![]() ![]() Perú II: Ballestas, Paracas, Nazca, Arequipa, Colca – ✏️ Diarios de Viajes de America Sur
En Paracas nos quedamos en el albergue “Paracas Backpacker House”, siguiendo varias recomendaciones por internet. Está a unos 6 minutos a pie desde la estación; hay varios con nombres parecidos y con bastante peor pinta. Lo gestiona un matrimonio...![]() Diario: Perú, Bolivia y Norte de Chile en 50 días (julio-septiembre 2013)⭐ Puntos: 5 (3 Votos) Etapas: 12 Localización:![]() En Paracas nos quedamos en el albergue “Paracas Backpacker House”, siguiendo varias recomendaciones por internet. Está a unos 6 minutos a pie desde la estación; hay varios con nombres parecidos y con bastante peor pinta. Lo gestiona un matrimonio encantador, y hacen las excursiones a Isla Ballestas y a la Reserva Nacional de Paracas a un precio excelente (20 y 25 s, respectivamente). Tienen habitaciones dobles por 40 s con baño compartido, y por 70 s con baño propio. El albergue está bien, tiene cocina compartida y buen ambiente. Hay otro alojamiento en la misma parada en la que te deja el autobús (Zarcillo), con bastante buena pinta y que salía a precio similar contando el total de dormir más las excursiones. El pueblo de Paracas no tiene ningún interés especial. 30 de julio: Ballestas, Paracas, Nazca Hacemos una excursión, organizada por el mismo albergue, a Isla Ballestas, un punto muy especial del Planeta, en el que confluyen dos grandes corrientes oceánicas que hacen que se concentre una cantidad increíble de fauna y flora cuyo consumidor último son millones (literalmente) de aves que cubren de negro el cielo y los islotes. La visita dura cerca de hora y media en lancha rápida (conviene abrigarse). Se ven (siempre desde la barca) un dibujo descomunal de un candelabro (o cactus?) de origen desconocido, y varios islotes repletos de aves, infraestructuras para el aprovechamiento del guano, leones marinos, pingüinos de Humboldt…una maravilla. Hay que pagar un extra de 5 s por entrar al parque más 2 s por utilizar el embarcadero. De vuelta en tierra nos llevan directos a la Reserva Nacional de Paracas, durante unas 4 h (más una para comer en alguno de los restaurantes de la zona, bastante cutres; puede ser recomendable comer de lo que uno lleve consigo); se trata de un desierto junto al mar con zonas fosilíferas y paisajes preciosos, con acantilados de piedra naranja, playas de arena roja y el océano siempre presente; al final de la visita hay un pequeño museo del Parque, está bien. Se pagan 5 s adicionales de tasa de entrada. Por la tarde cogemos el autobús para continuar hasta Nazca (35 s con Cruz del Sur, 4 h). En Nazca dormimos en “Bravant Hostel” (36 s la habitación doble con baño compartido), es muy básico pero decente. La ciudad tampoco da para grandes alegrías. Cenamos en uno de los numerosos asadores de pollos de la ciudad (6 s). --> ¿Merecen la pena Ballestas y Paracas? Sí, en total son unas 8 h de visitas muy interesantes, que aún permiten llegar a una hora razonable a Ica, Nazca o Lima, según sea la siguiente parada. 31 de Julio: Nazca: líneas y alrededores Nos levantamos pronto para estar en el aeródromo a las 8 h (taxi: 5 s, 20 minutos), que es cuando se van preparando las primeras compañías para volar sobre las Líneas de Nazca. El funcionamiento del aeródromo es el siguiente: las diferentes compañías tienen un orden de salida, que va rotando cada día. Interesa contratar el vuelo con las compañías que salgan más pronto, porque así se reduce el tiempo de espera (el único entretenimiento que hay en el aeródromo es un vídeo sobre las líneas que se repite constantemente) y para volar con menos turbulencia. Además, en caso de que haya retrasos (por niebla, viento, etc), es más probable poder volar. Una vez allí, vamos preguntando, mostrador por mostrador, el precio que nos hacen y el orden en el que salen. Todos pueden ver cómo vas de mostrador en mostrador, pero tampoco parece preocuparles…en realidad su gran negocio es la gente que va por agencia y paga cerca del doble del precio que se puede negociar directamente con cada compañía. Contratamos el vuelo con la compañía que sale en primer lugar, tras negociar hasta el precio más bajo de los que nos han pedido (224 s por persona; también hay que pagar una tasa de 25 s por uso de la terminal), y asegurarnos de que pagaremos una vez hayamos hecho el vuelo. Ese día hay niebla y nos toca esperar 3 horas. El vuelo dura unos 30 minutos, son avionetas de hasta 12 plazas, que se agitan con la más mínima corriente de aire. Para enseñar las líneas y dibujos del suelo, el piloto pone el avión casi perpendicular, para que se pueda ver bien, con lo que la cabeza acaba bastante descolocada. Conviene no desayunar (o lo mínimo posible) porque mucha gente se marea. A continuación volvemos al pueblo, comemos en un restaurante familiar y por la tarde negociamos con varios taxis para ver por cuánto nos llevan al cementerio de Chauchilla y a los acueductos incas, con esperas incluidas. Finalmente vamos por 55 s, y estamos un total de 3 h. El cementerio de Chauchilla (8 s) no merece la pena, es un conjunto de zanjas con una o dos momias incas en el fondo de cada zanja...no aporta nada, la verdad. El acueducto inca de Paredones (10 s), en cambio, sí que es muy interesante; son unos canales subterráneos con un curioso acceso en espiral, una obra de ingeniería espectacular. De vuelta en Nazca, vamos al museo Antonini, de arqueología de la zona (15 s, totalmente prescindible a menos que seas arqueólogo, ya que se centran más en la metodología de estudio que en enseñar lo que han encontrado) y al museo-planetario Maria Reiche (10s con carnet de estudiante), donde hacen cada 1-2 h una presentación sobre el posible origen de las líneas de Nazca, en base a las notas de una investigadora que pasó allí más de 50 años. También hay un rato de observación con telescopio; no está mal como actividad nocturna; en total estamos poco más de 1 h. Más tarde, cogemos el autobús nocturno a Arequipa (91 soles con Cruz del Sur, unas 10 h). --> ¿Merece la pena Nazca? Difícil cuestión. A favor: las líneas son un fenómeno único en el mundo, uno de los últimos grandes misterios; los acueductos incas y el planetario permiten completar un día entero. En contra: el precio del vuelo, la posibilidad de estar allí un día esperando para volar y no poder hacerlo, y el hecho de que en realidad tampoco queda muy claro lo que estás viendo…no me arrepiento de a haber ido, pero tampoco es lo más interesante del viaje, ni de lejos. Por supuesto, ir a Nazca para intentar ver las líneas desde tierra no merecería la pena en absoluto; hay un pequeño mirador elevado, pero no se debe apreciar nada. 1 de agosto: Arequipa Vamos en taxi a la zona de albergues que hay en el lado norte del centro, alrededor de la iglesia de San Francisco; entramos en varios para ver precios y tipos de habitación y nos quedamos en “La posada del Kuraka” (C Puente Grau, 50 s habitación doble con baño y cocina compartida; es normalito). Visitamos el Convento de San Francisco (5 s + voluntad para el guía), muy bonito. El resto de la mañana lo pasamos callejeando por el centro, que tiene un excelente patrimonio arquitectónico colonial, y está muy bien restaurado; todas las calles tienen edificios preciosos, así que solo se puede recomendar pasear por ellas todo el tiempo disponible. Vamos a la oficina de iPerú en la Plaza de Armas, donde nos resuelven con extraordinaria eficiencia todas las dudas que teníamos sobre cómo ir y el estado de los senderos del Cañón del Colca (donde iremos al día siguiente). Al caer la tarde vamos al Convento de Santa Catalina, la joya arquitectónica de Arequipa, que te hacen pagar en consecuencia unos indecentes 35 s (guía: 5 s, en grupo de unas 8 personas). Normalmente abre hasta las 17h, pero algunos días se alarga hasta las 19h. Merece la pena la visita al atardecer, ya que iluminan las habitaciones con velas y es especialmente bonito. Pese al precio abusivo, merece la pena. La visita guiada dura cerca de 1,5 h, y luego te dejan libre hasta la hora de cierre. --> ¿Merece la pena Arequipa? Desde luego! Es quizá la ciudad colonial mejor conservada de las que visitamos en Perú y Bolivia. Oímos que había problemas de seguridad, pero probablemente estén más ligados a que es la segunda ciudad más grande del país que a otros aspectos. 2 de agosto: Arequipa y rumbo al Cañón del Colca Vamos por la mañana a la estación terminal terrestre (en la ciudad hay dos estaciones de autobuses, una frente a otra, pero totalmente independientes, por lo que cuesta enterarse de cómo funcionan; incluso habiendo estado, aún no lo tengo claro). La estación está bastante lejos del centro, merece la pena coger una combi (0,8 s). Armados de paciencia, y en poco menos de 2 horas, compramos los billetes para Cabanaconde (Cañón del Colca) y para Cuzco; si se quieren comparar precios y horarios no queda otra que tomárselo con calma y aguantar colas y empujones. Damos un paseo por el centro y bajamos de nuevo a la estación, para ir a Cabanaconde, en el Cañón del Colca (compañía Milagros, 20 s, unas 4,5 h, autobús muy antiguo); dejamos las mochilas en uno de los kioskos que guardan equipaje; 2 s por mochila y noche. Se recomienda elegir los asientos del lado derecho, ya que son los que tienen mejores vistas del cañón, si es que se espera llegar de día. Al llegar a Chivay, parada obligatoria, suben los guardas del Parque a vender la entrada obligatoria (unos inexplicables 70 s). En Cabanaconde nos quedamos en el recomendado y recomendable “Hotel Pachamama Backpackers” (40 s habitación doble con baño compartido); es un sitio muy animado y con un personal muy amable; cenamos allí mismo por unos 10 s cada uno, muy bien. Allí acabamos de definir la ruta por el Valle del Colca, con ayuda de los dueños del albergue. También hemos aprovechado para comprar los billetes de autobús para volver a Arequipa dos días después. Hay tres maneras de recorrer el Cañón entre Cabanaconde (parte superior) y el “oasis” de Sangalle (al fondo del Cañón, 1300 m por debajo de Cabanaconde): - El “atajo”: un camino que baja directo; unas 2 h hacia abajo y 3 h hacia arriba. Es duro por la pendiente tan pronunciada, son prácticamente escalones. - La vuelta por el norte: pasando al lado de los baños termales de Llahuar: unas 7 h de camino si se va desde Cabanaconde, unas 9 h si se va desde Sangalle) - La vuelta por el sur: por San Juan del Chuccho Nuestra idea era hacer la vuelta por el sur, y después volver por el atajo o bien por el norte. Sin embargo, el camino sur está cerrado por desprendimientos, así que optamos por hacer la vuelta por el norte y al día siguiente subir por el atajo, siguiendo las recomendaciones de los dueños del albergue. 3 agosto: Cañón del Colca: de Cabanaconde a Sangalle por Llahuar La ruta es bastante fácil de seguir: hay que coger el sendero que sale de Cabanaconde hacia el norte, pasando frente al campo de fútbol y el mirador de Achachihua, con buenas vistas; en seguida, el camino comienza a bajar…es estrecho pero cómodo. No hay mucha gente (ni locales ni turistas), pero la suficiente para ir confirmando que la dirección es la correcta. El camino baja hasta el fondo del cañón en unas 3 h, donde se pueden ver unas emanaciones de vapor de agua. Tras cruzar un puente, se puede ir hacia Llahuar por un camino que sale a la izquierda (allí hay baños termales) o bien continuar hacia Sangalle, tras una subida moderada pero larga (2 h, sin sombra). Tanto la bajada como la subida ofrecen unas vistas increíbles del cañón, absolutamente recomendables. Casi al final de la subida (a unos 200 m antes), hay un pequeño sendero hacia la derecha, que baja directo a Sangalle…no lo vimos, así que continuamos por la pista hasta el siguiente pueblo (Malata), y de allí continuamos bajando hasta Sangalle. En total, hacemos otras 2 h de bajada, que quizá se habrían quedado en 1 h si hubiéramos encontrado el sendero directo. Sangalle es un conjunto de pequeños complejos ajardinados y con piscina, pero muy básicos (no hay electricidad); nos quedamos en “El Cielo”, que era el que teníamos reservado (958 318 544; 15 s habitación doble, sin baño, cocina ni electricidad). La piscina está fresca pero se agradece tras un día de calor y polvo… 4 agosto: Cañón del Colca: de Sangalle a Cabanaconde por el “atajo” y vuelta a Arequipa Queremos estar en Cabanaconde a las 8:45, para ir a la Cruz del Cóndor a una buena hora para ver los cóndores volando, lo que nos obliga a comenzar a caminar a las 5:30. La subida es inmisericorde; a un ritmo moderado pero sin descanso, se puede hacer en 3 h perfectamente. También alquilan mulas para quien lo vea difícil, aunque hay que reservarlas previamente en Cabanaconde. A las 8:45 sale el autobús de Reyna (no tengo apuntado el precio, pero era barato) que lleva al Mirador del Cóndor, a unos 20 minutos. Allí vemos volar a unos 4 ejemplares en total, es una maravilla verlos, y el paisaje es espectacular. A las 12 pasa el siguiente autobús de Reyna, en el que tenemos el billete hasta Arequipa (no tengo el precio, pero fue muy similar al de ida). Afortunadamente tenemos los asientos numerados, porque hay unas 25 personas a las que les toca ir de pie las 2 h hasta Chivay. Llegamos a Arequipa con unas 3 h de margen hasta que sale el autobús a Cuzco. Tenemos el billete con Oltursa (75 s, unas 9 h, muy cómodo, equivalente a Cruz del Sur y mucho más barato). --> ¿Merece la pena el Cañon del Colca? Depende…si gusta caminar y se tienen al menos 3 días para hacerlo por libre (contando la ida y la vuelta desde Arequipa), merece muchísimo la pena, haciendo la vuelta por el norte y/o por el sur. Imprescindible llevar mucho agua; incluso en agosto, que es invierno, hay un sol intensísimo y la altitud (entre los 3200 m de Cabanaconde y los 1900 m de Sangalle) hace que uno necesite más agua de lo habitual. Durante el camino no hay apenas sitios en los que comprar. El sendero no es demasiado difícil, y no hay mucho riesgo de perderse, pero por supuesto es recomendable informarse bien (lo cual, en Perú, quiere decir preguntar al menos a 4-5 personas para que al menos 2 de ellas coincidan) sobre el estado del camino y las indicaciones a seguir. Si caminar por libre asusta, en Arequipa (y en menor medida en Cabanaconde) ofrecen visitas organizadas, a pie, en mula, en bicicleta…la más popular es una excursión desde Arequipa, de 2 días, saliendo a las 4 de la madrugada, viendo los cóndores al llegar, bajando a Sangalle para pasar allí la tarde en las piscinas y volviendo al día siguiente prontísimo…pienso que esta opción no merece la pena, ni por el precio ni sobre todo por el plan, ya que el cañón es muchísimo más que la bajada de Cabanaconde a Sangalle… Un aspecto a mejorar del cañón es la falta de conexión entre Chivay y Cuzco, sin tener que volver a Arequipa; solo hay un autobús que hace el recorrido, de la empresa 3M, que lo realiza mediante un circuito turístico de un día con todo incluido, que cuesta unos 40 dólares. Índice del Diario: Perú, Bolivia y Norte de Chile en 50 días (julio-septiembre 2013)
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