Desde que dejé Argentina para vivir en España, tenía una deuda conmigo misma: conocer el glaciar Perito Moreno.
Y por fin, a finales de enero de este año, nos lanzamos mi chico y yo a hacer un viaje que nos llevaría durante 33 días a mi país, visitando El Calafate, Mar del Plata, Iguazú y por supuesto Buenos Aires.
Salimos de nuestro destino Galicia, a las 9.20 hs. del día 24 de enero, llegando al aeropuerto de Ezeiza o Ministro Pistarini a las 20.50 hora argentina, del mismo día. Viajamos con Iberia, y la verdad es que este vuelo nos pareció muy bueno precisamente por la hora a la que llegas a Bs. As.
Estaba la familia esperándonos, así que nos fuimos para casa de una tía, que sería nuestro "cuartel general" en Buenos Aires
Había que acostarse prontito ya que al día siguiente salíamos para El Calafate a las 9.30 de la mañana, con lo cual teníamos que madrugar bastante. Y por fin, a finales de enero de este año, nos lanzamos mi chico y yo a hacer un viaje que nos llevaría durante 33 días a mi país, visitando El Calafate, Mar del Plata, Iguazú y por supuesto Buenos Aires.
Salimos de nuestro destino Galicia, a las 9.20 hs. del día 24 de enero, llegando al aeropuerto de Ezeiza o Ministro Pistarini a las 20.50 hora argentina, del mismo día. Viajamos con Iberia, y la verdad es que este vuelo nos pareció muy bueno precisamente por la hora a la que llegas a Bs. As.
Estaba la familia esperándonos, así que nos fuimos para casa de una tía, que sería nuestro "cuartel general" en Buenos Aires
El equipaje lo teníamos preparado, las maletas de mano eran las que llevaríamos para esos cuatro días.
Llegamos a Aeroparque y había gente por todas partes. Era verano y por lo tanto, vacaciones para todos o casi todos... Pero no tardamos casi nada en tener nuestras tarjetas de embarque.
No habíamos desayunado en casa, así que lo hicimos allí: café con leche y dos mediaslunas para cada uno, 45$ en total. Precio de aeropuerto
Los vuelos internos eran con Aerolíneas Argentinas, y la verdad nos preocupaba lo que habíamos leído en el foro sobre los cambios de vuelo y de horarios con esta compañía, pero no tuvimos ningún problema.
Despegamos del Jorge Newery a la hora prevista, teniendo ante nuestros ojos unas maravillosas vistas de "mi Buenos Aires querido"...
Durante el primer trayecto del vuelo, nos sirvieron un tentempié que consistía en un bocadillo, un alfajor, una barrita de cereales, bebida y café o té.
Después de hacer escala en Bariloche, tomar el otro tentempié que nos dieron (casi igual al primero) y de ver kilómetros de suelo patagónico desierto, apareció el Lago Argentino...
El aeropuerto de El Calafate es pequeño. Estaban con obras de ampliación, que por lo que nosotros vimos son realmente necesarias debido a todo el turismo que tiene esta zona.
Mientras esperábamos por las maletas, fui hasta la ventanilla donde alquilas un taxi y en la cual te ponen el precio del mismo, con lo cual no hay equivocación de nada ni de nadie. La tarifa era de 100$ hasta el pueblo que está aproximadamente a 20 kilómetros.
Nos alojamos en el hotel "Mirador del Lago", recomendable 100%. Está situado a 5 calles del centro, en la Avda. del Libertador que es la arteria principal, cosa muy buena pues no tienes que depender de transfer para ir o venir.
Tanto la habitación como las demás instalaciones del hotel, correctas y amplias. El desayuno muy bueno, con café, chocolate, infusiones, zumos, fiambres, bollería de todo tipo, huevos, bacon, mermeladas, etc., etc.
Teníamos toda la tarde por delante, así que dejamos las maletas y nos fuimos a recorrer un poco el pueblo. La primera parada la hicimos en "Ovejitas de la Patagonia", donde nos tomamos unos helados enormes y riquísimos que nos costaron 34$.
Seguimos recorriendo y viendo el Casino, el supermercado La Anónima, y muchos otros sitios que ya conocíamos gracias al foro.
Había que pasar por La Barraca, que era la tienda donde alquilamos la ropa de abrigo, ya que no era plan llevarla desde España para 4 días de frío. Esta tienda la encontré por internet, y también le pregunté al forero Arcpol si era la que él conocía. Son encantadores, había contactado con ellos desde España y ya me habían dado los precios. Estuvimos probando las botas y demás, y quedamos en que pasaríamos al día siguiente a recoger todo, ya que lo queríamos para hacer el minitrekking. Y como no hay mejor cosa que preguntar a los lugareños dónde se come mejor....nos recomendaron "Don Pichón" para tomar un buen cordero patagónico...
El restaurante está en un alto desde donde se ve todo el pueblo con los Andes de fondo.
Cenamos muy bien: una provoletta, una ración de cordero y una ensalada. Todo regado con un vino malbec "Uxmal" que estaba riquísimo; y no pudimos resistir la tentación de tomar postre, unas peras al café y un panqueque de dulce de leche (y eso que nos llevamos un susto de muerte con la cámara de video, ya que estaba super caliente y no encendía...). Pagamos 225$ (41.90€). Esperamos a que el transfer nos llevara al hotel y a dormir que al día siguiente a las 6 tocaban diana.
Las excursiones las contratamos en el mismo hotel, el precio es el mismo que si lo haces en la agencia. Como íbamos a estar todo el día fuera, pedimos en el hotel que nos preparasen unas viandas: te entregan una bolsa nevera con la bebida y la comida que consiste en una ensalada, un bocadillo, un postre y un termo con agua caliente para prepararte una infusión, además de algún chocolate o barrita.
Por las 4 viandas pagamos un total de 168$ (31.05€)
Aunque el sueño era muuuucho, las ganas de conocer toda la zona era más fuerte, así que nos pusimos en pie, desayunamos y a esperar que nos recogiesen para hacer la excursión TodoGlaciares en barco (690$).
El día amaneció un poco nublado, pero había que conformarse. Hacía frío, y las cazadoras no sobraban.
Llegamos a Puerto Bandera y después de pagar la entrada al parque (100$ para extranjeros y 40$ para argentinos) embarcamos en el catamarán que nos llevaría a recorrer parte del Lago Argentino, empezando por el Canal de los Témpanos.
Los colores que tiene el hielo son maravillosos azules, grises, brillos de espejo... Y las dimensiones de algunos las podéis comprobar con la siguiente foto...
Después de estar un rato navegando, vemos parte del glaciar Upsala pero no podemos llegar hasta él, ni acceder a Bahía Onelli, debido a que el paso está cerrado por los distintos desprendimientos que hubo. Y mientras los vientos no dispersen los témpanos, la situación seguirá igual...
Seguimos por el lago, y empezamos a ver en las laderas de las montañas distintos glaciares y a apreciar el retroceso de los mismos.
Y llegamos al glaciar Spegazzini... el más alto de todos los glaciares de la zona, alcanzando los 135 metros sobre el nivel del agua del lago.
Navegamos, navegamos...y de pronto aparece a lo lejos... el Perito Moreno
A medida que nos vamos acercando a la pared norte del glaciar, su majestuosidad y su grandeza impresionan. Tiene una superficie aproximada de 260 km2. y una altura media de 60 m. sobre el nivel del lago.
Como podéis ver por las fotos, las nubes de la mañana desaparecieron dejando paso a un sol radiante. Y a que no sabéis qué nos pasó???? Pues que nos pusimos rojos como tomatitos con lo cual me acordé que nos debíamos haber puesto protección en la cara.... El viento, el sol y el glaciar son una mezcla peligrosa de la que no nos olvidaremos
Durante el viaje coincidimos con una pareja muy joven de Comodoro Rivadavia: Eli y Marcos. Ellos habían estado el día anterior en las pasarelas y por lo que nos contaban, la cosa pintaba muy bien.
También conocimos a un "paisano" de San Nicolás (provincia de Buenos Aires), que estaba trabajando en la zona de Río Turbio y pasaba unos días de vacaciones en Calafate. Gracias a él conocimos el que sería nuestro restaurante de esa noche...
Pues eso, que seguimos haciendo fotos y más fotos, hasta que llegó la hora de la vuelta a Puerto Bandera.
El autobús de regreso, fue dejando a cada uno en los distintos hoteles, y a nosotros en pleno centro del pueblo, ya que teníamos que recoger la ropa que habíamos alquilado. Llegamos a La Barraca y estaban Susana y Federico (madre e hijo) atendiendo a una pareja, pero ya tenían nuestras bolsas listas, así que terminamos rapidito.
Al llegar al hotel, una cervecita en la barra mientras conectábamos por internet con los nuestros...
Después de una ducha, y como al día siguiente también íbamos a madrugar, decidimos irnos a cenar aunque fuesen las 20.30 hs.
Y de acuerdo con lo que nos aconsejó nuestro compañero de excursión, fuimos en busca del restaurante "Los Amigos" en la calle Lemann 40, muy cerquita de nuestro hotel.
Llegamos y nos lo encontramos a él sentado en una de las mesas, diciéndole al camarero y dueño del local que seguramente irían unos españoles (nosotros) a cenar allí.
Nos dejamos aconsejar y cenamos de maravilla: un entrante, Mar y Tierra, de langostinos y setas que estaba riquísimo, y luego "trucha del lago en salsa de almendras" y "abadejo a la fiorentina"(que en realidad no lo habíamos pedido, pero tenía una pinta...). De postre, "panqueque de manzana quemado al rhum", y vino blanco de la Patagonia: Ventus (sauvignon y chardonnay). Pagamos 220$ y aquí nos pasó algo curioso ya que le íbamos a pagar con tarjeta y nos dijeron que no aceptaban ninguna, así que tuvimos que sacar los dinerillos
Al día siguiente, amaneció lloviendo y sin ningún atisbo de que fuera a parar....Y además hacía frío, pero con el polar y la cazadora no teníamos ningún problema.
Llegó el bus de Hielo y Aventura, y durante el trayecto hasta Puerto Bajo las Sombras (80 km) nos fueron contando algo sobre el Parque Nacional y sobre la caminata que íbamos a hacer por el Perito Moreno.
Cada vez llovía más, y los cristales del autobús llegaron a empañarse tanto que no se veía nada
Cuando llegamos y subimos al barco para cruzar a la otra orilla, casi no podíamos ni salir a hacer fotos ya que la cámara corría serio peligro...
Mi marido tenía dudas de hacer la caminata, ya que no lo veía nada seguro...Y yo pidiendo a los santos y a los ángeles que parara la lluvia!!!!!!!!!!!!!!
Llegamos al refugio donde dejas la bolsa con el "picnic" y los guías nos dieron explicaciones de la zona, además de decir que aunque el clima allí es muy variable, evidentemente ese día no cambiaría
Total, que nos fuimos por la orilla del lago caminando hasta llegar al glaciar, y una vez allí nos colocaron los crampones y nos dividieron en grupos de aproximadamente 15 personas.
Y tengo que deciros que mis peticiones fueron atendidas!!!!!!!!!!!! Paró de llover y aunque no salió el sol, la mañana estuvo ideal para hacer el trekking
Llegar a la base del glaciar impresiona...Es un paisaje tan distinto a todo...No sé si era por la luz que había ese día, pero parecía que estábamos en otro mundo.
Y después de decirnos cómo debíamos caminar con esas suelas pesadas y picudas que nos habían puesto, empezamos nuestra "aventura".
El hielo del glaciar, para que os deis una idea, sería el ideal para hacer una "caipirinha", no es compacto. Subidas, bajadas...Y la mala suerte de uno de los que iban con nosotros, que se le cae el teléfono y se escurre por una grieta con tanta rapidez que no da tiempo a nada. Dónde estará ahora el telefonillo?
Paramos en un lugar para asomarnos de uno en uno a un agujero muy profundo y muy azul...
Seguimos caminando durante una hora y media, y para terminar nos llevaron a tomar algo
Si vais a El Calafate no dejéis de hacer esta caminata, no tiene peligro ninguno y tampoco se requiere una fortaleza física especial. No vais a arrepentiros.
Volvimos al refugio después de liberarnos de los crampones, paseando por el bosque y con unas vistas magníficas.
Comimos frente al glaciar las viandas que nos habían preparado en el hotel y volvimos al barco para navegar por el Lago Rico sobre la pared sur del glaciar. El cielo empezó a despejarse y los colores cambiaban según la luz que recibían...
Luego al autobús y a recorrer las pasarelas, aunque nos dieron muy poco tiempo para hacerlo, ya que una hora no llega para nada. Pero bueno, era lo que había y si no queríamos quedarnos a pie, teníamos que apurar para ver todo lo que se pudiera.
Después de un día tan intenso, volvimos al hotel y descansamos un rato antes de irnos a devolver la ropa. Pasamos también por Borges&Alvarez, tantas veces nombrada en el foro, a tomarnos una cervecita y un refresco (32$).
Y como ya era hora, a cenar al mismo sitio que la noche anterior. Como nos habíamos quedado con ganas de probar la merluza negra, y como la noche anterior habíamos comido demasiado, pedimos una cazuela para los dos y repetimos el mismo vino, ya que nos había gustado mucho y de precio estaba muy bien. Tomamos un helado y un panqueque de dulce de leche y pagamos en total 185$.
Y a dormir que estábamos cansadísimos.
Nuestra estancia en la Patagonia se terminaba y después de hacer cola para despachar las maletas y que nos dieran las tarjetas de embarque, a pagar las tasas del aeropuerto: 76$ en total.
Embarcamos con más de una hora de retraso, pero el piloto debía tener a alguien esperándole, porque llegamos a Buenos Aires con casi 3/4 horas de adelanto a la hora prevista en un principio. Hizo escala en Trelew y cuando íbamos a aterrizar, las azafatas no habían acabado de repartir las cajas con la comida