MIÉRCOLES 6 DE AGOSTO
Los 130 kilómetros que separan Bratislava y Brno los he hecho en autobús (6€), muy cómodo, íntegramente por autopista (1h 50')
El hostel está a unos 10-15 minutos del tren y bus, en medio de la zona peatonal de la ciudad (la oficina de información está a unos 50 metros). Se llama Mitte, es pequeñito y tiene una pinta genial. Wifi rápido, cocina muy bien equipada en un ático, desayuno incluido (15€/noche). El único problema es que el fin de semana estaba completo y sólo he podido reservar tres de las cuatro noches que estaré en Brno.
El motivo de que vaya a explorar esta zona de Moravia que desconozco por completo se encuentra en La Palma (sí, la Isla Bonita). Este invierno coincidí en La Palma con una chica de Brno (Martina) que me habló muy bien de esta zona de su país. Como soy un culo inquieto, le he escrito (desde Hungría) para que me dé pistas sobre qué visitar. Resultado: hoy he comido con ella y he dado una vuelta por la ciudad al mediodía. La verdad es que Martina es un encanto.
Hemos comido en Restaurace Spalicek houby vývar (una sopa de verduras y hongos); Svickova acompañada de Knedlik (carne de res estofada con una salsa blanca con verdura y crema de leche, acompañada por una especie de rodajas de pan, cocido en agua; bramboráky, una especie de pancakes fritos y elaborados de patatas en forma de puré.
Lo siento, con la ilusión de estar acompañado no me he acordado de sacar fotografías. El precio completo, con bebida incluida, 13€.
Una vez despedirme de Martina (tenía que ir a visitar a su familia a las afueras de Brno) he intentado acercarme a un lago artificial en el norte de Brno, pero el tranvía que me debiera llevar tiene algún tipo de incidencia en la mitad del recorrido y no he sabido cómo actuar para hacer el transbordo, así que he optado por lo fácil: volver y visitar algo de la ciudad.
Al igual que Bratislava, Brno cuenta con una fortaleza en un altozano. También restaurada, aunque menos impresionante.
A la hora que he llegado ya habían cerrado las exposiciones interiores, pero aún así se puede pasear y disfrutar de las vistas.
Brno tiene una población próxima a la de Bilbao. No obstante, la parte turística tampoco es muy grande y se puede recorrer en una mañana. Hay muchos comercios y terrazas chulas al rededor de las principales avenidas y plazas, como la plaza Svovody: una explanada muy bonita, a la que le vuelvo a echar en falta un poco de verde.
Por supuesto, los edificios de la zona son magníficos.
Al lado del hostel está la oficina de turismo, ubicada en el antiguo ayuntamiento:
Me parece que hay varias visitas diarias al edificio, si bien hoy no he podido realizarla. Tal vez otro día.
Es llamativo el emblema de la ciudad, colgado (literalmente) de la entrada a la oficina de turismo. Un cocodrilo!! Pero qué leches hace un cocodrilo como símbolo de Brno.
El edificio del nuevo ayuntamiento está abierto al público y tiene un patio muy, pero que muy, bonito.
Por supuesto, iglesias no faltan en la ciudad. Destacan dos: la de Santiago, ubicada en una zona muy turística:
Y la de San Pedro, un poquito más apartada:
En esta me han gustado un montón unos relieves con el via crucis y pasión de Cristo, hechos en bronde con una técnica muy moderna. Una pena que se apuntaran al carro de "prohibido fotos". No es la más bonita, pero es la que he encontrado en google:
Cuando ya me volvía hacia el albergue, de hecho estaba a menos de 100 metros, veo al fondo una ikurriña, sí, sí, lo que he escrito... en Brno, pero tamaño Bilbao por lo menos. Hostias, que nunca había visto algo parecido:
En efecto, es una terraza con una ikurriña como sombrilla Para que no quede margen de duda, el bar (no olvidéis que estamos en Brno) se llama Don Pintxo (sic).
También el interior está decorado al estilo. Jodé, si es que me he tomado una sidra Zapiain con antxoas en vinagre (les faltaba un toque de ajo).
Les he preguntado a los del bar si eran vascos o habían estado alguna vez en el País Vasco... y qué decepción: ni siquiera sabían dónde estaba (apenas hablaban algo de inglés). Tendré que insistir en los próximos días, a ver si con suerte doy con el dueño.
Los 130 kilómetros que separan Bratislava y Brno los he hecho en autobús (6€), muy cómodo, íntegramente por autopista (1h 50')
El hostel está a unos 10-15 minutos del tren y bus, en medio de la zona peatonal de la ciudad (la oficina de información está a unos 50 metros). Se llama Mitte, es pequeñito y tiene una pinta genial. Wifi rápido, cocina muy bien equipada en un ático, desayuno incluido (15€/noche). El único problema es que el fin de semana estaba completo y sólo he podido reservar tres de las cuatro noches que estaré en Brno.
El motivo de que vaya a explorar esta zona de Moravia que desconozco por completo se encuentra en La Palma (sí, la Isla Bonita). Este invierno coincidí en La Palma con una chica de Brno (Martina) que me habló muy bien de esta zona de su país. Como soy un culo inquieto, le he escrito (desde Hungría) para que me dé pistas sobre qué visitar. Resultado: hoy he comido con ella y he dado una vuelta por la ciudad al mediodía. La verdad es que Martina es un encanto.
Hemos comido en Restaurace Spalicek houby vývar (una sopa de verduras y hongos); Svickova acompañada de Knedlik (carne de res estofada con una salsa blanca con verdura y crema de leche, acompañada por una especie de rodajas de pan, cocido en agua; bramboráky, una especie de pancakes fritos y elaborados de patatas en forma de puré.
Lo siento, con la ilusión de estar acompañado no me he acordado de sacar fotografías. El precio completo, con bebida incluida, 13€.
Una vez despedirme de Martina (tenía que ir a visitar a su familia a las afueras de Brno) he intentado acercarme a un lago artificial en el norte de Brno, pero el tranvía que me debiera llevar tiene algún tipo de incidencia en la mitad del recorrido y no he sabido cómo actuar para hacer el transbordo, así que he optado por lo fácil: volver y visitar algo de la ciudad.
Al igual que Bratislava, Brno cuenta con una fortaleza en un altozano. También restaurada, aunque menos impresionante.
A la hora que he llegado ya habían cerrado las exposiciones interiores, pero aún así se puede pasear y disfrutar de las vistas.
Brno tiene una población próxima a la de Bilbao. No obstante, la parte turística tampoco es muy grande y se puede recorrer en una mañana. Hay muchos comercios y terrazas chulas al rededor de las principales avenidas y plazas, como la plaza Svovody: una explanada muy bonita, a la que le vuelvo a echar en falta un poco de verde.
Por supuesto, los edificios de la zona son magníficos.
Al lado del hostel está la oficina de turismo, ubicada en el antiguo ayuntamiento:
Me parece que hay varias visitas diarias al edificio, si bien hoy no he podido realizarla. Tal vez otro día.
Es llamativo el emblema de la ciudad, colgado (literalmente) de la entrada a la oficina de turismo. Un cocodrilo!! Pero qué leches hace un cocodrilo como símbolo de Brno.
El edificio del nuevo ayuntamiento está abierto al público y tiene un patio muy, pero que muy, bonito.
Por supuesto, iglesias no faltan en la ciudad. Destacan dos: la de Santiago, ubicada en una zona muy turística:
Y la de San Pedro, un poquito más apartada:
En esta me han gustado un montón unos relieves con el via crucis y pasión de Cristo, hechos en bronde con una técnica muy moderna. Una pena que se apuntaran al carro de "prohibido fotos". No es la más bonita, pero es la que he encontrado en google:
Cuando ya me volvía hacia el albergue, de hecho estaba a menos de 100 metros, veo al fondo una ikurriña, sí, sí, lo que he escrito... en Brno, pero tamaño Bilbao por lo menos. Hostias, que nunca había visto algo parecido:
En efecto, es una terraza con una ikurriña como sombrilla Para que no quede margen de duda, el bar (no olvidéis que estamos en Brno) se llama Don Pintxo (sic).
También el interior está decorado al estilo. Jodé, si es que me he tomado una sidra Zapiain con antxoas en vinagre (les faltaba un toque de ajo).
Les he preguntado a los del bar si eran vascos o habían estado alguna vez en el País Vasco... y qué decepción: ni siquiera sabían dónde estaba (apenas hablaban algo de inglés). Tendré que insistir en los próximos días, a ver si con suerte doy con el dueño.