Día 7 (Viernes 06/07)
Nos levantamos prontito (como cada día, jaja), desayunamos en el hotel (bastante bien), y cogemos un tuk-tuk delante del 7 Eleven (hay una especie de servicio de taxis que tienen un recorrido fijo y tarifas establecidas). Me compro por si acaso un par de impermeables de 15THB (estilo Port Aventura, de esos que te mojas más por dentro que por fuera).
Llegamos a la ciudad antigua y nos dejan donde empiezan los templos. Como el día está con sol y nubes, hacemos una votación y decidimos coger unas bicis para recorrer la zona (inmensa zona de templos). El calor es bastante fuerte, pero no más que otros días. Las bicis son super-discretas.

Esta bici se la podría regalar a mi hija cuando fuera mayor. Patrocinadas por "Hello Kitty"
Vamos recorriendo la zona de templos central: budas, chedis (la construcción típica en forma de pirámide puntiaguda y muy escarpada), y otras construcciones van desfilando ante nuestros ojos.

Estatua de Buda bastante grande

Más budas y Chedis
El primer templo es el Mathat Hat, el templo principal y destinado a la familia real (todos los templos principales se llaman así). A Toni le encanta y dice que quiere volver allí antes de irse de esta ciudad. La verdad es que transmite una paz y una calma increíbles. Después vamos yendo a diferentes templos dentro del recinto amurallado. Vamos haciéndonos fotos a montones, tanto panorámicas, como artísticas (saltando, haciendo el capullo, etc).

Toni disfrutando de la tremenda paz de este lugar

Estatuas varias

Buda sentado y risueño

Otro Buda con columnas a los lados (como de magnífico debería ser este templo)

Otra foto de este lugar
En un momento dado se nos pone a diluviar, pero tenemos la suerte de estar cerca de un palio bastante grande y podemos refugiarnos sin mojarnos mucho. Un grupo de niños uniformados de un colegio también se refugian en otro palio de al lado, y las maestras empiezan a sacar arroz y otra comida. Nosotros decidimos también comer algo y esperar a que pare de llover. Los niños, una vez que acaban de comer, se ponen a hacernos fotos, por lo que nosotros también les hacemos a ellos, y así pasamos el rato.

Moonson is coming

Cortina de agua espectacular
Al cabo de una hora deja prácticamente de llover y, después de otra votación (en este viaje fuimos muy democráticos


Uno de los budas más chulos que vimos en Tailandia

Otro Buda no tan grande en este templo
De allí volvemos a coger las bicis para ir al último templo que tenemos intención de visitar (creo que se llama Wat Phra Phai Luang). Este es bastante pequeño. Además, en cuanto llegamos se pone a llover, esta vez realmente en serio. Nos refugiamos de nuevo en un árbol, pero nos estamos poniendo de agua hasta arriba, así que decidimos irnos con lluvia o sin ella. Encontramos un atajo por el que volvemos super-rápido al inicio del recorrido.
Dejamos las bicis y nos vamos a comer a un restaurante que tiene una carpa a cubierto. El sitio es bastante cutre (seguro que no cumple ninguna medida de higiene, jaja), pero comemos super-bien por cuatro duros.

Chiringuitos a la salida de los templos
Una vez satisfechos tanto física como espiritualmente, y sin lluvia, cogemos el tuk-tuk “de línea” y volvemos a la ciudad nueva y a nuestro hotel, donde nos damos una buena ducha. Al rato intentamos ir a hacernos un masaje para que nuestros amigos lo prueben por primera vez en Tailandia (en cuanto a mi mujer y yo, el tercer masaje ;P ). En el hotel nos recomiendan un sitio, pero nos es imposible encontrarlo, por lo que acabamos metidos en una especie de peluquería de regentada por un transexual, que nos promete que nos coge a los seis a la vez por un precio muy económico (150THB/pers). Aquello parece una peli de Almodóvar, pero nos dejamos convencer, y luego nos arrepentimos enormemente. Empiezan a venir mujeres mayores, algunas que casi no pueden caminar, y a mí me toca una mujer mayor bastante gorda que me destroza literalmente. Aquí sí que me hicieron daño. Y es que a veces lo barato resulta caro.
Después del masaje nos vamos a dar una vuelta y nos encontramos entre otras cosas con un tío que va por la calle paseando a su elefante como si fuera un Chiuguagua. This is Thailand. Me encanta este país con esta cantidad de contrastes.

Mi mascota el elefante
Al cabo de un rato, cuando ya es de noche, nos vamos a cenar al hotel, y comemos realmente bien, todo regado por unas Chang Large (como siempre). No tardamos mucho en irnos a dormir, ya que como siempre, al día siguiente tenemos que madrugar.
En la habitación descubrimos que a mi mujer le han picado los mosquitos a muerte, y parece que le ha hecho reacción alérgica, ya que tiene las piernas un poco hinchadas. Esperamos que no sea nada.