Hoy tocaba madrugar porque queríamos coger el ferry que sale a las diez de la mañana para cruzar hasta la isla de La Graciosa. Para eso tenemos que ir hacia el norte, concretamente hasta Órzola, que es el pueblo pesquero donde termina la carretera.
El puerto está bien señalizado para llegar y allí mismo se pueden comprar los billetes para los ferries de dos compañías distintas: Líneas Romero y Biosfera Express.
El puerto está bien señalizado para llegar y allí mismo se pueden comprar los billetes para los ferries de dos compañías distintas: Líneas Romero y Biosfera Express.

Pasados unos veinte minutos ya estábamos en La Graciosa, que junto con las islas de Montaña Clara y Alegranza y los islotes de Roque del Este y Roque del Oeste, conforman el Archipiélago Chinijo. El ferry atraca en la localidad de Caleta de Sebo y nada más bajar a tierra te encuentras con las bicicletas de alquiler.
Nosotros las cogimos en Bike Graciosa Island y este es el mapa del folleto que nos dieron:
Nosotros las cogimos en Bike Graciosa Island y este es el mapa del folleto que nos dieron:

Las calles del pueblo son de arena, así que cuesta un poco avanzar con la bici, pero basta con llegar a la parte de atrás de las casas para encontrar el camino de la ruta C, que es el que hemos de seguir para ir donde queremos. Tras subir las primeras cuestas, unos minutos más tarde llegamos a una bifurcación donde ya hay varias distancias indicadas.


La primera parada que hacemos es en la Playa de las Conchas, que está junto a la Montaña Bermeja. Hay que dejar las bicis en unos aparcamientos de madera que hay y luego andar unos metros hasta la playa en sí.
Como veréis por las fotos, este día tampoco hubo suerte con el clima.
Como veréis por las fotos, este día tampoco hubo suerte con el clima.

Seguimos el camino hacia la Playa del Ámbar o de Lambra (lo he visto escrito de las dos maneras, pero creo que es la misma) y decidimos que es el sitio perfecto para esperar la hora de la comida, así que sacamos las toallas, nos descalzamos y al agua.
No os engañaré, estaba bastante fría, pero no íbamos a irnos de La Graciosa sin mojarnos los pies.
Esta playa de aguas transparentes y turquesas nos pareció muy bonita, pero lo mejor fue cuando nos dimos cuenta de que éramos los primeros en pisarla (al menos ese día), por no hablar de la sensación de tranquilidad que se respiraba allí tumbados.
No os engañaré, estaba bastante fría, pero no íbamos a irnos de La Graciosa sin mojarnos los pies.

Esta playa de aguas transparentes y turquesas nos pareció muy bonita, pero lo mejor fue cuando nos dimos cuenta de que éramos los primeros en pisarla (al menos ese día), por no hablar de la sensación de tranquilidad que se respiraba allí tumbados.

Se me había olvidado poner que una vez que sales de Caleta del Sebo no hay ningún chiringuito para comprar agua o comida, así que hay que llevar provisiones en la mochila o comer en Caleta al terminar la ruta.
También es recomendable una gorra, protector solar (aunque no haga sol, el viento va quemando la piel sin que te des cuenta), una toalla por si os bañáis y si tenéis o hay posibilidades de que os aficionéis a la bicicleta de montaña después de esta experiencia (atención chicas
), poneos un culotte de ciclista. Vuestra entrepierna os lo agradecerá.
También es recomendable una gorra, protector solar (aunque no haga sol, el viento va quemando la piel sin que te des cuenta), una toalla por si os bañáis y si tenéis o hay posibilidades de que os aficionéis a la bicicleta de montaña después de esta experiencia (atención chicas




Después de comernos los bocadillos, recogimos todo y seguimos hacia Pedro Barba, la otra población de la isla, aunque no llegamos a bajar del todo porque una vez allí había que retroceder para volver al camino.

Pasamos junto a la Aguja Grande y la Montaña del Mojón, que son las mayores alturas, y volvimos a llegar a la bifurcación donde estaba la señal que os he puesto al principio. Entonces tuvimos que ponernos los chubasqueros porque estaba goteando, pero no duró mucho y pudimos dar un paseo y tomarnos algo por Caleta de Sebo.


Cuando fuimos a devolver las bicis, la tienda aún estaba cerrada, así que llamamos al teléfono de contacto y la dueña nos dijo que las dejáramos en la puerta sin más, que la gente hace eso dejando el número del contrato y hasta ahora nunca se han llevado ninguna. Así que eso hicimos antes de subir al ferry para volver a Órzola.
Allí hacía más frío que en La Graciosa, así que nos apresuramos a ir hasta el coche y ¿a quién nos encontramos aparcadas al lado? ¡Pues otra vez a las dos francesas de la ruta Termesana!
Nos echamos unas risas por la coincidencia y luego nos contaron que iban a coger el ferry para hacer noche en Casa Enriqueta y que querían a hacer el mismo reccorido pero andando.
Esa fue la última vez que nos vimos, así que espero que acabaran el viaje bien y que se animen a viajar a Zaragoza para recordar sus años de estudiantes.
Allí hacía más frío que en La Graciosa, así que nos apresuramos a ir hasta el coche y ¿a quién nos encontramos aparcadas al lado? ¡Pues otra vez a las dos francesas de la ruta Termesana!
Nos echamos unas risas por la coincidencia y luego nos contaron que iban a coger el ferry para hacer noche en Casa Enriqueta y que querían a hacer el mismo reccorido pero andando.
Esa fue la última vez que nos vimos, así que espero que acabaran el viaje bien y que se animen a viajar a Zaragoza para recordar sus años de estudiantes.
Una vez duchados y arreglados, salimos a dar un paseo por la urbanización y pudimos ver lo bajos que pasan los aviones que van a aterrizar en el cercano aeropuerto de Arrecife. Todo un espectáculo.

Para quien le preocupe estar o no en forma para recorrer La Graciosa en bicicleta, os diré que apenas hay grandes subidas o desniveles, aunque los caminos son bastante irregulares y con baches, así que no pasa nada por bajarse de la bici y hacer algún tramo a pie.
De hecho yo lo hice varias veces, sobre todo cuando el camino se empinaba demasiado o en los tramos que hay que circular por arena de playa.
Reconozco que me quejé bastante al principio (Jota dice que mucho, pero como el diario es mío os tenéis que quedar con mi versión de los hechos
