DÍA 8 (11 Diciembre)- Salimos de Casa Miriam con mucha pena y con la despedida emotiva de Linda, Miriam, Susana y George. Camino de Cienfuegos paramos en la Laguna de Guanaroca donde conocimos a una pareja de luxemburgueses. Miriam y más tarde Gustavo fueron nuestros guias. Disfrutamos de los árboles del lugar y de los flamencos (muy bonito y muy agradables nuestros guías, sobretodo Gustavo que nos dejó disfrutar de dos vuelos de flamencos y nos llevó a ver cangrejos por un túnel en el paseo en barca).
De camino a Cienfuegos paramos en la Playa Rancho Luna donde comimos. Nos dirigimos a un lado de la playa más tranquilo donde sin darnos cuenta nos metimos en el agua sin mirar y casi nos llevamos un susto con los erizos de mar. Menos mal que el socorrista, un poco pesado eso sí, nos advirtió de ellos.
Llegamos a Cienfuegos y su hotel a pesar de no estar nada mal, nos pareció frío después de la hospitalidad de Miriam en Trinidad, nos duchamos y salimos a dar un paseo hasta Punta Gorda (paseo que de noche no tiene nada más que dos hoteles). A la vuelta conocimos a Rolando, bici taxista muy majo, que también nos llevaría a dar el mismo paseo al día siguiente ya de día con bonitas vistas del Malecón y de Punta Gorda pero sin más.

De camino a Cienfuegos paramos en la Playa Rancho Luna donde comimos. Nos dirigimos a un lado de la playa más tranquilo donde sin darnos cuenta nos metimos en el agua sin mirar y casi nos llevamos un susto con los erizos de mar. Menos mal que el socorrista, un poco pesado eso sí, nos advirtió de ellos.
Llegamos a Cienfuegos y su hotel a pesar de no estar nada mal, nos pareció frío después de la hospitalidad de Miriam en Trinidad, nos duchamos y salimos a dar un paseo hasta Punta Gorda (paseo que de noche no tiene nada más que dos hoteles). A la vuelta conocimos a Rolando, bici taxista muy majo, que también nos llevaría a dar el mismo paseo al día siguiente ya de día con bonitas vistas del Malecón y de Punta Gorda pero sin más.