Carmel by the Sea es un sitio curioso, muy pijo y donde practica turismo la gente de alto poder adquisitivo (no es nuestro caso). Lo que más se ve por allí son casas bajas, galerías de arte, restaurantes y coches caros. La zona de tiendas merece un paseo. Algunos locales son muy bonitos. Y ya que estábamos... nos bañamos en el mar.
Al día siguiente dormimos en San Luis Obispo. Pero de camino allí, desde Carmel, nos encontramos con una de las sorpresas más agradables del viaje. En mitad de la carretera había un cartel que anunciaba la presencia de elefantes marinos. Dejamos el coche en el parking sin mucha fe... ¡Y vimos decenas de ellos! Son animales más bien feos, pero fue espectacular verles discutir por sus pequeñas parcelas de terreno a la orilla del mar.

Respecto a San Luis Obispo, decir que es un pueblo bonito, con mucho ambiente joven.