Nos despertamos con un poco de pena, sabiendo que era nuestro último safari, pero como nos quedaba un buen día aún, desayunamos bien y fuimos a por ello. Oresmas ya estaba esperándonos y nos fuimos hacer un safari en bici. Estuvimos un buen rato con la bici, bien bien 3 horas y vimos varios animales, todos ellos inofensivos. No apetecía ir a lo Indurain mientras te perseguía algo con ganas de comerte. Vimos bastantes jirafas, topic, gacelas, cebras... y encontramos también un escarabajo pelotero.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Acabamos en una especie de mirador donde se veía muchísima jungla y el guía nos comentó que había algunos pequeños volcanes inactivos desde hace muchísimos años rodeando el lago. En el mirador había una especias de cabañas hechas con ramas y nos comentó que era un mercado Masai, donde venían tribus diferentes a intercambiar o comprar, ya sean animales, armas, pieles...
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Comimos algo para recuperar fuerzas y volvimos atrás. Empezó a subir la temperatura, estábamos bastante cansados de la bici y a mi pareja le entró una pájara que tuvimos que para un rato para que descansara y tomara un poco de aire. Llegamos a la entrada y tubimos que esperar a Oresmas que había ido al pueblo. Yo había traído de mi trabajo unas libretas, lápices, bolis y gomas en bolsitas, cada bolsita llevaba uno de cada cosa. Había unos niños y les llamamos para darles los regalos. Al principio eran 3, pero de repente aparecieron muchísimos niños, menos mal que llevaba muchas bolsitas.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Fue un momento bastante especial, no sabía como iban a reaccionar cuando se los diera, pero las sonrisas de todos cuando veían lo que era me hizo más ilusión a mí. Una simple bolsa con 1 libretilla, un lápiz, un boli y poco más les hacía felices. Todos te daban las gracias, incluso las madres venían a darnoslas. Cuando llegó Oresmas y nos montamos para irnos al safari andando, todos fueron a despedirse de nosotros. No soy mucho de expresar sentimientos, pero me emocioné un poco la verdad

Llegamos al mismo sitio del día anterior donde vimos los hipopótamos y otro chico nos llevó a dar un paseo por un prado donde había Nuys, Cebras, Topic y alguna Jirafa. Nos comentó que en este prado grabaron escenas de la película de Memorias de África. Una vez de vuelta, mire la película y es verdad, hay una escena donde los protagonistas hacen un safari a pie y es donde estuvimos nosotros. La verdad es que estábamos bastante cerca de los animales y supongo que están tan acostumbrados a las personas que no se asustan.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Una vez acabado el safari a pie, nos tocaba volver a Nairobi. La experiencia de ver tan de cerca estos animales, en su habitat y viendo como viven de verdad, nos encantó. Llegamos a la conclusión de no volver a ir a ningún zoo, porque creo que saldríamos con muy mal cuerpo. Paramos a comer en el pueblo y cuando acabamos, empezamos la marcha. No llegó ni a 2 horas el viaje. Oresmas nos llevó al hotel y nos acompañó hasta recepción. Una vez allí, se despidió de nosotros y le dimos las gracias por lo bien que nos cuidó. Esta vez pillamos el hotel The Oakwood Hotel, en pleno centro de la ciudad. 3 noches nos costo unos 150€ con desayuno incluido y estuvimos bastante cómodos. La sorpresa llegó al deshacer las mochilas. Yo quería volver a ver las fotos del safari y no encontraba la cámara por ningún lado






Como estábamos destrozados, vimos una pizzeria, pillamos 2 pizzas y fuimos a cenar y a descansar al hotel. Mi pareja se empezó a encontrar mal, con algo de fiebre, vomiteras... Yo me acojoné un poco, pensando si había podido pillar algo. Con mi ingles nulo vete a un hospital a explicar qué pasa jaja!! pero fue mejorando y todo salió bien. Supongo que el cansancio acumulado y los nervios de la cámara ayudaron a que pasara un mal ratillo. Una vez cenamos, nos fuimos a dormir y sin hora de despertar, eso me gusta!!!

