Nuestra primera noche en Paris, a pesar del cansancio y la falta de sueño, si que fue magica; y no dejeis que no lo sea.
Si pensais alojaros en el hotel "Oceania Porte de Versailles", que sepais que cuenta con un buffet de desayuño mas que completo, cositas calientes como huevos revueltos, cocidos, beicon, salchichas, creps; toda clase de frutas, yogurts, zumos, cafes, bolleria de todas clases, pan muy bien.
Asi que para tomar fuerzas atracon que te crió, haciendo caso al dicho que el desayuno es la comida mas importante del día.
Bien, el tiempo amenazaba llovizna, nublado con algun que otro claro; no obstante nuestra ilusión por descubrir e iniciar propiamente el programa podía más, asi que a equiparse, mochila con todo lo necesario mas chuvasquero, paraguas y sudadera.
Y a la calle, dirección al Barrio Latino; que nombre mas generico para una zona tan pintoresca, bueno para no liaros, es la zona que esta debajo de Isle Cite, y para mi gusto es lo mas vistoso en lo que se refiere a callejeo de todo Paris, junto con Montmartre.
Nos bajamos en el metro de Plaza de Italia, pues queriamos ver desde su incio la calle Mouffetard, el mercadillo responde a tus espectativas, es muy agradable a primera hora pasear por su zona peatonal, con puestecillos de fruta, quesos, delicateses; cada tienda tipica tiene su tenderete en su fachada y es como un gran escaparate en plena calzada.
Toda la calle es de un ambiente placido y relajante.
Siguiendo la misma nos dirigimos hacia la Plaza del Monje, con una aglomeraciónj aun mayor de puestos, incluso de ropa, embutidos, comidas rapidas, especias, muy vistoso y curioso. (Recomendado).
Seguimos por la calle Mouffetard hasta la Plaza Contrescarpe, te la tropiezas y es lugar de cafeterias que invitan a sentarse y disfrutar del pasar de la gente, costumbre por cierto muy parisina.
Seguimos la calle hasta dar con Saint Etinne, muy bonita digna de una foto almenos de su fachada, estaba cerrada.
Y de aqui teniamos el Pantheon delante, compramos la PMP (Paris Museum Pass) 2 dias 39€ y la estrenamos.
Visitamos sus dos pisos, el superior magestuoso, con el pendulo mas que curioso y el piso inferior con la cripta (exigen silencio absoluto), muy solemne descubrir tanto ilustre alli descansando.
Al salir os cuento una anegdota: Se nos acerca un coche, con un italiano que se defendía muy bien en español, nos cuenta que es representante de moda y que esta en Paris por una muestra de moda, que el coche es alquilado y que tiene que devolverlo y marchar para el aeropuerto, pero se ha gastado todo el dinero y su crédito de visa la noche pasada con muy buena compañia, (empezaba a oler a típico truco caza turistas), y que nos pedia el favor de llenarle el deposito al coche para devolverlo al alquiler, a cambio, nos daba a elegir alguna de las prendas de moda que lleva en el maletero; nos enseña un muestrario y todo; (nos debio tomar por ingenuos), bueno salimos del trance diciendole que solo teniamos para una baguette y poco mas y que probara suerte con otros que no fueran españoles, que con el 4-0 encajado ya tenia que haber aprendido, jajaja.-
Bueno os cuento esto porque se lo tienen muy bien estudiado, turistas ya se sabe a intentar sacarte la pela.
Frente al Pantheon teniamos la facultad de derecho y la biblioteca, asi que tambien las conocmos.
De aqui nos dirigimos a la Sorbona, bonita fachada y tambien la Plaza frente a ella, con cafeterias tipicas de Paris, y personas que se ofrecen a darte un masaje y sentarte por una modica donación voluntaria.
Llegaba la hora de comer, asi que no nos complicamos y nos metimos en el Mc Donalds en el cruce con la calle Saint Michel; los precios no muy caros, algo mas que en España, pero no mucho mas; me sorprendió que en el menu entrara una lata de cerveza, Heineken de 50Cl, con lo cara que esta la cerveza en Paris.
Mientras comiamos chaparron de lluvia, que duro la comida, luego tomamos dirección a los JArdines de Luxemburgo, preciosos, menudos patios tienen los franceses, inmenso, muy cuidados, con sillas para sentarse a comer, o a leer, o a meditar, en fin en mi pueblo dejas una silla en el parque y al dia siguiente no estan ni las huellas; otra mentalidad. El estanque con sus barquitos de alquiler a radio control, y casas con patos nadando, eso si si quieres atropellar un pato tienes que pagar.
Una vez descansamos tumbados en las sillas, nos dirigimos por la calle SAint Michel, al museo Cuny (Medieval), te hace viajar al pasado, en un ambiente oscuro lleno de quietud y contemplación, al salir otro chaparron que con un poco de paciencia paso enseguida, comenzamos a aprender de los parisinos, la lluvia no tarda en desaparecer como en aparecer, solo hay que estar preparado.
Ahora marchamos al encuentro de la calle Saint Germain, llena de tiendas; hasta Saint Germain des Pres, preciosa por dentro como por fuera, digna de visitar, nos tomamos un cafe justo enfrente en una de las cafeteria con solera "Les Deux Magots".
De aquí en busca de Saint Sulpice, eso si haciendo buen uso de los mapas, que llegados a este punto tengo que agradecer al foro la estupenda herramienta Android, en la que llevas un navegador "Sigy", asi como el mapa de Paris con todos su puntos de interes; gracias de nuevo pues sin ella, con los mapas turisticos es imposible guiarse entre callejuelas pequeñas, pues no aparecen en el mapa, pero si en tu navegador con GPS, sin necesidad de estar conectado a Internet. (BUENA HERRAMIENTA).
Dimos pronto con Sulpice, magestuosa fachada asi como su fuente en cascadas, no me pregunteis de que estilo es, pa estilo el mio haciendo fotos a la vez que voy andando, hablando, consultando el gps y tirando del grupo...
Rodeamos Sulpice y nos dirigimos hacia el Sena, nuestro próximo objetivo.
Justo detras de Sulpice, mirando hacia el Sena, encontramos una calle muy concurrida y llena de braserias, de todo tipo entre ellas alguna española, con muy buen ambiente a la hora temprana de merienda- cena parisina, creo que su nombre es Guisarde, que viene a parar en la calle "Des Canettes", que igualmente esta llena de lugares para comer, pero nos llamo la atención la "Creperie Des Canettes", en el numero 1 ó 3 de la calle no tiene perdida, estaba llena de gente, y olían de miedo los creps, ves como los hacen, en su interior mucho bullicio, pero entramos, enseguida cogimos mesa, una junto a la otra, comimos con varias personas a nuestro lado a las que terminas hablando y conociendo.
Nos tomamos con los creps una sidra que estaba riquísima, baja en alcohol solo 2,5% y el resultado fue un acierto del cual dejo constancia para el que lo quiera probar.
Bien lleno nuestro estomago y recuperadas las fuerzas, nos dirigimos hacia el Sena, de camino alguna que otra tentación.
Despacito pero sin pausa, hasta el puente del Carrusel, pasamos al otro lado y volvimos por el Puente "Des Arts", (el de los candados), idílica vista del sena a un lado y al otro con el vinculo de hierro que cierra el amor de muchos enamorados, con la luz del atardecer de Paris. (No quiero volver a emocionarme).
De puente a puente y tiro porque nos lleva la... "Les Vedettes de Pont-Neuf", en el Puente Neuf, comprados los tickets por internet, me salieron a 8€, en el sitio valían a 13€, la primera vez que ahorro en Paris.
Nos esperamos a la salida de las 22:00 horas, crucero nocturno, y nos dejamos caer en los bancos de espera, uffff, estábamos para el arrastre, agotaitos, pero con ganas de seguir.
El crucero bien vale la pena por 8€, de noche todo cambia de color y adquiere matices de color, sentimientos y romanticismo que el Sena se encarga de mover de aquí para allá. (Recomendable).
En las riveras del rio, a la altura de Notre Dame, podías ver cientos de jóvenes haciendo botellón, con guitarras, juegos, disfrutando de la noche parisina.
Salimos del paseo atolondrados y bastante cansados; hacia realmente frío, y recorrimos tanto a la sudadera como al chubasquero, a pesar que no estaba lloviendo, frío el aire de Paris, la humedad del Sena, y a la vez cálido su atardecer a nuestra vista.
En el barco comimos unas frutas que llevamos del mercadillo de Mouffetard, y listos para el hotel, metro que es puntual y fiable al 100% y a descansar que mucho nos hacia falta.
Si pensais alojaros en el hotel "Oceania Porte de Versailles", que sepais que cuenta con un buffet de desayuño mas que completo, cositas calientes como huevos revueltos, cocidos, beicon, salchichas, creps; toda clase de frutas, yogurts, zumos, cafes, bolleria de todas clases, pan muy bien.
Asi que para tomar fuerzas atracon que te crió, haciendo caso al dicho que el desayuno es la comida mas importante del día.
Bien, el tiempo amenazaba llovizna, nublado con algun que otro claro; no obstante nuestra ilusión por descubrir e iniciar propiamente el programa podía más, asi que a equiparse, mochila con todo lo necesario mas chuvasquero, paraguas y sudadera.
Y a la calle, dirección al Barrio Latino; que nombre mas generico para una zona tan pintoresca, bueno para no liaros, es la zona que esta debajo de Isle Cite, y para mi gusto es lo mas vistoso en lo que se refiere a callejeo de todo Paris, junto con Montmartre.
Nos bajamos en el metro de Plaza de Italia, pues queriamos ver desde su incio la calle Mouffetard, el mercadillo responde a tus espectativas, es muy agradable a primera hora pasear por su zona peatonal, con puestecillos de fruta, quesos, delicateses; cada tienda tipica tiene su tenderete en su fachada y es como un gran escaparate en plena calzada.
Toda la calle es de un ambiente placido y relajante.
Siguiendo la misma nos dirigimos hacia la Plaza del Monje, con una aglomeraciónj aun mayor de puestos, incluso de ropa, embutidos, comidas rapidas, especias, muy vistoso y curioso. (Recomendado).
Seguimos por la calle Mouffetard hasta la Plaza Contrescarpe, te la tropiezas y es lugar de cafeterias que invitan a sentarse y disfrutar del pasar de la gente, costumbre por cierto muy parisina.
Seguimos la calle hasta dar con Saint Etinne, muy bonita digna de una foto almenos de su fachada, estaba cerrada.
Y de aqui teniamos el Pantheon delante, compramos la PMP (Paris Museum Pass) 2 dias 39€ y la estrenamos.
Visitamos sus dos pisos, el superior magestuoso, con el pendulo mas que curioso y el piso inferior con la cripta (exigen silencio absoluto), muy solemne descubrir tanto ilustre alli descansando.
Al salir os cuento una anegdota: Se nos acerca un coche, con un italiano que se defendía muy bien en español, nos cuenta que es representante de moda y que esta en Paris por una muestra de moda, que el coche es alquilado y que tiene que devolverlo y marchar para el aeropuerto, pero se ha gastado todo el dinero y su crédito de visa la noche pasada con muy buena compañia, (empezaba a oler a típico truco caza turistas), y que nos pedia el favor de llenarle el deposito al coche para devolverlo al alquiler, a cambio, nos daba a elegir alguna de las prendas de moda que lleva en el maletero; nos enseña un muestrario y todo; (nos debio tomar por ingenuos), bueno salimos del trance diciendole que solo teniamos para una baguette y poco mas y que probara suerte con otros que no fueran españoles, que con el 4-0 encajado ya tenia que haber aprendido, jajaja.-
Bueno os cuento esto porque se lo tienen muy bien estudiado, turistas ya se sabe a intentar sacarte la pela.
Frente al Pantheon teniamos la facultad de derecho y la biblioteca, asi que tambien las conocmos.
De aqui nos dirigimos a la Sorbona, bonita fachada y tambien la Plaza frente a ella, con cafeterias tipicas de Paris, y personas que se ofrecen a darte un masaje y sentarte por una modica donación voluntaria.
Llegaba la hora de comer, asi que no nos complicamos y nos metimos en el Mc Donalds en el cruce con la calle Saint Michel; los precios no muy caros, algo mas que en España, pero no mucho mas; me sorprendió que en el menu entrara una lata de cerveza, Heineken de 50Cl, con lo cara que esta la cerveza en Paris.
Mientras comiamos chaparron de lluvia, que duro la comida, luego tomamos dirección a los JArdines de Luxemburgo, preciosos, menudos patios tienen los franceses, inmenso, muy cuidados, con sillas para sentarse a comer, o a leer, o a meditar, en fin en mi pueblo dejas una silla en el parque y al dia siguiente no estan ni las huellas; otra mentalidad. El estanque con sus barquitos de alquiler a radio control, y casas con patos nadando, eso si si quieres atropellar un pato tienes que pagar.
Una vez descansamos tumbados en las sillas, nos dirigimos por la calle SAint Michel, al museo Cuny (Medieval), te hace viajar al pasado, en un ambiente oscuro lleno de quietud y contemplación, al salir otro chaparron que con un poco de paciencia paso enseguida, comenzamos a aprender de los parisinos, la lluvia no tarda en desaparecer como en aparecer, solo hay que estar preparado.
Ahora marchamos al encuentro de la calle Saint Germain, llena de tiendas; hasta Saint Germain des Pres, preciosa por dentro como por fuera, digna de visitar, nos tomamos un cafe justo enfrente en una de las cafeteria con solera "Les Deux Magots".
De aquí en busca de Saint Sulpice, eso si haciendo buen uso de los mapas, que llegados a este punto tengo que agradecer al foro la estupenda herramienta Android, en la que llevas un navegador "Sigy", asi como el mapa de Paris con todos su puntos de interes; gracias de nuevo pues sin ella, con los mapas turisticos es imposible guiarse entre callejuelas pequeñas, pues no aparecen en el mapa, pero si en tu navegador con GPS, sin necesidad de estar conectado a Internet. (BUENA HERRAMIENTA).
Dimos pronto con Sulpice, magestuosa fachada asi como su fuente en cascadas, no me pregunteis de que estilo es, pa estilo el mio haciendo fotos a la vez que voy andando, hablando, consultando el gps y tirando del grupo...
Rodeamos Sulpice y nos dirigimos hacia el Sena, nuestro próximo objetivo.
Justo detras de Sulpice, mirando hacia el Sena, encontramos una calle muy concurrida y llena de braserias, de todo tipo entre ellas alguna española, con muy buen ambiente a la hora temprana de merienda- cena parisina, creo que su nombre es Guisarde, que viene a parar en la calle "Des Canettes", que igualmente esta llena de lugares para comer, pero nos llamo la atención la "Creperie Des Canettes", en el numero 1 ó 3 de la calle no tiene perdida, estaba llena de gente, y olían de miedo los creps, ves como los hacen, en su interior mucho bullicio, pero entramos, enseguida cogimos mesa, una junto a la otra, comimos con varias personas a nuestro lado a las que terminas hablando y conociendo.
Nos tomamos con los creps una sidra que estaba riquísima, baja en alcohol solo 2,5% y el resultado fue un acierto del cual dejo constancia para el que lo quiera probar.
Bien lleno nuestro estomago y recuperadas las fuerzas, nos dirigimos hacia el Sena, de camino alguna que otra tentación.
Despacito pero sin pausa, hasta el puente del Carrusel, pasamos al otro lado y volvimos por el Puente "Des Arts", (el de los candados), idílica vista del sena a un lado y al otro con el vinculo de hierro que cierra el amor de muchos enamorados, con la luz del atardecer de Paris. (No quiero volver a emocionarme).
De puente a puente y tiro porque nos lleva la... "Les Vedettes de Pont-Neuf", en el Puente Neuf, comprados los tickets por internet, me salieron a 8€, en el sitio valían a 13€, la primera vez que ahorro en Paris.
Nos esperamos a la salida de las 22:00 horas, crucero nocturno, y nos dejamos caer en los bancos de espera, uffff, estábamos para el arrastre, agotaitos, pero con ganas de seguir.
El crucero bien vale la pena por 8€, de noche todo cambia de color y adquiere matices de color, sentimientos y romanticismo que el Sena se encarga de mover de aquí para allá. (Recomendable).
En las riveras del rio, a la altura de Notre Dame, podías ver cientos de jóvenes haciendo botellón, con guitarras, juegos, disfrutando de la noche parisina.
Salimos del paseo atolondrados y bastante cansados; hacia realmente frío, y recorrimos tanto a la sudadera como al chubasquero, a pesar que no estaba lloviendo, frío el aire de Paris, la humedad del Sena, y a la vez cálido su atardecer a nuestra vista.
En el barco comimos unas frutas que llevamos del mercadillo de Mouffetard, y listos para el hotel, metro que es puntual y fiable al 100% y a descansar que mucho nos hacia falta.