Nos levantamos a las 8. Hemos dormido bastante bien. Desayunamos y hacemos el check out.
Queremos imprimir las tarjetas de embarque del avión de mañana. El problema es que el localizador que nos ha dado Rumbo (el portal con el que hemos comprado los billetes) no es correcto. No hay forma de hacer el check in. Tampoco podemos contactar con Rumbo porque los sábados no tienen atención telefónica desde el extranjero en español.
Dejamos el hotel y vamos al otro, que está a un par de manzanas. Como es pronto todavía no tenemos la habitación, pero hacemos el check in, dejamos las maletas y nos vamos.
Vamos al mercado de San Pedro, un mercado cubierto donde venden de todo.
Principalmente el mercado es de comida pero también hay ropa y complementos. El mercado está organizado en secciones: artesanía, ropa, pollo, pescado, queso, huevos, legumbres, puestos de comida, ...
Hay un montón de gente comiendo, todos peruanos. El menú, que suele consistir en caldo de pollo y un plato de arroz o lentejas, cuesta 4 PEN. Lo que nos extraña es que estén comiendo a las 11 de la mañana.
A pesar de haber tantos puestos de comida, el mercado no huele mal ni está muy sucio.
Salimos del mercado y vamos a visitar el museo Inca (10 PEN). Por el precio, es bastante interesante, aunque en este viaje, como hemos tenido partes organizadas con guías, ya estamos bastante puestos en la cultura inca.
Vamos a tomar algo y a comer a la Granja de Heidi. Ayer nos gustó y por 28 PEN el menú está muy bien. Hoy nos dan, como aperitivo, una tosta de queso ricotta con tomate. Luego comemos crema de papas y de plato principal podemos escoger entre asado de cordero y ratatuille. Pedimos cada uno un plato. Para beber, limonada. Y de postre, mousse de cuajada. Está muy bien. El local, igual que ayer, está lleno.
Vamos al hotel. Ya podemos entrar en la habitación.
1ª impresión: está muy bien. La habitación y el baño son modernos y grandes. El hotel son 2 casitas alrededor de un patio con terraza. Además, la wifi funciona muy bien.
Llamamos a Star Perú para aclarar lo del localizador. Nos confirman el vuelo y nos dan el localizador correcto.
Vamos a las ruinas de Quarocha. Están junto a la iglesia de Santo Domingo. De hecho, las ruinas forman parte de la iglesia y el claustro, ya que la iglesia se construyó sobre un antiguo templo inca.
Visitamos un mercado de artesanía. Todos los puestos tienen un montón de cosas pero en todas las ciudades tienen lo mismo: fulares, jerseys de alpaca, bolsos, carteras y figuritas.
Tomamos algo en un bar de San Blas (el Km 0), que está bien. De ahí vamos a cenar al Uchu. La especialidad son las carnes a la piedra. Pedimos para compartir causa (estaba mejor la de ayer) y un combinado de alpaca, pollo y langostinos a la piedra. No está mal.
De aquí nos vamos a dormir. Cuando llegamos al hotel nos dicen que si queremos pagar con tarjeta lo hagamos ahora ya que mañana por la mañana tendrán problemas con la luz. Así que pagamos la habitación y nos vamos a dormir.
Mañana nos vamos en avión a Lima. Bueno, esa es la intención porque con el follón que estamos teniendo de trenes, noches de hotel, localizadores de vuelo, ..., no sé yo si no tendremos alguna sorpresa más.