Nos hemos levantado a las 7 de la mañana, para salir del hotel sobre las 8 hacia la zona más antigua de Dubai. Hemos desayunado unos quesitos y unas galletas y hemos salido al calor abrasador que hace ya a las 8 de la mañana, aprox. 35º C.
Hemos cogido un taxi hacia el Museo de Dubai, que era lo único que podíamos visitar tan temprano, ya que el Zoco abre a las 10:00. Llegamos sobre las 8:30 y justo abrían en ese momento. Fuimos en taxi desde el hotel y fueron 22 AED. Las entradas son 3 AED cada una. La visita es entretenida, es como una representación de la ciudad en una época más antigua, con sus artesanos, sus mercados, …

Cuando terminamos la visita cruzamos el Creek en abra, unos barquitos bastante rústicos que utilizan los locales para cruzar de un lado a otro. Cuesta 1 AED por persona y trayecto y te deja a escasos minutos del Zoco del Oro.

Hicimos una parada para tomarnos unos zumos naturales para recuperar fuerza por aun siendo tan pronto, el calor era mortal… Dimos un paseo por el Zoco del Oro y el de las Especias y volvimos a la zona de Bur Dubai. Allí, en una especie de mercado de telas, Alberto se compró el pañuelo blanco que llevan aquí los hombres en la cabeza, el hombre de la tienda se lo puso y estuvo toda la mañana con el puesto. La gente le miraba porque iba con piratas y quedaba un poco raro, pero nadie le dijo nada de nada.



Cogimos un taxi para que nos llevase a la Jumeirah Mosque, otro de los puntos que teníamos en el planning. El taxi nos costó 15 AED. La vimos solamente por fuera, porque solo se puede visitar los sábados, domingos, martes y jueves y aunque era jueves, ya había pasado la hora de la visita que era a las 10:00. Habitualmente las mezquitas están cerradas para los no musulmanes, pero ésta es la única que las permite, aunque solo organizadas por ellos, para dar a conocer el islam y su manera de vivir.

Hicimos las fotos de rigor y fuimos a la playa que está prácticamente enfrente, ya que el taxista nos dijo que desde ahí se veía el Burj al Arab. Mentira!! Está lejísimos… Después de caminar casi media hora bajo el sol y con una temperatura de más de 45ºC, seguíamos sin ver el famoso edificio. Decidimos volver a la calle principal y coger un taxi, cosa que fue casi imposible, todo iban ocupados o en dirección contraria. Cuando ya estábamos desesperado y a punto de morir de calor, apareció nuestro taxista-salvador!
Le pedimos que nos acercase hasta el Burj al Arab para hacer las fotos que queríamos. Nos llevó a una playa que está cerquita del hotel y que tiene unas vistas muy buenas. Hoy precisamente la visibilidad no era muy buena, había mucho polvo del desierto en el aire y parecía que había niebla. Nos acercó también a la entrada principal del edificio, para tener una visión diferente.


Después nos llevó a la Jumeirah Palm, donde está el hotel Atlantis. Todo el viaje en taxi desde la Mezquita, pasando por el Burj al Arab y parando como 15 min y después ir a la Jumeirah Palm, fueron 54 AED y fue media hora de recorrido. Con el calor que hace en Dubai, el mejor dinero es el gastado en los taxis para moverte cómodamente de un lugar a otro, además son muy baratos y lo que yo había oído de que no huelen precisamente bien, nosotros no lo vimos en ninguno de los taxis que cogimos, todos eran enormes y estaban bastante limpios.
En el Atlantis ya no se pueden visitar los acuarios sin pagar. Desde el 25 de Abril, cobran 25 AED para pasar a los pasillos en los que está el acuario gigante, el Ambassador Lagoon. Dimos un paseo, vimos los miles de peces que hay, hicimos mil fotos a los mil peces y nos fuimos, no sin antes comernos un helado buenísimo en la zonas comercial del Atlantis. Era una heladería en la que los camareros eran casi malabaristas, tiraban las bolas de helado al aire con las paletas, uno la tiraba y el otro la recogía en la tarrina… bastante entretenido y riquísmos,nos tomamos uno de cheesecake con fresas y ellos mismos hacen las mezclas, las fresas, las galletas, el helado…muy bueno.


Volvimos al hotel en taxi a descansar un rato. El trayecto fueron 54 AED (pongo los precios de los trayectos, porque yo buscaba esta info antes de viajar y nunca la encontraba. A lo mejor a alguien le puede ayudar).
Alberto subió a darse un baño en la piscina, en la planta 40 del hotel y mientras yo enviaba unos e-mail. Despues una siesta reparadora de casi 2 horas y ya estábamos listos para la esperada visita a la Burj Khalifa.
Otra vez taxi desde el hotel, 20 AED, con vuelta del taxista incluida, ya que debió pensar que estaba demasiado cerca…Nos dejó en la zona de las fuentes, que es impresionante y mientras hacíamos unas fotos se nos hizo la hora de subir a la torre. Teníamos las entradas para las 6 de la tarde, y faltaban 15 min y estábamos bastante lejos. Para acceder a la torre hay que hacerlo desde dentro del Dubai Mall.

La subida en el ascensor casi no se aprecia, pero cuando te quieres dar cuenta ya estás en el mirador, que aunque no está arriba del todo, te ofrece unas vistas que impresionarían a cualquiera. La pena la bruma que no te dejaba ver a lo lejos ninguna de las alucinantes construcciones que esta gente ha montado en pleno golfo pérsico. Se podían apreciar vagamente las islas del mundo, un conjunto de islas artificiales, privadas que tienen forma de mapamundi. En el mirador se puede estar el tiempo que se quiera, nosotros estuvimos casi una hora disfrutando de aquella maravilla.


Cuando bajamos fuimos a ver un acuario que hay dentro del propio centro comercial y a dar un vistazo a las tiendas. Justo antes de entrar en el Dubai Mall, empezó el espectáculo de las fuentes, muy parecido al de las fuentes del Bellagio, agua bailando al ritmo de la música. La verdad es que está bastante bien, sobre todo por el entorno tan espectacular que lo rodea.

Como el hambre ya apretaba, y Malena, la azafata del avión nos había dicho que desde el Friday’s de la 2ª planta había unas vistas muy buenas de las fuentes, fuimos a cenar allí. De precio bastante bien y sí, las vistas desde la terraza eran muy buenas, aunque nosotros con tanto calor preferimos comer dentro. Para dar una idea, cenamos dos entrantes para compartir entre los tres, un segundo cada uno, bebidas con rellenado gratuito y pagamos 220 AED.
Cuando terminamos dimos una última vuelta para comprar algún regalito y ya nos fuimos a buscar un taxi para ir al hotel, no sin antes hacer otras cuantas fotos nocturnas de la torre y los alrededores.
Cuando llegamos al hotel subimos a la zona de la piscina, que tiene un bar muy chulo abierto hasta las 2 de la mañana y donde corría una brisita bastante agradable, después del día que hemos sufrido… Hemos hecho unas fotos bastante majas de Dubai de noche desde la terraza del hotel, de la avenida Sheikh Zayed Road, con sus rascacielos iluminados y la Burj Khalifa al fondo, un buen recuerdo en nuestra fugaz visita a Dubai.

