Nos levantamos un poco más tarde, hacia las 7h, y después de desayunar nos ponemos en marcha, previa parada en la gasolinera para repostar.
Cuando vamos a hacer el checkout, nos encontramos la puerta de recepción abierta pero dentro está oscuro, y sólo hay un enorme perro de color chocolate la mar de tranquilo. Encima de la mesa hay un cartel que pide que dejes las llaves allí al marcharte. Como ya hemos tenido ocasión de ver y seguiremos viendo, cosas como estas son muy habituales aquí.
Atravesamos el desierto de Amargosa, con sus rectas e interminables carreteras, Cactus Springs y la Academia militar de Indian SpringsAquí empieza la llamada Area 51, donde algunos aseguran que los militares hacen pruebas relacionadas con los extraterrestres:

Justo antes de entrar en Las Vegas pasamos por una reserva india Paiute. En la entrada de “la ciudad del pecado” un monumental atasco nos retrasa un poco, pero Marta nos lleva muy rápido hasta el Luxor. Nos recogen el coche en el valet parking y vamos a facturar a recepción. Estamos en la planta 24, con bonitas vistas al Mandalay Bay y… al aeropuerto.


Ya casi es la hora de comer, así que paseando, paseando, nos acercamos al París y nos ponemos a la cola del buffet del almuerzo. Todo está delicioso (excepto el champán, que es más bien malo), pero acabamos comiendo demasiado, claro.


Un paseíto por la Strip:




El Montecarlo, muy elegante, por lo menos por fuera. No entramos.
Para bajar la comida, vamos a ver el espectáculo de las fuentes del Bellagio, visitamos el Caesars Palace y el New York New York, y volvemos en monorraíl al Luxor para descansar un poco y cargar pilas.







Hacia las 19h volvemos a salir para ver el Venetian por dentro, la erupción del volcán en el Mirage y las fuentes del Bellagio otra vez. No me canso de verlas.








Volvemos a tomar el monorraíl hacia el hotel y a dormir sin cenar, ya que el almuerzo en el Paris nos ha dejado fuera de combate.
