Este día teníamos contratada otra excursión esta vez a las Ardenas y Luxemburgo. De nuevo nos recogieron en el hotel, esta vez algo más temprano que el día anterior puesto que viaje era algo más largo.
Atravesando las Ardenas, con unos paisajes muy bonitos llegamos a nuestra primera parada: Dinant, famosa por ser la ciudad que vio nacer a Adolf Sax, el inventor del saxofón. Aparcó el autobús, nos contaron otra vez algo de historia y nos dijeron que teníamos tiempo libre para ver la pequeña ciudad.
Lo primero que hicimos fue cruzar el puente para ver la estampa tan bonita de la ciudad:
El puente está lleno de esculturas de saxofones pintados muy chulos:
Después volvimos a cruzar y fuimos a entrar en la iglesia pero estaban dando misa y a mí no me gusta entrar a molestar a la gente cuando están en misas así que nos quedamos sin entrar.
Fuimos a la citadelle, costaba una pasta subir en el funicular, creo que rondaba los 14€ o por ahí pero dijimos bueno…solo vamos a estar un rato aquí así que para arriba. Subimos y la verdad que subir por las vistas merece la pena pero si no tienes tiempo de sobra no subas. Arriba se hacen recorridos guiados por el interior de la citadelle y las “cuevas” y eso, pero claro iban por hora y duraban bastante los recorridos así que subimos para nada porque lógicamente no nos daba tiempo. Así que si…vistas bonitas pero ya…por lo tanto eso como recomendación: si no vais con tiempo no os molestéis en subir.
Bajamos por las escaleras y fuimos a buscar la casa de Adolf Sax que encontramos muy fácilmente porque el pueblo casi que es una calle:
Volvimos al bus que ya era la hora y ya si nos dirigimos a Luxemburgo. Bajamos del bus y el guía nos llevó a la plaza principal donde nos dejó tiempo libre para comer que ya eran las 14:00h. Dimos una vuelta a la plaza viendo los restaurantes y eran bastante carillos para nuestros bolsillos así que acabamos entrando a un pizza hut, que allí siguen existiendo y nos comimos un menú que incluía pizza individual, bebida, pan de ajo y postre. Riéndonos bastante porque vimos que prácticamente todo el autobús habíamos tomado la decisión y estábamos todos en el pizza hut metidos…jajaja
Cuando acabamos de comer dimos otra vuelta por la plaza haciendo fotos, me compré un algodón de azúcar al que no pude resistirme y fuimos a donde habíamos quedado para iniciar el recorrido por la ciudad. El guía nos iba llevando por calles explicándonos que era todo y su historia. Os dejo algunas fotos de Luxemburgo, a mí la verdad también me gustó, es bonita:
Acabamos el recorrido en la catedral a la que pudimos entrar:
Y aquí nos dijo que teníamos tiempo libre de nuevo para hacer compras o lo que quisiéramos. Nosotros habíamos leído sobre las casamatas y el guía también nos había hablado de ellas cuando nos paramos en un mirador desde el que se veían y queríamos entrar, así que nos acercamos al guía y le dijimos que queríamos entrar que si teníamos tiempo y nos dijo que si que fuéramos que lo tendría en cuenta a dónde íbamos por esperarnos si tardábamos un poco más en volver. Qué majo!! Así que a la carrera nos fuimos hacia las casamatas.
La entrada nos costó 2’80€ y nos pusimos a recorrerlas un poco, tampoco mucho porque no teníamos tanto tiempo, pero un ratillo sí que estuvimos por dentro pasando por pasillos pequeñísimos y subiendo y bajando escaleras por todos lados y también tienen algunas ventanitas con miradores chulos:
Salimos y volvimos por el camino por el que nos había llevado el guía. Paramos en una tienda de souvenirs y volvimos hacia donde habíamos quedado con el guía, al final no llegamos tan tarde, bueno…no fuimos los últimos en llegar al bus quiero decir…jaja
Volvimos a Bruselas bajo un tormentón increíble, miraba por los cristales del bus y no se veía nada de nada…lo pasé un poco mal.
Por suerte cuando llegamos a Bruselas ya no llovía así que pudimos salir a dar otra vuelta por Bruselas e ir al Delirium tremens que quería pisarlo y tomarnos algo. Pero lo primero que hicimos fue ir a buscar a zineke pis porque me hacía ilusión y así también tenía la familia al completo y lo conseguí encontrar por supuesto aunque no está indicado por ningún sitio:
Y ya sí que sí contenta por tenerlos a los tres fuimos el Delirium. La decoración del sitio es genial y el ambiente también:
Vaya carta de cervezas…no sabíamos cual elegir, las de sabores yo las quería probar todas, así que nos pedimos unas cuantas rondas…cuando ya íbamos un poco tocados dijimos bueno…es hora de irse a la cama no?? Jajaja
Salimos del Delirium lloviendo bastante pero nos daba un poco igual…nos cogimos unos gofres y tranquilamente bajo la lluvia fuimos al hotel tan contentos. Aunque en el fondo algo tristes porque al día siguiente volvíamos a Madrid.