Pasamos la noche en el tren y aunque la verdad es que al entrar impacta un poco, nos hicimos a la situación en un momento. Los vagones de sleeper class son inmensos y llenos de literas de 3, sin compartimentos independientes ni ningún tipo de cortinita separadora… todos revueltos!
A media noche te despierta un vendedor de té gritando a pleno pulmón, ves algún ratoncito circular por el pasillo y las “camas” no son la cosa más cómoda del mundo, pero con una buena dormidina, la noche se pasa rápido ☺

Llegamos a Mysore sin mucha idea de dónde nos íbamos a quedar, y después de ver varios alojamientos, un señor se nos acercó para ofrecernos un hotelillo que no estaba mal del todo, así que nos quedamos. También se ofreció a hacernos un tour por la ciudad en rickshaw para llevarnos a talleres de artesanía y algunos mercados del centro. Nos pareció buena idea, así que estuvimos todo el día con él.
El hotel era el GANESH PALACE INN, básico basiquísimo, medianamente limpio y bien ubicado en el centro. 900 INR la noche.
Recorrimos la ciudad, visitamos el famoso palacio del Marajá y por la noche descubrimos un restaurante graciosísimo para cenar. Se llamaba High Park y estaba en la azotea de uno de los edificios más altos, era giratorio y la decoración surrealista… rodeado de babosas con los ojos encendidos y pegatinas de Mickey Mouse, muy kistch. Además era buffet, con absolutamente todo ultra picante, pero tenían Kingfisher ☺

Mysore no nos gustó mucho, no tiene mucho que hacer y poco de especial. Si lo hubiéramos sabido, quizás no hubiéramos pasado la noche o incluso podríamos haber prescindido de esta parada para ver otros lugares más interesantes. Lo que ocurre es que es un punto de conexión importante, así que es cómodo hacer noche aquí.