05/07/2012.-
Lunes 11 de Junio, empezaba el Road Trip de verdad, el despertador sonó y esta vez no hubo Jet Lag ni nada, así que todavía con algo de cansancio por el día anterior nos pusimos en marcha, la etapa de hoy sería en la que recorreríamos la mayor distancia.
Esto a la hora de planificar el viaje puede dar un poco de respeto, pero la realidad es que fue como una etapa de descanso ya que prácticamente no hay que andar nada, todo lo que hay que ver está a pie de carretera y entre punto y punto puedes aprovechar, si vas de copiloto, para dar alguna cabezadilla.
Salimos de nuestro hotel de Los Ángeles a eso de las 7 de la mañana, el tráfico se notaba un poco más intenso que el día anterior, pero un poco antes de las 10 llegaríamos a nuestro primer destino, Barstow. Paramos en un Wall Mart he hicimos nuestra primera compra de aprovisionamiento en EEUU, incluyendo la famosa y tan útil nevera de corcho blanco, tras lo cual nos dirigimos al famoso restaurante de carretera Peggy Sue para desayunar.
Nos encantó, sin duda desde que entras empiezas a notar el ambiente de la mítica Ruta 66, en mi tierra diríamos que el sitio tiene solera, desde la vestimenta de las camareras a la decoración, todo te transporta a otra época y a una parte de EEUU que estaba deseando conocer y que realmente es la que más me atrae.
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Desde el parking del Peggy Sue se ve a lo lejos y sobre una colina el anuncio de Calico, el pueblo fantasma, con lo cual quien tenga pensado ir a verlo no tardará mucho en llegar. Con el estomago lleno y con las pilas cargadas seguimos nuestro destino hasta Oatman, pero unos kilómetros antes de dejar la Autopista y entrar en la Ruta 66 original, vivimos uno de los peores momentos de todo el viaje, os cuento, durante todo el camino que llevábamos recorrido había tenido que quitar el pie del acelerador en varias ocasiones ya que inconscientemente superaba y por mucho el límite de velocidad de 70 mph, supongo que la combinación de interminables rectas, el cambio automático, el velocímetro en millas y la suavidad del Ford Edge no me hacían ser consciente de la velocidad a la que iba.
Pues bien, en una de esas, adelantando a un camión Macarena me advierte de que hay un coche en la cuneta parado y cuando miro y veo que se trata de un coche de policía inmediatamente miro la velocidad e iba a casi 90 mph ...
Del momento afortunadamente no hay imágenes, porque mi cara en particular perdió unos cuantos tonos de color, yo pensé que allí se acababa nuestro viaje ... en pocos segundos veo que el coche de policía se incorpora a la autopista y empieza a seguirnos, la tensión se mascaba en el ambiente, en menos de lo que canta un gallo se puso paralelos a nosotros y tras la inspección ocular que me atravesó como un rayo láser, se puso detrás nuestra y encendió las luces de colores que dan vueltas para que paráramos ...
Como he dicho antes no hay imágenes, sin embargo por Internet he visto algo que ilustraría el momento:
En la multa no puso la velocidad real a la que íbamos porque si no, tal como nos comentó, hubiésemos tenido un problema y tras mis pertinentes excusas y nuestro agradecimiento proseguimos la ruta con una nueva acompañante "La nota amarilla".
Entramos en la antigua Ruta 66 y una media hora después aprox. llegamos a Oatman, que decir de este sitio, en él pasamos uno de los mejores momentos de todo el viaje, nos encantó, es el típico pueblo del Oeste que todos podemos tener en la mente, (con mina abandonada y todo), burros sueltos que campan a sus anchas por las calles, 100% Ruta 66.
Proseguimos por la antigua ruta 66 hasta llegar a Kingman, serían las 4 y media de la tarde y la parada no sería muy larga porque los 2 puntos a ver estaban uno frente a otro (La Locomotora Santa Fé y Mr Dz.), como habíamos desayunado fuerte en Peggy Sue, no teníamos mucha hambre, así que en Mr Dz. merendamos directamente:
Nuestra siguiente parada merece también un punto y aparte, se trata de Hackberry y su Gas Station Route 66. Es otro de esos sitios que gustan y se disfrutan más de lo que uno se imagina, no penséis que se puede echar gasolina allí, solo conserva la tienda de Souvenirs, pero todo lo demás permanece intacto. Pasamos un buen rato haciéndonos fotos por los alrededores y una vez dentro también nos hicimos muchas fotos probándonos los típicos sombreros de cowboys.
Ahora cada vez que entro en mi cocina me acuerdo de este sitio, ya que compramos uno de esos imanes que se ponen en el frigo con el símbolo de la ruta 66.
Los últimos kilómetros por la antigua ruta 66 nos condujeron directamente hasta Seligman, ya estaba casi atardeciendo cuando llegamos, pero como desde ahí hasta Williams solo quedaba apenas una hora de camino y ya por autovía, nos lo tomamos con calma y nos tomamos unas Buds Light, compradas por la mañana en el Wall Mart de Barstow, sentados en el típico porche americano de una tienda de souvenirs que ya había cerrado. Suponíamos que el check in lo podríamos hacer sobre las 9:30 pm que es una hora bastante prudente.
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Llegando a Williams se puede ver como cambia radicalmente el paisaje, lo que a medio día era un paisaje semi-desértico daba paso a un paisaje de bosques y praderas, aunque no lo parezca todo el área sur del Gran Cañon del Colorado está rodeado de bosques, lo cual lo hace aún más bonito.
El Holiday Inn de Williams nos gustó mucho, y sobre todo cuando nos enteramos que tenía piscina cubierta climatizada y jacuzzi, sin dudarlo nos cambiamos y nos dimos un baño antes de ducharnos y buscar algún sitio para cenar.
Aunque se ve importante en lo que se refiere al turismo, Williams al igual que otras muchas ciudades pequeñas de EEUU, a las 10 de la noche está ya prácticamente muerta, así que tras dar una vuelta en coche, paramos a cenar en un Burguer King y luego regresamos al hotel, ya que a la mañana siguiente tocaba ver amanecer en el Gran Cañón y había que madrugar. Pero antes de llegar nos llevamos la gran sorpresa del día, en medio de la calle como el que no quiere la cosa, nos encontramos con una réplica del Delorean de Regreso al Futuro 2, yo me quedé alucinando porque la última película que vi en mi casa antes de venir de viaje a la Costa Oeste fue precisamente Regreso al Futuro 3, porque recordaba que salía el Monument Valley y quería verlo en la ficción antes de verlo en realidad (y pq la peli me encanta, todo sea dicho). Así pues con esa guinda a un día lleno de experiencias nuevas, pusimos fin a la Ruta 66.
Conclusiones: la ruta aunque larga es muy cómoda de hacer si conducen al menos 2 personas, las paradas llegan justo cuando el cuerpo te pide hacer un descanso. La nevera de corcho con bebidas es muy recomendable y todo lo que hay que ver es muy pintoresco, por lo cual recomiendo a todo el que tenga pensado hacer un Road Trip por la Costa Oeste que pase por aquí de camino al Gran Cañón. Lo mejor: Oatman y Hackberry Gas Station. Lo peor: La multa.