Como comentaba en la etapa anterior, salimos por West Yellowstone para llegar a Idaho Falls, donde dormiríamos esa noche.
No era mucho tiempo de coche (poco más de dos horas y media), y elegí este sitio aunque tuviese que robarle un poco de tiempo a Yellowstone para adelantar algo de tiempo a la ruta ya que teníamos algunos días con muchas millas por delante…

Ya en el estado de Idaho (el famoso estado de las patatas ¡!!) vimos desde la carretera unas vistas preciosas de la otra cara del Grand Teton y de camino, nos dimos cuenta que no habíamos comido así que aunque era un poco tarde paramos a comer una ensalada en un restaurante de comida rápida.
Llegamos a Idaho Falls, y de nuevo a las 5 de la tarde… un pueblo fantasma… casi todo cerrado, casi ningún bar abierto… estuvimos paseando por el parque bordea las pequeñas cascadas que se forman en una presa en el centro del pueblo (un sitio muy bonito la verdad).
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Estuvimos paseando un ratillo por la zona bajando incluso al río, cuando de repente, se para un autobús y empiezan a bajar japoneses a tropel… (aquí???? Claro, los japoneses están en todos sitios ¡!!) y se empiezan a bajar por las rocas al río y hacerse fotos en plan japonés (ya me entendéis…); así que nos volvimos al paseo…

Buscamos algún sitio para tomar una cerveza, pero estaba casi todo cerrado ¡!! Así que el único sitio que vimos fue una vinoteca pijísima… pero bueno allí que nos fuimos y nos pedimos dos cervezas locales (la verdad es que en esta zona del país, muchas de las cervezas que probamos en Jackson, Teton, Yellowstone y aquí, tenían cierto toque a flores…).
Seguimos dando una vuelta por el pueblo, y entramos en una especie de pub irlandés, donde estaba metido todo el pueblo que no vimos por la calle ¡!! Así que preguntamos a qué hora cerraban porque tenía muy buena pinta, nos tomamos otra cerveza y nos volvimos al hotel a disfrutar un rato de la piscina y el jacuzzi que teníamos incluído en el precio y relajarnos un poco…
Cuando volvimos al pueblo aún era pronto para cenar (al menos para nosotros) y aún nos tomamos otra cerveza en otro sitio que encontramos jajaja
La verdad que el pueblo es majo y el que ellos llaman centro histórico bastante bonito…
Cenamos en el irlandés que comenté anteriormente; se llama “The Celt”, cerca del parque… nos tomamos dos de las mejores hamburguesas que he probado en mi vida, os lo aseguro… una de ellas tenía salsa Jack Daniels… con patatas y verduyras: y un trozo de la mejor tarta cheesecake que he probado en mi vida… madre mía… aún recuerdo el sabor y se me hace la boca agua… todo esto más dos cervezas: 32$... y con la tripa bien llena, volvimos al hotel a descansar que la siguiente etapa… era bastante larga…
Nos despertamos bastante temprano a la mañana siguiente para poder aprovechar bien el tiempo, así que desayunamos en el hotel (un desayuno básico pero suficiente, incluído en el precio) y nos pusimos en marcha… hoy tendríamos un largo pero muy largo camino por delante…

Iríamos de Idaho Falls a Burns (ya en Oregón)… pasando por Craters of The Moon y Twin Falls… teníamos más de 500 millas por delante y unas 9 horas de coche… pero bueno… haciendo paraditas… Una paliza sí, pero era la única manera de que me cuadrara la ruta que queríamos hacer con el tiempo del que disponíamos.
Al poco tiempo de salir de Idaho Falls, de camino a Craters of the Moon va cambiando rápidamente y además encontramos un tramo de carretera en obras en las que cortaban un carril por lo que tuvimos algo de retención (no mucho porque éramos 4 gatos por esos caminos…).
Casi nada más terminar las obras, se encontraba el desvío de la primera parada que hicimos ese día: Atomic City, una ciudad en la que hay un reactor nuclear, y bueno yo había leído que se habían hecho en su día se desarrolló la energía atómica… Se supone que es una ciudad abandonada, o al menos en su censo cuenta con unos 28 habitantes…

Estuvimos dando vueltas con el coche, viendo lo destartalado que estaba aquello, con un parque y una escuela abandonados, un bar cerrado… daba una sensación incluso de miedo…

Cuando al girar en una casa… vemos de repente un anciano desdentado, con un cortacésped antiguo, cortando el césped… casi nos morimos del susto… se quedó parado mirándonos (claro no debe pasar mucha gente por allí) así que sin dudarlo salimos de allí pitando ¡!!!!
Después de un rato más de carretera llegamos a Craters of the Moon.
Se trata de una reserva volcánica, sorprendente y diferente a todo lo que habíamos visto hasta ahora en el viaje… si bien no es tan visto como todo lo demás claro…
Entramos en el centro de visitantes y como curiosidad marcamos en un mapa que tienen, nuestra procedencia…
La ruta por Craters of the Moon es muy sencilla, vas con el coche parando en los diferentes puntos, donde aparcas y haces diferentes trails muy sencillos y adaptados incluso a sillas de ruedas…
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Fuimos viendo los diferentes puntos de interés que marcaban el mapa (en el centro de visitantes tenéis y también os lo dan en la garita de entrada… Por cierto que con el pase de parque nacionales, podéis entrar también aquí.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***

Subimos por un monte de lava para tener una panorámica de la zona… Hombre yo nunca había estado en una zona así de volcánica (no, no he estado en Lanzarote…) así que sí que me sorprendió bastante…



Fuimos a la zona de las cuevas, aparcamos el coche y aún andamos un trozo hasta llegar allí… bajé primero a una de ellas, pero no me pareció que fuese un sitio demasiado seguro…

Además hacía un calorazo brutal… así que nos volvimos al coche, y dimos la vuelta (hay que deshacer el camino) para salir de la zona y volver a ponernos en ruta…
Hombre, no es de lo más bonito del viaje, pero sí curioso, y bueno nos quedaba de camino, así que si quizá tuviese que prescindir de algo (aunque me gustó) sería de Craters of the Moon.
Tras otro ratito de coche, llegamos a la ciudad de Twin Falls (Idaho) y allí el Gps nos perdió, y no había manera de que encontrara el sitio donde queríamos ir, así que paramos en el Mcdonald’s donde aprovechamos para tomarnos un refresco, ir al baño y aprovechar el wiki para buscar las coordenadas exactas y meterlas en el GPS.
Ahora sí que nos llevó al siguiente destino: las Shoshone Falls, a 2 o 3 millas del centro de la ciudad.
Después de pagar la entrada (creo que 5$ por cabeza) bajas por una carretera muy estrecha llena de curvas, llegas al mirador…

Las Shoeshone Falls, también son conocidas como las Niágara del Oeste (salvando las distancias evidentemente…). Se encuentran en el cauce del Snake River (si si… el mismo de Teton, que como veis da para mucho…). Tienen unos 65 metros de altura, por lo que son algo más altas que las cataratas del Niágara.


Estuvimos un ratillo por allí haciendo fotos y estirando un poco las piernas (porque allí no hay más que hacer ya que el mirador, se encuentra en el mismo aparcamiento…); merece la pena acercarse a echar un vistazo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Volvimos al coche, y ahora sí armados de paciencia que nos quedaba un larguísimo camino hasta Burns en Oregón…
Paramos a comer por el camino y un par de veces más a estirar las piernas, pasando por carreteras desérticas ya en el estado de Oregón, y por pueblos rurales muy bonitos, y pasando de golpe a un cambio paisajístico brutal a verdes praderas, ríos en medio de cañones…
Y llegamos por fin a Burns…
De nuevo el motel, tenía piscina y jacuzzy, así después de registrarnos fuimos a aprovecharla un poco, pero había allí unos niños que no paraban de chillar y saltar… así que como los niños y nosotros no nos llevamos bien, estuvimos poco rato… (benditos niños…).
Burns es un pueblo de paso, sin ningún tipo de encanto, ni nada destacable para visitar… pero sí que es un pueblo extraño… de la América profunda digamos…
Cogimos el coche de nuevo para ir a un supermercado que habíamos visto y comprar algo más para las comidad (y unas salsas que traeríamos para casa…) en el supermercado ya vimos gente extraña… no sé una chica muy joven, descalza con un hombre que podría ser su padre (pero por su actitud no lo era), gente como sucia… no sé, digo esto sin ánimo de descalificar a nadie de verdad, pero era gente muy rara… otra gente chillando… raro, raro, raro…
Pero lo más raro estaba por llegar, y lástima que me dejé la cámara en el motel… Fuimos a cenar a una pizzería que había justo frente al hotel, cruzando la carretera…
Entramos y aquello era como una pizzería de los 50 (pero sin el encanto de los 50 claro…) y nos atiende un chico rarísimo, que cojeaba… hasta aquí todo bien… pero es que empieza a salir gente (como indios…) de todas partes, y casi todos cojeaban… pero es que entra una pareja ya mayor, cojeando y sucios… viene otra señora a pedir, bastante sucia y cojeaba… De verdad que yo estaba flipando en colores…
Sacan la pizza, y eso sí, estaba de muerte eh, buenísima (no quise saber qué llevaba por si acaso jajaajja), y de repente de detrás de la barra… un bebé pelirrojo en un tacataca ¡!!! Pero donde había salido ¡!! Y empieza a salir de la cocina, el padre pelirrojo, los hermanos…. Y al rato llega la madre y pelirrojísima también… y casi todo el mundo cojeando ¡!!! Madre mía que gente más rara ¡!! Jajajajaja
Así que nos fuimos rápido de allí y bromeando diciendo que en Burns la gente cojeaba…
Y con la gracia nos fuimos ya agotados (sobre todo yo de tanto coche…) a dormir...