23 de junio
Último día en NY. Nos van a quedar un montón de cosas por ver, pero el tiempo no nos alcanza para más, así que vamos a dedicar el día de hoy a acabar de deambular por la city. Después de desayunar, metro hasta High Street, última parada antes de Manhattan, aún en Brooklyn. Nos bajamos aquí para poder atravesar el Brooklyn Bridge a pie de este a oeste. Empezamos a andar por la zona peatonal del puente, por encima de los carriles para coches. Hay que ir con mucho cuidado y no despistarse, porque los ciclistas van muy a saco en el puente, y si invades un poco el carril bici puedes ser atropellado, provocar un accidente, y seguro que se van a acordar de tu familia aunque no lo llegues a provocar. Estéticamente es un puente muy bonito y que permite sacar unas fotos muy chulas, ya sea de la propia estructura como de las vistas hacia Manhattan, hacia Brooklyn, el norte del East River o hacia el mar.
En el extremo oeste del puente nos encontramos con la plaza del City Hall, y otros edificios municipales. Reponemos fuerzas en un Starbucks y decidimos ir a Chelsea, para ver un poco el barrio y enseñarles a mis chicas el albergue en el que estuve el año pasado cuando vine solo. Después de verlo, entramos a un par de tiendas de fotografía de la zona (17th street, Adorama), a buscar chollos. Algo encontramos. Nos acercamos andando por la parte baja de la 5ª avenida hasta el Flatiron Building para acabar de abrir el apetito, en la confluencia con Broadway y la 23. Como no vemos nada interesante para comer, cogemos el metro y nos vamos a Chinatown. Después de quedar hastiados de tiendas, chiringuitos y vendedores ambulantes, decidimos ir a comer a lo que queda de Little Italy. El restaurante pasa sin pena ni gloria por nuestra memoria, se llama La Bella Vita. Hay que hacer la aclaración que durante los kilómetros que llegamos a callejear por la ciudad durante los 4 días, teníamos que pararnos en casi todas las tiendas de ropa que encontrábamos (que no son pocas), para que la niña curiosease y pidiera (la mayoría de veces sin éxito). La única zona en la que no le interesó nada fue Chinatown...
Estamos bastante cansados y acalorados, así que a pesar de que aún es pronto, nos vamos al apartamento a descansar con aire acondicionado un rato y echarnos una minisiesta.
A media tarde, volvemos a Manhattan (bendita Metro Card), y nos bajamos de nuevo en Times Square, puesto que no tendríamos mucho tiempo si decidiéramos subir a Harlem o Bronx. Lo dejaremos para otro año. Continúa infestado de gente, casi no podemos ni movernos por la zona, así que decidimos pasar un rato en el Museo de Cera de Mme. Tussaud. La entrada es carísima, pero pasamos un rato divertido posando con las estatuas de actores, cantantes y demás personajes. Además vemos una minipelícula en 4D de "Los Vengadores".
Al salir, bajamos por Broadway hasta la 34 y nos dirigimos al Empire State Building, para pasar el último anochecer viendo como se ilumina Manhattan desde el piso 86. Estamos muy cansados, pero la experiencia es increíble.
Nos despedimos de Manhattan comprando unos hotdogs en un puesto callejero y comiendo de camino al metro para ir a Brooklyn, a preparar maletas, que mañana volamos a San Francisco para empezar el road trip! Aún así, al llegar a Brooklyn, nos compramos unas porciones de pizza en una pizzería con propaganda (falsa) de Pizza & Hot Dog 1$, en Nostrand Avenue, para comer en el apartamento.