LA MAGIA DE ÁFRICA, KENIA ✏️ Blogs de Kenia

Y a las 8 nos trajeron el primer café a la habitación que disfrutamos en la maravillosa terraza de la tienda viendo el río Mara y los hipopótamos.

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Después, el desayuno buffet con fruta, embutido, huevos, tortilla… en la relajante terraza del campamento Cheetah.

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Y ya, preparados, cada uno en su coche para disfrutar de lo que África nos quisiese regalar ese segundo día….
Pero antes de salir de safari, fuimos a ver las huellas de los leones que habían estado la noche antes merodeando por el campamento ¡menos mal que estaban los masais día y noche vigilando!

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A nuestro paso el imponente paisaje de la sabana, con animales grandes

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Y pequeños, también dotados de gran belleza como el abejaruco

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Vimos una escena de caza… una leona escondida tras los arbustos para sorprender a los ñus a su paso por un lecho medio seco de un río, es sorprendida y escapan

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pero ella no renuncia a seguir cazando y acecha y captura a una cría de ñu rezagada de su rebaño.

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Más adelante, una manada de leones comiendo, primero habían comido las hembras adultas, ahora les tocaba el turno a los cachorros de la manada y es impresionante la que lían cuando comen, no dejan de gruñirse, se pelean… algunos, los más pequeños, llegan a meter la mitad de su cuerpo dentro de los restos de la presa para “rebañar bien”

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Una leona de la manada ve un ñu solitario a lo lejos y se dispone a acecharlo… acaban de comer pero no desprecian ninguna presa asequible…

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El ñu la ve, ha sido descubierta y renuncia correr tras él, tras la pérdida del factor sorpresa disminuyen las posibilidades de éxito. ¡Lástima! Hubiera sido una bonita escena de caza y nosotros estábamos esperando con el coche en el medio de los dos. Pero, bueno, hemos visto la imagen de la leona preparada para cazar ¡qué preciosa estampa!
Y después vuelve tranquilamente con su manada que sigue comiendo y pasa entre los coches como si nada… para regocijo y sorpresa de los espectadores que no pierden la ocasión de fotografiarla.

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Después vimos un ñu mamando

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Y quizás el más bello de los big five, un leopardo descubierto por el ojo infalible de los masais de Cheetah, que nos estaba esperando “posando” en un tronco

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Estuvimos un buen rato viéndolo embobados, sólo estábamos nuestros 3 coches y dos más de otro camp, que enseguida se fueron. Era una hembra y estaba tan tranquila mirándonos, no le molestábamos en absoluto. Esta mirada sí que impresiona.

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Después de un rato, se puso de pie mirando fijamente y salto rápidamente del tronco pasando al lado de nuestro coche, había visto algunas cebras rezagadas de la manada y se acercó evaluando su presa.

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Las cebras la vieron y empezaron a gritar ¡menudo estruendo! ¡Cómo se avisan! Se salvaron por prudentes y la hembra de leopardo se alejó rápidamente.
Al salir de vuelta hacia el camp, vimos los rebaños de miles de ñús y cebras moviéndose rápido, ese día no habían cruzado pero Jorge dijo: “Mañana los veremos cruzar, os lo aseguro, veremos el cruce”. Y nosotros confiábamos completamente en ello.
De vuelta al campamento, África nos regaló otra puesta de sol perfecta

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Era nuestro tercer día en Maasai Mara, llevábamos allí dos días y nos parecían al menos dos semanas por la cantidad de animales y paisajes que habíamos visto y la cantidad de emociones que habíamos vivido


Hoy nos levantamos con la emoción del cruce, pero antes, Jorge nos reservaba una sorpresa… íbamos a ver al guepardo. Sus masais le informaron que la noche antes una guepardo hembra preñada había intentado cazar sin éxito y tendría que volver a intentarlo. Nos acercamos a la zona donde la habían visto y estuvimos esperando a verla cazar aproximadamente una hora, pero las hierbas de Masai Mara estaban muy altas, excelente escondrijo para ella. El caso es que al encontrarla ya había cazado y nos encontramos esto


Impresionante espectáculo que disfrutamos en el silencio de la sabana, sólo se escuchaban sus enormes jadeos, estaba agotada y, por momentos, tenía que parar de comer para descansar. Al escuchar esos jadeos nos hicimos una idea del esfuerzo que le habría supuesto la carrera, además la presa era una gacela de Thomson macho con sus cuernos bien grandes, un animal muy rápido.


En todo momento se le veía alerta, los guepardos pierden sus presas muchas veces a manos de leonas, hienas u otros depredadores… después de un rato, la dejamos sola disfrutando de su presa, bien merecido se lo tenía.



Después de ver al guepardo, nos encontramos a nuestro paso con dos impresionantes leones macho descansando entre unos matorrales. Leones melenas negras ¡Qué fuerza!




A éste se le veía la cara con heridas recientes, nos contaban que la vida de la sabana es dura, también para el rey, el león macho, tienen que estar peleando no sólo con las presas, sino también con los de su propia especie, bien para mantener su puesto, si es el macho dominante de la manada o para quitar el puesto a otro si eres león adulto nómada a la búsqueda de tu propia manada.
Nos quedamos muy satisfechos después de ver a esta pareja, porque hay un dicho masai que dice que si no has visto a un león macho melena negra no has visto África ¡Ya hemos visto África!
Después vimos a una manada de elefantes.


Y un antílope de agua macho.


Después nos fuimos hacia El Cruce, pero esta parte se merece un capítulo aparte en la siguiente etapa.

Fuimos al encuentro de un leopardo que había cazado un ñu y lo había subido a un árbol, como es habitual en estos felinos.


Vimos al ñu, pero no al leopardo, el bien llamado fantasma de la sabana, tras una exploración más exhaustiva, conseguimos verlo gracias a la punta blanca de su cola, perfectamente camuflado entre la vegetación.


En un árbol cercano vino a posarse un águila volatinera.


Ya de noche de vuelta al campamento, nos encontramos con un grupo de hienas. Una cría curiosa, intentaba acercarse a nosotros y su madre se lo impedía a duras penas.




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Así terminaba nuestra estancia en Maasai Mara, en la cena de este último día, los masais nos hicieron su característico baile, en el que nosotros también participamos saltando todo lo alto que pudimos.

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Este tercer día no bajamos a tomar el picnic, comimos apresuradamente en el coche porque Jorge después de hablar con los masais dijo: ¡Van a cruzar! ¡Agarraos¡
Y corrimos hacia la zona del cruce


Los animales ya estaban dispuestos a cruzar, había miles de ñus y cebras en las inmediaciones del río, se estaban preparando para el cruce.


Y los cocodrilos también se preparaban



Nosotros llegamos a tiempo y nos pusimos junto a otros coches, en la parte alta, dominando el paisaje pero sin acercarnos a la zona de paso de los animales, no llegábamos ni siquiera a la docena de coches y allí nos quedamos …

Todos los allí presentes estábamos en absoluto silencio, esperando, viendo el polvo que levantaban los miles de animales que acudían a cruzar y oyendo el sonido cada vez más cercano; sabíamos que algunas veces llegan a la orilla pero ninguno se atreve a cruzar al ver a los cocodrilos que, la verdad, no disimulan sus intenciones

De repente, tras los arbustos aparece el primer ñú, el valiente, el que tiene que abrir camino para que los demás le sigan…


Y detrás, una pequeña avanzadilla



En un momento aquello se empieza a llenar de animales que llenan la orilla del río, se oyen los sonidos de los ñus y cebras, cada vez hay más a nuestro lado, todo se llena de polvo




La zona está llena de animales agolpados en la orilla, pero aún no cruzan,



las primeras que se atreven son las cebras


También los ñus se deciden y se tiran al río a pesar del peligro, estos empiezan a nadar y no dan marcha atrás


Ya después se lanzan todos.





Han pasado ya los últimos

Ha habido muchas bajas de ñus y cebras y al final un pequeño ñu huérfano se queda en la orilla.


Sabíamos que unos metros más abajo los cocodrilos se estaban dando un festín y fuimos a verlo,


Nos encontramos un numeroso grupo de cocodrilos del Nilo de gran tamaño, algunos de seis metros de largo. Llegamos a contar 34 ejemplares.





no nos queríamos perder el famoso "giro de la muerte" forma en que los cocodrilos en grupo despedazan a sus presas.



Habíamos tenido unas experiencias inolvidables en estos tres días en Cheetah Tented Camp viviendo la Magia de África, regalándonos todos los días bellas imágenes de la naturaleza en su estado puro y asistiendo a uno de los fenómenos más impactantes y llamativos como es la gran migración anual y el cruce del río Mara.


¡¡¡OBJETIVO CUMPLIDO!!!

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