Nuestro ultimo día (Lunes) en Budapest comenzó con unas compras mañaneras en el supermercado del Gran Mercado Central (en el sótano).
En la puerta del mercado intentamos comprar un ticket de transporte público (habiendo aprendido la lección el día anterior) en un puesto, pero la dependienta no nos quería atender (por preguntar en inglés).
Intentamos comprarlo en la parada de metro de Fővám tér pero las máquinas tampoco funcionaban (para variar) y no había nadie en ventanillas... así que no nos quedó más remedio que caminar hasta la parada de Kálvin tér donde por fin, conseguimos un ticket 24h (que nos serviría para el resto del día, y para la mañana siguiente llegar a la estación de Tren)
Allí fuera cogimos el Tranvía, y haciendo transbordo nos paramos cerca de Margit-sziget o Isla Margarita, isla ubicada entre las 2 orillas del Danubio, con casi 1 km2 de extensión, convertido hoy día en uno de los lugares de paseo y ocio preferidos para los locales.

(A mano izquierda puede verse el principio de la isla, contrastando con la ciudad)
En su interior hay diversos clubs deportivos, un zoo de mascotas, un jardín japones... y largos caminos rodeados de verde, que lo hacen un lugar idóneo para descansar del barullo de turistas del centro de la ciudad. Es increible la tranquilidad que se respira aquí, estando tan cerquita del núcleo urbano.
Nada más entrar, para aprovechar al máximo la gran extensión de la isla (y para que engañarnos, divertirnos un poco) alquilamos un bicicleta con forma de carrito durante una hora


Pasamos un gran rato paseando por la isla y haciendo paradas para comprar algo de beber.
Llegamos hasta el fondo y vimos el jardín japones, donde mi novia dio de comer a los patos


Al terminar el paseo fuimos a comer al recomendado Magdalena Merlo que tampoco nos entuasiasmó... La comida que pedimos ni muy buena ni muy mala, pero el camarero que nos atendió no parecía gustarle que preguntaramos sobre la comida, y nos atendió de una forma muy tosca.
Tras esto, tocaba uno de los puntos álgidos del viaje, los Baños Széchenyi
De estos no hice fotos, pero solo decir que los recomendamos encarecidamente. Si los hubierámos probado antes igual hubiéramos repetido
Después de días de andar y andar nos vimo genial un día de relax

Al salir de los baños, como nuevos, aprovechamos para ver la Plaza de los Héroes situada al final de la Avenida Andrassy

Que alberga el Museo de Bellas Artes

y el Palacio del Arte.

Tras dar un paseo por la zona cogimos el metro hacia Ferenciek tere.
Allí habíamos quedado con una chica que conocí durante un curso de Inglés en Oxford en 2008. Mantuve el contacto con ella estos años y aprovechamos la oportunidad en este viaje (ella vive en Buda, ya que estudia en Budapest). Acabamos en un bar con algunos amigos suyos.
Al volver a casa preparamos las cosas para nuestra salida hacia Viena al día siguiente.
En general podría resumir Budapest en una frase: "Nos sorprendió gratamente". Es la ciudad que nos pareció con más encanto de las 3 que estuvimos, y acabamos echandola de menos (incluso añorabamos nuestro pisito alli

Aprovecho para volver a recomendar el piso en cuestión http://www.airbnb.com/rooms/585773?airef=23mtoz06983zz5 nos encantó la ubicación, el interior y la ducha-jacuzzi
