Tocaba levantarse pronto. Muy pronto. A las 6:40 teníamos que estar en el bus de Megabus camino de Washington DC y además, por lo que habíamos leído, el orden de llegada era importante así que había que estar en la salida lo antes posible. Con casi 20 minutos de antelación, ya estábamos en la 34ST entre la 11ª y la 12ª y no éramos los primeros. Había varios autobuses aparcados asi que no fue difícil encontrar la cola del que nos llevaría a la capital del país.
Una vez que entramos en el autobus, uno de los principales problemas que temíamos se vio solucionado. El espacio entre asientos era amplio y el viaje se hizo de manera bastante cómoda. La única pega es que el WIFI del bus no funcionaba, pero entre un par de ratos de dormir,las galletas compradas del día anterior y algún entretenimiento más pasamos las 4 horas del viaje de la mejor manera. La verdad es que para el precio de los billetes (4'50$ los dos, ida y vuelta) el servicio es inmejorable (impensable una oferta así en España).
Muy puntuales llegamos a Union Station (los autobuses te dejan dentro de ella, en la parte superior, el mismo sitio donde se cogen de vuelta) y enseguida bajamos a la planta de abajo a buscar un Chop't. En uno de los tips que nos pasó Andrew nos recomendaba comprar la comida ahí parqa luego tomártela en cualquier sitio. Preparaban una especie de burritos rellenos de ensalada (hay varias para elegir) y el precio era bastante bueno (17'55$ los dos), así que elegimos y en unos minutos teníamos nuestra comida (por cierto, ¡un espectáculo ver como lo preparan, participando hasta 5 personas!).

Preparando nuestras ensaladas en Chop't
Los dias anteriores habíamos pensado varias veces en cómo íbamos a empezar nuestra visita a Washington, si bien por el Capitolio y recorriendo el National Mall hasta Lincoln Memorial o bien empezar en Arlington Cementery. Finalmente, decidimos esta segunda opción, así que, para no perder nada del poco tiempo que teníamos, cogimos un taxi en la estación que nos llevó hasta la puerta del conocido cementerio (18$), pasando al lado del Pentágono. Una vez allí, cogimos un mapa y entramos en el recinto.
El ambiente que se respira dentro es de máximo respeto y la verdad es que impresiona bastante ver la cantidad de tumbas que hay, colocadas en hileras interminables que se pierden en el horizonte (todas las tumbas son de veteranos y de personalidades, relativamente ordenadas según los batallones o guerras en las que participaron). Con ayuda del mapa que recogimos a la entrada (que por cierto es bastante "poco claro"), nos encaminamos a ver la tumba de JFK. El antiguo presidente de los USA descansa allí, rodeado de las tumbas de su mujer Jaqueline y de sus dos hijos John y Patrick (este aun con vida) y junto con la Eternal Flame. Se da la curiosidad de que la tumba está perfectamente alineada con el puente Arlington Memorial y con el Lincoln Memorial (desde arriba, se ve perfectamente).

Las impresionantes hileras de tumbas

Las tumbas del presidente JFK y su mujer junto con la Llama Eterna

Vista desde Arlington House de la tumba de JFK, alineada con el puente y con el Lincoln Memorial al fondo
De allí, continuamos paseando por el cementerio, viendo la tumba más antigua del mismo, el Old Anphitheater la Arlington House y varios monumentos conmemorativos de distintas guerras. Acabamos nuestro recorrido visitando los memoriales del Challenger, el Columbia y el del rescate de los prisioneros en Irán. De ahí, pasamos al anfiteatro e hicimos algo de tiempo para ver la ceremonia del cambio de guardia de la Tomb of the Unknowns visitando un pequeño museo con recuerdos de varios países (España entre ellos). Pese al sol y al calor, que volvía a hacer de las suyas (ya no nos acordábamos de la lluvia del día anterior), vimos la ceremonia entera, muy recomendable por la solemnidad con la que se hace, con un silencio sepulcral solo roto por el choque de los zapatos de los oficiales.

The Old Anphitheater

Vistas del Pentágono desde una de las partes más altas del cementerio

Challenger Memorial

Memorial Anphitheater

Tomb of the Unknowns
Una vez finalizada la ceremonia, salimos del cementerio (haciendo una última foto a un monumento a los veteranos españoles de la guerra de Cuba) y cruzamos el rio Potomac el puente Arlington Memorial. El paseo hasta el Lincoln Memorial es bastante agradable y se hace en poco más de 20 minutos a buen ritmo. Una vez llegamos allí, nos desviamos a comprar algo de beber y nos sentamos en las escaleras del memorial a comernos nuestros burritos (eran ya cerca de las 14:15).

Monumento a los veteranos españoles de la guerra de Cuba
Una vez acabamos, entramos en el Memorial y estuvimos un rato contemplando la magnífica escultura del presidente Lincoln y leyendo los dos discursos que hay en las paredes del edificio. También aprovechamos para hacer algunas fotos del Obelisco y la Reflecting Pool desde dentro del edificio, capturar el punto desde donde Martin Luther King dio su famoso speech "I have a dream" y hacernos la típica foto desde la parte superior de las escaleras.

La impresionante escultura del presidente Lincoln

El famoso discurso de gettysburg

Desde las escaleras del Lincoln Memorial
Nuestra siguiente parada fue el Vietnam Veteran Memorial. Vale la pena pasarse para ver la Estatua de los Tres Soldados y el monumento a las Mujeres de Vietnam, pero lo realmente impresionante de este memorial es "La Pared" donde están tallados los nombres de los muertos en la guerra. Muy sobrecogedor, la verdad. Tirando del zoom de la cámara por no cruzar la calle (ya veíamos que íbamos justos de tiempo) hicimos una foto a la estatua de Einstein y nos encaminamos al memorial de la Guerra de Korea.

The Wall, Vietnam Veteran Memorial
También nos impresionó bastante este memorial, sobre todo las estatuas de soldados, hechas de acero y de más de 2 metros de altura cada una. También nos llamó la atención una frase escrita en uno de los muros: "Freedom is not free". Cada uno que saque sus propias consecuencias.

Los soldados del Korean War Memorial

Una frase para reflexionar
La siguiente parada era el Memorial de la Segunda Guerra Mundial, así que cogimos un paseo que hay a la derecha de la Reflecting Pool. Durante el camino hicimos un par de amigas con las que compartimos unas almendras que no le echamos a uno de los burritos de la comida. Como podéis ver, eran de lo más simpáticas!! (eso si, intentar acariciar a una era imposible).

Aprovechando las almendras

Intentar cogerlas era misión imposible, pero para comer si se acercaban
Llegamos al Memorial de la Segunda Guerra Mundial, del que ya habíamos leído la controversia que se formó en su construcción por el lugar elegido (decían que impedía la visión desde el Monumento a Washington y el Lincoln Memorial). Bajo un sol abrasador recorrimos las columnas que tienen grabados cada uno de los estados del país y nos hicimos algunas fotos en la fuente. También leímos algunos textos referentes a los sucesos más conocidos de la guerra, como el ataque a Pearl Harbour.

Second World War Memorial
Salimos del memorial y paramos en la 17 ST a hacer algunas fotos del Obelisco del Monumento a Washington, que aun estaba rodeado de andamios por las reparaciones necesarias tras el terremoto de 2011 (se rumorea que se abrirá en 2014 de nuevo). Además, tampoco te puedes acercar, ya que hay vallas a bastante distancia del monumento. De allí, nos fuimos hacía el Norte, pasando por el parque "The Ellipse", donde había algunos chicos jugando a fútbol americano y desde donde ya se puede ver la fachada sur de la Casa Blanca. Continuamos hasta acercarnos a la verja de la misma, desde donde hicimos algunas fotos típicas de la residencia de Obama. Allí nos encontramos a una prima de nuestras amigas de antes (que también probó las almendras) y estuvimos a punto de llamar al timbre para ver si salía alguien a recibirnos, pero finalmente, no nos atrevimos.

El Obelisco, rodeado de andamios

Fachada sur de la White House

Incita a pulsar el botón
Eran las 16:10, nos quedaban 2 horas para estar de vuelta en la estación para coger el bus y nos quedaban bastantes cosas por ver. Además, el cansancio ya hacía mella y de qué manera, pero había que seguir. Caminamos por Pennsylvania Ave NW hacia el Este y volvimos al National Mall cruzando por una calle peatonal que hay entre la 14th St y la 12th ST (donde se encuentra el Ronald Reagan Building). Una vez en el Mall, pasamos por delante, sin entrar, del National Museum of American History, del National Museum of Natural History (este no teníamos pensado pasar porque íbamos a ver el de Nueva York) y acabamos entrando en el Smithsonian National Air and Space Museum. Nos habría gustado estar mucho tiempo más en el museo, porque tiene cosas muy interesantes, pero apenas pudimos dar un paseo por dentro sin parar demasiado en ninguna de las exposiciones.

Vista del Capitolio desde el National Mall

Interior del Air and Space Museum
Una vez fuera del museo, nos encaminamos a nuestra última parada, el Capitolio. La idea era verlo por dentro hasta donde pudiésemos (no habíamos reservado visita guiada) y rodearlo por Independence Ave para luego ya ir a Union Station. Pero, llegamos tan cansados (más bien agotados), que nos sentamos fuera del edificio, hicimos algunas fotos y decidimos que ya era hora de volver a la estación.

El edificio que hemos visto en tantísimas películas
Sobre las 17:40 entrábamos de nuevo a Union Station, así que nos fuimos al piso inferior, donde hay gran cantidad de restaurantes, a merendar algo y a las 18:10 ya estábamos en la cola del Megabus. El viaje de vuelta también se nos hizo relativamente corto, ya que fuimos durmiendo gran parte del camino y pudimos aprovechar algo del WIFI del bus (no funcionaba tampoco del todo bien). Llegamos al apartamento sobre las 23:50 y nos tiramos directamente a dormir.
Tras nuestra experiencia, por un lado vale la pena ir a Washington en un día, porque el National Mall es digno de ver, pero realmente, creemos que lo mejor es hacer, cuanto menos, una noche en la ciudad para poder disfrutar de ella con tranquilidad.En un día, con lo que vimos nosotros, recorrimos en torno a 12 kilómetros y medio a pie (posiblemente algo más porque el recorrido por el cementerio de Arlington de la imagen inferior fue más amplio), demasiado para un solo día de turismo.

Distancia recorrida a pie : 12,424 Km aprox.