¡Qué viento ha hecho por la noche!, que se colaba por las ventanas……. y despertábamos con tanto ruido.
Las vistas al amanecer desde las ventanas de la minúscula habitación eran maravillosas……….altos picos nevados del Himalaya, y el pueblecito de Langtang en el valle, donde desde bien temprano comenzaba la actividad.
El sol llega pronto a Langtang, y ya nos acompañaba desde el comienzo de nuestra caminata, no como los días anteriores, donde tardaba en asomarse a las zonas más bajas y escondidas del fondo del valle.
Los pastores ya habían salido con sus rebaños de vacas y yaks cuando comenzamos a caminar. Cada día salimos más tarde, ……….je,je, vamos contagiando a nuestro porteador nuestras spanish costumbres anti-madrugón.
Después de atravesar la parte baja del pueblo, en la que se sitúan las guest houses, alcanzábamos el barrio superior, de casitas de piedra, en las que se asienta la población local.
Varias estupas por el camino no dejan duda de que en esta región predominan las prácticas budistas.

Mundu Village es otro conjunto de casas, a sólo kilómetro y medio de Langtang, donde también ofrecen alojamiento y comida.
Aunque la etapa de hoy era más corta y fácil, nuestro porteador estaba muerto, y paraba continuamente. No hay prisa, estamos en un día de relax. Así, saludábamos a los de todos los tenderetes.
Paisaje grandioso. Por las paredes verticales de roca caían cascadas, la vegetación baja del valle brillaba en dorado con los rayos del sol, las altas cumbres nevadas del Himalaya con glaciares colgantes eran el fondo perfecto. Y lo mejor de todo era que nosotros estábamos ahí en medio, viviéndolo, palpándolo.
Volvíamos a divisar el río Langtang, que habíamos perdido de vista desde ayer a mediodía. Los yaks y los caballos se aproximaban a sus orillas para beber y alimentarse.

Se nos iban sucediendo imágenes que intentaremos que resulten imborrables, como la del río precipitándose y rugiendo, enmarcado por las cumbres, mientras nos cruzábamos con porteadores que cargaban bombonas de butano, o enormes bultos a sus espaldas. Ellos son el medio de transporte entre estos pueblos.
Ni una sombra, sol intenso todo el tiempo. Manga corta a 3700 m. El bosque había desaparecido.
Durante el camino, no faltaban los chiringuitos que ofrecían té. Nosotros paramos en el Bhudda Tea Shop, justo antes de la blanca estupa, y con sensaciones de estar viviendo una gran experiencia.
Todo lo que teníamos de frente eran deslumbrantes picos nevados de 5000, 6000 y 7000 m.
Sólo quedaba una última subida y cruzar el nuevo puente colgante con vistas a algunos de los glaciares colgantes del Langtang Lirung.

Impactante es la palabra con la que definiría nuestra llegada a Kyanjin Gompa, a 3870 m de altitud. Encontrarse este pueblo entre montañas es un gran espectáculo. Los yaks y los caballos aprovechaban los últimos pastos de la temporada. Las mujeres se peinaban al aire libre. Los turistas buscaban terrazas soleadas para contemplar las montañas.

Nabaraj nos había conseguido ya un alojamiento, el Panorama Guest House, un lugar muy nuevo y limpio, habitaciones con baño privado……….¡y con lavabo!, ¡qué lujo, Dios mío………..tener lavabo! Pero, en esto, se me vino a la cabeza la imagen de algún porteador subiendo el lavabo a sus espaldas, y ya pensé que quizás no era tan buena idea.
Creíamos que los alojamientos serían cada vez peores conforme nos internábamos en las montañas y nos alejábamos de las carreteras, y en cambio, ha sido todo lo contrario, han ido mejorando cada noche.
La comida ha consistido en lo de siempre: pasta o arroz con acompañamientos similares. Se está haciendo muy repetitiva.
La etapa de Langtang a Kianjin Gompa es corta, apenas 3 h tomándolo con calma. Así, quedaba tiempo libre para explorar los alrededores. La mayoría se quedaban descansando en las terrazas al sol…..buen plan!.......grandes vistas. Algunos, más valientes, subían al Kyanjin Ri (4500 m), lo que suponía más de 1000 m de desnivel desde Langtang……..¡y eso, a estas altitudes……nos parecía demasiado!............ Preferíamos guardar fuerzas y optar por una opción intermedia, un tranquilo paseo……….Primero, siguiendo un sendero que en pocos minutos nos conducía a una espectacular vista del valle encajado entre las montañas del Kangjala Himal y el blanquísimo Ganchenpo con sus 6387 m.
Y espectacular era el sendero que tomamos a continuación, pasada una estupa, en dirección a los glaciares del Langtang Lirung, entrando todavía más en las montañas…………¡Increíble………., estábamos solos!! Con la cantidad de gente que ha venido hasta aquí, y a nadie se le ha ocurrido seguir este sendero.
El riachuelo bajaba de los glaciares. Después de aproximarnos un rato, elegimos una roca que hizo de nuestro mirador particular. Sentados allí, vuelta y vuelta, nos quedamos extasiados. Mirábamos hacia los glaciares del Langtang Lirung, y cuando todavía no nos habíamos cansado, nos dábamos media vuelta hacia las montañas opuestas, Chimisedang Lekh y Kanghala Himal. Y así, una y otra vez, escuchando el sonido del agua que fluía al derretirse de los glaciares………..


Puntualmente, todas las tardes, entra la niebla en el valle, se dedica a acariciarlo unos momentos, y después se marcha. La gente sale a hacer fotos, es un bonito espectáculo.

Después, es el momento de visitar la famosa Bakery, donde sirven una tarta de chocolate que está para morirse de gusto. Y esto, en pleno Himalaya. Y si se acompaña de un chocolate caliente, los juegos de los niños riéndose en el salón, y las vistas hacia los Himalayas iluminados por los últimos rayos del sol de la tarde, entonces el momento es perfecto.
Buenos momentos nos pasamos charlando con un par de griegos y con el médico galés de Langtantg, que conocimos allí. Todos hablaban español. Realmente interesantes las vivencias que nos narraba el médico, que contaba con un enfermero nepalí para ayudarle en el hospital rural-montañero.
Descargable para GPS:
Ruta de Langtang a Kyanjin Gompa: es.wikiloc.com/ ...id=8372987
Ruta acercamiento al glaciar: es.wikiloc.com/ ...id=8372991