Fuimos en coche hasta Gaupne y alli cogimos el desvío para subir a Jostedalsbreen. Llegamos hasta el aparcamiento de Nigardsbreen, era nuestro primer contacto con un glaciar, impresionante!!! Hay un barquito que te lleva hasta el glaciar pero nosotros decidimos hacer el recorrido andando, que no es tanto. Hay un cordón indicando que no se puede pasar de ahí para acercarse al glaciar pero todo el mundo se lo saltaba y nosotros hicimos lo propio. Hicimos un montón de fotos y estuvimos un buen rato sentados en una roca contemplando la gran masa de hielo.



Retomamos el camino hacia Olden, donde nos esperaba el alojamiento y paramos de camino en Supphellebreen y Boyabreen, donde comimos. Son dos lenguas glaciares del mismo parque, a los que se accede por Fjaerland, no te puedes acercar a ellos como al Nigards, pero bueno, están bien.


Seguimos ruta hasta Olden, nuestro camping estaba unos kilómetros en dirección al Briksdalbreen. Se llamaba Oldevatn camping, muy recomendable al borde de un lago glaciar. Nuestra cabin era muy grande, en la entrada tenía cocina equipada con agua corriente, un salón con sofá cama y una habitación aparte con cama grade y litera arriba. Las instalaciones comunes estaban bien. Había dos orderadores con conexión a internet, bicis que podías coger libremente y canoas gratis también. El precio 450 NOK.
Dejamos los trastos, volvimos al pueblo donde hicimos compra en el super y dimos una vuelta por alli, es pequeñito, la verdad que no tiene mucho. De vuelta al camping nos paramos un par de veces para hacer fotos, después cenamos y como era pronto a las 22h nos cogimos las bicis y fuimos por la carretera al borde del lago un buen rato.