos, tras realizar una escala en Charlotte, a las 18:33 (hora local) a Los Ángeles International Airport. El tiempo total es de 17 horas y 53 minutos incluyendo escala.

El primer vuelo, el transoceánico no se nos hizo nada pesado. Dio la casualidad que ese día era el último vuelo operado a Charlotte, más adelante todos serían a Filadelfia, según entendimos porque era una ruta solo operada en verano.
El precio haciendo escala en Charlotte o Filadelfia era igual pero elegimos hacer escala en Charlotte por el tema de que el aeropuerto es más pequeño, y por tanto no tendríamos tantos problemas a la hora de hacer el cambio de avión (miedo a perdernos, a no encontrar la puerta de embarque, a que las distancias sean muy grandes...) y además teníamos tres horas "muertas" en el aeropuerto, lo que nos serviría para comer algo e irnos adecuando al desfase horario.

Para aquellos que tengáis miedo a no saber cual es la puerta de embarque o como orientaros durante la escala: TRANQUILOS, os ponen un vídeo en el avión, tanto de cómo se llega al control aduanero, qué documentación tenéis que tener a mano, las normas a seguir en el transcurso del pase por la aduana (sin fotos, sin video, sin pararos, sin retroceder...), qué productos están permitidos y cuales no, dónde encontraremos la puerta de embarque y cómo orientaros para llegar a ellas.
No os preocupéis, no vais a perderos, ni en Filadelfia ni en Charlotte ni en LAX, todo está muy bien indicado en un perfecto inglés y un agradable idioma de signos con caricaturas que todo el mundo entiende.

El vuelo transoceánico fue estupendo, sin ninguna turbulencia, con pelis (este avión no llevaba la pantalla táctil, el de regreso si) en una pantalla central. Yo aproveché para dormir todo lo que pude, para mí es la mejor forma de no notar el cambio horario, si duermes todo el rato te da igual que hora sea....

Os sorprenderán a las 10 y media de la mañana con la comida... por lo que lo de desayunar antes de salir a gusto de cada uno, aunque desayunar con un arroz con pollo al curry quizás no sea del agrado de todo el mundo...



Una cosa importante, COMEDLA, no está mala del todo y además también os ayudará a ir adecuando el cuerpo al tema del Jet Lag. Según tenemos entendido lo mejor es ir comiendo todo el rato, según os lo vayan ofreciendo, y bebiendo abundantemente y continuamente agua (no importa que no la estén sirviendo en el momento, las azafatas os la servirán muy amablemente, esto no es Ryanair ni Easy Jet).

Además si lo dejáis pasar ya no os darán de comer; más adelante os ofrecerán un mini sandwich que será a modo de merienda.

Un dato curioso era que l@s azafat@s tenían una edad considerable, nada que ver con muchachitas jóvenes... (me la estoy ganando... los hombres y nuestras fantasías...), pero os aseguro que el trato es muy bueno y cortés, incluso diría que os dan más tranquilidad porque se les nota que están curtidas en mil historias.

Al aterrizar a Charlotte pasamos el control aduanero, tuvimos que esperar porque al ser un aeropuerto pequeño no abrían hasta pasada casi media hora...
Los nervios en ese momento son considerables, por el miedo a que no os dejen pasar, os metan en una sala.... etc (y eso que somos gente normal, eso si, con gran fantasía, con muchas películas de hollywood encima y seguidores del programa de aduanas que emiten en el canal Xplora... ) El que diga que no tiene, aunque sea un poquito, de miedo en ese momento miente.
Os harán en un perfecto inglés algunas preguntas, normalmente las que vienen en el boletín que habéis rellenado y en ese mismo orden. Podéis intentad, si no se os da muy bien el inglés, memorizar el orden de las preguntas para dar la respuesta correcta, aunque también puede pasaros como a mi mujer, que la pobre acabó respondiendo a la pregunta de dónde váis a dormir la primera noche con "Honneymoon" , a la de si viajaba sola con "Road trip"...

La cara del guardia de aduanas era todo un poema, y no hacía otra cosa que preguntarle y ella le respondía lo que creía que le tocaba.... jajajajaja Al final acabé adelantándome a donde estaba ella y diciéndole, en mi perfecto espanglish que viajábamos juntos, que nos habíamos casado y que veníamos con la intención de hacer un road trip como luna de miel... ale, ahí lo llevas todo junto, que no te enteras coñe...
Menuda mirada nos echó, yo pensaba que no nos dejaban entrar en el país, pero al final nos ficharon las huellas, una fotito y para adentro.

El siguiente "inconveniente" fue el paso del segundo control de seguridad para entrar a las puertas de embarque, en el vuelo había bebido mucha agua, en el avión no es que hiciese mucho frío pero en el aeropuerto hacía mucho calor y llevaba la mochila puesta todo el rato.
Al pasar por el arco biométrico tienes que pasar la mochila por el escaner y claro, tenía toda la camisa empapada en sudor, como si hubiese corrido una maratón, en eso que un céntimo en el bolsillo del pantalón me la jugó y pité, me inspeccionaron manualmente y el que me cacheaba se percató del sudor y empezó a preguntarme si era agua o sudor, si estaba nervioso, si llevaba drogas....
Me puse nervioso y era incapaz de unir una palabra con otra... Resultado: me hicieron un test de drogas sobre la marcha con una tira reactiva que tenían allí mismo, a lo que di negativo ya que no soy consumidor de ningún tipo de droga.
El colega me la pasó por la palma de las manos y minutos antes había estado en los servicios y tenía miedo de haber tocado donde no debiese... Qué susto!

Pasado este embarazoso percance que no me retrasó ni dos minutos nos fuimos a comer.
Comimos en un Boojangles. Solo una palabra IMPRESIONANTE. Hay que ver que cantidad de pollo y comida te pueden dar por solo 10$, con deciros que nos reservamos la mitad para cenar a nuestra llegada al hotel...


Durante la espera vimos algo curioso y que nos chocó, más adelante ya lo vimos algo normal allí porque se lo vimos a más gente, en la sala de espera había gente con pantalones de pijama y zapatillas de goma al estilo a las que lleva Frank de la jungla.... (Y luego los raros somos nosotros )

El segundo vuelo fue un infierno, la diferencia horaria ya era más grande, el avión menos confortable, sin ningún tipo de entretenimiento y sin comida, tan solo nos dieron de beber un refresco... y eso que las horas de vuelo son similares al del transoceánico, lo que pasa es que ellos lo consideran un vuelo doméstico.

Un tema, la maleta viajó desde Madrid a LAX sin problemas, no la tuvimos que coger en Charlotte. Otro apunte sobre la maleta, ya sabéis que no podéis ponerle el candado que os de la gana pues si la tienen que revisar os la romperán, deberéis comprar un candado homologado para TSA. Nosotros no le pusimos ninguno y solo la precintamos con plástico en Barajas, total, se pueden comprar las llaves TSA por EBAY, por lo que viajar con eso es como viajar sin nada.

Llegamos puntuales al aeropuerto de Los Ángeles, recogimos la maleta y lo siguiente que teníamos que hacer era recoger el coche de alquiler.

El coche al final era de Dollar y llevábamos la dirección apuntada por si las moscas. La oficina de Dollar se encuentra en: Los Angeles International Airport
In-terminal 5630 - ARBOR VITAE STREET - LOS ANGELES, CA 90045

De todas formas, justo al salir a la calle después de coger la maleta veréis paradas de microbuses, tipo shuttels, de distintas compañías de alquiler de coches que os llevan a sus oficinas. Solo tenéis que esperad el de vuestra compañía. NO TIENE PÉRDIDA
Pasan constantemente, nosotros tuvimos que espera 5 minutos y apareció el de Dollar. Tardó como 20 minutos en llevarnos, creemos que porque dio varias vueltas al aeropuerto antes de partir hacia las oficinas. El transporte es gratuito.

Allí recogimos a las 19:30 el coche, un Ford Escape.


Antes de nada nos ofrecieron aumentar de nivel el coche diciéndonos que este apanas tenía potencia, que si era incómodo... a lo que dijimos que no.

Truco: A veces os ofrecen cambiar de coche con mucha insistencia porque no les queda de esa categoría y os tienen que dar de una superior gratuítamente. Si picáis así ellos no pierden dinero, por lo que sería interesante antes de nada pasarse por donde están los coches para que veáis qué coches tienen, si tienen de vuestro segmento o si el que les queda no os gusta y preferís subir de segmento, etc...

Tuvimos que hacer el papeleo, nos hicieron pagar un depósito de gasolina (el servicio te lo cobran y aparte la gasolina es mucho más cara en el Estado de California que en Utah o Arizona) y contratamos el seguro de asistencia en carretera.

Además os ofrecerán varios seguros adicionales al que llevéis, eso ya depende de cada uno. Aquí tenéis una explicación y qué cantidades cubre cada uno Seguros Dollar

Nosotros contratamos el Road Safe, aunque muy caro, no queríamos quedaros en mitad de la nada sin saber a quien recurrir en caso de rotura, avería del coche, pérdida de llaves...) y el SLI, porque ya sabéis las demandas astronómicas que te pueden poner allí por un accidente, y total era poco dinero.

Lo demás que nos ofrecieron lo descartamos. Insistieron en el PPP pero para mi gusto no creo que sea importante porque las coberturas son ridículas y suelen estar cubiertas por el seguro de asistencia médica o de viaje que contratéis.
Es que vamos, que en caso de accidente solo paguen 100$ para la ambulancia o solo 1000$ de gastos médicos, teniendo en cuenta lo cara que es la sanidad en EEUU, me parecía de traca, y hombre no esperábamos morir (y total, ya muertos que más nos daba la indemnización... ), con lo que nos ahorramos ese seguro que además era carillo.

También insistieron en otros, pero nada, no dimos nuestro brazo a torcer.

Esto ya es a elección de cada uno. Cada cual sabrá que seguros desea y a qué está dispuesto a renunciar. En nuestro caso, por ejemplo ibamos cubiertos con los seguros de las tarjetas de crédito (visa cepsa citibank), el seguro médico, el de vida de la hipoteca, etc.... osea, sobre asegurados (valíamos más muertos que vivos... )

El importe extraordinario fue de unos 250€ con el depósito y los gatos extras.

Una vez nos dieron la documentación nos fuimos a ver los coches. Tardamos algo en elegirlo porque había varios modelos (Jeep, Ford y Chevrolet), de distintos colores, y sobre todo lo que miramos fue que tuviese bien las ruedas y el kilometraje.

En un principio íbamos dispuestos a coger un Jeep pero al final nos decantamos por el Ford porque tenía las lunas traseras tintadas, lo que te quita calor, sol y sobre todo evita miradas indiscretas sobre lo que llevéis en el maletero cuando lo aparquéis en sitios públicos con las maletas adentro. El chevrolet (o Chevy como le llaman allí coloquialmente) no me convenció mucho ya que era más como un SUV y el Ford más como un 4x4.


(Revisad las ruedas antes de salir, ya veréis que cantidad de ruedas reventadas hay por las carreteras)

Un dato acerca de la radio, la nuestra no llevaba entrada usb pero si entrada auxiliar, no obstante allí tienen un sistema de radio por satélite que os recomendamos contratéis nada más llegar y comprobar que vuestro coche lo lleva.

El sistema se llama Sirius mx y nosotros lo estuvimos disfrutando gratis durante casi todo el viaje porque el anterior "dueño" se ve que lo dejó programado. No sabéis lo bien que viene cuando atraveséis Death Valley, ya que no hay nada de radio. Nosotros no nos llevamos música al final y esto nos pareció un inventazo por la gran variedad y la alta calidad del sonido.

A parte, si no queréis haceros con una suscripción a Sirius (se puede hacer por internet), hay un montón de cadenas de radio que emiten muy buena música y de todos los estilos durante todo el viaje por FM.

Una vez nos hicimos con nuestro coche y nos hicimos con los mandos del cuadro nos pusimos rumbo a Barstow. Es allí donde haríamos la primera noche.

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En la anterior etapa os contaba el vuelo, la escala y la llegada al aeropuerto de Los Ángeles, así como los pormenores del alquiler del coche.

Tras hacernos con los mandos del coche, experimentar algo con el tema del cambio automático, ajustar retrovisores, hacernos con el tamaño del vehículo, poner el GPS a funcionar y no morir en el intento de salir hacia la autopista, tomamos rumbo hacia Barstow.

El tema de conducir por las carreteras de LA con ayuda del GPS no es difícil, eso sí, los
conductores de Los Ángeles son bastante agresivos en la conducción y no es una experiencia muy agradable. En el resto de nuestro viaje en ciudades grandes nos encontramos mucho más a gusto, y por supuesto en pequeños pueblos ningún problema.

El tema de que las autovías de LA tenga tantos carriles, para aquellos que no sean de una ciudad como Madrid o Barcelona y a los que les estresa conducir por ejemplo por la M40 y los cruces de dos o tres carriles, será todo un reto.

Además, al estrés propio de un coche diferente, el tema de que sea automático y que constantemente estés echando mano a la palanca de cambios para cambiar, le añadimos que en LA conduzcan por encima del límite de velocidad, y el no saber si has cogido el camino correcto añadirán cierto nerviosismo. No obstante, TRANQUILOS, solo serán 50 o 60 kilómetros, hasta que salgáis de la zona de influencia de la ciudad, luego la conducción será normal y mucho más relajada.

Hay gente que prefiere dormir en Los Ángeles y dedicar los primeros días del viaje a esta ciudad, nosotros, tras ver los comentarios sobre Los Ángeles de otros viajeros decidimos adelantar trayecto hasta esta ciudad del tirón. Fue cansado, pero tampoco tanto, tened en cuenta que habréis dormido algo en los vuelos y como es el principio del viaje vas con muchas ganas e ilusión y nada te pesa.

En la organización del viaje, recorridos, visitas y números de kilómetros hemos tenido en cuenta que las fuerzas no son las mismas al principio que en la tercera semana...

Para nuestro gusto, porque al regreso a Madrid lo haríamos desde Los Ángeles, era la mejor opción por varios motivos:
- Los Ángeles no tiene muy buenas críticas (y en gran parte luego lo corroboraríamos) y preferíamos usar nuestras fuerzas y energías del principio en otras cosas.

- No nos llamaba nada el tema de irnos a la otra parte del mundo para gastar un par de días visitando parques de atracciones (teniendo la Warner en Madrid y sin haber ido todavía nos parecía un delito)

- Para recorrer Los Ángeles todo se hace prácticamente con coche, por lo que nos vendría bien este tipo de turismo al final de nuestro periplo.

Es en Barstow donde íbamos a dormir la primera noche en un Motel sin demasiadas pretensiones, que nos salió por un precio más que razonable y que tenía una habitación bastante amplia. La decoración quizás no fuese muy moderna, pero su situación al lado de una gasolinera, frente a un supermercado, y en una zona amplia donde seguir acostumbrándote al coche, lo hicieron una elección buena.

Desde L.A hasta Barstow hay 211 kms por lo que tardamos unas dos horas y media aproximadamente en llegar. La hora estimada de llegada al hotel era las 22:00 pero llegamos sobre las 23:30. (perdimos mucho tiempo haciéndonos con los mandos del coche, encontrando las luces, probando el freno de mano (que es de pie... está en la parte izquierda, donde normalmente estaría el embrague, poniendo la radio, el climatizador...).

Nos alojamos en el Hotel California Inn cuya dirección es 1431 E Main St Barstow, California 92311.


La habitación, como decía, no era nada del otro mundo pero suficiente para caer rendidos a las 00:00 después de comernos el pollo que traíamos desde Charlotte en la misma habitación. En la misma calle había locales de comida rápida e incluso algún restaurante, pero preferimos dormir a salir, ya que el cansancio había echo mella en nosotros por fin y al día siguiente teníamos bastante camino por delante, aparte de que teníamos que hacernos con provisiones antes de emprender el viaje y sobretodo con la NEVERA DE CORCHO, imprescindible en este viaje.

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A las 4 de la madrugada, tal y como habíamos leído en otros diarios, los ojos como platos. Mi mujer si durmió más plácidamente pero yo desde esa hora ya me costó mucho dormir. Ese día nos levantamos temprano, desayunamos bastante bien (el desayuno fue de los mejores, era bufett y tenía para hacerte gofres, fruta, cereales, muffins, pastelillos de canela...).

Después de desayunar fuimos a un supermercado que había enfrente del hotel para hacernos con provisiones, sobre todo AGUA, da igual la cantidad que compréis, es algo que no os puede faltar en el coche y en la nevera de corchopán. En la primera compra nos hicimos con 9 botellas de un galón cada una y un par del tamaño de litro y medio para irlas llenando y meterlas dentro de la nevera para que estuvieran fresquitas.
Comprábamos botellas de agua grande cada vez que nos quedaban 3 botellas, y solíamos comprar otras 6 botellas más de las de galón.

También compramos patatas fritas, frutos secos, chocolate, bollos, pan de molde, embutido, gel, champú (en algunos moteles solo suelen tener pastilla de jabón) y otros productos de primera necesidad como gominolas, pringles y unos botes de patatas de la marca Lays similar a las de Pringles que están mucho más ricas...
Estas provisiones os sacarán de muchos apuros durante el viaje, porque aunque queráis comer en un restaurante a veces directamente no lo hay.... aparte de que en medio de los parques naturales no sueles encontrarte con muchos sitios donde poder comer.

En este supermercado compramos la nevera de corchopán. (Ellos la llaman Ice chest ) No recuerdo cuanto nos costó, pero compramos la versión Deluxe, una con asa (suele haber dos modelos, una simple en forma de pirámide invertida y su tapa y otra en forma rectangular, de más capacidad y con asas, mucho más cómoda de llenar de hielo, de sacar y meter del coche, de transportar...).

Tras comprar en el Super volvimos de nuevo al motel y la llenamos de hielo (en casi todos los moteles hay máquina de hacer hielo, incluso en los hoteles más exclusivos las encontraréis. En las habitaciones suelen tener un bol de plástico para que cojáis el hielo. Por otra parte tratad de no abusar, se supone que el hielo es solo para que os echéis en la bebida... En algún que otro Motel te pedían que no lo usases para llenar las neveras. Allá cada cual con su conciencia...).

Habiendo hielo ya os dará igual si el motel tiene o no frigorífico porque podréis meter dentro el embutido y la fruta para que no se eche a perder.

En la ruta que íbamos a hacer hoy nos vendría de perlas que el agua estuviese fresquita.

También empezamos a fijarnos en el precio de la gasolina para intentar llenar el depósito en los sitios más baratos según fuésemos viéndolos.

Existen distintos tipos de gasolina, dependiendo del octanage, aunque nosotros siempre lo llenábamos con la más barata, si que se notaba cuando lo llenábamos con gasolina de algo más de octanage en la autonomía del coche, aunque poco más. No en todos los Estados tienen los tres tipos de octanage, o eso nos pareció. Avisaros que los precios de una gasolinera a otra varían bastante, no es como en España que la diferencia es nula.
Las más cara suele ser Chevron, ahí nunca echamos, pero recordad, que es mejor pagar unos dólares de más a quedarte tirado en mitad de la nada a expensas del seguro o de la oficina de sheriff, por eso nuestra RECOMENDACIÓN: El depósito siempre lleno, no dejéis que os baje más allá de medio depósito. Las distancias entre gasolineras a veces es tan grande que con algo menos de medio depósito no llegaríais. (No es exageración)
Cuando no haya otra gasolinera en una distancia prudente os lo avisarán en un cartel, si tenéis medio depósito LLENAD y os evitareis disgustos.

También tratad de llenar a una distancia prudente de parques naturales como Yosemite o el Gran Cañón por el tema del precio y por supuesto: Imprescindible llenar el depósito antes de adentraros en el Death Valley.

Una vez recogimos todo de la habitación nos pusimos en marcha, ya que la ruta de hoy es bastante larga y muy apretada de tiempo. La ruta terminará en Flagstaff. La intención es recorrer parte de la mítica y antigua ruta 66 hasta llegar al pueblo donde descansaremos, cerca de la entrada del Parque Natural del Gran Cañón. La ruta nos llevará 630Kms y tardaríamos sin paradas 7 horas y media.

Cerca del hotel hicimos la primera visita al pueblo minero fantasma fundado en 1881, Calico Ghost Town. La entrada se supone que son 6$ por persona, pero a nosotros no nos costó nada, no había nadie cobrando y la barrera estaba abierta, lo que fue una invitación en toda regla a que pasáramos. Esta atracción turística se encuentra muy cerca de Barstow.


El pueblo era una explotación minera de plata que tuvo su época dorada y que ahora ha quedado como una trampa para turístillas como nosotros.


Una parte del pueblo es original y otra está reconstruida. Tienes la sensación de encontrarte en un pueblo de película, como si fuese el Mini Hollywood de Tabernas. No es nada del otro mundo y su recorrido tardaría en realizarse un par de horas a paso tranquilo, aunque nosotros nos lo ventilamos en una hora y poco. Casi todo son tiendas, nosotros no compramos nada, los precios nos parecieron algo carillos para ser cosas Made in China, aunque hubo una lámpara con la que me quedé con ganas.


Como atracciones se puede entrar dentro de la antigua mina o montarte en un trenecito que te da una vuelta de 10 minutos contándote en un perfecto inglés lo que vas viendo. Por dos o tres dólares echas el rato y te ríes un poco de lo poco que te enteras de la narración y de la turistada que estás haciendo...





Tras la visita de Cálico partimos buscando llegar hacia Kingman. Echamos gasolina en una gasolinera un tanto lúgrubre, sobre todo por los cuervos que acechaban.


Cerca de Cálico algunos foreros recomiendan tomar un tentempié en PEGGY SUE´S 50 DINER, un restaurante ambientado en los años 50 que se encuentra en 35654 West Yermo Road, Yermo, CA.
Nosotros no paramos porque hacía poco rato que habíamos desayunado muy bien (En todos los viajes nos gusta desayunar bien porque nunca sabemos como va a discurrir el día y si podremos comer en algún sitio interesante a una hora prudente)
La ruta de Cálico a Kingman tiene 325 Kms de autopista, con enormes rectas por la highway. Se va bordeando el desierto de Mojave muy conocido por la presencia del Árbol de Josué o Yuccas. La autopista 40 tapó en partes la mítica carretera y sólo quedan algunos tramos de la original, así pues llegará un momento de la ruta en la que empezaréis a ver, justo a la derecha de la autopista, una carretera de dos carriles, pues bien ESA ES LA AUTÉNTICA RUTA 66. Si os hace ilusión meteros por ella en cualquier salida que veáis os podéis desviar y así encontraréis la típica pintada en el suelo de la señal.


Da un poco de pena ver como todo lo que vivía de esa ruta está prácticamente abandonado, la carretera está regular y bueno, por recorrer un poco de la misma, no está nada mal. (Tened en cuenta que en ocasiones se termina debido a que es solapada por la autovía).



En el foro vimos que durante el camino podíamos parar en Needles y tomar algo en el Rte Jedro´s Wagon Wheel Restaurant, 2420 Needles Hwy, Needles. Como no era hora ni teníamos hambre (qué peligro tienen las patatas fritas y las guarrerías recién compradas que todas te las quieres comer a la vez... ) nosotros no paramos.

Un poco más adelante de Needles será donde nos desviamos hacia nuestra siguiente parada que será Oatman.


Aquí si conducimos todo el camino por la verdadera (histórica) ruta 66.
La salida de la autopista la reconoceréis porque después de tantos kilómetros de desierto veréis un lago y la señal indica la salida hacia Oatman (Historic Route 66).
Nada más salir de la autopista veréis un "lago" (en verdad es un pantano). También es indicativo la señal de que entráis en el Estado de Arizona.



En el desvío pasaréis por debajo de las vías de la línea férrea Santa Fe.


De camino a Oatman podréis ver un cartel explicativo de la ruta 66. Si os atrevéis podéis bajaros y acercaros a leerla, y digo que si os atrevéis porque afinad vuestros oídos... Lo que posiblemente esteis escuchando sean serpientes de cascabel

La carretera es serpenteante en algunos tramos y muy atractiva para aquellos que nos gusta conducir por este tipo de carreteras y se agradece después de tantos kilómetros rectos.

Oatman es un antiguo pueblo minero formado por una sola calle que es atrevesada por la auténtica Ruta 66. El pueblo se convirtió en un pueblo fantasma y ahora es una atracción turística. Está a unos 43 km antes de Kingman. Las casas del pueblo se extienden a lo largo de una calle muy corta unos 200 metros. De verdad que es igual que un pueblo del oeste aunque hoy solo está lleno de tiendas. La atracción más curiosa de Oatman son los burros salvajes, que fueron abandonados en su día por los mineros y sus descendientes siguen viviendo en los alrededores.


Por cierto, los burros te vienen a buscar porque se ve que están acostumbrados a que la gente les de comer. Nada más llegar dos o tres se vinieron para el coche y no nos dejaban ni salir... Tranquilo que no hacen nada, aunque si os agobiarán.

Un dato, en Oatman había al final de la calle, en el lado izquierdo una tienda con muchos tipos de sombreros de cowboy, de piel sobre todo, aunque tenían también de lana y de los de verano. Los precios son buenos, más tarde lo sabríamos. De hecho me he quedado con las ganas de comprarme un auténtico sombrero (así siempre tendré la excusa perfecta para volver). También avisaros sobre el tema de los sombreros que la marca más importante es Stetson y que mucho de los que os ofrezcan serán Made in China o en "Australia"..

Tras parar y toma algunas fotografías de los burros continuamos el viaje hacia Kingman.
El tiempo estaba cambiante y aunque no nos había llovido durante el camino del desierto de Mojave al salir de Oatman vimos como se aproximaban lluvias.

La cosa se empezó a poner fea ya que en una parte del camino vimos como se aproximaba hacia nuestra carretera (y no había ningún sitio donde refugiarse) una gran cortina de agua. Empezaron fuertes rachas de viento y lo que es peor comenzamos a ver como se formaba un tornado. ¿Y ahora que haríamos? No podíamos refugiarnos, estábamos en mitad de la nada, los vientos eran cada vez más fuertes y el tornado también, incluso se veía como empezaba a levantar cosas del suelo... La mejor solución en ese momento nos pareció que era apretar el acelerador e intentar pasar antes que la tormenta por el punto de cruce con la carretera (Era complicado que estuviese el Sheriff midiendo la velocidad con la que se acercaba). Al final lo logramos , con un gran susto, pero el tornado, que ya era considerable quedó atrás y salimos airosos . (Aquí me di cuenta de que el coche tenía suficiente fuerza, no como nos había dicho el de la oficina de alquiler de coches, ya que excedimos todos los límites de velocidad posible y circulábamos a unos 150kms/h, evidentemente nos la jugamos porque la situación así lo exigió y era fuerza mayor, pero por favor, no corráis por vuestra seguridad y la de los demás)



La siguiente parada fue Kingman. Después del sustillo del tornado nos iba a venir de perlas parar a comer y hacer una visita justo al lado para ver la enorme locomotora Santa Fe.

Yo me pedí una hamburguesa que estaba genial y Rosa se pidió un perrito que también estaba genial. El local, también comentado en el foro, es un local de los años 60 llamado Mr Dz (105 E Andy Devine Ave, Kingman). Merece la pena de verdad porque el precio no fue elevado y estuvo bastante bien.







Justo en frente está la locomotora, en unos jardines. De verdad que es enorme y mola verla plantada allí, sobre todo porque justo al otro lado de la calle están las vías del tren.


Los trenes que podéis ver pasar son convoyes enormes... Cuando digo enormes no penséis en 10 o 15 vagones, no, estamos hablando de más de 50 vagones (por lo menos). Intentaré subir un vídeo para que os hagáis una idea.
Aquí aprovechamos para llenar el depósito. El que atendía la gasolinera era el típico de las películas... No diré nada más...

Como os decía, desde que nos desviamos de la autopista 40 hacia Oatman vamos viajando por la Ruta 66 histórica y siguiendo la carretera pasaremos por Kingman, por lo que no tiene pérdida.

Continuaremos por la histórica ruta 66 que va por el norte de la autopista 40, ya que podríamos circular sin problemas por la autopista, pero si no siguiésemos esta carretera no pasaríamos por Hackberry y es una visita obligada parar en la gasolinera que se encuentra en 11255 East Highway 66, Hackberry, AZ (No hay que entrar al pueblo). Es una gasolinera típica americana de los años 60, ahora convertida en tienda de souvenirs. Queda a la izquierda de la carretera, por lo que seguramente os la pasareis y tendréis que dar la vuelta un poco más adelante, o al menos a nosotros nos ocurrió así.
Las fotos aquí son obligadas.






Siguiendo con la carretera llegaremos a Peach Springs, pueblo que inspiró la película Cars (Radiador Springs). Es un pueblo de paso. Solo tiene 1000 habitantes y poca chicha por lo que no merece la pena ni parar.

Una vez pasemos este pueblo la siguiente parada será Selligman. En Selligman tenemos una barbería que es un pequeño museo/tienda de la ruta 66 y otra serie de tiendas donde comprar recuerdos y souvenirs.







En Selligman empezó a caer la noche y nos dio tiempo a hacernos unas fotos y poco más. El cansancio de tantos kilómetros empezó también a hacernos mella.

(Quizás podría ser un buen sitio donde buscar un sitio donde quedarse a dormir, aunque nosotros no lo teníamos planeado así y continuamos camino)


Una vez visitemos Selligman podemos ir buscando incorporarnos a la autopista 40.


El siguiente pueblo por el que pasamos era Williams. Este pueblo es normalmente utilizado como pueblo dormitorio para visitar el Grand Canyon, aquí también sería un buen sitio donde quedarse a dormir, si bien lo descartamos por las visitas del día siguiente y porque los hoteles eran algo más caros.

En Williams, por lo que leímos, los bares más curiosos son el Café 66 y el Bar Twister para cenar que está ambientando en los 50 y se encuentra en el 417 E Ruta 66, Williams. También se recomienda el Pine Country Restaurant en Williams. Desde Williams hay una carretera que parte hacia el Gran Cañón.

Un último empujón nos llevará hasta Flagstaff donde habíamos reservado la noche de hotel en un Days Inn (En esta cadena dormimos un par de veces y lo cierto es que esta cadena de moteles no nos defraudó nada, suelen tener piscina interior climatizada, lo cual nos vendrá genial después de un día agotador. La piscina climatizada cierra normalmente a las 22:00).

Llegamos a eso de las ocho y media de la noche, hicimos el check in y nos dimos cuenta que no había cogido mis chanclas para la piscina, por lo que fuimos a comprar unas a una tienda, tipo supermercado pero con cosas de farmacia, bazar... y encontré unas bonitas chanclas de chica que me acompañaron todo el viaje (no quedaban de chico de mi talla... malpensados jejeje)

En Flagstaff no nos pareció que hubiese mucho que ver. Puede que tenga algo de vida nocturna, ya que tiene una universidad bastante grande, aunque nosotros desde luego no fuimos a buscarla. Habíamos hecho muchos kilómetros y aprovechado bien el día, lo que se traduce en mucho cansancio y hay que añadirle el hecho del jet lag.

No obstante es una ciudad pequeña con mucha oferta de hoteles y restaurantes, bastantes comercios y se supone que un centro “histórico” que guarda bastantes edificios de finales del siglo XIX, cuando comenzaron a instalarse los primeros colonos por el área. Entre ellos, una
mansión victoriana que es, hoy en día, un museo y parque estatal.

El hotel estaba cerca de las vías del tren Santa Fe y de vez en cuando se escuchaba pasar, solo cuando tenías las ventanas abiertas, porque la habitación fue ESTUPENDA, de los mejores moteles en los que dormimos y lo RECOMENDAMOS.

Flagstaff está a más de 2600 metros de altura por lo que puede refrescar por la noche dependiendo en qué época del año vayamos, a nosotros en el mes de septiembre no nos hizo un frío insoportable, pero si que refrescaba algo, lo justo para llevar una rebeca o jersey.

El hotel donde dormimos y que recomendamos es el Days Inn and Suites que está en la dirección 3601 E Lockett Rd, Flagstaff, Arizona 86004.

No salimos a cenar, compramos algo en un Burger King, nos lo llevamos a la habitación y a descansar, que el día había sido largo y lleno de experiencias.

La sensación de nuestro primer día completo recorriendo el oeste de EEUU fue muy buena, los paisajes durante todo el recorrido muy cambiantes, desierto, praderas, ranchos.... tornados, lluvia....

Esta etapa era de las que más tute nos metíamos pero aunque quizás hicimos muchos kilómetros tenía que ser así, pues sino no nos cuadraba ver al día siguiente el atardecer en el Gran Cañón y al otro el amanecer, a no ser que quisiéramos meter un día más (lo cual tampoco recomiendo porque no parece que merezca la pena por visitar más tiempo los pueblos boutique de la ruta 66.)

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