Tras estar unos días en el sur cogí otro vuelo interno de Air Asia con destino Chiang Mai, al norte de Tailandia. Sitio popular, primero por su gran cantidad de templos y luego porque se ha diversificado a un turismo en el que dan cabida todo tipo de deportes de aventura. Un lugar perfecto para disfrutar de unos días.

Yo llegue en plena celebración del cumpleños del Rey, 5 de diciembre, la persona más verenada y respetada de todo el pais. Había desfiles, fuegos artificiales y es fiesta nacional.

Pero de esto y de los templos poco disfrute. En un principio tenía previsto hacer trekking, rafting, visitar tribus como la de las mujeres jirafa, alquilar una moto e ir por libre. Pero al llegar a Chiang Mai, lo primero fue buscar alojamiento. Acabe en una Guest House céntrica, que por unos 200 Bht tenía habitación para mi sólo, con baño y wifi. En recepción, como no, te ofrecen todo tipo de actividades. Pero cual fue mi sorpresa, que en dicha Guest House, me ofrecieron un trekking de 3 días que incluía Paseo en elefante, trekking con dos guias, domir en dos aldeas con tribus de la zona en cabañas hechas de bamboo, comer lo que cazásemos, para ello nos enseñarían, bajar un río en una balsa de bamboo y por último ir a la cascada Nam Tok Mae y darnos un chapuzón.


Asi visto, fue una excursión que parece un poco cara, me costo unos 5000 Bth, pero fue lo mejor de Tailandia. Una experiencia increible. Si no recurdo mal, donde reserve esto se llamaba MR. WHISKY TREKKING. Realizamos el trekking 9 personas, yo 3 canadienses 2 suecas 2 galeses y 1 israelita. Nos llevaron en jeep hasta las proximidades de Doi Inthamon, parque nacional que alberga la montaña más alta de Tailandia.
Lo primero que hicimos fue un paseo de 1 hora en elefante. Esto seguro que no se diferencia de cualquier otra excuersión que puedas encontrar. Luego seguimos en jeep, por caminos imposibles, hasta que llegamos al punto de partida. Desde aqui, fueron unas 5 horas de caminata muy dura por la jungla. Paramos a fabricarnos nuestros propios tirachinas, realizamos pruebas de punteria y comimos en medio de la jungla. De plato usamos unas hojas de bananero, los cubiertos y vasos los realizamos con bamboo mediante un machete.
Al final llegamos a una aldea, donde vivia una tribu local. Sin electricidad ni agua, y por baño un agujero en el suelo con cuatro tablas puestas a modo de intimidad. Rodeados estabamos de búfalos, cerdos, gallinas, perros, etc. Cerca había un campo de arroz, donde los búfalos campaban a sus anchas.
Lo primero que hicimos fue un paseo de 1 hora en elefante. Esto seguro que no se diferencia de cualquier otra excuersión que puedas encontrar. Luego seguimos en jeep, por caminos imposibles, hasta que llegamos al punto de partida. Desde aqui, fueron unas 5 horas de caminata muy dura por la jungla. Paramos a fabricarnos nuestros propios tirachinas, realizamos pruebas de punteria y comimos en medio de la jungla. De plato usamos unas hojas de bananero, los cubiertos y vasos los realizamos con bamboo mediante un machete.
Al final llegamos a una aldea, donde vivia una tribu local. Sin electricidad ni agua, y por baño un agujero en el suelo con cuatro tablas puestas a modo de intimidad. Rodeados estabamos de búfalos, cerdos, gallinas, perros, etc. Cerca había un campo de arroz, donde los búfalos campaban a sus anchas.


Después de descansar un poco, alguno de nosotros conocimos como se las gastan las sanguijuelas, volvimos a realizar un trekking nocturno de 3 horas. Con una frontal y muchas ganas. Primera parada, campo de arroz donde nos enseñaron a cojer, culebras, serpientes, insectos, etc. Luego, realizamos unas trampas para pequeños roedores. Para posteriormente llegar a una pequeña charca donde nos esperaba un manjar muy suculento, ranas.
Volvimos a la aldea, a lo tarzán, volando por lianas, y nos enseñaron a cocinar todo estos delicias. Aqui tengo que decir que nos cocinaron una sopa que recordaré toda mi vida. Tenía bastantes tropezones, en concreto a mi me toco la cabeza de una pequeña serpiente. En fin sin comentarios. Eso si, las ranas estaban exquisitas.
Por la noche pase frio, y no porque sea friolero, si no porque la temperatura bajo hasta los 12ºC. Nunca pense que por estos sitios me pasaría esto.
Al día siguiente, el trekking fue algo menos duro. Estuvimos unas 6-7 horas caminando. Serpientes apenas vimos, ya que en estas fechas estan durmiendo. Pero las arañas eran pan de cada día. Tarántulas y otras tan venenosas como coloridas animaban nuestro paseo.
Volvimos a la aldea, a lo tarzán, volando por lianas, y nos enseñaron a cocinar todo estos delicias. Aqui tengo que decir que nos cocinaron una sopa que recordaré toda mi vida. Tenía bastantes tropezones, en concreto a mi me toco la cabeza de una pequeña serpiente. En fin sin comentarios. Eso si, las ranas estaban exquisitas.
Por la noche pase frio, y no porque sea friolero, si no porque la temperatura bajo hasta los 12ºC. Nunca pense que por estos sitios me pasaría esto.
Al día siguiente, el trekking fue algo menos duro. Estuvimos unas 6-7 horas caminando. Serpientes apenas vimos, ya que en estas fechas estan durmiendo. Pero las arañas eran pan de cada día. Tarántulas y otras tan venenosas como coloridas animaban nuestro paseo.

La segunda aldea fue algo más grande. Vivían más familias y me choco que aqui si había agua. No dude en darme una ducha, pero había que andarse con ojo. El sitio de ducharse era el mismo donde estaba el agujero que hacia de water. El agua dejaba un suelo embarrado, que se mezclaba con los excrementos de los animales que vivian libres por la aldea. Lo peor, es que el agua estaba fria. Pero merecio la pena.
El último dia fue más light, 3 horas de trekking hasta llegar a un pueblo, es decir, la civilización. Aqui cogimos una balsa de bamboo, y durante más de 1 hora bajamos el río, con sus rápidos. Estupendo ejercicio. Al final, nos esperaba el jeep para llevarnos primero a la cascada de Nam Tok Mae y luego a Chiang Mai.
El último dia fue más light, 3 horas de trekking hasta llegar a un pueblo, es decir, la civilización. Aqui cogimos una balsa de bamboo, y durante más de 1 hora bajamos el río, con sus rápidos. Estupendo ejercicio. Al final, nos esperaba el jeep para llevarnos primero a la cascada de Nam Tok Mae y luego a Chiang Mai.