La Gran Sinagoga , queda muy cerca de nuestro hotel así que hoy dormimos un poco más.
Paseando por el barrio judío llegamos a la puerta de entrada de la Sinagoga.
En primer lugar vemos el cementerio y el Arbol de la Vida un sauce llorón en el que cada hoja lleva escrita el nombre de un judío asesinado durante el Holocausto.
Entramos a la Sinagoga, al igual que en Praga es la entrada más cara que pagamos en toda la ciudad.
Después y para seguir con la misma temática, visitamos el Museo del Terror,casualmente era el día de las víctimas del comunismo y la entrada era gratis.
El edificio fue la sede de la policía secreta del régimen nazi y después del Partido Comunista .
El recorrido por el museo resulta impactante, cada sala que se visita, la música de fondo , la iluminación , los testimonios de las víctimas, todo ello crea un ambiente en el que se puede palpar el sufrimiento de los que alli murieron.
Al salir del museo visitamos el Alexandra Bookcafe, una joya arquitectónica que aún refleja el ambiente majestuoso de épocas pasadas.
Se hizo de noche,así que nos dirigimos a orillas del Danubio para coger el barco de transporte público, que es la forma más económica de obtener unas vistas magníficas de la ciudad desde el río.
Esa noche después de cenar, visitamos el Szimpla Kert el más famoso de los bares de ruinas de la ciudad.Visita muy recomendable para ver la cara alternativa de la ciudad.
