Independientemente de la ruta que os propongo a continuación, por si alguien le apetece perderse, describo un poco la arquitectura popular. Como es habitual, de las afueras al centro, las casas van cogiendo sabor (y años). Desde los adosados clonados y los impersonales bloques de pisos del reciente boom inmobiliario extramuros, hasta los palacetes y casas señoriales del centro. Entre medias, me gustaría señalar las casas cercanas a la muralla Vauban del lado este. Son casas bajas, de una sola planta, encaladas, en algunas de las cuales se pueden ver todavía las típicas chimeneas del Alentejo portugués. En la mayoría de ellas se pinta el quicio de las puertas y ventanas. Las de familias más pujantes (más céntricas), en vez de pintura, el quicio lo tienen de mármol (jambas y dintel). También son muy típicos los enrejados de ventanas sobresaliendo de la pared, el empedrado decorativo de los suelos...
Para ver el mapa completo en Google Maps, pinchar en la imagen.
El inicio de la ruta se encuentra en el recinto ferial, situado junto a la muralla más externa de Olivenza, tipo Vauban, entre dos de sus baluartes. En este lugar se puede aparcar el coche, a no ser que sean las fiestas del pueblo o fin de semana por la noche.
Para empezar, accedemos a la Avenida Ramón y Cajal, popularmente conocida como “La Carrera”. Esta calle sigue el trazado de la segunda muralla de Olivenza, de la que no quedan restos en pie, pero que condiciona el trazado urbano del pueblo.
A la mitad de esta avenida, en la parte izquierda, encontraremos el primero de los altares decorados con azulejería portuguesa que se encuentran en la ruta, y uno de los más humildes. Son los denominados “Pasos”. Se trata de aras en la pared de algunas casas, en honor al patrón del pueblo, el Señor de los Pasos (una constante en la visita a Olivenza, y a muchos otros pueblos alentejanos). Por esta zona pueden apreciarse algunas casas típicas señoriales, de las cuáles encontramos su máximo exponente al final de la avenida, según nos acercamos a la zona centro.
Al final de está avenida encontramos el Paseo de Portugal, o como se le llama en Olivenza, el “Paseo Grande” o “Paseo de las Palmeras”. Todo este paseo, al igual que el acerado de la zona centro, está cubierto por adoquines blancos y negros formando mosaicos, como si paseáramos por cualquier ciudad portuguesa.
Un poco más adelante está el “Paseo Chico”, en la misma tónica que el anterior, pero más pequeño. Ahí se encuentra uno de los Pasos más bonitos que se pueden ver en Olivenza.
Al finalizar este tramo, sugiero girar a la izquierda y continuar por la calle peatonal Moreno Nieto, la popular “Calle de los Baldosines”. Puede decirse que es una calle con solera, con muchos establecimientos comerciales, y antiguos palacetes de preciosos balcones, donde muchos de ellos conservan los blasones de las familias que los habitaban.
Para ver el interior de uno de estos palacetes, puede visitarse el Hotel Palacio Arteaga. No hace falta hospedarse en el hotel ni comer en su restaurante. Basta tomarse un café en su cafetería o en el patio, y aprovechar para admirar este edificio recién restaurado. Que no os dé vergüenza y subid a visitar el piso superior, que no os pondrán problema (si no hay nadie comiendo). Hay un comedor más grande, de 4 o 5 mesas y otros más pequeños, de una sola mesa grande, con techos artesonados de madera, enormes chimeneas…
Edición: A finales de 2016 el hotel se encuentra cerrado :(
Al finalizar la calle llegamos a la Plaza de la Constitución, donde destaca la puerta del Palacio de los Duques de Cadaval, actual sede del Ayuntamiento, de estilo gótico manuelino.
Una vez visto el ayuntamiento, se puede continuar por la Calle Caridad, también peatonal y con empedrado típico portugués. Justo en la esquina se puede ver otros de los Pasos de los que hablamos antes. Pero si hay algo que sin duda merece la pena ver en esta calle es la Capilla de la Santa Casa de Misericordia. Solo abre por las mañanas. Es una capilla muy pequeña, pero con mucho encanto, con todas sus paredes de azulejos típicos portugueses, representando escenas bíblicas. Algunas son muy curiosas, como la de Dios entregando a Adán y Eva un abrigo para que se tapen la desnudez.
Justo frente a la capilla se encuentra la puerta de los Ángeles, que daba acceso a la original ciudadela medieval amurallada.
Subiendo, llegamos a la Plaza de Santa María, donde destaca la imponente Torre del Homenaje, de 37 metros de altura. Aunque el castillo de Olivenza fue construido por la orden del Temple en el siglo XIII, la Torre del Homenaje no se levantó hasta el siglo XV, por el rey portugués D. Joao. Es posible acceder a la torre, subiendo las 17 rampas que llevan a la parte superior, con unas preciosas vistas del pueblo de Olivenza y sus alrededores. Se puede observar desde lo alto el sistema de atalayas de vigilancia en las sierras aledañas.
El castillo es la sede principal del Museo Etnográfico González Santana.
En la plaza, junto al castillo, está la iglesia de Santa María del Castillo, de estilo clasicista, que fue levantada en el lugar en el que estuvo la capilla primitiva de origen templario. Destaca uno de los retablos, con un Árbol de Jessé, que representa la genealogía de Jesucristo. Es el mayor retablo de este tipo que se conserva, de 15 metros de altura.
Salimos de la plaza por la puerta más cercana a la torre, y a la derecha podemos ver el antiguo foso que rodeaba el castillo.
Si seguimos por la izquierda nos encontraremos con la Iglesia de la Magdalena, joya del estilo manuelino, y que fue elegida “Mejor Rincón de España 2012” por la Guía Repsol.
“Por la belleza de sus columnas, por la luz espectacular que la invade cada mediodía y porque la historia la ha convertido en un lugar muy especial”.
En su interior, destacan las columnas salomónicas, retorcidas como maromas, que recuerdan el pasado marinero del pueblo portugués que construyó la iglesia. Como curiosidad, decir que la Iglesia de la Magdalena fue sede del Obispado de Ceuta, cuando ambas ciudades pertenecían al reino portugués.
Edición: En 2016 se encontraba cerrada a las visitas por obras
Una vez visitada la Iglesia de la Magdalena, si nos desviamos de la ruta propuesta, podemos alargar un poco el recorrido para ver la Puerta del Calvario, una de las tres entradas de la muralla más exterior, y la única que se conserva. Para esto, tomamos la calle que sale de la iglesia a la derecha y caminamos 5 minutos. Muy cerca, se encuentra el Convento de San Juan de Dios, que actualmente se utiliza para actos culturales.
Desandamos nuestros pasos hasta la Plaza de Santa María, saliendo en este caso por la puerta de Alconchel (en el extremo opuesto), la que mejor se conserva de las entradas a la muralla interior.
Hacia la izquierda, bordeando la muralla, se llega a dos antiguos edificios militares: el Cuartel de Caballería de los Dragones de Olivenza y el Cuartel de San Carlos, que actualmente albergan el Centro de Salud y el Hogar de Mayores, respectivamente.
Aquí finaliza el recorrido propuesto para no perderse los principales encantos de Olivenza, espero que os haya gustado.